El
CSN sigue sin proporcionar la cantidad total
de radiactividad que se liberó
20 junio 2008 - Madrid,
España — Tras dos meses de espera,
el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha remitido
hoy la respuesta a la segunda de las tres
peticiones de información ambiental
realizadas por Greenpeace sobre el escape
radiactivo de la central nuclear de Ascó
I a finales del año pasado. La información
fue requerida por la organización ecologista
al CSN el pasado 21 de abril.
A falta de un análisis más profundo
de la documentación recibida, Greenpeace
quiere destacar que en la respuesta del CSN
queda patente que varias de las partículas
que se han recogido son tan radiactivas que
su incorporación en el cuerpo humano
sería suficiente para superar la cantidad
máxima de radiación permitida
para una persona en un año.
“Al fin, el CSN da datos
que evidencian que el escape ha podido tener
impacto radiológico en la población”.
Ha declarado el responsable de la campaña
sobre Energía Nuclear de Greenpeace,
Carlos Bravo.
A pesar de los casi 7 meses
ya transcurridos desde que ocurriera el suceso,
y de los más de 2 meses desde que Greenpeace
hiciera público la existencia del escape,
el CSN sigue sin revelar un dato de fundamental
importancia: la radiactividad total liberada
al medio ambiente. Greenpeace cree que el
CSN puede y debe estimar rigurosamente este
dato a partir de la radiactividad que permanece
en los lodos que quedan en el depósito
que contenía los 50 litros de agua
altamente contaminada que unos operarios derramaron
sobre una rejilla de ventilación y
que, tras una cadena de actuaciones irresponsables,
pero conscientes, de los trabajadores, parte
fue liberada al medio ambiente.
A ese respecto, Greenpeace
dijo en su comunicado de prensa del 5 de abril
que la fuente de radiactividad vertida al
medio ambiente se estimaba que podía
ser de 5 curios, valoración que, a
día de hoy, más de dos meses
después desde que se conociera la existencia
de la fuga, se sigue considerando prudente
y nada alarmista, y que nadie ha podido desmentir
científicamente todavía.
Greenpeace critica que el
CSN de lo único que habla es de la
radiación detectada (de las partículas
recogidas) -que ya es más de mil veces
la que inicialmente reconoció el CSN-,
pero nunca habla de la radiactividad emitida
en el escape (lo que se conoce como “término
fuente”).
Greenpeace espera que el
CSN proporcione cuanto antes esa información
fundamental y no trate de hacer creer a la
opinión pública que el término
fuente emitido coincide con la radiactividad
detectada y pide al consejo haga públicos
los datos de caracterización de los
lodos radiactivos del depósito de la
bomba, la metodología de cálculo
de la radiactividad vertida y los resultados
de estos análisis.
Por de pronto, simplemente
contando la radiactividad detectada hasta
la fecha, que equivale a 7 milicurios, ya
ha quedado demostrado que el CSN se equivocó,
como mínimo, en más de mil veces
en la estimación inicial, mientras
que ya sólo faltan 714 veces para llegar
a los 5 curios que dijo Greenpeace.
Greenpeace está, en estos momentos,
analizando en detalle el listado entregado
por el CSN de partículas encontradas
desde el 9 de abril hasta el 19 de junio,
aunque la información está incompleta
ya que no proporciona detalles sobre las al
menos 150 partículas encontradas antes
del 9 de abril. La organización ecologista
no entiende por qué no se han incluido
esas partículas en el inventario ahora
proporcionado por el CSN.
“Faltan datos clave para
aclarar definitivamente el alcance de este
suceso, pero lo que resulta cada vez más
evidente es que la gestión de la central
nuclear se lleva a cabo con una total incompetencia
y con demasiada improvisación, poniendo
en peligro la salud de los ciudadanos”. Ha
añadido Carlos Bravo, responsable de
la campaña contra la Energía
Nuclear de Greenpeace.
Greenpeace considera que
la central de Ascó-1 debería
ser cerrada definitivamente cuanto antes,
pero como mínimo, como medida cautelar,
ante esta situación, debería
retirarse la licencia de explotación
de esta central a sus actuales operadores,
la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós
(ANAV): Endesa e Iberdrola.
