29
septiembre 2008 - Chihuahua, Chihuahua, México
— Campesinos y Greenpeace entregan denuncia
ante la PGR en el estado; exigen prohibición
total a la siembra de maíz transgénico
en México
Las organizaciones campesinas
El Barzón, Frente Democrático
Campesino (FDC) y Greenpeace presentaron una
denuncia penal ante la Procuraduría
General de la República (PGR) en contra
de los responsables de la posible importación,
distribución y liberación con
fines agrícolas y/o siembra ilegal
de variedades de maíz transgénico
en el estado de Chihuahua, con la anuencia
de las autoridades estatales y en perjuicio
de los productores locales.
Las organizaciones se trasladaron
a las instalaciones de la PGR en la ciudad
de Chihuahua para presentar la denuncia y
posteriormente acudieron a la delegación
estatal de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (Sagarpa), donde exigieron
protección para la producción
local de maíz convencional.
Cabe recordar que, el sábado
20 septiembre, el Servicio Nacional de Sanidad,
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA),
organismo desconcentrado de la Sagarpa, reconoció
la presencia de transgénicos en los
cultivos del municipio de Cuauhtémoc.
Cabe destacar que desde noviembre de 2007,
las organizaciones El Barzón, Frente
Democrático Campesino y Greenpeace
demandaron la implementación de un
biomonitoreo en la entidad para prevenir que
se extendiera la contaminación.
Los gobiernos local y federal
no han hecho nada para evitar la contaminación
de los cultivos de maíz aledaños.
En este momento los cultivos ya están
en el periodo de polinización, por
lo que el riesgo es mucho más alto.
“Aun cuando la siembra de
maíz transgénico es ilegal en
México, Carlos Aguilar Camargo, delegado
de Sagarpa en Chihuahua, junto con los representantes
de la Unión Agrícola Regional
de Productores (UNIPRO) de Chihuahua, Gordón
Dueck Plett y Rubén Chávez Villagrán,
se han dedicado a promover la siembra de maíz
transgénico y ahora, que se ha detectado
presencia de maíz transgénico
en cultivos de la zona, evaden su responsabilidad
en la problemática e intentan culpar
a los agricultores”, señaló
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace.
“Los cultivos transgénicos
tienen alto potencial para contaminar otros
convencionales y con el maíz el riesgo
es mayor debido a su polinización cruzada
con otros cultivos (1); además, en
México, los campesinos intercambian
sus semillas para mejorar la siguiente cosecha,
una costumbre que ha permanecido durante varios
siglos, y sin saberlo, un campesino podría
tener en sus manos semillas contaminadas.
Las corporaciones, como Monsanto, son propietarias
exclusivas de la tecnología transgénica
y pueden demandar al agricultor que tenga
un cultivo contaminado aun cuando éste
no tenga conocimiento previo. En Estados Unidos
y de acuerdo con el Centro para la Seguridad
Alimentaria (CFS por su siglas en inglés),
una sentencia legal en contra de agricultores
y a favor de Monsanto es de 412 mil dolares,
en promedio. En una demanda judicial, la empresa
ganó más de tres millones de
dólares a un grupo de agricultores
en Texas. A este escenario están exponiendo
las autoridades de Sagarpa a los agricultores
del estado”, denunció Víctor
Quintana, dirigente del Frente Democrático
Campesino de Chihuahua.
“Exigimos al gobierno federal
que a través de la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (Profepa) y la Sagarpa, que como
medida inmediata, realice labores de inspección,
vigilancia y monitoreo en los campos de maíz
del estado de Chihuahua. Así como la
revisión de los centros de almacenamiento,
distribución y comercialización
de semillas que surten a los productores de
la región”, declaró Martín
Solís de la organización campesina
El Barzón.
“Exigimos al Ing. Maximino
Tena Vargas, Jefe del Programa de Sanidad
Vegetal en Chihuahua, nos informe a qué
tipos de tratamientos se someten las tomas
de muestras de semillas de maíz para
importación como garantía de
que sean libres de transgénicos. También
exigimos información detallada de cada
uno de los procedimientos de revisión
que conllevan a emitir un certificado fitosanitario
internacional libre de semilla modificada
genéticamente”, apremió Quintana.
“Las autoridades de Sagarpa
deben informar tanto a las organizaciones
campesinas como a la sociedad en general las
cantidades estimadas, las características
y/o rasgos importantes de Organismos Genéticamente
Modificados en Chihuahua; las poblaciones
de maíces nativos afectados y el nombre
de las empresas que detentan la patente del
evento de maíz transgénico liberado,
con el fin de exigirles la reparación
del daño causado a los productores
por la contaminación de sus cultivos”,
exigió Lara.
Las organizaciones exigieron
que se aplique la ley a los servidores públicos
estatales y federales, que en el ejercicio
de las facultades de inspección y vigilancia
han omitido el cumplimiento de sus obligaciones.
