Vergüenza
para los “líderes” europeos - 12 diciembre
2008 - Poznan, Polonia — El acuerdo alcanzado
hoy por los líderes europeos sobre
el Paquete de Clima y Energía, que
define la respuesta de la Unión Europea
al cambio climático, ha sido considerado
como un auténtico fracaso por la Red
Europea de Acción contra el Clima,
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, Intermón Oxfam y WWF.
Las organizaciones ecologistas
y de desarrollo han afirmado que el acuerdo
alcanzado hoy sobre la propuesta legislativa
de Reparto de Esfuerzos, que establece objetivos
nacionales de reducción de emisiones
para los sectores no incluidos en el régimen
de comercio de derechos de emisión,
es totalmente inconsistente con el objetivo
claro de la Unión Europea de mantener
el calentamiento global por debajo de los
+2ºC.
Más en concreto,
los Jefes de Estado y de Gobierno europeos
sólo se han comprometido de forma ambigua
a alcanzar el objetivo de reducción
de las emisiones del 30% en el 2020, objetivo
por el que apostaban rotundamente hace un
año.
De forma adicional, el acuerdo
al que se ha llegado hoy permite que hasta
los dos tercios del esfuerzo de reducción
de emisiones, un nivel excesivamente alto,
se realice mediante la compra de créditos
de carbono de proyectos fuera de la Unión
Europea. Los líderes europeos no han
aceptado introducir mecanismos de sanciones,
tales como multas, para obligar a los estados
a cumplir con sus objetivos nacionales, lo
que puede llevar a que los gobiernos no actúen
en consecuencia o se tomen a la ligera su
posible inacción.
Por lo tanto, las organizaciones
piden al Parlamento Europeo que apoye un esfuerzo
europeo de reducción de emisiones efectivo
cuando vote la propuesta legislativa sobre
el Reparto de Esfuerzos la próxima
semana y, simultáneamente, que rechace
el acuerdo alcanzado hoy sobre esta norma.
También solicitan a la sociedad civil
y a los parlamentos nacionales que no acepten
el uso en el mercado europeo de créditos
sin criterios de calidad inherentes, ya que
los Jefes de Estado y de Gobierno parecen
obviar la relevancia de este aspecto.
En las discusiones llevadas
a cabo respecto al futuro del régimen
de comercio de derechos de emisión
en la Unión Europea, se ha concedido
prácticamente la total exención
de la compra de derechos para el sector industrial
europeo. Estas concesiones se han otorgado
bajo el argumento de que un sistema de subastas
tendría un impacto negativo sobre la
competitividad internacional de estas industrias,
pese a que tal certeza es inexistente.
Gracias principalmente a
la presión realizada por Polonia, se
han entregado incluso exenciones de compra
de derechos al sector eléctrico contaminante,
a pesar de la evidencia de que este sector
recibe enormes beneficios extraordinarios,
mediante el traslado del coste teórico
del derecho al precio final pagado por el
consumidor, cuando estos derechos los han
recibido de manera gratuita.
Las organizaciones ecologistas
y de desarrollo insisten en que el sistema
de subastas de derechos de emisión
debe ser la norma para todas las industrias
incluidas en este régimen, cuando se
revise este sistema. Las industrias que no
reduzcan su nivel de contaminación
tienen que pagar por ello. Los ingresos generados
en las subastas tienen que financiar políticas
de lucha contra el cambio climático
en los países en desarrollo y en Europa.
Amigos de la Tierra, Ecologistas
en Acción, Greenpeace, Intermón
Oxfam y WWF han afirmado: “Este es un día
negro para la política europea del
clima. Los Jefes de Estado y de Gobierno europeos
han dado la espalda al esfuerzo global necesario
para luchar contra el cambio climático.
