23
junio 2008 - Santiago, Chile — Más
de 150 jóvenes celebraron la creación
del santuario ballenero en aguas nacionales
en las afueras del Hotel Sheraton en donde
se celebra la 60 versión de la Comisión
Ballenera Internacional. En el evento fue
el mismo chairman de la Comisión, William
Hogarth, quien cortó la cinta para
inaugurar el “Reino de las Ballenas” creado
por los Defensores de los Océanos de
Greenpeace.
Mientras, en Quintay, la
Presidente Bachelet firmaba el proyecto de
ley para la protección de los cetáceos
en aguas nacionales junto a 20 niños
del proyecto Ocean Defenders, el gobierno
y ministros de Medio Ambiente de cuatro países:
Peter Garret de Australia, Steve Chadwick
de Nueva Zelanda, el Ministro de Agricultura
Sustentable de Reino Unido, Lord Rooker y
Roberto Dobles Mora, Ministro de Medio Ambiente
y Energía de Costa Rica.
Para el Coordinador de Campaña
de Greenpeace Chile, Samuel Leiva, la creación
de un santuario en aguas nacionales, es un
gran paso para la conservación de las
ballenas en Latinoamérica, especialmente
ahora que la Comisión Ballenera Internacional
(CBI) se está discutiendo la creación
del Santuario Ballenero del Atlántico
Sur. Ahora es misión de los miembros
de la CBI de tomar el ejemplo de Chile, modernizando
esta comisión en una que trabaje para
las ballenas, no para los balleneros".
+ Más
Arrestan a dos activistas
de Greenpeace por denunciar contrabando de
carne de ballena
20 junio 2008 - Tokio, Japón
— Toman 40 policías por 10 horas las
oficinas de Greenpeace Japón. Greenpeace
exige la liberación de los activistas
y castigo a los verdaderos criminales.
La policía japonesa
arrestó a dos activistas de Greenpeace
que hace un mes denunciaron el tráfico
ilegal de carne de ballena dentro del programa
de caza de cetáceos respaldado por
el gobierno japonés.
Los dos activistas, Junichi
Sato, de 31 años, y Toru Suzuki, de
41, son investigados por el supuesto robo
de una caja con carne de ballena, que fue
presentada como evidencia de la denuncia que
realizó Greenpeace el 15 de mayo pasado.
El paquete contenía
trozos carne de ballena, de los más
caros, y que fueron extraídos ilícitamente
por un tripulante del buque factoría
ballenero, Nishin Maru, al finalizar la temporada
de caza de ballenas en el Santuario Ballenero
Austral. El contenido del paquete estaba rotulado
como “cartón” y estaba dirigido a una
dirección privada.
El paquete fue rastreado
por investigadores de Greenpeace y enviado
a la Fiscalía General de Tokio como
evidencia de un grave escándalo de
corrupción dentro de las operaciones
de caza de ballenas en el Santuario Ballenero
Austral, que el Gobierno de Japón defiende
como “científicas”.
Como resultado de las pruebas
que presentó Greenpeace, el fiscal
de Distrito de Tokio inició una investigación
sobre una malversación de fondos que
implica el contrabando de carne de ballena,
lo que plantea serias dudas sobre la magnitud
y el alcance del uso indebido de dinero de
los contribuyentes por parte de los responsables
del programa de la caza de ballenas del Océano
Antártico.
“Esto es una respuesta inesperada.
Hemos destapado un escándalo que afecta
a fuerzas muy poderosas del gobierno de Japón
que se están beneficiando de la caza
de ballenas, y no nos sorprende que ellos
consigan eludir la investigación; pero
que hayan arrestado a dos activistas, completamente
inocentes, por haber devuelto la carne que
fue robada a los japoneses, que pagan con
sus impuestos la caza de ballenas, es realmente
sorprendente. ¿En interés de
quién se han hecho estos arrestos?
Todo parece indicar que estamos ante una táctica
de intimidación de las agencias gubernamentales
responsables del escándalo”, dijo Jun
Hoshikawa, director ejecutivo de Greenpeace
Japón.
