09
octubre 2008 - DF, México — Sagarpa
es incapaz de controlar la entrada de maíz
contaminado con transgénicos y criminaliza
a los agricultores; las pruebas realizadas
demuestran la presencia de las variedades
de maíz transgénico NK603, MON810
y MON863, propiedad de Monsanto que fueron
ya prohibidas en otros países
México está
importando semillas de maíz contaminadas
con maíz transgénico, propiedad
de la empresa transnacional Monsanto, denunciaron
las organizaciones Asociación Nacional
de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC),
El Poder del Consumidor y Greenpeace, pertenecientes
a la campaña nacional “Sin maíz
no hay país”.
Las pruebas, realizadas
en semillas híbridas de maíz,
demuestran la presencia de las variedades
de maíz transgénico NK603, MON810
y MON863, todas propiedad de Monsanto. Las
dos últimas variedades fueron prohibidas
recientemente por los gobiernos de Francia,
Austria y Rumania, debido a que provocaron
impactos negativos al medio ambiente: mortandad
de insectos benéficos como lombrices
de tierra, arañas y mariposas monarca,
y la imposible coexistencia de cultivos transgénicos
con cultivos orgánicos y convencionales;
además de generar gran incertidumbre
sobre los efectos en la salud humana (1).
Las recientes prohibiciones se suman a las
ya realizadas por los gobiernos de Hungría,
Polonia, Italia y Grecia, Australia y Sudáfrica.
Las semillas híbridas
de maíz que se usaron en este estudio
corresponden a la variedad 7525 que distribuye
la empresa Producers Hybrids en el Valle de
Cuauhtémoc, en Chihuahua, una de las
regiones más importantes para el cultivo
de maíz amarillo en esa entidad, por
lo que es incierto el radio de contaminación
real en la zona, ya que las muestras fueron
recolectadas antes del periodo de polinización
de los cultivos.
“Esta es la evidencia de
que las semillas de maíz transgénico
están entrando a territorio mexicano
sin que exista ningún tipo de control
por parte de las autoridades de la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa),
responsables de la labor de inspección
y monitoreo de las semillas que se usan para
la siembra de maíz en nuestro país.
Por eso, los cultivos de maíz en Chihuahua
se están contaminando con maíz
transgénico. Exigimos a las autoridades
estatales y federales no criminalizar a los
agricultores chihuahuenses y aplicar estrictamente
las medidas de control necesarias para que
este caso de contaminación no salga
de la entidad y se convierta en un desastre
nacional”, declaró Aleira Lara, coordinadora
de la campaña de agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace.
Cabe recordar que el pasado
20 de septiembre, el Servicio Nacional de
Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
(Senasica), organismo desconcentrado de la
Sagarpa, reconoció la presencia de
maíz transgénico en 70 hectáreas
del municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua.
La detección se realizó antes
del periodo de polinización, por lo
que el riesgo de contaminación es mucho
más alto y podría escalar a
nivel nacional dado que esta entidad distribuye
su producción de maíz a Jalisco,
la Región Lagunera y el Estado de México.
“Exigimos al gobierno federal,
a través de la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (Profepa) y la Sagarpa, que proceda
inmediatamente a la contención de los
cultivos con presencia de maíz transgénico,
así como a la revisión de los
centros de almacenamiento, distribución
y comercialización de semillas que
surten a los productores de la región,
ya que la contaminación puede escalar
hasta afectar a los productores a nivel nacional.
El Servicio Nacional de Inspección
y Certificación de Semillas (SNICS)
ha demostrado su ineptitud y complicidad con
Monsanto para introducir semillas de maíz
transgénico al país”, denunció
Víctor Suárez, de la Asociación
Nacional de Empresas Comercializadoras del
Campo (ANEC).
Cabe señalar que
el caso de Chihuahua se suma a otras ocho
alertas sobre contaminación en México,
lo que ubica a nuestro país en el segundo
lugar en América y el séptimo
en todo el mundo con más casos de contaminación
con maíz transgénico (2) (ver
cuadro 1).
Cuando Monsanto encuentra
obstáculos para la autorización
de la siembra de sus semillas patentadas en
un país que es de su interés
comercial, utiliza una estrategia para contaminar
los cultivos con semillas transgénicas.
Existen dos ejemplos muy claros en Brasil
y Argentina con soya transgénica, los
gobiernos de ambas naciones, al darse cuenta
de su incapacidad para resolver el problema,
procedieron a legalizar lo ilegal. Esa es
la estrategia que Monsanto quiere implementar
en México, que es el centro de origen
y diversidad genética del maíz,
y el gobierno federal le está dando
todas las facilidades para que lo haga.
