17
febrero 2009 - DF, México — La Comisión
publicó a medias el análisis
que “sustenta” la sobrevivencia del 57% en
la reforestación; denuncia Greenpeace
a funcionarios de Conafor y Semarnat por infringir
la ley
Sin incluir información
básica como las fechas en que se llevó
a cabo la evaluación, la ubicación
de los sitios que se evaluaron y los resultados
obtenidos en cada uno de ellos, la Comisión
Nacional Forestal (Conafor) por fin dio a
conocer el estudio “Reforestación.
Evaluación externa. Ejercicio fiscal
2007” (1), elaborado por el Colegio de Posgraduados
de Chapingo (Colpos).
Con lo publicado, se confirma
que la Conafor está ocultando la información
necesaria para verificar y comprobar que la
sobrevivencia de los árboles plantados
durante 2007 fue del 57 por ciento, denunció
Greenpeace al hacer un análisis de
dicho documento.
Después de varios meses de anunciarlo
(2), Conafor finalmente dio a conocer el estudio
del Colpos... incompleto, ya que no incluye
datos básicos que respalden sus conclusiones
o que permitan su verificación y comprobación.
A raíz de las numerosas
evidencias de que la reforestación
no funciona, la Conafor anunció que
daría a conocer los resultados de una
evaluación, elaborada por el Colpos,
de la reforestación 2007, y hasta ahora
no lo había cumplido. Debido a la presión
pública, el estudio finalmente se dio
a conocer el 9 de febrero. El estudio concluye
que la tasa de supervivencia de los árboles
plantados ese año es de 57 por ciento,
que la superficie que permanece con cubierta
forestal es del 60 por ciento y que el programa
sí contribuye a combatir la pobreza.
Sin embargo, el documento no incluye la información
necesaria para respaldar tales datos.
“Lo que comprueba este estudio
es que la Conafor manipula y oculta la información
de las campañas de reforestación,
que junto con las plantaciones forestales
comerciales reciben más de la mitad
de los recursos del Proárbol (que actualmente
ascienden a más de 5 mil millones de
pesos), con el fin de favorecer la imagen
de este programa a nivel nacional e internacional.
Sin embargo, Greenpeace
y otras organizaciones, ciudadanos y medios
de comunicación, que han investigado
en campo qué pasó con los árboles
plantados han encontrado lo mismo: la gran
mayoría de las plantas mueren al poco
tiempo. El estudio del Colpos no brinda elementos
que demuestren lo contrario. Además,
la Semarnat y la Conafor tampoco han dado
a conocer las `cien auditorías´
(6) que el secretario afirma se han hecho
al Proárbol, todas con resultados positivos,
de acuerdo con su dicho. Por esto, urge una
evaluación independiente y transparente
de este programa y que se rectifique la política
forestal, no podemos seguir derrochando el
dinero de los mexicanos en programas de reforestación”,
dijo Patricia Arendar, directora de Greenpeace.
El Colpos no llevó
a cabo una evaluación independiente,
dado que la Conafor seleccionó por
asignación directa a esta institución
-sin licitación ni concurso- para elaborar
el estudio sobre Proárbol.
Denuncia Greenpeace a funcionarios
Cabe señalar que otro estudio presentado
por la Conafor, el “Reporte ejecutivo 250
millones de árboles plantados” ratifica
que la Conafor utilizó especies exóticas
con características que pueden ser
perjudiciales para nuestros ecosistemas y
especies nativas, como eucalipto, pirul, teca
y melina, durante la reforestación
de 2007, año por el que Felipe Calderón
recibió un reconocimiento del Programa
de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
por haber plantado 250 millones de arbolitos.
La utilización de este tipo de plantas
para la reforestación con fines de
conservación y restauración
infringe lo establecido en la Ley General
de Desarrollo Forestal Sustentable y en la
Ley General de Vida Silvestre (3 y 4). Por
esto, Greenpeace presentó ayer una
queja por responsabilidad de funcionarios
públicos en contra de Juan Elvira,
secretario de Medio Ambiente, José
Cibrián, director general de la Conafor
y 19 funcionarios más de esa dependencia.
Entre febrero y junio de
2008, Greenpeace documentó ocho casos
de predios reforestados con recursos de Proárbol
durante 2007 (5). En los muestreos, se encontró
que, a menos de diez meses de haber sido plantados,
74 por ciento de los árboles habían
muerto y sólo 8 por ciento de ellos
se encontraban en buenas condiciones. En dos
casos en particular, en Aguascalientes y Querétaro,
se encontró que la Conafor había
utilizado especies exóticas como el
eucalipto y pirul.
