23
Nov 2008 - Las ONG piden que facilite el establecimiento
de una suspensión de la pesca industrial
- Greenpeace y WWF piden hoy al Presidente
del Gobierno español que intervenga
urgentemente para evitar la extinción
del atún rojo y la pérdida de
los miles de puestos de trabajo que dependen
de la pesquería ante la nefasta posición
de la Comisión Europea y el Ministerio
de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en
la reunión que ICCAT celebra en Marrakech.
Desde el pasado 17 de noviembre, y hasta mañana
lunes 24, la Comisión Internacional
para la Conservación del Atún
Atlántico (ICCAT, en sus siglas inglesas)
celebra su reunión anual. Su principal
tarea es establecer un plan de recuperación
que evite el colapso del atún rojo.
Ante la incomprensible actitud
inmovilista de la Comisión Europea
y el Ministerio de Medio Ambiente español
en la reunión, WWF y Greenpeace solicitan
hoy al Presidente Rodríguez Zapatero
que intervenga para que se establezca una
moratoria a la pesca de cerco industrial en
el Mediterráneo, responsable de la
situación terminal de la pesquería
más importante del mundo. Según
el Comité científico del ICCAT,
la única medida que puede salvar en
estos momentos a la población de atún
rojo es el cierre de la pesquería de
cerco industrial durante los meses de reproducción,
mayo, junio y julio, cuando se produce la
mayoría de las capturas legales e ilegales.
Greenpeace y WWF piden al
Presidente del Gobierno español que
dé las instrucciones adecuadas al Ministerio
de Medio Ambiente y que medie ante los mandatarios
de países como Francia, Italia, Turquía
o Marruecos para acordar el establecimiento
de una moratoria a la pesca de cerco como
única solución para evitar el
colapso del atún rojo, y salvar así
los miles de puestos de trabajo de almadrabas,
cebo vivo y palangre en Andalucía,
País Vasco o Cantabria, que dependen
del pescado más caro del mundo.
Juan Carlos del Olmo, Secretario
General de WWF-España declaró:
"la UE y España están condenando
al atún rojo y al propio ICCAT a la
extinción, además de llevar
al paro a miles de familias de pescadores
artesanales en toda la región".
Del Olmo concluyó: "La situación
es de tal de gravedad que el Presidente del
Gobierno debe intervenir inmediatamente".
Según estas ONG,
la actitud de la Unión Europea y de
España, tratando de imponer a toda
costa el status quo en el ICCAT, es incomprensible
pues supone el golpe de gracia al atún
rojo y agudiza la terrible situación
económica que enfrenta el sector industrial
y artesanal. Según fuentes de la industria,
cerca de 7.000 toneladas de pesca ilegal estabuladas
en las jaulas de engorde del Mediterráneo
no encuentran comprador en el mercado internacional.
Por otra parte, cerca de 30.000 toneladas
están congeladas en Japón y
Hong Kong así como una cifra indeterminada
en buques congeladores en todo el mundo y
frigoríficos de otros países
de Extremo Oriente.
El consumo de atún
rojo en Japón, principal consumidor
mundial, ha sido de 18.000 t anuales en los
últimos años pero la demanda
está descendiendo precipitadamente
ante la crisis económica que enfrenta
el país nipón. Esta saturación
del mercado, provocada por la pesca ilegal
y el nefasto plan de gestión en discusión,
está llevando a una caída precipitada
de los precios en origen y la imposibilidad
de cubrir los costes de explotación
o de obtener créditos de campaña
por parte de los armadores de pesca.
Por su parte, Juantxo López
Uralde, Director Ejecutivo de Greenpeace en
España comentó: " La Unión
Europea está llevando al ICCAT al suicidio,
arrastrando con él al atún y
la forma de vida de miles de pescadores, así
como la pérdida de miles de millones
de euros", y añadió "
además de un crimen ecológico
es una locura económica. España
tiene la llave para cambiar esta situación
como principal potencia pesquera mundial de
atún rojo".
+ Más
Última llamada de
WWF y Greenpeace a Zapatero para salvar el
atún rojo
24 Nov 2008 - Greenpeace
y WWF piden hoy al Presidente del Gobierno
español que vete la posición
actual de la Comunidad Europea en ICCAT y
que consiga un consenso de alto nivel para
dar un futuro a la pesquería de atún
rojo. Las decisiones siguen pendientes de
un hilo, a pesar de que apenas quedan unas
horas para el cierre de la reunión.