Toda vez que tales hechos son constitutivos
de delito y de infracciones administrativas.
Las organizaciones exigieron
que el Régimen de Protección
Especial del Maíz, próximo a
publicarse, establezca como medida básica
la prohibición total a la introducción
de ese grano transgénico en México.
El caso de Chihuahua es una evidencia más
de la incapacidad de las autoridades para
hacer frente a la liberación al ambiente
del maíz transgénico, además
de que existen, desde 2001, otros ocho casos
de contaminación no reconocidos por
las autoridades de Sagarpa, por lo que no
es necesaria una evidencia más.
Greenpeace México
Nota:
1. http://reports.eea.eu.int/environmental_issue_report_2002_28/en
+ Más
¡No más contaminación
con maíz transgénico en Chihuahua!
02 octubre 2008 - Chihuahua,
Chihuahua, México — Activistas de Greenpeace
entregan mazorcas de Chihuahua en bolsas de
plástico con la leyenda: "¿Más
evidencias? maíz transgénico
igual a contaminación"; para empaquetalas
se tomaron medidas de bioseguridad, ante la
incertidumbre de que estén contaminadas
Las organizaciones campesinas
El Barzón, Frente Democrático
Campesino (FDC), el Centro de Derechos Humanos
de las Mujeres y Greenpeace recolectaron cientos
de mazorcas tomadas de varios cultivos del
estado de Chihuahua y las llevaron a la delegación
estatal de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (Sagarpa), para exigirle
a su titular, Carlos Aguilar Camargo, que
proteja al maíz mexicano ante las evidencias
de contaminación con maíz transgénico
en la entidad.
Activistas de Greenpeace
y de las organizaciones participantes entregaron
las mazorcas en bolsas de plástico
con la leyenda: ¿Más evidencias?
maíz transgénico igual a contaminación.
Para empaquetar las mazorcas se tomaron medidas
de bioseguridad, ante la incertidumbre de
que estén contaminadas.
De esta forma, las organizaciones
ejemplificaron las medidas de bioseguridad
que debe seguir la Sagarpa, a dos semanas
de que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad
y Calidad Agroalimentaria (Senasica) reconociera
la presencia de maíz transgénico
sólo en 70 hectáreas del Valle
de Cuauhtémoc. La Senasica hizo públicos
sus trabajos de inspección y verificación
de los cultivos mencionados después
de la etapa de polinización, lo cual
plantea una gran incertidumbre a las organizaciones
acerca de la extensión real de la contaminación.
“No necesitamos más
evidencias de la amenaza para el maíz,
principal alimento de los mexicanos. Las autoridades
de Sagarpa permitieron la contaminación
de nuestro Estado y serán las responsables
si este caso escala a nivel nacional por no
tomar las medidas apropiadas para responder
ante esta emergencia. El maíz amarillo
producido en Chihuahua se distribuye a otras
entidades del país como al Estado de
México, para producir almidón;
a Jalisco y la región lagunera para
la alimentación de ganado lechero,
y a Diconsa para surtir a las poblaciones
de la Sierra Tarahumara, por lo cual, la contaminación
puede exceder los límites del estado”,
señaló Gabino Gómez,
representante de El Barzón.
“El Ing. Carlos Aguilar
Camargo, en su calidad de representante de
la Sagarpa en el Estado, debe rendir cuentas
sobre las medidas que se están implementado
para contener la contaminación de los
cultivos en los que se detectó presencia
de maíz transgénico. Científicamente
está demostrado que la siembra de maíz
transgénico tiene un alto potencial
para contaminar los cultivos aledaños
debido a su polinización cruzada, lo
cual representa una fuerte amenaza para nuestros
cultivos de maíz, para la biodiversidad
y la salud de los mexicanos”, dijo Francisco
Escalante, coordinador del Frente Democrático
Campesino.
“No aceptaremos que como
respuesta a nuestras demandas, la Sagarpa
criminalice a los agricultores dueños
de las parcelas en la que se detectó
maíz transgénico. Exigimos verdaderas
medidas de bioseguridad, las cuales deben
tener como principio básico la precaución
de un desastre mayúsculo para el medio
ambiente, la salud de los mexicanos y nuestra
gran diversidad genética de maíces
nativos. Algunos de los peligros de estos
cultivos para el medio ambiente y la agricultura
son el incremento del uso de tóxicos,
la contaminación genética de
razas y variedades de maíz y del suelo,
la pérdida de biodiversidad, el desarrollo
de resistencia en hierbas e insectos dañinos
a los cultivos e impactos negativos en insectos
benéficos como lombrices de tierra,
arañas y mariposas (1). Los efectos
sobre los ecosistemas son irreversibles e
imprevisibles”, explicó Aleira Lara,
coordinadora de la campaña de Agricultura
Sustentable y Transgénicos de Greenpeace.