“Nuestros hallazgos coinciden
con el `Reporte ejecutivo 250 millones de
árboles plantados´, dado a conocer
por la Conafor, en el que reconoce que se
utilizaron especies exóticas para reforestar
en los estados de Aguascalientes, Chiapas,
Guanajuato, Guerreo, Jalisco, Estado de México,
Morelos, Oaxaca, Querétaro, Quintana
Roo, San Luís Potosí, Tabasco,
Tamaulipas y Veracruz. En total, se plantaron
3 millones 566 mil 863 plantas de especies
exóticas, lo que equivale al 1.34 por
ciento de los árboles plantados por
Proárbol durante 2007”, afirmó
Paloma Neumann, integrante de la campaña
de bosques de Greenpeace.
“La falta de transparencia
y la violación a la ley son características
que están marcando a la reforestación
del Proárbol, el programa “favorito”
del presidente. Tanto el secretario de medio
ambiente, como el director general de Conafor
han reconocido públicamente la utilización
de especies exóticas para reforestar
por parte de Proárbol. Este hecho lo
pudimos comprobar físicamente y así
se documenta en la información oficial
que ha dado a conocer la Comisión.
El uso de especies exóticas para reforestación
no sólo representa un riesgo para el
medio ambiente sino que viola la ley, por
lo que acudimos a la Secretaría de
la Función Pública para que
investigue y determine la responsabilidad
de los funcionarios que han actuado al margen
de la ley en este tema”, explicó Héctor
Magallón, coordinador de la campaña
de bosques de Greenpeace.
Durante 2007, los programas
destinados a plantaciones forestales comerciales
y a reforestación recibieron 2 mil
300 millones de pesos (mdp), de los 4 mil
123 millones de pesos asignados a Proárbol.
En 2008, este presupuesto se incrementó
a 2 mil 664 millones de pesos. En cambio,
los programas que promueven el Manejo Forestal
Sustentable (MFS) por parte de comunidades
y ejidos, que contribuyen de manera efectiva
a detener la deforestación y a generar
empleos y bienestar para sus habitantes, recibieron
sólo el 14 por ciento de estos recursos.
Por esto, menos del 15 por ciento de la superficie
forestal de nuestro país se encuentre
bajo esquemas de MFS.
“Ya basta de ocultar y manipular
la información. Hay que hablar claro
y aplicar soluciones reales. La reforestación,
por definición, no contribuye a detener
la deforestación por lo que no puede
ser la principal estrategia del Proárbol
cuando cada año perdemos 600 mil hectáreas
de bosques en nuestro país. Esto es
más grave si se considera que, como
ha reconocido el propio secretario de medio
ambiente (7), 90 por ciento de los árboles
plantados se mueren. La propuesta de Greenpeace
al respecto es clara: suspender inmediatamente
el flujo de recursos destinados a esta actividad
y utilizarlos para fortalecer los programas
que promueven el MFS por parte de las comunidades
y ejidos que poseen el 80 por ciento de los
bosques de nuestro país. Esto sí
contribuirá a resolver la crisis de
nuestros bosques”, señaló Arendar.
Algunas contradicciones
del estudio del Colpos son:
1.- El estudio no incluye la información
de las fechas en que se llevó a cabo,
los sitios que se evaluaron, ni los resultados
que sustentan las “conclusiones” vertidas
en el documento. Es decir, no reúne
criterios que lo avalen como un trabajo científico,
verficable y comprobable. Por ejemplo, en
el documento se mencionan los Anexos 1 y 2,
que supuestamente contienen información
de cada predio evaluado y los cuestionarios
aplicados a los beneficiarios, sin embargo,
no han sido dados a conocer por Conafor.
2.- El objetivo del estudio
era “presentar al público lector los
impactos sociales, económicos y ambientales
que generan los apoyos de reforestación
proporcionados por la Conafor en el periodo
2003–2007”. Para cumplir este objetivo sería
necesario tomar en cuenta elementos como:
a) social: los efectos sociales de sustituir
tierras de pastoreo o de siembra, por bosque;
b) económico: efectos en el valor del
suelo como resultado de las reforestaciones;
c) ambiental: incremento (o variación)
de las áreas forestales no fragmentadas,
incremento (o variación) de la diversidad
biológica; incremento (o variación)
del rendimiento hidrológico, resultantes
de la reforestación, entre otros. Sin
embargo, la evaluación no da este tipo
de datos, es decir, no cumple su objetivo.