En la copia del Acta de
Inspección de los técnicos especialistas
de Protección Radiológica del
CSN llevada al cabo durante los días
5, 6 y 7 de abril, se puede constatar como
el suceso fue causado por una gestión
aparentemente poco responsable e irregular
de unos desechos altamente radiactivos por
parte de la central, una actuación
que, de no haberse denunciado, quizá
hubiera pasado desapercibida a la opinión
pública.
Un claro ejemplo de la actitud
poco seria en la gestión de la central
se recoge en este Acta: “Todos coinciden en
que el día 26/11/2007 las rejillas
de aspiración de la ventilación
en la superficie de la piscina de combustible,
aspiraban aire; afirmación basada en
el ruido proveniente de las mismas, y en que
tras detectar contaminación en la rejilla
e ir a limpiar con un trapo, este quedó
adherido a la rejilla”.
“No existe en realidad ninguna
garantía de que este fraudulento proceder
por parte de la central nuclear no se haya
repetido otras veces en el pasado y en otras
centrales nucleares ya que ni el CSN ni el
Inspector Residente en la central se dieron
cuenta de nada. Una vez más ha primado
el interés económico de la empresa
gestora frente a la seguridad de todos los
ciudadanos”. Ha concluido Sara Pizzinato,
responsable de la campaña de Energía
y Cambio Climático de Greenpeace.
Greenpeace pide al Consejo Europeo que tome
una decisión firme que deje claro que
Europa no está
gobernada por los intereses de la industria
y que tome una posición firme en materia
de eficiencia en el transporte para enfrentarse
al cambio climático apostando por una
economía independiente del petróleo.
Las tarifas eléctricas
esconden escandalosas subvenciones: a las
nucleares y a las industrias que más
energía derrochan
+ Más
Greenpeace denuncia ante
los tribunales la modificación que
hace urbanizable El Algarrobico
La Junta de Andalucía
ha modificado el Plan de Ordenación
de los Recursos Naturales del P.N. Cabo de
Gata-Níjar, otorgando al Algarrobico
el menor grado de protección existente
18 junio 2008 - España — Greenpeace
ha presentado hoy un recurso contra la decisión
de Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
por el que se aprobó el Decreto 27/2008,
que daba luz verde al nuevo Plan de Ordenación
de Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural
Cabo de Gata-Níjar.
La denuncia de la organización ecologista
se centra en el paraje de El Algarrobico,
demandando que continúe con el mismo
nivel de protección que le otorgaba
el PORN publicado en 1994. Greenpeace ha pedido
al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
(TSJA) que decrete, como medida cautelar,
la suspensión de la aplicación
del nuevo PORN, al estimar que la Junta habría
incurrido en desviación de poder al
aprobarlo.
En el escrito presentado
ante la Sala de lo Contencioso Administrativo
del TSJA Greenpeace ha repasado las irregularidades
fundamentales que permitieron la construcción
ilegal del hotel por parte de Azata del Sol:
• Al ser la aprobación definitiva del
Plan Parcial del Algarrobico posterior al
1 de enero de 1988, la Ley de Costas establece
que los planes urbanísticos deben adaptarse
a una servidumbre de protección de
100 metros y no de 20, con los que fue elaborado
el Plan Parcial. Dicho Plan debió ser
adaptado, pero esto nunca se hizo, lo que
constituye una clara irregularidad.
• En 1994 se aprobó el PORN del Parque
Natural Cabo de Gata-Níjar, pasando
a ser El Algarrobico un paraje protegido y
no urbanizable, donde sólo se permitían
casetas de aperos. Por segunda vez, el Plan
Parcial del Algarrobico debió ser acomodado
al PORN, pero se cometió nuevamente
una irregularidad, que se agrandó cuando
se aprobó el proyecto de urbanización
del paraje en 1997.
• En 1998 se aprobó el planeamiento
urbanístico municipal de Carboneras
que declaraba El Algarrobico urbanizable.
Estando el PORN vigente desde 1994, esta clasificación
del suelo fue completamente irregular.
• Tras la aprobación del plan urbanístico
de Carboneras, la Delegación de la
Consejería de Medio Ambiente en Almería,
en lugar de reclamar al Ayuntamiento la adaptación
de su urbanismo al PORN, cambió la
planimetría del parque adaptandola
milimétricamente a las normas urbanísticas
del municipio, sin respetar, además,
el procedimiento establecido en la Ley 4/89
(exposición pública, consulta
a interesados, publicación en el Boletín
Oficial, conocimiento de la Junta Rectora
del parque...).
