05
diciembre 2008 - DF, México — Pues
sí, es un hecho. Vivimos una recesión
mundial, pero aquí tenemos algunos
consejos para saber cómo ajustarte
el cinturón este 2009 y sobrevivir,
siendo verde, en tiempos de crisis
Ante la crisis económica
que afecta el planeta, la única solución
es pensar en verde. Si eres comprometido con
el ambiente, la humanidad, quieres dejarle
un mejor futuro a tus hijos y además
quieres reducir el impacto financiero en tu
cartera para el próximo 2009, en Greenpeace
México tenemos la respuesta y la mejor
solución, no sólo para tu bolsillo,
sino también -y sobre todo- para el
planeta. Te darás cuenta que, después
de todo, la crisis no será tan mala.
Hoy en día nuestro
planeta corre diversos peligros, el más
grave que enfrenta y ello debido a nuestros
hábitos de consumo es el cambio climático.
La preferencia por el petróleo, en
lugar de las energías renovables; la
inclinación de los gobiernos por la
energía nuclear; la destrucción
de los bosques para construir carreteras o
para obtener aceite de palma para la industria
cosmética; la preferencia por el etanol
procedente de maíz; la posibilidad
de que los gobiernos permitan la invasión
de los transgénicos y Organismos Genéticamente
Modificados, perjudicando de esta manera al
productor y beneficiando a grandes corporaciones
como Monsanto y Bayer, por ejemplo, hablan
del retroceso en que ambientalmente y como
sociedad estamos.
Los recursos son finitos.
Eso es un hecho. Lo verde está de moda.
Es verdad. Pero saquémoslo del ámbito
de la moda. También llevémoslo
al terreno práctico y económico.
No se trata aquí de salvar arbolitos,
la vieja y caduca idea del "ser verde".
¿Qué pasará entonces
con esa idea de que lo verde y amigable con
el ambiente es más caro? Hoy, en medio
de esta crisis, te darás cuenta de
que no es así. Y de que, por el contrario,
ahorrarás muchos pesos.
Menos autos, menos petróleo,
menos hábitos consumistas, menos electricidad,
menos CO2 y, por tanto, menos cambio climático.
Aquí el decálogo para sobrevivir
a esta crisis y ser verde...
1- Ahorra energía.
Cuando ahorras energía evitas lanzar
emisiones de CO2 a la atmósfera. Cambia
tus focos comúnes o incandescentes
por ahorradores o fluorescentes. Si ahorras
agua, también ahorrarás energía,
pues para que el agua llegue a tu casa es
necesario hacerlo con electricidad. No dejes
prendidos electrodomésticos como la
televisión, reproductores de video,
DVD o estéreos en "stand by",
eso hará que gastes un 30 por ciento
más. Mantén controlado el termostato
de la calefacción o del aire acondicionado,
y de preferencia no los uses, sólo
en casos extremos. Aísla correctamente
las viviendas para que el calor o el frío
no se escapen. Usa la lavadora y el lavavajillas
con cargas completamente llenas. Reducirás
en tu factura hasta un 80 por ciento del costo
total habitual si sigues estos consejos y
además dejarás de emitir muchos
kilogramos de CO2 a la atmósfera.
2- Ve al mercado con conciencia.
Únete con vecinos, compañeros
de trabajo o familiares para ir juntos una
o dos veces al mes a mercados de venta por
mayoreo como centrales de abastos, mercados
de carne o mariscos, por ejemplo, y así
ahorrarán en conjunto. Lleva tus propias
bolsas y no permitas que te den de plástico,
pues además de que generas basura,
está hecho a base de petróleo.
Si compras en menudeo, prefiere el tianguis
al supermercado sobre todo de transnacionales
como Wal-Mart, Soriana, Auchan, Chedraui o
Costco, que además de ser más
caros y explotar a nuestros trabajadores,
sus políticas de pago afectan a nuestros
productores mexicanos. Cuando vayas de compras,
haz siempre una lista para comprar sólo
lo necesario. No compres enlatados ni transgénicos.
Verás que los productos nacionales
serán siempre más económicos
y además apoyarás la economía
de los productores locales. Ahorrarás
hasta un 50 por ciento de lo que gastas en
el supermercado o en el día a día
si sigues estos consejo.
3- No uses el auto. Usa
el transporte público, camina o anda
en bici. Si es muy necesario el auto, compártelo.
Así no sólo ahorrarás
dinero en gasolina sino también emisiones
de CO2. Comparte el costo de gasolina entre
tus compañeros. Nunca uses el aire
acondicionado ni lo lleves repleto de cosas
en la cajuela porque eso hará que gastes
más gasolina. Revisa periódicamente
los filtros de aire, pues uno obstruido puede
disminuir la eficacia del combustible en un
10 por ciento. Comprueba la presión
atmosférica de las llantas. Si están
por debajo de lo normal aumentarás
el consumo por el mayor rozamiento del vehículo
con el suelo, además de desgastar más
los mismos (por cada 0.3 libras menos de presión
se aumenta en un 3% el consumo). Reduce la
velocidad. La eficacia del combustible se
reduce al aumentar la velocidad. Si conduces
en el límite reducirás hasta
un 23 por ciento el consumo. Compra gasolina
muy temprano o de madrugada, pues cuando las
temperaturas son más bajas, la gasolina
es más densa. Las bombas de gasolina
miden y cargan según el volumen, no
la densidad. Por eso, en estos horarios, estarás
comprando más gasolina sólida
que vapores por el mismo dinero. No llenes
el tanque de gasolina, pues necesita tiempo
para extraerla. Un tanque lleno hasta el borde
desperdiciará combustible, por eso,
espera hasta que el tanque del coche se vacíe
hasta la mitad para volver a llenarlo. Si
puedes, elige un auto híbrido, aunque
de igual manera la energía que se gastó
al producirlos, es la equivalente a la que
contaminarían con emisiones de Co2.
