15
octubre 2008 - Madrid, España — En
la celebración del Día Mundial
de la Alimentación, que se articula
este año en torno al lema "Seguridad
alimentaria mundial: los desafíos del
cambio climático y la bioenergía",
Greenpeace recuerda que el cambio climático
amenaza gravemente a la capacidad de las poblaciones
del planeta para alimentarse. Esto afecta
en mayor medida a los más pobres, quienes
ven minada día a día su soberanía
alimentaria.
Según la FAO, actualmente
hay 923 millones de personas afectadas por
el hambre (1), 75 millones más que
un año antes y, según el Banco
Mundial, 33 países están en
peligro de desestabilización y conflictos
internos debido al aumento de los precios
de los alimentos (2).
Cambio climático
y hambre
Según la FAO, el cambio climático
producirá un fuerte aumento de las
personas hambrientas en los próximos
años. China, el país con más
habitantes del mundo perderá su capacidad
de alimentar a su población en 2030
debido a los efectos del cambio climático
(3). Como resultado de una combinación
de factores (aumento de temperaturas, pérdida
de tierras cultivables, escasez de agua, condiciones
meteorológicas extremas, enfermedades
vegetales o aumento de plagas), la producción
alimentaria china caerá un 23% en 2050
con respecto a los niveles de 2000. Una situación
que también se dará en muchos
otros países.
“Nuestras administraciones
deben realizar un cambio de modelo para que
la agricultura deje de ser una de las causas
que contribuyen al cambio climático
y pase a convertirse en parte de la solución",
ha declarado Juan-Felipe Carrasco, portavoz
de agricultura de Greenpeace. (4).
Agrocombustibles
En ausencia de criterios ambientales y sociales,
el cultivo a gran escala de agrocombustibles,
en lugar de ser una de las posibles soluciones
al cambio climático, contribuye a aumentar
sus efectos.
En 2007, EE.UU empleó
54 millones de toneladas de maíz para
producir bioetanol (5), mientras que la UE
utilizó 2,85 millones de hectáreas
(6) para cultivos agroenergéticos.
Si esta tierra se hubiera utilizado para producir
alimentos, se habrían generado unos
68 millones de toneladas de granos, suficiente
como para alimentar a 373 millones de personas
cada año (7). Esto equivale a la población
de los 28 países menos desarrollados
de África.
“Esta carrera por los mal
llamados biocombustibles está contribuyendo
a disparar los precios de los alimentos y
a destruir los bosques primarios", añade
Carrasco.
Transgénicos
El último informe de la Evaluación
internacional del conocimiento, ciencia y
tecnología en el desarrollo agrícola
(8), elaborado por cerca de 400 científicos
y firmado por 60 países, afirma la
urgencia de un cambio radical en el modelo
de producción de alimentos. Científicos
y representantes de los gobiernos han evidenciado
la necesidad de una transición de la
destructiva agricultura industrial hacia la
adopción de métodos de cultivo
basados en la biodiversidad y en los beneficios
de las comunidades locales y no de las grandes
empresas.
Este documento también
concluye que técnicas como la ingeniería
genética no son ninguna solución
al alza de precios de los alimentos, la pobreza,
la pérdida de biodiversidad y el cambio
climático (9). Los transgénicos
no contribuirán a solucionar el hambre,
"son una tecnología monopolizada
por un grupo de empresas que se comportan
como 'dictadores de la alimentación',
impiden ejercer el ancestral derecho a guardar
e intercambiar semillas, socavan las bases
de una agricultura social y medioambientalmente
sostenible y concentran la riqueza",
afirma Carrasco.
Pesca
El pescado es la principal fuente de proteínas
animales para unos dos mil millones de personas
en todo el mundo, particularmente en algunas
de las zonas costeras más pobres de
África, Asia o Latinoamérica.
La sobreexplotación de los recursos
pesqueros y el aumento del consumo de pescado
en los grandes mercados de Europa, Japón
y Estados Unidos, amenazan la subsistencia
de comunidades pesqueras enteras, que se ven
privadas del acceso a un alimento tan completo
como el pescado, a la vez que pierden una
fuente de empleo fundamental. Es imprescindible
garantizar los derechos de las comunidades
de pescadores y dar prioridad de acceso a
los recursos a las flotas artesanales, para
que el pescado siga contribuyendo en el futuro
a la satisfacción de las necesidades
básicas de estas poblaciones.
La confluencia de la crisis
alimentaria y financiera global junto a los
impactos del cambio climático, exigen
la inmediata puesta en marcha de cambios significativos
en las políticas y los modelos productivos.
Para que se garanticen la seguridad y la soberanía
alimentaria mundial, Greenpeace exige a los
gobiernos:
- El incremento de las inversiones
públicas en investigación y
desarrollo de modelos de producción
agroecológicos que contribuyan a la
lucha contra el cambio climático.
-La inmediata suspensión
de la financiación a la industria de
los transgénicos y una prohibición
de las patentes sobre semillas.