Es urgente que las autoridades
federales declaren públicamente los
rasgos importantes de Organismos Genéticamente
Modificados (OGM) o transgénicos que
ha detectado, ya que existe gran incertidumbre
entre los consumidores respecto a que estos
OGM, para uso industrial y farmacéutico,
puedan estar presentes en la cadena alimenticia.
La contaminación con maíz transgénico
en México es una violación a
los derechos humanos por parte de las autoridades
mexicanas: el derecho a una alimentación
sana”, explicó Luz Estela Castro, representante
del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres.
El día de hoy dio
inicio el Segundo Foro del Maíz y otros
granos, impulsado por los promotores de los
OGM, como UNIPRO y el Consejo Estatal Agropecuario
de Chihuahua, en el que se promocionará
la implementación de cultivos transgénicos
con el respaldo de funcionarios de Fideicomisos
Instituidos en Relación con la Agricultura
(FIRA), perteneciente al Banco de México
y autoridades del gobierno de Chihuahua. Demandamos
a las empresas biotecnológicas como
Monsanto, Pioneer, Syngenta y Dow AgroSciences,
que se hagan responsables de sus patentes,
que están contaminando al campo mexicano;
y a la Sagarpa, el cumplimiento de sus funciones
de inspección y vigilancia ¡No
necesitamos más evidencias de contaminación
con maíz trasngénico!
Nuevas alertas por el consumo
de transgénicos
No se están evaluando
correctamente los riesgos para la salud humana
por el consumo de transgénicos y se
desconocen sus efectos a largo plazo, sin
embargo, existe incertidumbre por el posible
desarrollo de nuevas alergias y resistencia
a antibióticos.
Tampoco se ha evaluado qué
ocurre con los animales que son alimentados
con este tipo de granos ni se les informa
a los consumidores en qué alimentos
hay presencia de transgénicos, por
lo que es indispensable un sistema de etiquetado.
Además, existe un
nuevo riesgo de contaminación: otra
variedad de maíz transgénico
que aún no se ha liberado al medio
ambiente en Estados Unidos, con la que se
está experimentando para producir fármacos,
plásticos, detergentes y pinturas,
y que podrían estar presentes en nuestros
alimentos (2).
Greenpeace México
Nota:
1. Séralini, G-E, Cellier, D. &
Spiroux de Vendomois, J. 2007. New analysis
of a rat feeding study with a genetically
modified maize reveals signs of hepatorenal
toxicity. Archives of Environmental Contamination
and Toxicology DOI: 10.1007/s00244-006-0149-5.
Hepatorenal = of or pertaining to the liver
and kidneys.
2. Dra. Elena Álvarez Buylla, especialista
en investigaciones sobre el maíz.
+ Más
ONG logró dos nuevas
victorias en la lucha contra el Cambio Climático
y la Energía Nuclear.
29 septiembre 2008 - Internacional
— Greenpeace celebró el voto del Parlamento
Europeo a favor de la reducción de
emisiones de automóviles y la interrupción
de los planes nucleares del gobierno de Turquía.
En una muestra de responsabilidad
largamente esperada, la Comisión de
Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó
el jueves pasado a favor de un conjunto de
medidas para reducir las emisiones de carbono
de los automóviles.
Bajo el nuevo acuerdo, el
promedio de emisiones de una flota de autos
nuevos, que es actualmente cercano a 158 gramos:
• Deberá reducirse
a 130 gramos por km. para 2012, y a 95 gramos
por km. para 2020
• Por cada gramo que supere
el promedio, el fabricante deberá pagar
un impuesto de 95 euros por automóvil
Todavía resta que
la propuesta se apruebe en el Parlamento Europeo
y el Consejo de Ministros, pero el futuro
es favorable. El fallo se presenta como un
duro golpe al lobby de la industria del automóvil,
que ha defendido descaradamente su derecho
a manejar el cambio climático poniendo
sus beneficios por delante de los del clima.
El mismo día, Greenpeace
logró otra victoria en Turquía,
sólo dos días después
de la detención de 37 activistas de
la organización y del Grupo de Acción
Mundial en una protesta contra la energía
nuclear.
Durante meses, el Ministerio
de Energía de Turquía ha tenido
la intención de seleccionar un proveedor
para su primera planta de energía nuclear,
que sería la primera de una serie que
el Gobierno quiere construir. Afortunadamente,
estos planes quedaron en el camino debido
a que las empresas de energía no están
interesadas en el riesgo que implica una nueva
planta de energía nuclear.
El gobierno turco recibió
la negativa de 5 empresas a invertir en una
planta nuclear debido al aumento de los costos
y el tiempo de construcción. Sólo
la empresa rusa Atomstroyexport se mostró
dispuesta a hacerlo, pero las leyes turcas
afirman que sin la competencia de la oferta
el gobierno es incapaz de avanzar y emitir
la licitación para una nueva planta
nuclear.