Además del arresto
de los dos activistas, aproximadamente 40
policías se presentaron en la oficina
de Greenpeace en Japón donde permanecieron
por más de 10 horas revisando todo;
se llevaron seis computadoras, seis cajas
de documentos e impidieron el uso de teléfonos
a los miembros de la oficina durante todo
ese tiempo.
Se trata de una reacción
totalmente desmesurada contra una organización
que siempre se manifiesta de manera pacífica
y con métodos no violentos.
Aunque hasta el momento,
los únicos arrestados en este caso
son los dos activistas de Greenpeace que presentaron
las evidencias del escándalo, la Fiscalía
investiga también a la tripulación
del buque factoría ballenero, Nishin
Maru. Sin embargo, ninguno de los funcionarios
japoneses involucrados en el escándalo
de corrupción ha sido investigado ni
detenido.
Las 41 oficinas de Greenpeace
lanzaron hoy una ciberacción para exigir
la liberación de los activistas de
la organización detenidos en Japón.
Sumate a nuestro pedido, exigiles al Primer
Ministro japonés, al Ministro de Relaciones
Exteriores en Japón y al embajador
de Japón en Argentina que se castigue
a los verdaderos criminales y no a quienes
defienden a las ballenas.
+ Más
Greenpeace da a conocer
realidad de comision ballenera internacional
20 junio 2008 - Santiago,
Chile — En Conferencia de Prensa, la organización
ambientalista internacional Greenpeace, con
sus representantes de Japón, Chile
y Latinoamérica, dieron a conocer algunos
detalles de la próxima Comisión
Ballenera Internacional (CBI) que se desarrollará
en nuestro país.
En la ocasión el
Campañista de Ballenas de América
Latina, Milko Schvartzman , indicó
que “La CBI debe transformarse en un órgano
de gestión que trabaje para y por las
ballenas, no para la industria ballenera.
Las ballenas ya tienen suficientes amenazas
cómo para permitir en un futuro próximo
su caza. Los Gobiernos reunidos en Chile deben
aprovechar la oportunidad y transformar a
la obsoleta CBI para que lidere la conservación
de nuestros océanos”.
Por su parte, Wakoa Hanaoka,
responsable de Greenpeace en Japón,
ha afirmado que este país “se encuentra
en un momento único para cesar en su
intento de acabar con la moratoria sobre la
caza comercial de ballenas. Las tres principales
compañías pesqueras de este
país han reconocido esta semana que
ya no hay mercado para la carne de cetáceos
y que aunque se interrumpiera la moratoria,
no tendrían ningún interés
en su caza” Y agrega; “Greenpeace ha solicitado
también al gobierno japonés
que anuncie el fin de la llamada “caza científica”
en el Santuario Ballenero Austral que acaba
con cientos de ejemplares cada temporada.
Japón debería abandonar esta
persecución sin sentido y desarrollar
sus estudios científicos sin matar
a estos animales”.
Finalmente el Coordinador
de Campaña de Greenpeace Chile, Samuel
Leiva celebró el trabajo realizado
por la organización en nuestro país
el cual ha permitido que “el gobierno tenga
ya consolidado el proyecto de ley que permitiría
la protección y conservación
de los cetáceos en Chile de manera
efectiva, sólo falta su anuncio oficial,
la firma de este proyecto y que el congreso
nacional haga eco de la ciudadanía
que quiere la protección de estos mamíferos
en nuestras aguas.
+ Más
Greenpeace reclama a la
CBI protección para las ballenas, no
para balleneros
24 junio 2008 - Santiago
de Chile, Chile — En la reunión anual
de la Comisión Ballenera Internacional
(CBI), que se celebra en Chile del 23 al 27
de junio, se discute el propio futuro de esta
organización; además, jóvenes
chilenos piden por la liberación de
los activistas japoneses
¡Checa nuestro díptico
de ballenas!
Greenpeace ha demandado
a la CBI que actúe inmediatamente para
reducir las amenazas reales que afectan a
los cetáceos y que están llevando
a la especie a una situación límite.
A la persecución
de los países que siguen promoviendo
la caza hay que añadir la cada vez
mayor presión humana en forma de contaminación
química y acústica-como el uso
de sónares-, la colisión con
barcos, el cambio climático o la captura
accidental con artes de pesca.
