El
día 3 de diciembre se dará un
paso histórico en materia de desarme
- 01 diciembre 2008 - Madrid, España
— Representantes de más de 100 países
al más alto nivel se reúnen
los días 3 y 4 de diciembre en Oslo
(Noruega) para firmar el Tratado Internacional
contra las bombas de racimo. Este nuevo instrumento
legal prohíbe el uso, producción,
transferencia y almacenamiento de bombas de
racimo. Se trata del paso más importante
que ha dado la comunidad internacional en
materia de desarme en más de una década.
El Gobierno español también
toma parte en esta conferencia, y ha anunciado
su intención de ratificar el Tratado
con la mayor celeridad
Entre las personalidades
que se reunirán en Oslo se encuentran
jefes de Estado, ministros de Asuntos Exteriores
y diplomáticos de alto nivel. Durante
los días 3 y 4, en que se celebra la
Conferencia de Oslo, expresarán la
postura de cada país con respecto al
Tratado y firmarán el texto. Se espera
que éste entre en vigor en un breve
plazo de tiempo, ya que para ello sólo
son necesarias la firma y ratificación
de 30 Estados.
Esta histórica conferencia
es el resultado de 18 meses de intensas negociaciones,
en el marco del denominado Proceso de Oslo,
y marca el inicio de la aplicación
del Tratado en todo el mundo. En este proceso,
liderado por el Gobierno noruego y fuertemente
apoyado por la sociedad civil, se ha logrado
en un plazo de tiempo mínimo un Tratado
de máximos. Se trata de un buen texto
para la sociedad civil. Por ejemplo, ninguna
otra norma de Derecho Internacional aprobada
hasta ahora contiene unas exigencias similares
de asistencia a las víctimas.
La sociedad civil, agrupada
en la Coalición contra las Bombas de
Racimo (CMC, por sus siglas en inglés),
ha apoyado e impulsado este proceso desde
su inicio y ha expresado su satisfacción
por el contenido del Tratado. Más de
300 organizaciones de 80 países también
estarán presentes en esta Conferencia
organizando distintos actos.
En el Estado español,
la Fundació per la Pau, Greenpeace,
Justicia i Pau y Moviment per la Pau han trabajado
en este tema en los últimos años
y también envían una representación
a la conferencia. Dichas organizaciones han
expresado su satisfacción por el resultado
del proceso y han felicitado al Gobierno español
por sumarse al mismo. Además, desde
el Gobierno se han anunciado medidas unilaterales
para adelantarse incluso a la ratificación
del Tratado, y aplicar de inmediato su contenido.
Se trata de una posición que debemos
alentar y reconocer.
El miércoles, coincidiendo
con la Conferencia de Oslo, en el Parlamento
de Catalunya serán recibidas dichas
organizaciones por el President del Parlament
y por diputados de la Comisión de Cooperación
y Solidaridad, con el objetivo de celebrar
la firma de dicho Tratado. El apoyo del Parlamento
catalán fue de gran relevancia para
el posicionamiento final del Gobierno español,
ya que el pasado mes de mayo aprobó
por unanimidad una resolución de apoyo
a este Proceso.
— Greenpeace
DATOS BÁSICOS DE LA CONFERENCIA DE
OSLO
CUÁNDO: entre el
2 y el 4 de diciembre de 2008.
El 3 de diciembre, a las
10.00, comienza la conferencia formal con
un discurso del primer ministro de Noruega,
representantes de la CMC y Naciones Unidas
y el presidente del Comité Internacional
de la Cruz Roja. Los países que han
impulsado este proceso (Austria, Irlanda,
México, Nueva Zelanda, Perú,
Zambia y el Vaticano), junto con dos de los
más afectados por el problema (Laos
y Líbano) serán los primeros
en firmar.
QUIÉN
Jefes de Estado, ministros de Asuntos Exteriores
y altos representantes de más de 100
países.
250 representantes de ONG
de más de 70 países.
Supervivientes de las bombas
de racimo y las minas de Albania, Afganistán,
Croacia, Estados Unidos, Etiopía, Irak,
Laos, Líbano, Serbia, Tajikistán
y Vietnam.
Expertos en retirada de
restos explosivos y desminado de Bosnia-Herzegovina,
Camboya, Líbano, Serbia, Vietnam y
el Sáhara Occidental.
DÓNDE: Oslo City
Hall
FACILIDADES PARA LOS MEDIOS
DE COMUNICACIÓN
Hay espacio para cámaras, fotógrafos,
etc., en el salón principal, donde
tendrá lugar la ceremonia de apertura
y los principales discursos. Y áreas
para fotografías y entrevistas
Posibilidad de acceso a la sala donde se lleva
a cabo la firma.
Material para medios de cada país (en
IMX y DV PAL) con el discurso del representante
del país, imágenes de la firma,
material de contexto e histórico, etc.
Disponible en www.osloccm.no/media
Un centro de prensa con teléfonos,
fax, fotocopiadoras y acceso a Internet.
EL CONTENIDO DEL TRATADO
Es un texto sin excepciones,
que prohíbe todos los tipos de bombas
de racimo. No tendrá retrasos pues,
a pesar de los intentos de varios países
de retener durante un tiempo sus arsenales,
no se han aceptado periodos de transición.
Entrará en vigor
en cuanto 30 países lo hayan firmado
y ratificado. Esto puede suceder muy pronto.
Todas las bombas de racimo
que se han usado en Vietnam, Laos o Camboya;
Kosovo, Afganistán, Irak o Líbano,
quedarán prohibidas, al igual que todas
las demás.
