La
paralización de nuevos proyectos de
palma de aceite sería una buena noticia
para los bosques tropicales, su biodiversidad
y el clima planetario
06 mayo 2008 - España
— Greenpeace se ha felicitado por la decisión
de Unilever de apoyar una moratoria que impida
la destrucción de los bosques en Indonesia,
que está poniendo en riesgo de extinción
la población de orangutanes y destruyendo
el clima.
El pasado 1 de mayo, Patrick
Cescau, Presidente de Unilever, apoyó
durante un discurso la demanda de Greenpeace
de parar la destrucción de los bosques
y turberas de Indonesia para cultivar palma
de aceite. También prometió
que su producción de aceite de palma
sería sostenible para el 2015. Sin
embargo, Greenpeace advirtió que, sin
detener totalmente la deforestación,
los esfuerzos por hacer sostenible la producción
de aceite de palma están condenados
al fracaso.
Esta decisión de
Unilever esta precedida de una reciente campaña
de Greenpeace en la que se expone como las
empresas suministradoras de aceite de palma
de Unilever están destruyendo de manera
activa el hábitat de los orangutanes
y devastando las turberas y bosques de Indonesia.
La destrucción de las turberas de Indonesia
contribuyen en un 4% a las emisiones globales
de gases de efecto invernadero.
Greenpeace está pidiendo
a otras grandes empresas que usan aceite de
palma así como a los miembros de la
Mesa Redonda Sostenible de Aceite de Palma
(RSPO en sus siglas en inglés), que
incluye a Procter & Gamble, Kraft, y Nestle,
que sumen a Unilever e insistan a sus proveedores
de palma para que detengan la destrucción
forestal.
La pasada semana, voluntarios
de Greenpeace se disfrazaron de orangutanes
frente a las sedes de Unilever por toda Europa
para denunciar el papel que desempeña
esta multinacional en la destrucción
de los bosques para la producción de
aceite de palma.
“El pequeño paso
que ha dado Unilever es sin duda una buena
noticia, pero tiene que comprometerse a que
sus suministradores de aceite de palma no
sigan talando la selva tropical. Es por esto
que la moratoria es tan importante” ha declarado
Tim Birch, responsable de la campaña
internacional de aceite de palma.
Otras compañías
como Nestlé y Procter&Gamble son
fundamentales para conseguir una coalición
de empresas capaces de detener la destrucción
forestal y el incremento de gases de efecto
invernadero. “Greenpeace no parará
su campaña hasta que se frene completamente
la destrucción forestal en Indonesia”
ha añadido Birch.
El problema de la palma
de aceite en cifras:
La deforestación
es una de las causas del cambio climático,
siendo responsable de la quinta parte de las
emisiones de gases de efecto invernadero.
Tras una investigación
de campo realizada el pasado mes de abril,
Greenpeace ha podido demostrar que los proveedores
de Unilever están destruyendo el hábitat
del orangután y talando las turberas
para la producción del aceite de palma.
www.greenpeace.org/international/press/reports/how-unilever-palm-oil-supplier).
Sólo las áreas
de turbera (menos del 0,1% de la superficie
terrestre) son responsables del 4% de las
emisiones globales de efecto invernadero.
Indonesia ostenta el récord
Guinness de deforestación, al poseer
la tasa más elevada de deforestación
en el mundo. Se pierde cada año un
2% de la cobertura forestal, y el sector del
aceite de palma es el principal motor de esta
destrucción.
Unilever es el mayor consumidor
de aceite de palma en el mundo. La empresa
admite que usa el 4% de la producción
total en el mundo. Unilever vende aceite de
palma a marcas líderes del mercado
como Dove, Persil y Flora.
Unilever lidera la Mesa
Redonda de Aceite de Palma Sostenible con
el objetivo de hacer que la producción
de aceite de palma sea más sostenible.
Sin embargo, el hecho es que desde que se
creó en 2002 todavía no hay
aceite de palma certificada en el mercado.
Se estima que 1.600 orangutanes
murieron en las plantaciones de palma de aceite
durante el 2006.
Greenpeace reclama una moratoria,
una paralización total de nuevas deforestaciones
y conversiones de turberas en el Sureste Asiático
para el cultivo de aceite de palma; y, también,
que las grandes multinacionales Unilever,
Procter&Gamble y Nestle cancelen su relaciones
comerciales con proveedores que destruyen
los bosques y turberas.