- La eliminación
de las subvenciones a la agricultura destructiva,
químico y petro-dependiente.
- El abandono de los objetivos
de incorporación mínima obligatoria
de agrocombustibles para el transporte. Al
mismo tiempo, limitar el consumo y las emisiones
de CO2 de los vehículos con medidas
obligatorias de ahorro y eficiencia.
- La implementación
de una legislación que garantice que
los cultivos agroenergéticos no amenacen
la soberanía alimentaria, especialmente
en los países empobrecidos.
- La reducción de
la capacidad de las flotas de pesca, particularmente
en el sector más industrial y la restauración
de los ecosistemas marinos degradados por
décadas de sobrepesca.
NOTAS:
(1) FAO 13 octubre 2008:
CP-46-2008
(2) www.unep.org/cpi/briefs/2008May02.doc
(3)Resumen del informe presentado
por Greenpeace y un experto del IPCC "Cambio
climático y soberanía alimentaria
en China": http://www.greenpeace.org/china/en/press/reports/climate-food-report-summary
(4) Agricultura y cambio
climático: impactos climáticos
de la agricultura y potencial de mitigación,
www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/cultivos/agricultura-sostenible
(5) Economist Intelligence
Unit, February 2008. World Commodity Forecasts:
Food, feedstuffs and beverages. http://www.eiu.com
(6) EUROPA press release
IP/07/1528, 17/10/2007; http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=IP/07/1528
(7) Asumimos que se necesita
un aporte equivalente de 182,5 kg de grano
para una persona activa durante un año.
(Programa Alimentario Mundial).
(8) Iniciativa del el Banco
Mundial con un amplio grupo de organizaciones,
entre ellas la FAO, el PNUD, el Programa Ambiental
de Naciones Unidas, la OMS y representantes
de gobiernos, sociedad civil, sector privado
e instituciones científicas de todo
el mundo.
(9) Informe Final de la
Evaluación internacional del conocimiento,
ciencia y tecnología en el desarrollo
agrícola (IAASTD), abril 08, Johannesburgo,
Sudáfrica, disponible en http://www.agassessment.org/
+ Más
Endesa fracasa con su proyecto
hidroeléctrico en Patagonia
La ministra de Medio Ambiente
chilena afirma que los planes presentados
por la multinacional eléctrica “no
están a la altura”
15 octubre 2008 - España
— El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado
por Endesa para su proyecto energético
Hidraysén en la Patagonia chilena ha
recibido numerosas críticas de las
más altas instituciones del país
sudamericano. La mayoría de las opiniones
coinciden en que el estudio no es riguroso
ni completo.
Entre las abundantes críticas
algunas se refieren a la falta de precisión
sobre el número de hectáreas
inundadas o la cuota máxima de inundación;
extensión de bosque afectada; o deficiencias
en la calidad de la cartografía.
De las 36 instituciones
gubernamentales y ambientales chilenas implicadas
en la Evaluación, 32 han rechazado
el proyecto Hidroaysén y han presentado
más de mil observaciones al Estudio
de Impacto Ambiental (EIA). Incluso la ministra
de Medio Ambiente de Chile, Ana Lya Uriarte,
denunció que el Estudio de Impacto
presentado por las promotoras del proyecto
“no está a la altura” de la evaluación.
Las empresas Endesa y Colbún
pretenden construir en los ríos patagónicos
Baker y Pascua cinco grandes presas hidroeléctricas
que inundarían, en caso de llevarse
a cabo el proyecto, casi 6.000 hectáreas
de territorio de alto valor ecológico.
El proyecto afectaría a Parques Naturales
y áreas protegidas. Además,
debe ir acompañado de la construcción
de la red de transmisión eléctrica
de más larga del mundo, con más
de 2.000 kilómetros de longitud para
transportar la energía desde la Patagonia
hasta Santiago.
Greenpeace se opone a este
proyecto por sus enormes impactos ambientales,
y está realizando una campaña
de protesta contra el mismo. Por ello, el
pasado 27 de julio activistas de la organización
desplegaron una enorme pancarta en la fachada
de la sede de Endesa en Madrid (1) para pedirle
a la eléctrica que abandone su plan
de construcción de las represas en
una zona casi virgen.
Según la ministra
de Medio Ambiente de Chile, ante la insólita
situación de la escasa calidad del
Estudio presentado por las empresas promotoras
quedan dos únicas opciones: que la
empresa retire voluntariamente el Estudio
o que lo mantenga.
“El proyecto Hidraysen nunca
podría salir adelante si se siguen
criterios técnicos y ambientales. Esperamos
que Endesa retire el proyecto, y que la presión
política no convierta mañana
en bueno lo que hoy es inaceptable”, ha asegurado
Juan López de Uralde, director de Greenpeace
España.
(1) Escaladores de Greenpeace
despliegan una pancarta en la sede de ENDESA
para exigir que no destruya la Patagoni