La organización ecologista
ha denunciado que mientras los asistentes
a la CBI pierden el tiempo discutiendo sobre
cuotas de pesca de cetáceos -actividad
que debería estar totalmente prohibida
salvo cuando se trate de caza aborigen-, tan
sólo la captura accidental mata 300
mil ballenas y delfines cada año (una
cada 90 segundos).
“La CBI debe transformarse en un órgano
de gestión que trabaje para y por las
ballenas, no para la industria ballenera.
Las ballenas ya tienen suficientes amenazas
cómo para permitir en un futuro próximo
su caza. Los Gobiernos reunidos en Chile deben
aprovechar la oportunidad y transformar a
la obsoleta CBI para que lidere la conservación
de nuestros océanos”, dijo Karen Sack,
coordinadora de la campaña de océanos
de Greenpeace Internacional.
Greenpeace ha solicitado
también al gobierno japonés
que anuncie el fin de la llamada “caza científica”
en el Santuario Ballenero Austral que acaba
con cerca de mil ejemplares cada temporada.
Japón debería abandonar esta
persecución sin sentido y desarrollar
sus estudios científicos sin matar
a estos animales.
“Es obvio que hoy en día
no hay excusa para la caza ballenera. Japón,
miembro de la CBI, debería usar las
herramientas y tecnologías disponibles
en la actualidad, para contribuir al estudio
científico de estos animales sin causarles
ningún daño. El verdadero reto
científico está en estudiar,
entender y proteger la Antártida”,
continuó Sack.
Por su parte, Wakao Hanaoka,
responsable de Greenpeace en Japón,
ha afirmado que este país “se encuentra
en un momento único para cesar en su
intento de acabar con la moratoria sobre la
caza comercial de ballenas. Las tres principales
compañías pesqueras de este
país han reconocido esta semana que
ya no hay mercado para la carne de cetáceos
y que aunque se interrumpiera la moratoria,
no tendrían ningún interés
en su caza”.
Piden libertad de activistas
japoneses durante la CBI
Los jóvenes "Defensores
de los Océanos" de Chile se sumaron
al llamado de decenas de miles de personas
en todo el mundo para que el gobierno de Japón
ponga en libertad a los dos activistas de
Greenpeace que están actualmente detenidos
sin cargos en Tokio (1), tras exponer un fraude
de robo de carne de ballena (2) dentro del
programa japonés de caza en el Océano
Austral.
Los activistas japoneses
Junichi Sato y Toru Suzuki fueron arrestados
en Tokio el pasado viernes durante una fuerte
operación policiaca en donde hubo allanamiento
de las oficinas de Greenpeace en Japón,
y de hogares de personal de Greenpeace.
Ambos activistas ya se habían
presentado ante la policía anteriormente
y habían presentado declaraciones por
escrito acerca de la forma en que fueron obtenidas
las pruebas del robo de carne de ballena,
entre ellas, una caja de carne de ballena
disfrazada como artículo personal de
un miembro de la tripulación del buque
factoría, Nisshin Maru.
"Es terrible que la
delegación de Japón este asistiendo
a una reunión de la CBI destinada a
sanar la división dentro de la organización,
mientras que el gobierno japonés retiene
a Junichi y Toru, en custodia tras exponer
el robo de carne de ballena y la corrupción
en la industria de la caza de ballenas. Japón
debe poner fin inmediatamente al pseudo programa
científico en el Santuario Ballenero
Austral, si es que quiere mantener la credibilidad
internacional” dijo Karen Sack, la coordinadora
de la campaña de océanos de
Greenpeace International.
El caso de los dos activistas,
Junichi Sato y Toru Suzuki ha llamado la atención
global. En los últimos cuatro días,
cerca de 100 mil personas mandaron cartas
de protesta al primer ministro Yasuo Fukuda
y al Ministro de Relaciones Exteriores, Masahiko
Koumura, para solicitar la liberación
inmediata de los activistas a través
de embajadas en 28 países.
