22
octubre 2008 - Buenos Aires, Argentina — Greenpeace
advirtió este miércoles que
la Propuesta de Ordenamiento Territorial de
Bosques Nativos que presentó el Gobierno
del Chaco implicará la destrucción
de aproximadamente un millón de hectáreas
de bosques nativos en esa provincia y producirá
graves daños ambientales y sociales.
En una carta enviada al
gobernador de la provincia del Chaco, Jorge
Capitanich, Greenpeace advirtió acerca
del impacto que tendrá para los bosques
nativos de esa provincia el Ordenamiento Territorial
propuesto por la Subsecretaría de Recursos
Naturales. “Consideramos que la zonificación
propuesta por la provincia resulta altamente
preocupante y queremos hacerle llegar nuestra
alarma por el impacto que puede tener sobre
los bosques nativos”, señala la entidad
en su nota.
Greenpeace destacó
que unos 2 millones de hectáreas de
bosque nativo se proponen categorizar como
áreas “verdes”, susceptibles para la
habilitación de nuevos desmontes, acorde
a lo previsto por la Ley de Bosques. “Si bien
en la propuesta se aclara que las áreas
bajo categoría verde, según
la ley provincial, deberán conservar
diferentes porcentajes de áreas intactas
de bosque acorde a la superficie catastral,
esto entraña riesgos en cuanto a incentivar
una futura fragmentación de los predios
y por ende que disminuyan las superficies
a preservarse. En ese sentido, si tomamos
un promedio de conservación del 50%
de la superficie, serán desmontadas
alrededor de 1.000.000 de hectáreas”,
subrayó la entidad.
“La zonificación
propuesta por el gobierno del Chaco es inadmisible.
Permitir el desmonte de un millón de
hectáreas, una superficie equivalente
a cincuenta veces la Ciudad de Buenos Aires,
para ampliar la frontera agropecuaria, producirá
un desastre ambiental y social que afectará
seriamente la biodiversidad, el clima, la
regulación hídrica, y a cientos
de comunidades campesinas e indígenas
que dependen de los bosques para su subsistencia”,
señaló Hernán Giardini,
coordinador de la campaña de Bosques
de Greenpeace Argentina.
El Ordenamiento Territorial
de Bosques Nativos plasmado en la propuesta
gubernamental establece 249.859 de hectáreas
para la categoría rojo (áreas
protegidas), 2.755.653 de hectáreas
para la categoría amarillo (aprovechamiento
forestal sustentable) y 2.039.648 de hectáreas
para la categoría verde (permite desmontes),
lo que implica que más del 40% de los
bosques de la provincia estarán expuestos
a la deforestación.
“Si bien en la propuesta
de ordenamiento territorial se reconoce la
importancia de conservar los bosques nativos
y se evaluaron varios de los criterios que
plantea la Ley de Bosques, a la hora de plasmarlo
en el mapa surge que se priorizó la
capacidad productiva de los suelos con el
objeto de seguir ampliando la producción
de soja y la ganadería. Esta zonificación
debe ser reformulada, y para ello es fundamental
que se asegure la participación de
los que se verán afectados por los
desmontes”, afirmó Giardini.
La Ley de Bosques establece
en su artículo sexto que cada jurisdicción
deberá realizar el Ordenamiento de
los Bosques Nativos existentes en su territorio
“a través de un proceso participativo”,
por lo que la propuesta elaborada por el gobierno
chaqueño será evaluada públicamente
hasta el próximo 28 de Octubre en diferentes
talleres que se están realizando en
varias localidades de la provincia. (1)
Chaco es una de las provincias
con más altos niveles de deforestación
del país. Según datos de la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, entre 1998
y 2006 la pérdida de bosques nativos
alcanzó las 245.465 hectáreas.
1) La Ley Nacional 26.331 de Presupuestos
Mínimos de Protección Ambiental
de los Bosques Nativos, fue sancionada el
28 de noviembre de 2007 y establece que las
provincias no pueden emitir nuevos permisos
de desmonte hasta tanto no realicen, en forma
participativa, un Ordenamiento Territorial
de sus zonas boscosas bajo diez criterios
ecológicos y categorías de conservación
que apuntan a evitar la fragmentación
y degradación del bosque nativo y a
preservar las tierras utilizadas por las comunidades
campesinas e indígenas.
DF, México — Es necesario
reorientar el presupuesto forestal hacia el
Manejo Forestal Sustentable; desde 2004, Greenpeace
ha insistido en que la prioridad de la política
forestal nacional no debe ser la reforestación
El trabajo de documentación
realizado por Greenpeace sobre la sobrevivencia
de los árboles plantados en las campañas
de reforestación efectuadas durante
el 2007 con fondos de Proárbol demuestra,
en el lugar de los hechos, que la reforestación
como está planteada por el gobierno
federal, sí es un fracaso, a pesar
de que lo niegue la Comisión Nacional
Forestal (Conafor).