Hoy es la última
oportunidad de que la Comisión Internacional
para la Conservación del Atún
Atlántico (ICCAT) apruebe un verdadero
Plan de Recuperación para el atún
rojo, aunque las expectativas no son muy halagüeñas.
A pesar de llevar más de una semana
discutiendo las medidas que se deben adoptar
para salvar a la especie, aún hoy no
existe ningún consenso entre las Partes
Contratantes. El atún rojo está
pendiente de un hilo y su futuro, así
como el de miles de familias de pescadores,
sigue sin estar claro apenas unas horas antes
de finalice la reunión de ICCAT.
La principal demanda de
WWF y Greenpeace es el cierre de la pesquería
de cerco industrial durante los meses de reproducción
(mayo, junio y julio). Es en este momento
cuando se produce la mayoría de las
capturas legales e ilegales (avalada por el
SCRS). Sin embargo, la posición defendida
por España y la UE únicamente
favorece la pesca a los grupos industriales
que operan en el Mediterráneo oriental
y central. Estas son las zonas en que existe
un mayor descontrol y en las que se han producido
más infracciones de pesca ilegal en
los últimos años. Asimismo,
las flotas artesanales, como las almadrabas
andaluzas y las flotas de cebo vivo del Estrecho
y el mar Cantábrico, se ven claramente
perjudicadas por esta posición del
Ministerio español.
Cabe recordar que esta postura
es contradictoria con la mantenida hasta el
momento por la Ministra española de
Medio Ambiente, Elena Espinosa. De hecho,
Espinosa ha hecho pública su posición
sobre este tema en varios foros, comprometiéndose
a vigilar el papel de la UE en la reunión
del ICCAT y a trabajar por la conservación
del atún. Tras la resolución
aprobada en el Congreso Mundial de la Naturaleza
(UICN), celebrado el pasado mes de octubre
en Barcelona, el Parlamento español
se manifestó de forma unánime
a favor de que el mandato que llevara la UE
al ICCAT coincidiera con la resolución
que allí se aprobó. Es decir,
entre otras medidas, una reducción
del periodo de pesca en los meses de reproducción
y un recorte en las cuotas de pesca. Sin embargo,
parece que la actitud de España no
ha sido lo suficientemente firme y la UE quiere
sacrificar el futuro de la especie para favorecer
los intereses a corto plazo de una parte de
la industria pesquera.
En esta situación
de incertidumbre, ante la actitud inmovilista
de la Comunidad Europea y la defensa de unas
posturas totalmente irresponsables del Ministerio
de Medio Ambiente, Rural y Marino, WWF y Greenpeace
solicitan una intervención inmediata
del Presidente del Gobierno. España
debe hacer prevalecer su posición ya
que posee la mayor cuota de atún rojo
en el mundo. No en vano, nuestro país
es el que cuenta con más familias que
dependen de este recurso y, además,
es donde menos infracciones se han cometido
por la flota industrial y artesanal. Con esta
posición de fuerza moral, las organizaciones
piden que Zapatero vete la posición
actual de la Comunidad Europea y que consiga
un consenso de alto nivel con los líderes
mediterráneos para dar un futuro a
la pesquería de atún rojo y
a las familias que dependen de ello.
+ Más
WWF exigirá un control
estricto del comercio de atún rojo
25 Nov 2008 - La comisión
encargada de evitar un colapso de la pesquería
de atún rojo del Mediterráneo
ha optado finalmente por cuotas de captura
mucho más elevadas que las recomendadas
por sus propios científicos y ha permitido
que las flotas industriales capturen atún
en los períodos críticos de
reproducción.
La Comisión Internacional
para la Conservación del Atún
Atlántico (ICCAT), cuya reunión
finalizó ayer en Marrakech, ha hecho
caso omiso de su propia descripción
de la gestión pesquera del atún,
a la que calificó como “una vergüenza
internacional”, al permitir una captura de
22.000 toneladas para el próximo año.
Los científicos del
ICCAT habían recomendado una captura
de 8.500 a 15.000 toneladas por año,
advirtiendo seriamente que, de otra manera,
la pesquería podría colapsar.