+ Más
Activistas arrestados de
GP Japón serán llevados a la
Corte
21 junio 2008 - Tokio, Japón
— Serán llamados a declarar ante la
Corte este próximo domingo 22 de junio
en Aomori, para que se decida su destino;
Greenpeace presentó al Primer Ministro
la lista de peticiones internacionales a través
de su activismo en línea
En esta extraordinaria e
innecesaria operación policíaca
para arrestar a dos activistas de Greenpeace
envueltos en la exposición del escándalo
de carne de ballena en Japón, estos
serán llamados a declarar ante la Corte
este próximo domingo 22 de junio en
Aomori, para que se decida su destino.
Greenpeace presentó
al Primer Ministro la lista de peticiones
internacionales a través de su activismo
en línea, que inició en las
41 oficinas de la organización de todo
el mundo el día de ayer, para terminar
con esta injusticia en contra de los activistas
y liberarlos lo antes posible.
Hace tres semanas, los activistas
Junichi Sato y Toru Suzuki, rindieron su testimonio
por escrito a la policía en Aomori
y se dijeron disponibles para responder en
un interrogatorio, si éste fuera necesario
para las autoridades. A pesar de esto, ayer
Sato y Suzuki fueron detenidos como criminales
y transferidos a la comisaría de Aomori
donde ahora se encuentran arraigados. Sin
embargo, una simple llamada telefónica
habría sido suficiente para que ellos
se presentaran a declarar. Al mismo tiempo,
40 policías tomaron por asalto las
oficinas de Greenpeace en Japón, llevándose
computadoras, teléfonos y documentos.
“Esta no es una investigación
policíaca, es intimidación.
Los contribuyentes deben estarse preguntando
nuevamente por qué su dinero está
siendo gastado, esta vez en mostrar lo que
podría suceder a manifestantes pacíficos
ante Comisión Internacional Ballenera,
en Chile y ante la cumbre del G8 que será
llevada a cabo en Japón el próximo
mes”, dijo Jun Hoshikawa, director ejecutivo
de Greenpeace Japón.
Greenpeace lanzó
una petición internacional en línea
dirigida al Primer Ministro de Japón,
Fukuda, urgiéndole a actuar en esta
difícil situación y ordene la
liberación inmediata de los activistas
inocentes. Ellos no han cometido ningún
crimen, si acaso desafiar fuerzas poderosas
dentro de la industria de caza de ballenas
y al gobierno, y llamar la atención
de cientos de millones de contribuyentes que
con su dinero, y sin saberlo, subsidian una
operación corrupta en el Santuario
Ballenero del Océano Sur.
Mientras tanto, la oficina
del Procurador del Distrito de Tokio informó
a la oficina de Greenpeace que ha sido incapaz
de encontrar pruebas de la malversación
y que la investigación se terminará
hoy.
"Claramente, esto ha
sido una investigación difícil
para el Ministerio Público cuando el
nivel de corrupción corre a niveles
tan profundos en la industria de caza de ballenas.
Sin embargo, preguntas claves permanecen sin
contestar - si Kyodo Senpaku legalmente diera
a conocer la carne de ballena al equipo (a
la tripulación) entonces por qué
cambiaron ellos su historia varias veces en
tantos días y por qué el equipo
(la tripulación) falsificó los
documentos cuando enviaron la carne a una
casa, argumentando que las cajas contenían
cartón cuando de hecho, ellos mismos
las llenaron con cortes de carne de ballena
que en el mercado valen miles de dólares?",
dijo Hoshikawa.
La carne de ballena, procedente
de la caza anual en el Santuario Ballenero
del Océano Sur, y que es obtenida bajo
el argumento “científico”, oficialmente
está disponible en el mercado hasta
después de que la Comisión Ballenera
Internacional realice su reunión anual,
dos meses y medio después del regreso
de la flota a Japón.
El programa de caza de ballenas
cuesta al contribuyente japonés 500
millones de yenes por año (alrededor
de 4.7 millones de dólares estadounidenses),
a pesar de la condena internacional a este
proyecto. El año pasado, el Instituto
de Investigación Cetácea (ICR)
era incapaz de reembolsar un subsidio fiscal
de 1 mil millones de yenes al gobierno.
Notas:
En mayo, una investigación
secreta que duró cuatro meses por Greenpeace
en Japón reveló pruebas de un
círculo de malversación de fondos
que implicaba a miembros de la tripulación
a bordo del Nisshin Maru - el buque desde
el cuál las ballenas son masacradas
en nombre de la ciencia, cortadas y embaladas
para el mercado-. Esto evidenció que
el equipo tomaba los mejores cortes de carne
de ballena y los pasaba de contrabando en
tierra disfrazada como equipaje personal y
luego era llevada a los comerciantes para
la venta ilegal.