Deberían sentirse avergonzados, ya
que han favorecido claramente a los intereses
privados de las industrias contaminantes frente
a la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas
europeas, las generaciones futuras y la situación
dramática que viven millones de personas
en todo el mundo”. “El Parlamento Europeo
debería apoyar la modificación
de las peores partes del acuerdo alcanzado
hoy”, añaden.
La Unión Europea
tampoco ha acordado establecer unos compromisos
serios para financiar políticas de
adaptación al cambio climático
en los países en desarrollo, ni para
reducir el incremento en sus emisiones. Una
postura que ha amenazado con arruinar las
negociaciones de las Naciones Unidas sobre
el Clima en Poznan (Polonia).
Por ello, las organizaciones
piden a los líderes de la Unión
Europea que adopten inmediatamente un acuerdo
sobre ayuda financiera a los países
en desarrollo y hagan una propuesta de obligado
cumplimiento en marzo de 2009. Las negociaciones
de las Naciones Unidas necesitan urgentemente
que la Unión Europea muestre su voluntad
de contribuir en la parte que le corresponde
a los costes causados por el cambio climático.
NOTA:
Time to Lead! Es una campaña
pública coordinada por CAN Europa,
Amigos de la Tierra, Greenpeace y WWF para
mantener informados a los ciudadanos de las
discusiones sobre el “Paquete de clima y energía”
de la UE y sus implicaciones sobre la temperatura
global. En el sitio web www.timetolead.eu
la ciudadanía puede participar pidiendo
a los líderes políticos que
apoyen medidas coherentes con su compromiso
de mantener el calentamiento global por debajo
de 2ºC.
+ Más
Greenpeace lamenta la falta
de liderazgo de los países desarrollados
en la Conferencia de Poznan
La Unión Europea
sigue apostando por el carbón, mientras
sólo queda un año para alcanzar
un acuerdo que salve el clima - 13 diciembre
2008 - Poznan, Polonia — Mientras los efectos
del cambio climático que ya se están
dejando notar superan las previsiones científicas
más pesimistas, la conferencia de Poznan
ha estado marcada por una clara falta de liderazgo
de la Unión Europea (UE) y por las
reticencias de los países desarrollados
para alcanzar compromisos ambiciosos. Greenpeace
recuerda a los gobiernos la necesidad expresada
por los científicos de actuar contra
el cambio climático en un plazo máximo
de diez años y les desafía a
que, malgastado el primero de ellos, tomen
la responsabilidad para alcanzar un acuerdo
ambicioso en Copenhague.
Las negociaciones sobre
mayores reducciones de emisiones en los estados
desarrollados no van a iniciarse hasta junio,
debido a los grandes esfuerzos de Australia,
Canadá, Japón y Nueva Zelanda
que han presionado durante toda la cumbre
para dejar pendiente esta cuestión.
“El resultado final de las
conversaciones es poco más que un refrito
de lo ya discutido en la Conferencia del año
pasado en Bali. No podemos decir que se haya
retrocedido pero repetir lo que se había
dicho el año anterior no es progresar”
ha declarado Aida Vila, responsable de la
campaña Cambio climático y Energía
de Greenpeace. “Justo ahora que el mundo suspiraba
aliviado ante la perspectiva de un mandato
estadounidense preocupado por la lucha contra
el cambio climático, el liderazgo de
la UE se debilita y un grupo de países
se retracta de sus obligaciones y amenaza
con malgastar esta oportunidad” ha añadido
Vila.
Por su parte, el paquete
de medidas sobre energía y clima acordado
por la UE sigue dejando la puerta abierta
al carbón, el principal responsable
del cambio climático, y ha debilitado
el esfuerzo interno de reducción de
emisiones en la UE al permitir a los Estados
Miembros cubrir más de los 2/3 de sus
reducciones mediante proyectos en el exterior.
Afortunadamente estas medidas no son definitivas,
ya que todavía falta la votación
del Parlamento Europeo al respecto la semana
que viene.
