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septiembre 2008 - DF, México — Greenpeace
lo denunció en diciembre de 2007; con
este caso, se pone en evidencia que el gobierno
federal carece de medidas de bioseguridad
y que actúa lentamente para impedir
que aumente el riesgo de contaminación
para el campo mexicano y la producción
nacional de nuestro grano más importante
Greenpeace lamenta que con
diez meses de retraso, el Servicio Nacional
de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASICA), organismo desconcentrado de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(SAGARPA), reconozca que sí existen
cultivos contaminados con maíz transgénico
en Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua.
Con este caso, se pone en
evidencia que el gobierno federal carece de
medidas de bioseguridad y que actúa
lentamente para impedir que aumente el riesgo
de contaminación para el campo mexicano
y la producción nacional del grano
más importante en nuestro país.
El pasado 25 de diciembre
de 2007, Greenpeace exigió tanto a
las autoridades de Chihuahua como a las federales,
la implementación de un sistema de
inspección y vigilancia en la frontera
norte para evitar el tráfico ilegal
de semillas transgénicas, en especial
de maíz, así como un sistema
de monitoreo en todo el territorio nacional.
“Hemos exigido a las secretarías
de Medio Ambiente y Agricultura medidas de
bioseguridad para proteger al maíz
ya que sin contar con la autorización
de siembras experimentales en nuestro país
se han detectado graves casos de contaminación
de maíz transgénico en cultivos
tradicionales y nativos. Esto es realmente
alarmante ya que las autoridades mexicanas
incumpliendo su deber de inspección
y vigilancia han permitido el avance de contaminación
en el centro de origen del maíz, poniendo
en riesgo la biodiversidad y la soberanía
alimentaria de los mexicanos la cual se basa
fuertemente en dicho grano”, declaró
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace.
“El gobierno mexicano está
demostrando su incapacidad para hacer frente
a la liberación del maíz transgénico
al medio ambiente. Tardar diez meses para
reconocer que hay contaminación en
Chihuahua pone en evidencia que la Sagarpa
no tiene una estrategia para proteger nuestras
variedades de maíz nativo y nos habla
de un riesgo real y no ficticio que afectará
a los productores del grano en Chihuahua y
en otras entidades del país que subsisten
con la siembra y cosecha del maíz”,
continuó Lara.
A pesar de que el caso de
Chihuahua es el primero en que reconocen las
autoridades agrarias, desde 2001 se han presentado
en México evidencias de contaminación
de variedades nativas de maíz por maíz
transgénico (ver cuadro) (1). Con estos
antecedentes, el gobierno mexicano no tiene
elementos para permitir el cultivo experimental
de este tipo de granos en nuestro territorio.
Existen estudios que demuestran los graves
impactos de este tipo de cultivos modificados
sobre el medio ambiente y fuertes incertidumbres
para la salud humana.
“Ante este alarmante caso
de contaminación, el gobierno federal
no puede seguir eludiendo su responsabilidad
para salvaguardar la soberanía alimentaria
de nuestro país. Es preciso prohibir
la liberación del maíz transgénico
al medio ambiente. De no hacerlo, se estaría
sentando un pésimo precedente al respaldar
los intereses de las grandes empresas semilleras
como Monsanto, que se caracteriza por su estrategia
de contaminación para lograr que se
aprueben sus variedades transgénicas
y cobrar regalías a cuanto agricultor
tenga transgénicos en sus campos”,
continuó Lara.
Existen claros ejemplos
de cómo un país puede perder
su autonomía para la producción
de granos básicos: Argentina se convirtió
en un enorme laboratorio transgénico
en manos de las corporaciones y ha demostrado
lo innecesario y dañino que son de
los cultivos transgénicos. Uno de ellos
tiene que ver con la aparición de malezas
tolerantes al herbicida debido a la presión
de selección ejercida por la variedad
transgènica de maíz RoundUp
Ready (RR), lo cual ha motivado a los productores
sojeros a utilizar herbicidas cada vez más
tóxicos y con peores efectos sobre
la salud y el medio ambiente (2).
