La
ONU y Noruega se unen para luchar contra el
cambio climático causado por la Deforestación
24 de Septiembre de 2008
La ONU y Noruega se unen para luchar contra
el Cambio Climático causado pos la
Deforestación
Nueva York, 24 de septiembre
de 2008 – Los países que tienen bosques
tropicales están intensificando la
lucha para combatir el cambio climático
gracias a una iniciativa pionera llamada Programa
UN-REDD que fue presentado hoy. El Programa,
que será llevado a cabo por tres organismos
de las Naciones Unidas, fue presentado por
el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon
y por el Primer Ministro de Noruega Jens Stoltenberg,
cuyo gobierno es el que provee la financiación
de US$35 millones.
Nueve países ya han
expresado un interés formal de recibir
ayuda a través de este Programa: Bolivia,
la República democrática del
Congo, Indonesia, Panamá, Papúa
Nueva Guinea, Paraguay, Tanzania, Viet Nam
y Zambia. Algunos de ellos como Indonesia,
Papúa Nueva Guinea, la República
democrática del Congo y Tanzania emprenderán
tareas desarrollando estrategias nacionales,
estableciendo sistemas sólidos de monitoreo,
evaluación, información y verificación
de la canopea y de las reservas de carbono,
y creando las capacidades necesarias que tendrán
el apoyo eventual de otros.
En etapas sucesivas se iniciarán
proyectos piloto para probar otras maneras
de gestionar los bosques existentes para mantener
los servicios brindados por sus ecosistemas
y maximizar las reservas de carbono, al tiempo
que dan beneficios comunitarios y de medios
de vida.
El Programa de Reducción
de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación
y la Degradación de los Bosques (REDD,
por las siglas en inglés de Reduced
Emissions from Deforestation and Forest Degradation)
de la ONU apoyará a los países
dentro del marco de un movimiento internacional
para incluir proyectos REDD en programas nuevos
y más amplios de la ONU en materia
de cambio climático post 2012.
El Grupo intergubernamental
de expertos sobre el cambio climático
(IPCC) estima que la tala de los bosques contribuye
hoy a cerca del 20 por ciento del total de
los gases de efecto invernadero que entran
en la atmósfera.
El Programa UN-REDD tiene
como meta inclinar la balanza económica
a favor de la gestión sostenible de
los bosques para que sus extraordinarios bienes
y servicios económicos, medioambientales
y sociales beneficien a los países,
a las comunidades y a los usuarios de los
bosques, y que contribuyan a la vez a reducir
considerablemente las emisiones de gases de
efecto invernadero.
El Sr. Ban dijo que: “La lucha contra el cambio
climático no puede ser ganada sin los
bosques del mundo, esto ahora nos queda claro.
Esta iniciativa no sólo demostrará
cómo pueden los bosques tener una función
importante después del acuerdo post
2012 en materia de clima, que se espera alcanzar
en la conferencia sobre el clima que tendrá
lugar en diciembre de 2009 en Copenhague,
sino que también ayudará a crear
la tan necesaria confianza de la comunidad
internacional para apoyar la implementación
de un acuerdo inclusivo, ambicioso y amplio
una vez que sea ratificado.” Dijo también
que: “Esta iniciativa es un ejemplo concreto
del compromiso del sistema de la ONU para
dar un apoyo coordinado a los Estados Miembros
para responder a los desafíos del cambio
climático. Apreciamos la asociación
con Noruega en nuestro esfuerzo por ayudar
a la comunidad internacional a hacer frente
a este desafío, que es el de todos.”
El Sr. Stoltenberg dijo
que: “Tenemos que reducir la deforestación
si queremos tener éxito en la lucha
contra el cambio climático.” A través
del esfuerzo internacional concertado podemos
alcanzar mayores reducciones rápidamente,
aseguró el Sr. Stoltenberg, enfatizando
la necesidad de establecer estándares
internacionales para medir, difundir y verificar
las emisiones causadas por la deforestación
y la degradación. “La iniciativa UN-REDD
es un programa de iniciación rápida
que pretende demostrar que es posible tener
resultados rápidos en algunos de los
principales bosques del mundo, y que es posible
hacerlo si la ONU actúa unida en la
acción. Ésa es la razón
por la que Noruega ha decidido financiar la
totalidad del Programa UN-REDD”, dijo.
El Primer Ministro Noruego
terminó diciendo que: “La lucha contra
las emisiones de gases de efecto invernadero
por causa de la deforestación y la
degradación de los bosques es una prioridad
para Noruega ahora y lo será en los
años venideros. Si tenemos éxito
en la primera fase, Noruega seguirá
apoyando el Programa UN-REDD de manera aún
más substancial.”
Si el Programa REDD recibe
luz verde en un acuerdo sobre el clima post
2012, los países desarrollados podrán
pagar a los países en desarrollo por
las emisiones que hayan ahorrado. Esto a su
vez podrá ser usado para compensar
parte de las emisiones de gases de efecto
invernadero emitidas por las economías
desarrolladas de fuentes como el transporte,
las industrias y las viviendas. Los países
en desarrollo recibirían pagos importantes
que, a su vez, podrán ser utilizados
en el desarrollo que tanto se necesita. Según
lo que se estima, por ejemplo, Indonesia tiene
el potencial de ganar $1 mil millones por
año si su promedio de deforestación
se reduce a un millón de hectáreas
por año.
La Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y
la Alimentación (FAO), el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA) son los que
implementarían el programa en el espíritu
de “Unidos en la acción” de la ONU.
Cada agencia aportaría sus competencias
y conocimientos al Programa para maximizar
su éxito.
Citas de los directores
de los organismos
Achim Steiner, Subsecretario
General de la ONU y Director Ejecutivo del
PNUMA, dijo: “El PNUMA, los ecologistas y
la comunidad de científicos hace mucho
que mantienen que es mejor tener bosques vivos
que muertos, que la ayuda y beneficios generados
por sus ecosistemas equivalen a miles de millones,
incluso billones, de dólares si se
pudiese traducir esos parámetros a
modelos económicos.”
“El Programa REDD ofrece
la oportunidad de comenzar a obtener estos
valores reales y aportará una financiación
muy necesaria para mantener uno de los sistemas
de apoyo de la vida humana más importantes.
Con cualquier iniciativa nueva hay riesgos
y recompensas. La REDD debe beneficiar a las
comunidades locales y a los pueblos indígenas
tanto como beneficia a las economías
nacionales y al medio ambiente mundial. Si
eso pasa, el futuro es emocionante y puede
alcanzar límites insospechados”, agregó.
Jacques Diouf, Director
General de la FAO, dijo: “El dar recursos
financieros adecuados y el crear capacidades
relevantes en los países en desarrollo,
dentro del marco de sus procesos de desarrollo
para gestionar los cambios en el uso de sus
bosques y de otras tierras, y el dar capacidades
de captación de carbono de sus bosques
y mejorar sus conocimientos sobre la función
que tienen los bosques en el cambio climático,
nunca ha sido más importante que ahora”.
“En este contexto, se destaca
los modos y maneras de asegurar que se haga
el seguimiento, evaluación y verificación
de los bosques con el fin de salvaguardarlos
y de monitorear las emisiones debidas a la
deforestación. Esto será un
componente esencial del Programa UN-REDD”,
agregó.
Kemal Dervis, Administrador
del PNUD, dijo: “El desafío al que
nos enfrentamos en materia de clima requiere
que seamos innovadores en el modo de llevar
a cabo el desarrollo. El reducir las emisiones
de carbono por medio de incentivos para los
países y las comunidades locales si
no talan los bosques está demostrando
ser un modo creativo y eficaz de ayudarnos
a atacar el cambio climático, a proteger
los ecosistemas vitales y a apoyar los medios
de vida. El Programa UN-REDD, que reúne
las capacidades de la FAO, el PNUD y el PNUMA
con la generosa asistencia de Noruega, establece
un precedente de situación en donde
todos ganan.”
Notas a los Editores
El Programa estudiará
una amplia gama de asuntos urgentes incluyendo
cómo oponerse de manera más
eficiente a las fuerzas que impulsan la deforestación
y cómo asegurar las necesidades de
las poblaciones locales e indígenas
en un acuerdo sobre el clima post 2012, que
incluiría pagos por dejar los bosques
en pie.
También podría
haber sistemas rigurosos de verificación,
algunos de los cuales pueden ser seguidos
por satélite, de modo de demostrar
a la comunidad internacional que se siguen
conservando los bosques protegidos. El Programa
también estudiará cómo
estructurar los pagos en la convención
sobre el clima, paralelamente a las diversas
opciones financieras y de seguros necesarias
para cubrir las pérdidas causadas por
eventos tales como los incendios o las pestes.
Se espera que, para junio
del año que viene y como resultado
de las diferentes medidas de creación
de capacidades adoptadas, los Planes Nacionales
de Preparación hayan sido redactados
para los países participantes, de modo
que si se firma un acuerdo REDD formal en
Copenhague, los países estén
listos para entrar en acción.
El Programa UN-REDD también
trabaja estrechamente y coopera con el Fondo
para reducir las emisiones de carbono mediante
la protección de los bosques, del Banco
Mundial, con la Cuenta de bosques tropicales
del Fondo para el Medio Ambiente Mundial,
y con la Iniciativa internacional para reducir
las emisiones de carbono mediante la protección
de los bosques, de Australia.
Algunos datos históricos
Entre 11000 y 2005 el promedio
de la deforestación se situó
en las 13 millones de hectáreas, sobre
todo en los trópicos.
Las emisiones de gases de
efecto invernadero originadas por la tala,
el corte y la quema de la agricultura y de
otros efectos de la deforestación representan
el 17 por ciento o más de las emisiones
mundiales, lo que es la segunda fuente de
emisiones después del sector de la
energía.
Hasta el año 2100,
la tala de los bosques tropicales podría
permitir que de 87 a 130 gigatoneladas de
carbono entrasen a la atmósfera.
En 2007, en la 13ª
reunión de la Conferencia de las Partes
de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC),
los países acordaron el Plan de Acción
de Bali. Éste otorga el mandato a las
Partes para negociar un instrumento post 2012,
incluyendo posibles incentivos económicos,
para tomar medidas para mitigar el cambio
climático causado por los bosques en
los países en desarrollo.
La reunión de Bali
también adoptó la decisión
de “Reducir emisiones causadas por la deforestación
en los países en desarrollo”, alentando
a los países a estudiar una serie de
medidas a tomar en esta área.
Nick Nuttall, Portavoz del PNUMA / Jefe de
Medios de Comunicación, en el teléfono
celular en Kenia