Las únicas propuestas
constructivas que se han escuchado en la cumbre
han venido de manos de algunos países
en desarrollo como Sudáfrica, México,
Brasil o Corea del Sur, que han anunciado
que estarían dispuestos a asumir compromisos
ambiciosos en reducción de emisiones
o de deforestación.
Pese a todo, todavía
puede llegarse a un acuerdo satisfactorio
en la Conferencia de Copenhague del año
que viene. Los mensajes mandados por el senador
de los EEUU, John Kerry, y por Al Gore en
Poznan durante los dos últimos días
han confirmado la voluntad de la Administración
de Obama de comprometerse en la lucha contra
el cambio climático y alcanzar un acuerdo
ratificable.
“Solucionar la crisis climática
requiere plena cooperación global y
ahora no es momento de renunciar a las obligaciones
o debilitar los compromisos. La cuenta atrás
a Copenhague ha empezado y el mundo está
vigilando” ha recordado Aida Vila.
Día sin bolsas: el
Ministerio de Medio Ambiente se pliega a la
industria y no pone límites a las bolsas
de plástico
El actual Plan Nacional
Integrado de Residuos da marcha atrás
en la intención del Gobierno de eliminar
su uso en 2010 - 15 diciembre 2008 - Madrid,
España — Un año después
del primer Día Sin Bolsas de Plástico
celebrado por Greenpeace, el balance no podía
ser peor: el Ministerio de Medio Ambiente
ha dado marcha atrás a su intención
de eliminar las bolsas de un solo uso si no
están fabricadas con materiales biodegradables
para 2010.
El 22 de diciembre de 2007,
el Ministerio de Medio Ambiente, dentro del
borrador del Plan Nacional Integrado de Residuos
(PNIR), propuso esta medida, que el nuevo
borrador de PNIR, de octubre de 2008, echa
por tierra al ampliar, tal y como solicitaba
la industria, el plazo de uso de este tipo
de bolsas retirando del texto el plazo máximo
para eliminarlas.
Greenpeace exige al Gobierno
que restablezca el año 2010 como fecha
límite para el uso de bolsas de plástico
de un sólo uso, como una de las primeras
medidas de prevención del PNIR.
“El caso de las bolsas de
plástico es muy indicativo de las prioridades
reales del Ministerio en la política
de residuos. El Gobierno no apuesta por la
prevención de residuos ni aplica medidas
rigurosas sino que se pliega a los intereses
de la industria”, ha declarado Sara del Río,
responsable de la campaña de Contaminación
de Greenpeace.
La medida del Ministerio
de Elena Espinosa ignora también la
sugerencia del Senado que instó al
Gobierno, por unanimidad, a limitar el uso
de las bolsas de plástico y a impulsar
estudios para desarrollar nuevos materiales
más ecológicos y biodegradables
que permitan su reciclado y que sustituyan
a los plásticos.
El giro de la política
del Gobierno es significativo, de hecho en
2006, el Ministerio de Medio Ambiente firmó
un acuerdo voluntario con los comercios y
fabricantes de plástico para reducir
el uso de las bolsas, aunque las entidades
firmantes reconocen que la reducción
fue mínima.
Este producto, cuya vida
media es de 12 minutos, tiene un impacto ambiental
desproporcionado si se considera lo prescindible
que es y todas las alternativas existentes
en el mercado. Algunos países de nuestro
entorno como Francia o Italia, han apostado
por su eliminación en el año
2010
Según los últimos
datos, en España cada persona utiliza
más de 350 bolsas comerciales de plástico
al año. Esto supone 15.300 millones
de bolsas anuales, más de 100.000 toneladas
de basura que podrían no generarse.
En España sólo se recicla el
10% de las bolsas que se desechan. El resto
acaban en vertederos, quemadas en incineradoras
o dispersas en el medio ambiente. Las bolsas
de plástico convencionales no son biodegradables
y pueden tardar cientos de años en
descomponerse en el medio ambiente.