"Desde el punto de
vista del consumidor, son tres las preocupaciones
centrales sobre los transgénicos: primero,
los efectos en la salud a mediano o largo
plazo, ya que estos organismos genéticamente
modificados han sido liberados al mercado
sin que un organismo regulador independiente
haya realizado las pruebas que garanticen
su inocuidad. Segundo, se ha demostrado que
los transgénicos contaminan otras semillas
y esto significa la pérdida de la diversidad
genética de los cultivos, esto impacta
severamente sobre la seguridad alimentaria,
en especial, en regiones que son centro de
origen del cultivo modificado. Tercero, la
apropiación que están realizando
las grandes corporaciones transnacionales
sobre la propiedad de las semillas, obligando
a los campesinos a pagar regalías por
su uso, aumentando los costos para los consumidores
y reduciendo la diversidad de alimentos. Lo
que está pasando en Chihuahua presenta,
sin dudas, estos tres riesgos y lo advertimos,
a pesar de que las corporaciones y los funcionarios
a su servicio negaban que fuera posible",
explicó Alejandro Calvillo, director
de El Poder del Consumidor.
Las organizaciones coincidieron
en señalar que no son necesarias más
evidencias de la incapacidad del gobierno
mexicano para hacerle frente a la liberación
de maíz transgénico, que representa
una amenaza real para la biodiversidad y la
salud de los mexicanos.
“Exigimos la prohibición
total de las siembras experimentales de maíz
transgénico en nuestro país
y que se finque la responsabilidad de las
empresas transnacionales que contaminan el
campo mexicano con sus patentes”, concluyó
Lara.
Cuadro 1.-
Casos de contaminación con maíz
transgénico en México
Oaxaca noviembre 2001
Veracruz octubre 2005
Michoacán agosto 2006
Sinaloa noviembre 2006
Tamaulipas julio 2007
DF (Milpa Alta y Magdalena Contreras) junio
2007
Chihuahua septiembre 2007
Nota:
1. Séralini, G-E, Cellier, D &
Spiroux de Vendonomois, J 2007. Nuevo análisis
de un estudio de alimentación de ratas
con maíz genéticamente modificado
revela signos de toxicidad hepatorrenal. Archivos
de Food and Chemical Toxicology DOI: 10. 1007/s00244-006-0149-5.
Hepatorrenal = relativo al hígado y
riñones.
2. GM Contamination Register Report 2007,
by GeneWatch UK and Greenpeace International,l
http://www.gmcontaminationregister.org
+ Más
ACTIVISTAS DE GREENPEACE
ABORDAN EL BARCO CARBONERO WINDSOR ADVENTURE
PARA SEÑALAR LAS CAUSAS DEL CAMBIO
CLIMÁTICO
Greenpeace presentará
hoy el informe "El carbón en España,
un futuro negro"
07 octubre 2008 - Asturias,
España — Durante esta madrugada, activistas
de Greenpeace han abordado el buque Windsor
Adventure de 190 m de eslora, 15 metros de
calado y cargado con 54.000 toneladas de carbón
procedente de Colombia. Cuatro escaladores
de la organización ecologista han subido
a la embarcación mientras otros activistas
han pintado en el casco del barco el mensaje
“Abandonemos el carbón”.
Los activistas pretenden con esta acción
señalar que la principal causa del
cambio climático es la quema de carbón,
mientras mañana se vota en Bruselas
el paquete de medidas para combatir el cambio
climático.
Activistas de Greenpeace
han realizado este abordaje al mercante Windsor
Adventure en Gijón (Asturias) para
pedir que no se queme más carbón
y denunciar que España importa y subvenciona
el combustible fósil que más
contribuye al cambio climático. De
esta manera, Greenpeace señala el carbón
como responsable de la grave dependencia energética
de España y de su enorme responsabilidad
con el calentamiento global del que España
es víctima y partícipe.
“España, como miembro
de la Unión Europea, es el último
en Kioto y el cuarto consumidor de carbón.
Esta negra clasificación retrata la
eficiencia de las políticas utilizadas”
-ha declarado Raquel Montón, responsable
de la campaña de Cambio Climático
y Energía de Greenpeace.
En España no es posible
producir carbón a costes competitivos
con el mercado mundial y por ello se importa
alrededor del 60%. Esta cifra está
muy por encima de la media del comercio internacional
de carbón, que es un 15%. Así,
el carbón contribuye a aumentar la
dependencia energética española.
Las ayudas directas e indirectas
que ha recibido y recibe el carbón
son numerosas. El sector del carbón
nacional sobrevive gracias a las subvenciones
que están recogidas en el Plan Nacional
de Reserva Estratégica de Carbón
2006-2012, junto con los incentivos a las
centrales térmicas que produzcan energía
eléctrica a partir de carbón
autóctono, la concesión gratuita
de derechos de emisión de CO2, la inversión
en I+D, etc. Por último, pero no menos
importante, hay que sumar los costes de la
actividad que no son asumidos por esta industria
sino por el Estado, las comunidades y las
personas. De esta manera, y en un contexto
de crisis económica, se está
haciendo falsamente rentable un negocio que
paga toda la sociedad.