Los científicos instaron también
a un cierre estacional durante la frágil
época de reproducción, los meses
de mayo y junio, pero lo aprobado ayer permite
la práctica de la pesca industrial
hasta el 20 de junio.
Sergi Tudela, responsable
del programa mediterráneo de pesquerías
de WWF, declaró: “esto no es una decisión,
es una desgracia que no deja más opción
a WWF que buscar en otro lado la salvación
de la pesquería”. Tudela continuó:
“es preferible cualquier alternativa a una
organización que presume de respetar
la ciencia y que, sin embargo, después
de una década de regulación,
ha permitido que las capturas actuales superen
de dos a cuatro veces las recomendaciones
científicas”.
La Unión Europea
promovió la decisión final,
secundada por Marruecos, Argelia, Túnez,
Egipto y Siria y más tarde Japón.
Sin embargo, el país nipón había
auspiciado en principio una propuesta de EE.UU.,
Canadá, Méjico, Noruega, Islandia
y Brasil, apoyada por algunos países
en desarrollo, para fijar las capturas permitidas
en los niveles máximos recomendados
por los científicos y cerrar la pesquería
durante toda la época de reproducción.
Libia, que alberga el área de pesca
de atún más importante del Mediterráneo,
abandonó la reunión condenando
al ICCAT.
El debate se ha enturbiado
con las alegaciones de la Comisión
Europea, amenazando a los miembros de países
en vías de desarrollo con represalias
comerciales en caso de que apoyaran límites
de captura más bajos y ampliaran los
periodos de cierre de la pesquería.
Durante el debate se ha observado un movimiento
de algunos países que aparecían
y desaparecían de las propuestas científicas.
Tudela concluyó:
“los continuos fracasos del ICCAT no nos deja
más opciones que buscar remedios efectivos
a través de medidas de regulación
comercial y la ampliación del boicot
de supermercados, restaurantes, cocineros
y consumidores”.
WWF ha pedido de forma insistente
una suspensión de esta pesquería
fuera de control, una opción también
aprobada por el reciente Congreso Mundial
de Conservación de la Naturaleza e,
incluso, recomendado por una revisión
interna a alto nivel del ICCAT.
Juan Carlos del Olmo, Secretario
General de WWF-España, declaró:
“ICCAT se ha mostrado incapaz de actuar de
acuerdo a sus estatutos, cediendo a las presiones
de grupos industriales poderosos y gobiernos
que los amparan. Es hora de buscar otros organismos
internacionales que suplan su papel”. Del
Olmo finalizó: “nos parece incomprensible
que el gobierno español haya hecho
dejación de su importante responsabilidad
en este foro, cediendo a las presiones e ignorando
la Proposición no de ley que el Parlamento
español aprobó de forma unánime
a finales de octubre, en la que se apoyaban
decididamente medidas para salvar al atún
rojo”.
La multinacional Mitsubishi,
el mayor comercializador de atún rojo
del mundo, señaló a principios
de noviembre que se “replantearía”
su “implicación en este negocio” si
el ICCAT sigue siendo incapaz de gestionar
de forma sostenible la pesquería.
WWF impulsará activamente
la inclusión del atún rojo en
las listas del Convenio sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna
y Flora Silvestres (CITES) con la esperanza
de que un control estricto del comercio dirigido
de forma explícita a la supervivencia
de las especies, compense la desgana del ICCAT
y especialmente de su representación
europea de salvar el atún rojo a través
de la gestión pesquera.
La próxima reunión
del CITES tendrá lugar en Doha (Qatar)
en enero de 2010, siendo agosto de 2009 la
fecha límite para presentar las propuestas
de inclusión de especies en los diferentes
listados.
La opción de la moratoria
avalada por el panel científico ni
siquiera fue considerada en Marrakech, a pesar
de que se destacó como la medida que
más rápidamente produciría
una recuperación del atún rojo
y que podría garantizar el cumplimiento
de la carta del ICCAT de conseguir una pesquería
sostenible a largo plazo.
Para WWF, el resultado de
la reunión del ICCAT es el camino más
recto a la bancarrota, tanto económica
como biológica, con la Unión
Europea como culpable directa.