Sin embargo, dentro de todo, son más
eficaces y limpios para el medio ambiente.
4- Sé un consumidor
consciente. Reajusta tus esquemas de consumo:
compra menos, compra diferente y reduce tu
impacto ambiental. No desperdicies, no compres
de más y no almacenes demasiado. En
tiempos de crisis, ten cuidado con las ofertas
de dos por uno o tres por dos. A menos que
necesites en exceso estos productos, estaría
muy bien, de otra manera, sólo gastarás
en lo que no necesitas en ese momento.
5 - Recicla. Tus envases usados, incluso,
sí, los del contaminante unicel, pueden
servirte para almacenar comida, especias o
productos pequeños. Cuando pidas comida
para llevar lleva tu propio recipiente (además
ahorrarás el cobro de estos). Decora
tus propios frascos que anteriormente contenían
algún alimento. Utiliza botellas de
plástico de champú, por ejemplo,
para verter productos líquidos que
usas comunmente, por ejemplo, para la limpieza
de casa. Comienza por crear y comenzar a diseñar
cosas para tu casa de manera ecológica.
6- Sé un turista
responsable, ecológico y limpio. Viaja
con conciencia. No contrates viajes VTP, pues
podrían ser más baratos, sin
embargo estos paquetes por lo regular no generan
un beneficio real a la comunidad local. La
mayor parte del dinero que pagas lo concentrarán
las empresas de transporte y hospedaje. Protege
la flora y fauna silvestre. No compres sourvenirs
o productos elaborados a partir de plantas
o animales silvestres o en peligro, ni te
fotografíes con ella, ya que esto promueve
la captura de más ejemplares. No te
lleves “recuerdos” como caracoles, corales,
conchas, piedras, plantas, etc. del lugar.
Si te es posible viaja en transporte terrestre.
Los aviones son la principal causa de las
emisiones de gases de efecto invernadero en
el sector turismo. Calcula cuánto CO2
emites a la atmósfera en un viaje en
avión. Reduce tu consumo de agua y
luz. Aunque no las pagues, el agua es un recurso
no renovable y el desperdicio de energía
genera cambio climático. Consume local:
si en lugar de ir a un restaurante de alguna
firma extranjera puedes hacerlo en uno local,
hazlo en ése.
7- Come menos carne. No
importa si eres gran carnívoro o solo
la comes de vez en cuando, reducir tu consumo
de carne ayudará a tu bolsillo y, quizá
sin desearlo estarás ayudando al medio
ambiente: evitarás el sufrimiento de
animales inocentes, tu cuerpo no estará
lleno de toxinas y antibióticos que
le son administrados al ganado para que no
enfermen, así como la destrucción
de bosques que son talados para la creación
de ganaderías. ¿Sabías
que el exceso en el consumo de carne es un
factor que puede predisponer al cáncer
de mama y que por cada cabeza de ganado desaparece
una hectárea suplementaria de bosque
forestal? Si dejas de comer carne de a poco,
no sólo estarás haciendo muchas
cosas por los animales, el ambiente, los bosques
y tu salud, también beneficiarás
a tu bolsillo.
8- Dale un segundo uso a
todo. Intercambia trabajo por servicios. Comparte
suscripciones. Si estás suscrito a
una revista, al servicio de cable o Internet
¿por qué no compartir el costo
de ésta con un amigo, familiar o vecino?
Intercambia libros y revistas. Dale un segundo
uso a cosas o muebles antiguos. Diseña
uno nuevo y propio y en lugar de comprar más
ropa nueva, diseña tus propios modelos.
¡Pon en práctica la moda vintage,
ahorra dinero, dile no al comercio opresor
y expande tu creatividad!
9- No despilfarres. No gastes
de más, no uses tarjetas de crédito
y cuando lo hagas hazlo conscientemente. Donar
a Greenpeace es una manera inteligente de
usar desde 50 a 100 pesos al mes. Tu donativo
puede hacer la diferencia para que esta organización
realice acciones para combatir el mayor problema
ambiental: el cambio climático. Greenpeace
México se sostiene al 100 por ciento
por donaciones de personas físicas
y no de empresas, religiones o instituciones.
Tú puedes ayudar a esta organización
ambientalista a seguir su trabajo. Actualmente
son 30 mil mexicanos socios quienes creen
y participan con nosotros. ¿Quieres
comenzar el 2009 haciendo algo realmente?
Te necesitamos a ti. ¡Deja tus datos
aquí, nosotros te llamamos! ¡Hazte
socio donador y sé parte de Greenpeace!
10- No tiene precio. Las
mejores cosas de la vida no tienen signo de
pesos ni código de barras. Crea más
de eso que, aunque intangible, aunque no se
use ni se pruebe, es lo que verdaderamente
te hará feliz con o sin crisis. Consume
más fórmulas para sonreír,
compra la felicidad de los otros y recicla
siempre los buenos momentos.