Otro punto fuerte del Tratado
es el elevado nivel de detalle con que se
definen los apartados de cooperación
internacional y de asistencia a las víctimas.
Estos eran los puntos débiles del Tratado
de Ottawa sobre minas antipersonales y ahora
han quedado resueltos, lo que sienta un precedente
importante de cara a otros futuros tratados
sobre armas convencionales.
Finalmente, pese a que existe
la posibilidad de hacer uso de bombas de racimo
en las operaciones militares conjuntas entre
estados que hayan ratificado el Tratado y
aquellos que no lo hayan hecho, estas opciones
podrán minimizarse si la sociedad civil
continua mostrándose tan vigilante
y activa como hasta la fecha.
+ Más
El Gobierno español
se ha sumado en Oslo al Tratado contra las
bombas de racimo
Países, como Afganistán,
que no estaba previsto que firmasen, se están
sumando al Tratado - 03 diciembre 2008 - Oslo,
Noruega — A las 15.30 de la tarde de hoy,
el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel
Ángel Moratinos, ha firmado en Oslo
el Tratado internacional que prohíbe
las bombas de racimo. A lo largo del día
son más de 100 Gobiernos de todo el
mundo los que están firmando, entre
ellos, muchos de los productores de este armamento,
otros que tienen arsenales y algunos que los
han usado en el pasado.
Las organizaciones españolas
que formamos parte de la Coalición
contra las bombas de racimo (CMC, por sus
siglas en inglés) creemos que éste
es un momento histórico y queremos
felicitar al Gobierno español por haberse
sumado al mismo. A lo largo de la mañana
habían firmado ya 28 países
y se habían sumado algunos que no tenían
previsto hacerlo, como Afganistán.
Representantes al más
alto nivel de más de 100 Gobiernos
han participado hoy en la Conferencia Diplomática
en la que se ha firmado el Tratado que prohíbe
la fabricación, uso, venta y almacenamiento
de bombas de racimo. Junto a ellos, más
de 250 personas de 70 países, pertenecientes
a las numerosas organizaciones que forman
parte de la CMC, han estado en Oslo para ser
testigos de este acontecimiento y felicitar
a aquellos países que han decidido
sumarse a este proceso.
Por parte de España,
en estos días se han producido dos
sucesos importantes. El martes la ministra
de Defensa, Carme Chacón, anunciaba
que España destruirá todo su
arsenal de bombas de racimo en un plazo de
siete meses. Y hoy, el ministro de Exteriores
ha estado en Oslo para firmar el Tratado contra
las bombas de racimo.
La Fundació per la
Pau, Greenpeace, Justicia i Pau y el Moviment
per la Pau felicitamos al Gobierno español
por dar este paso y sumarse de forma activa
a la prohibición de este armamento.
Creemos que la mejor forma de mostrar un compromiso
por la paz es renunciar a tipos de armamento
con impactos indiscriminados en las poblaciones
civiles. La firma del Tratado puede ser considerada
un acontecimiento histórico. En realidad,
es el paso más importante que ha dado
la comunidad internacional en una década
en materia humanitaria y de desarme.
El Proceso de Oslo comenzó
hace sólo 18 meses y en este escaso
plazo de tiempo se ha logrado un Tratado.
Además, se trata de un buen texto que
contiene la inmensa mayoría de las
peticiones de la sociedad civil. El papel
de liderazgo de algunos Gobiernos, especialmente
Noruega, ha sido clave, pero ello no hubiera
sido posible sin una sociedad global comprometida
que, en todo el mundo, apoyó y alentó
el proceso. El Tratado firmado hoy muestra
que el cambio es posible.
Durante los días
previos a la Conferencia, la actividad de
la sociedad civil ha sido muy intensa. Hoy,
en el exterior del City Hall de Oslo, y mientras
se desarrollaba la ceremonia, ha habido numerosas
actividades dedicadas a sensibilizar sobre
las bombas de racimo y el peligro que representan.
Entre otras, un equipo de desminado mostraba
al público las técnicas para
retirar o destruir restos explosivos y los
peligros que esto representa. Allí
estaba también el autobús de
la prohibición, con los activistas
que han recorrido más de 10.000 kilómetros
por toda Europa para reclamar la prohibición
de este armamento. A partir de las 17.00h
un concierto ponía la celebración
final.
— Greenpeace
ANEXO PARA EDITORES. EL CONTENIDO DEL TRATADO
Es un texto sin excepciones,
que prohíbe todos los tipos de bombas
de racimo.
No tendrá retrasos
pues, a pesar de los intentos de varios países
de retener durante un tiempo sus arsenales,
no se han aceptado periodos de transición.
Entrará en vigor
en cuanto 30 países lo hayan firmado
y ratificado. Esto puede suceder muy pronto.
Todas las bombas de racimo
que se han usado en Vietnam, Laos o Camboya;
Kosovo, Afganistán, Irak o Líbano,
quedarán prohibidas, al igual que todas
las demás.
Otro punto fuerte del Tratado
es el elevado nivel de detalle con que se
definen los apartados de cooperación
internacional y de asistencia a las víctimas.
Estos eran los puntos débiles del Tratado
de Ottawa sobre minas antipersonales y ahora
han quedado resueltos, lo que sienta un precedente
importante de cara a otros futuros tratados
sobre armas convencionales.
Finalmente, pese a que existe
la posibilidad de hacer uso de bombas de racimo
en las operaciones militares conjuntas entre
estados que hayan ratificado el Tratado y
aquellos que no lo hayan hecho, estas opciones
podrán minimizarse si la sociedad civil
continua mostrándose tan vigilante
y activa como hasta la fecha.