El caso de Argentina abrió
la puerta a la introducción de los
transgénicos en todos los países
fronterizos, particularmente Brasil y Paraguay.
La estrategia de Monsanto para lograr la autorización
de sus variedades genéticamente modificadas
fue comenzar la siembra ilegal y la contaminación
de los cultivos de los agricultores y las
autoridades en estos países, procedieron
a legalizar lo ilegal de manera irresponsable
y poco ética, ante la incapacidad para
reparar el daño a los productores afectados,
ya que estos han sufrido entre otras cosas:
pérdida de la certificación,
pérdida de la mayor inversión
realizada, pérdida de prestigio, pérdida
de mercados y disminución del valor
del producto.
“Greenpeace exige moratoria
total a la liberación de maíz
transgénico al ambiente en México,
hasta que no se esclarezca la fuente de contaminación
de las semillas nativas en el estado de Chihuahua,
así como la empresa responsable de
esa variedad de maíz transgénico
y se determine la extensión de la posible
contaminación de variedades nativas
y convencionales de maíz en otros estados
de la república. Es preciso que se
repare el daño causado a los productores
por la contaminación de sus cultivos;
y se establezcan medidas de seguridad en la
vías de comercialización de
las semillas en todo el país, concluyó
Lara.
Fuentes:
1) GM Contamination Register Report 2007,
by GeneWatch UK and Greenpeace International,l
http://www.gmcontaminationregister.org
(2) “Argentina's bitter
harvest (what GM soya has done for Argentina)”.
Un post del artículo de Sue Branford
en el número 2443 de New Scientist
(17/abr/2004)
+ Más
¡No al turismo depredador!
dice GP en Sector
25 septiembre 2008 - DF,
México — Para denunciar la política
federal que está privilegiando la construcción
de desarrollos turísticos a costa de
los ecosistemas, Greenpeace colocó
en el edificio de la Secretaría de
Turismo una manta con la leyenda: ¡No
al turismo depredador!
A dos días de la
celebración del Día Internacional
de Turismo (el 27 de septiembre), activistas
de la organización le exigieron al
secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, en
las oficinas de Sectur, que redirija las políticas
en materia de turismo, para evitar que la
destrucción de los ecosistemas en México.
“El marco jurídico-institucional
vigente que rige tanto a la Sectur como al
sector turístico de México está
orientado a la creación de desarrollos
sin planeación, con metas a corto plazo
y establecidas sólo para atraer la
inversión extranjera, sin importar
las consecuencias sobre el medio ambiente.
Con un turismo de masas creciendo a ritmo
tan acelerado, la depredación del capital
natural de los ecosistemas va a acabar con
el valor de la zonas, y por lo tanto con la
riqueza y bienestar de las comunidades”, dijo
Alejandro Olivera, coordinador de la campaña
de océanos de Greenpeace México.
En el noroeste de México
existe una escasez de recursos naturales como
el agua. A pesar de esto, no hay una visión
sustentable para la región del Golfo
de California y los proyectos existentes en
dicha zona están en manos de intereses
privados, que sólo buscan rentabilidad
inmediata sin preocuparse por el futuro de
la región. Es muy grave que las autoridades
permitan que se siga replicando este modelo
de desarrollo.
“El turismo en México
genera el ocho por ciento del PIB, sin embargo,
los impactos negativos sobre el medio ambiente,
provocados por los desarrollos turísticos,
son muy graves y con un alto costo económico
y social: falta de infraestructura básica,
asentamientos irregulares sin redes de drenaje
y alcantarillado, plantas de tratamiento de
aguas residuales inexistentes o ineficientes
y basureros municipales fuera de la legislación;
esto ocurre porque el marco regulatorio del
turismo en México es débil y
a empresarios y gobiernos les importa poco.
Es urgente reforzar el marco jurídico
que rige al turismo en México para
que esta industria siga aportando recursos
económicos al país sin pasarle
una alta factura a las futuras generaciones”,
finalizó Olivera.