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Dec 2008 - WWF considera imprescindible el
principio de unidad de cuenca - Mañana
1 de enero de 2009 tiene efecto la transferencia
de las competencias en gestión de aguas
de la Cuenca del Guadalquivir a la Junta de
Andalucía. WWF muestra su desacuerdo
con esta transferencia, que supone la rotura
de la unidad de gestión de cuenca y
la pérdida de una política hidrológica
nacional. Además, dificulta la consecución
del buen estado ecológico de los ríos
que exige la Directiva Marco del Agua de la
Unión Europea.
Con la transferencia del
río Guadalquivir prevista para mañana,
el Gobierno de España está iniciando
un peligroso cambio político que pone
en riesgo la universalmente aceptada gestión
por cuencas, una de las grandes conclusiones
de la Exposición del agua de Zaragoza.
Además, este nuevo marco legal favorece
la división político-administrativa
de la gestión del agua por comunidades
autónomas y aleja a nuestro país
del modelo de gestión del que es pionero
y que tiene más de un siglo de vigencia.
WWF advierte que la división de las
cuencas puede producir desajustes por disparidades
en la gestión del agua entre CCAA,
y favorecer las “guerras del agua” que pueden
surgir por el consumo desmesurado aguas arriba
y la contaminación entre territorios
aguas abajo.
Consecuencia de estos desajustes,
que provocan situaciones ambientales negativas,
es la denuncia de la Junta de Extremadura
ante el Tribunal Constitucional sobre la transferencia
del Guadalquivir, siendo previsible que ocurra
lo mismo con otras comunidades ante la pretensión
de la Junta de Castilla y León de gestionar
la cuenca del Duero.
WWF considera que el Gobierno
debería fortalecer las Confederaciones
Hidrográficas, potenciando la protección
y restauración de los ecosistemas acuáticos
que exige la Directiva Europea Marco del Agua,
fomentando a su vez la participación
que requiere una moderna gestión del
agua.
Por último, la Junta
de Andalucía pretende compartimentar
con límites administrativos las competencias
del agua transfiriéndolas a los delegados
provinciales de Medio Ambiente, y presentarlo
a su electorado como un logro autonómico
andaluz. Asimismo, dado que en la actualidad
existe gran cantidad de riego ilegal de difícil
control en la cuenca, con este nuevo planteamiento
se potenciará la influencia negativa
de los poderes locales opuestos al uso racional
del agua.
En consecuencia, espacios
naturales protegidos de gran importancia y
muy dependientes del agua, como Doñana,
corren un serio peligro. Por su situación
en la desembocadura, se agrava el riesgo de
depender de las múltiples decisiones
políticas que podrían tomarse
a lo largo de toda la Cuenca Hidrográfica,
y que se traducirían en escasez y mala
calidad del agua.
Según Alberto Fernández,
experto en aguas de WWF España “Creemos
que el principio de la unidad de gestión
de cuenca es irrenunciable para España
e imprescindible para la consecución
del buen estado ecológico de los ríos,
humedales y acuíferos”.