La organización ambientalista
visitó ocho predios en los estados
de Puebla, Jalisco, Morelos, Querétaro,
Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes
y Chihuahua para documentar la efectividad
de estas campañas y encontró
que sólo 7.6 por ciento de los árboles
plantados están en condiciones adecuadas
para sobrevivir un año más.
Este estudio no pretende
ser exhaustivo sino obtener una muestra del
impacto de las campañas de reforestación
financiadas por Proárbol. Hasta el
momento la Conafor no ha dado a conocer ningún
dato concreto que lo contradiga.
“La reforestación
por sí sola tal como está planteada
por la Conafor no resuelve las causas que
ocasionan la deforestación y la degradación
de los ecosistemas boscosos, por lo que es
un desperdicio de recursos económicos
que pueden ser aprovechados con otras opciones
como el Manejo Forestal Sustentable (MFS).
Plantar árboles no resuelve los problemas
que orillan a las personas que viven en los
bosques a talar, a convertir los bosques en
potreros, o a vender su tierra al mejor precio.
Además, al no estar enmarcadas en un
plan de manejo elaborado en conjunto con los
dueños de la tierra y financiado de
manera integral, estas campañas sólo
tienen resultados mediáticos, como
los que han presentado la Semarnat y la Conafor”,
explicó Paloma Neumann, integrante
de la campaña de bosques de Greenpeace.
Desde 2004, la organización
ambientalista ha insistido en que la prioridad
de la política forestal nacional no
debe ser la reforestación (el Proárbol
destina más del 50 por ciento de sus
recursos a promover la reforestación
y las plantaciones forestales comerciales)
y en que el presupuesto asignado al sector
forestal se reoriente para promover el MFS,
lo cual es la mejor estrategia para resolver
el deterioro y la pérdida de bosques
y selvas de nuestro país, que asciende
cada año a 600 mil héctáreas.
“Existen estudios científicos,
realizados por investigadores mexicanos y
extranjeros que demuestran que el MFS, tal
como se lleva a cabo en diversas comunidades
y ejidos de nuestro país, es la mejor
opción tanto para conservar, como para
aprovechar nuestros ecosistemas forestales.
Por ello, se debe reorientar el presupuesto
forestal a fin de proporcionar alternativas
de manejo sustentable de los recursos naturales
de nuestro país en cada localidad,
que permitan la conservación de nuestro
capital natural, su aprovechamiento sustentable,
la continuidad de los beneficios y servicios
que los ecosistemas naturales nos proporcionan,
además de generar beneficios sociales
y económicos, impulsando el desarrollo
local y regional”, agregó Neumann.
La Conafor asegura que durante
el 2008 ha invertido únicamente 650
millones de pesos en los cuatro conceptos
de reforestación, y que paralelamente
se invirtieron más de mil 300 millones
de pesos en programas de desarrollo forestal
y silvicultura comunitaria.
De acuerdo con información
proporcionada por el Instituto Federal de
Acceso a la Información (IFAI), la
Federación aprobó la asignación
en 2008 de 2 mil 664 millones 504 mil 191
pesos para el Programa de Conservación
y Restauración de Ecosistemas Forestales
(Procoref), para el Manejo de Germoplasma
y Producción de Planta, y para Programa
de Plantaciones Forestales Comerciales (Prodeplan),
que en conjunto financian la ejecución
de las campañas de reforestación
y el establecimiento de plantaciones forestales
comerciales.
En contraste, según
la misma fuente, se asignaron un total de
865 millones 650 mil 162 pesos para los programas
de Capacitación Ambiental y Desarrollo
Sustentable, de Promoción de la Producción
y Productividad de los Ecosistemas Forestales
de Manera Sustentable (Procymaf), y para el
Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor),
que sí promueven proyectos de Manejo
Forestal Sustentable.
De lo anterior solamente
se puede concluir que existe una falta de
claridad en los montos y categorías
de apoyo que maneja el Proárbol, y
que la Conafor califica de programas de desarrollo
forestal y silvicultura comunitaria, categorías
de apoyo desarticuladas que no fomentan la
planeación y el manejo integral de
los recursos forestales.
“Los datos hablan por sí
mismos. El Proárbol debe ser auditado
y evaluado, y los legisladores deben buscar
la forma de que los pocos recursos que se
destinan a la protección de nuestros
bosques cumplan efectivamente el cometido
que tienen. Para ello es clave el rol que
juegan los diputados federales en estas últimas
semanas, para reasignar los fondos del presupuesto
forestal, que se discute en el Congreso, reforzando
el manejo forestal sustentable más
que la reforestación sin ton ni son,
en el Presupuesto de Egresos de la Federación
2009”, concluyó Neumann.
Greenpeace México