La
ministra de Defensa, Carme Chacón,
ha anunciado que se destruirá el arsenal
en el plazo más “inmediato y breve
posible”
08 julio 2008 - España
— La organización ecologista Greenpeace
ha recibido con satisfacción el anuncio
de la ministra de Defensa, Carme Chacón,
de iniciar los trámites para la destrucción
de las bombas de racimo existentes en España
y el cese de su producción. Con esta
decisión el Gobierno español
responde las demandas de la sociedad civil
y se adelanta a los plazos formales previstos
en el Tratado contra las bombas de racimo,
aprobado por unanimidad por 109 países
el pasado 30 de mayo.
La ministra ha explicado
que antes de que acabe el mes de julio va
a elevar al Consejo de Ministros una propuesta
que establezca una moratoria unilateral sobre
el empleo el uso, producción, almacenamiento,
compra o transferencia de estas municiones.
Greenpeace, considera este
anuncio un paso histórico y felicita
al Gobierno español por la decisión
de destruir en menos de dos años su
arsenal, cifrado en 5.000 unidades.
" Hoy es un día
muy importante para los que trabajamos por
la paz. Las bombas de racimo llevan más
de treinta años causando daños
inaceptables en todos los conflictos que se
han usado, desde Laos a Líbano. Hieren,
mutilan y matan a hombres mujeres y niños
durante los bombardeos y después de
que las guerras hayan terminado.” asegura
Juan López de Uralde, director de Greenpeace
“Por ello, es muy positivo que el Gobierno
español haya decidido destruir sus
arsenales. Ya sólo queda que confirme
su compromiso con la paz formando parte de
los primeros 30 países que ratifiquen
en diciembre el convenio en Oslo”.
Greenpeace considera irresponsable
la decisión del G8 sobre Cambio Climático
Bush ha conseguido, por última vez,
paralizar cualquier acción que suponga
un avance internacional
08 julio 2008 - Toyako,
Japón — Greenpeace considera, tras
conocer los acuerdos alcanzados en Toyako
(Japón), que el G8 da la espalda al
mundo una vez más. Mientras el Ártico
desaparece, estos ochos países postponen
cualquier actuación. Sólo se
han conseguido palabras huecas, y no acuerdos
reales para luchar contra el cambio climático.
"Es un fracaso completo
de responsabilidad. No ha avanzado nada. El
G8 ha evadido su responsabilidad de adoptar
objetivos claros en el medio plazo, incluso
el objetivo del 2050 es lo que ya se había
acordado en Heiligendamm," dijo Daniel
Mittler, consejero político para Greenpeace
Internacional, refiriéndose a la cumbre
del G8 del año pasado.
El cambio climático
es la amenaza más cara y una de las
más graves a las que se enfrenta la
Humanidad, y ha sido causado, principalmente,
por los países del G8. El 80% de las
emisiones en la atmósfera ha sido producido
por estos ocho países, y, en la actualidad,
emiten más del 40% de las emisiones
globales de CO2, a pesar de que ellos representan
únicamente el 13% de la población
mundial. Las medidas mínimas que deberían
ser acordadas son:
- mantener el aumento medio
global de la temperatura más que por
debajo de dos grados centígrados, comparado
con los niveles preindustriales
- una reducción de
los niveles globales de emisiones para 2015
y más del 50% para 2050 (comparado
con los niveles de 11000)
- los países industrializados
deben tomar la delantera y acometer reducciones
del 30% para 2020 y del 80-90% para 2050,
también comparado con los niveles de
11000.
“Por este camino no se evitará
un cambio climático peligroso. El panorama
de 2050 será una pesadilla, a menos
que el mundo abandone el carbón y el
petróleo, y comience una revolución
energética basada en la eficiencia,
el ahorro y las energías renovables
ahora mismo. Pero el petrolero tejano, una
vez más, ha paralizado las acciones
decisivas que el mundo necesita”, -ha afirmado
Raquel Montón, responsable de la campaña
de Cambio Climático y Energía
de Greenpeace.
Las inversiones del Banco
Mundial que el G8 ha anunciado no excluyen
carbón, la mayor fuente de contaminación
energética mundial. “Esto es un paso
más en la dirección contraria.
La única buena noticia de esta cumbre
es que es la última de Bush" -ha
añadido Raquel Montón."Un
año después de que prometieran
en Heiligendamm una acción rápida
y decisiva, todo lo que proponen es si lo
discutirán o no en la ONU; esto no
es justo ni suficiente".