Greenpeace obtuvo una de
las cajas, cuyo contenido en apariencia fue
declarado como cartón y en realidad
contenía 23.5 kilogramos de carne de
ballena de primera calidad con un valor en
el mercado de hasta 3 mil dólares.
En total fueron identificadas por Greenpeace
47 cajas sospechosas. Aquella caja fue presentada
como prueba a la Oficina de Procuradores de
la República de Tokio el 8 de mayo
pasado.
Informantes dijeron a Greenpeace
que la tripulación mayor y funcionarios
de Kyodo Senpaku - la empresa que maneja la
flota y el Instituto de Investigación
Cetácea (ICR) hacían vista gorda
del robo, y permitiéndole seguir durante
décadas.
El dossier llamado "Escándalo
de la carne de ballena japonesa robada” puede
encontrarse en inglés y japonés
en:
http://www.greenpeace.org/whale-meat-scandal
Las acciones pacíficas
de la tripulación del barco de Greenpeace
Esperanza en el Santuario Ballenero del Océano
Sur a principio de este año paró
totalmente la operación de caza de
ballenas por más de dos semanas. El
barco Nisshin Maru regresó a Puerto
con la mitad de la cuota planeada de ballenas
minke, que en un inicio era de mil cetáceos
para 2008.
+ Más
Greenpeace reclama a la
CBI protección para las ballenas, no
para los balleneros
En la reunión anual
de la Comisión Ballenera Internacional
(CBI), que se celebra en Chile estos días,
se discute el propio futuro de esta organización
19 junio 2008 - Madrid, España — Greenpeace
ha demandado a la CBI que actúe inmediatamente
para reducir las amenazas reales que afectan
a los cetáceos y que están llevando
a la especie a una situación límite.
A la persecución de los países
que siguen promoviendo la caza hay que añadir
la cada vez mayor presión humana en
forma de contaminación química
y acústica-como el uso de sónares-,
la colisión con barcos, el cambio climático
o la captura accidental con artes de pesca.
La organización ecologista ha denunciado
que mientras los asistentes a la CBI pierden
el tiempo discutiendo sobre cuotas de pesca
de cetáceos -actividad que debería
estar totalmente prohibida salvo cuando se
trate de caza aborigen-, tan sólo la
captura accidental mata 300.000 ballenas y
delfines cada año (una cada 90 segundos).
“La CBI debe transformarse en un órgano
de gestión que trabaje para y por las
ballenas, no para la industria ballenera”,
ha declarado Pilar Marcos, de la campaña
de Océanos. “Las ballenas ya tienen
suficientes amenazas cómo para permitir
en un futuro próximo su caza. Los Gobiernos
reunidos en Chile deben aprovechar la oportunidad
y transformar a la obsoleta CBI para que lidere
la conservación de nuestros océanos”
Grenpeace ha solicitado
también al Gobierno japonés
que anuncie el fin de la llamada “caza científica”
en el Santuario de Ballenas de la Antártida
que acaba con 1.000 ejemplares cada temporada.
Japón debería abandonar esta
persecución sin sentido y desarrollar
sus estudios científicos sin matar
a estos animales.
“Es obvio que hoy en día
no hay excusa para la caza ballenera. Japón,
miembro de la CBI, debería usar las
herramientas y tecnologías disponibles
en la actualidad, para contribuir al estudio
científico de estos animales sin causarles
ningún daño. El verdadero reto
científico está en estudiar,
entender y proteger la Antártida”,
ha declardo Marcos
Por su parte, Wakoa Hanaoka,
responsable de Greenpeace en Japón,
ha afirmado que este país “se encuentra
en un momento único para cesar en su
intento de acabar con la moratoria sobre la
caza comercial de ballenas. Las tres principales
compañías pesqueras de este
país han reconocido esta semana que
ya no hay mercado para la carne de cetáceos
y que aunque se interrumpiera la moratoria,
no tendrían ningún interés
en su caza”