27
octubre 2008 - DF, México — Presenta
Greenpeace el documento [R]evolución
energética: perspectiva mundial de
la energía renovable
El aprovechamiento de las
fuentes de energía renovables y la
implementación de medidas de eficiencia
energética permitirían crear
una industria con un valor de 360 billones
de dólares anuales y proveer de electricidad
a la mitad del mundo, de acuerdo con el informe
[R]evolución energética: perspectiva
mundial de la energía renovable, elaborado
por el Consejo Europeo para la Energía
Renovable (EREC, en inglés) y Greenpeace
Internacional.
El informe propone un modelo
práctico para reducir emisiones de
dióxido de carbono (CO2) provenientes
del sector energético, con el fin de
garantizar que las emisiones de gases de efecto
invernadero alcancen su máximo índice
antes del año 2015 y comiencen su declive
a partir de esa fecha. Este objetivo puede
lograrse si se asegura que las economías
de países como China, India y otras
naciones en desarrollo (como México)
tengan acceso a la energía que necesitan
para su desarrollo sin recurrir a alternativas
sucias como el carbón o el petróleo.
El informe resalta oportunidades
a corto plazo para tomar decisiones relativas
a la infraestructura energética. Para
alcanzar el punto más alto en la emisión
de gases de efecto invernadero antes del 2015
y empezar una reducción dramática
a partir de entonces, gobiernos, inversionistas
y empresas deben actuar rápidamente.
En este rubro, es posible reducir radicalmente
los costos futuros del combustible hasta por
18 mil billones de dólares y al mismo
tiempo proteger al clima.
Asimismo, en el informe
se exhorta a los países integrantes
de la Convención Marco de Naciones
Unidas sobre Cambio Climático y el
Protocolo de Kyoto a alcanzar un acuerdo consolidado
en el seno de las Naciones Unidas.
“A diferencia de otras propuestas
energéticas, nuestra [R]evolución
energética muestra cómo ahorrar
recursos financieros y mantener el desarrollo
económico global sin seguir contribuyendo
a los efectos adversos del cambio climático.
Todo lo que necesitamos para detonar este
plan es una política energética
audaz por parte de los líderes mundiales”,
señaló Sven Teske, experto en
energía de Greenpeace Internacional
y coautor del reporte.
“Los estrictos estándares
en materia de eficiencia tienen impacto profundo
en términos económicos y desaceleran
dramáticamente el incremento de la
demanda energética global. La energía
ahorrada en países industrializados
dará espacio al uso creciente de energía
de las economías en transición.
Con la energía renovable creciendo
hasta cuatro veces más, no sólo
en el sector de la electricidad y en las aplicaciones
térmicas (como la calefacción)
y el transporte, todavía podemos cortar
las emisiones de CO2 promedio por persona,
de cuatro toneladas que actualmente se generan
a alrededor de una tonelada antes del año
2050,” agregó Teske.
En el contexto de la inestabilidad
económica de hoy, la inversión
en tecnologías para el aprovechamiento
de las energías renovables constituye
un escenario de “ganar-ganar”: un triunfo
para la seguridad energética, para
la economía y para la protección
del clima. Mientras que el panorama energético
convencional de organizaciones como la Agencia
Internacional de Energía se reflejan
en altos costos de la energía y su
impacto negativo en el clima, la [R]evolución
energética representa una alternativa
innovadora y económicamente viable
y realista.
Se estima que los costos
adicionales para continuar con el uso de carbón,
a partir de ahora y hasta el año 2030,
alcanzarán los 15.9 000 billones de
dólares , más que lo que se
requiere de inversión para hacer posible
la [R]evolución energética.
Las fuentes de energía renovable producirán
electricidad sin ningún costo por concepto
de combustible más allá del
año 2030, creando un número
significativo de fuentes de empleo y ayudando
a superar la recesión económica
por la que atraviesa el mundo.
“El mercado global para
la energía renovable puede crecer en
cifras de dos dígitos hasta el año
2050, y alcanzar el tamaño de la industria
de los combustibles fósiles de hoy
en día. Actualmente, el mercado de
la energía renovable está valuado
en 70 mil millones de dólares y duplicará
su tamaño cada tres años”, señaló
Oliver Schäfer, director de política
del EREC.
“China e India están
en una posición estratégica
para aprovechar la oportunidad de inversión
enorme presentada por la revolución
energética. Sería un retroceso
para ellos centrarse en los combustibles fósiles
para accionar su rápido desarrollo
económico. La revolución energética
es clave para estas naciones, asegurando su
desarrollo a prueba de las variaciones del
clima, dijo Guruswamy Ananthapadmanabhan,
director del programa internacional de Greenpeace.
Escenario para México
Las fuentes de energía
renovable representan el 10 por ciento de
la demanda energética primaria en nuestro
país. La porción de energía
renovable en la generación eléctrica
es del 17.6 por ciento. La contribución
de las energías renovables a la demanda
de energía primaria para suministro
de calor y para cocinar es alrededor de 18
por ciento. Cerca de 91.5 por ciento del suministro
energético de México aún
proviene de combustibles fósiles y
únicamente un siete por ciento proviene
de fuentes renovables de energía.
“A través de la [R]evolución
energética, es posible que en México,
para el año 2050 más del 60
por ciento de la demanda de energía
primaria se cubra mediante fuentes de energía
renovable, pero para hacerlo se requiere de
voluntad política del gobierno federal
traducida en leyes, recursos financieros,
compromisos por parte del sector energético,
madurez tecnológica y metas concretas.
Es el momento en que las autoridades del sector
energético deben actuar. Para el desarrollo
de las energías renovables se necesitan
grandes esfuerzos políticos y económicos,
especialmente con leyes que garanticen tarifas
estables y garantizadas durante un periodo
no menor a 20 años, para que la proporción
de éstas se incremente considerablemente
en función de la infraestructura local,
tanto la existente como la planificada”, señaló
María José Cárdenas,
coordinadora de la campaña de clima
y energía de Greenpeace México.
“En estos momentos
podemos reducir 20 por ciento del consumo
nacional de electricidad si cambiamos los
focos incandescentes por ahorradores, y los
refrigerados o lavadoras por modelos eficientes.
Es decir, si promovemos el uso de aparatos
que consumen menos energía. Estamos
ante un momento clave de cambiar la ruta y
optar por energías renovables disponibles
e incorporando criterios de sustentabilidad
ambiental y social que la nación requiere;
mismas que no sólo tendrán un
impacto positivo en la mitigación de
los efectos adversos del cambio climático,
sino también en la recuperación
ante la crisis financiera por la que atraviesa
nuestro país y el mundo,” finalizó
Cárdenas.