Tras esta nueva irregularidad,
el sector del Algarrobico dejó de ser
espacio protegido y no urbanizable. Tras las
múltiples denuncias sobre estos hechos,
la Consejería de Medio Ambiente comenzó
a tramitar un nuevo PORN, cuya aprobación
acaba de denunciar Greenpeace. En este nuevo
plan, el Algarrobico ha sido clasificado como
zona C3, que se refiere a “Núcleos
habitados existentes y otras zonas transformadas”.
Con esta estrategia, la Junta de Andalucía
trata de compatibilizar los derechos urbanísticos
que haya podido adquirir la mercantil Azata
del Sol con las resoluciones judiciales contrarias
a la urbanización del Algarrobico,
sin importarle incluirlo en la zonificación
de menor protección de todas las existentes
dentro del PORN, que permite legalizar y consolidar
el hotel.
“Esperamos que la Justicia
actúe con premura. De quedarse así
la normativa del Parque Natural se crearía
un grave precedente, ya que estaría
consolidando y reconociendo la construcción
de un hotel de cuatrocientas habitaciones
dentro de un espacio natural protegido que
ocupa la zona de dominio público marítimo
terrestre e invade la servidumbre de protección”
ha declarado María José Caballero,
coordinadora de campañas de Greenpeace.
+ Más
¡El carbón
mata!, denuncia Greenpeace en Petacalco
26 junio 2008 - Unión,
Guerrero, México — Activistas de Greenpeace
elevan este jueves un globo aerostático
con las leyendas "El carbón mata"
y "Quit coal" en Petacalco, en Guererro,
la central carboeléctrica más
contaminante del país
Para exigir el cierre definitivo de la central
carboeléctrica “Plutarco Elías
Calles” debido a los altos niveles de emisión
de gases de efecto invernadero y otros contaminantes
que genera el funcionamiento de la planta,
activistas de Greenpeace elevaron un globo
aerostático en la planta conocida como
Petacalco con las leyendas “El carbón
mata” y “Quit coal”.
La organización ambientalista
desplegó en mensaje en la planta ubicada
en el municipio de Unión, ya que genera
anualmente 17 millones 700 mil de toneladas
de dióxido de carbono (CO2), principal
gas que provoca el efecto invernadero y que
acelera el cambio climático. El carbón
que usa esta central para generar electricidad
es importado.
“Mientras las energías
limpias han disminuido su participación
en los últimos 12 años, el director
de la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), Alfredo Elías Ayud, anunció
en febrero pasado que la empresa tiene entre
sus planes adquirir al menos dos minas de
carbón en Australia y en Colombia,
para garantizar que se cuente con los insumos
requeridos para la generación de energía
en México. Es decir, la lógica
es seguir apostando por los combustibles fósiles
de otras partes del mundo, sin una visión
de seguridad y estabilidad energética
para nuestro país, que estaría
garantizada por el impulso de las energías
renovables”, explicó Jorge Escandón,
coordinador de la campaña de energía
y cambio climático de Greenpeace.
Desde hace por lo menos
cuatro años, hay denuncias de contaminación
provocada por la carboeléctrica, que
han sido incluso tema de debate en la Cámara
de Diputados. Rosendo Bravo, líder
de la Federación Regional de Sociedades
Cooperativas Pesqueras de La Unión
dijo que hace menos de un mes en el brazo
izquierdo del río Balsas, muy cerca
de la comunidad San Francisco, donde la planta
tiene un patio de cenizas “se derramó
todo el remero de cenizas y se fue directamente
al río, y hay una contaminación
tremenda; son natas de ceniza que están
encima del agua y eso la Profepa no lo ve,
se hace de la vista gorda”, agregó
Escandón.
Ante la problemática
ambiental, social y económica, con
el aumento de los precios de los combustibles
fósiles, es necesario que las autoridades
federales, el Senado y la Cámara de
Diputados incluyan de manera significativa
energías renovables y limpias, para
revertir en el corto plazo la tendencia a
la baja de la inversión en energías
renovables y aumentar significativamente su
participación en la generación
de electricidad para el servicio público.