3.- En la página
59 se afirma que, de acuerdo con los términos
de referencia definidos por Conafor, “cerca
de tres cuartas partes” de la superficie “apoyada”
en 2007 “permanece con cubierta forestal”,
es decir, que sobreviven al menos 250 árboles
por hectárea. Sin embargo, en el mismo
apartado se advierte que “el factor constante
de 250 árboles por hectárea
debe tomarse con reservas, pues las guías
de densidad de especies de coníferas
nativas de nuestro país sugieren que
con los diámetros que actualmente tienen
las plantas de los predios apoyados, la densidad
debería ser mayor. Por ejemplo, en
un estudio realizado para Pinus durangensis,
la densidad reportada en la categoría
de diámetro cuadrático de 5
cm es de 5,000 plantas/ha (Monárrez
y Ramírez, 2003). En Pinus cooperi,
para la misma categoría de diámetro
cuadrático, Márquez y Álvarez
(1995) reportan 1,500 árboles/ha”.
4.- En la página
24, el estudio indica que "Un 19.5% de
los beneficiarios de núcleos agrarios
y 7.3% de los beneficiarios de propiedad privada
señalaron que su principal motivo para
participar en el programa fue la generación
de fuentes de empleo. Esto indica que la importancia
del programa para los beneficiarios es la
diversificación de alternativas de
ingreso." Sin embargo, la aritmética
indica que, de acuerdo con los resultados,
para el 80.5% de los ejidos y comunidades
y para el 92.7% de los pequeños propietarios
el programa de reforestación NO significa
una diversificación de alternativas
de ingreso.
5.- Dentro de las conclusiones
de la evaluación se afirma que la reforestación
sí contribuye a combatir la pobreza,
sin embargo, en la página 22 se afirma
que "sólo 726 (de 27,149) solicitantes
(2.7 por ciento) viven dentro de los 101 municipios
prioritarios (es decir aquellos que tienen
el menor Índice de Desarrollo Humano
de acuerdo con las estrategias de desarrollo
social del gobierno federal)". Además,
en la página 23 se manifiesta que 7.3
por ciento de los apoyos se destinaron a un
solo municipio: Hermosillo, Sonora.
6.- En la página
52 se reconoce que no se han tomado en cuenta
las áreas prioritarias a reforestar
y que “si bien existen estos trabajos (estudios
donde se identifican estas áreas),
no se encontró evidencia de que se
estén considerando en la planificación
de los apoyos de reforestación”.
7.- En el documento se reconoce
que "En 2007 la proporción de
géneros Opuntia y Agave se incrementó
cuatro veces en relación con 2003”.
Sin embargo, en la página 30 se reporta
que “varios señalaron que los nopales
los van a usar como forraje para el ganado”
y, en la página 55, se reconoce que
“El equipo evaluador no cuenta con los elementos
para señalar si este incremento realmente
obedece a una política enfocada a la
atención de estos ecosistemas”.
8.- En la página
16 del estudio se reconoce que existe una
grave inconsistencia entre los 3 diferentes
padrones que contienen la información
referente a los subsidios otorgados por el
Proárbol para la reforestación
2007, sus beneficiarios y los predios reforestados.
Así mismo en la página 37 se
reporta que “en las gerencias estatales de
la Conafor no se encontró la información
completa de los expedientes de 42.6% de los
predios evaluados”.
9.- La distribución
del número de casos evaluados correspondiente
a cada subcategoría de apoyos no refleja
la distribución original de los apoyos
otorgados. Esto tuvo como consecuencia una
reducción drástica en el porcentaje
de casos documentados correspondiente a la
subcategoría C1.2 “Reforestación
con obras de suelos” donde, por experiencia,
se registra una menor tasa de supervivencia.
10.- En la página
37 se reconoce que 70 por ciento de los beneficiarios
iniciaron las actividades de reforestación
en los meses de agosto y septiembre, es decir,
al finalizar la temporada de lluvias. Así
mismo, se reporta que, “en promedio 16% de
las plantas entregadas en el vivero llegan
muertas al predio”, lo que “significa que
el mayor porcentaje de supervivencia, en relación
con la planta salida de vivero, que se podría
esperar antes de la plantación sería
de 84 por ciento en promedio” (p.64). Aún
así en el estudio se reportan que la
tasa de supervivencia de los árboles
plantados es de 57 por ciento.
Greenpeace México
Notas:
1. “Reforestación. Evaluación
externa. Ejercicio fiscal 2007”: http://148.223.105.188:2222/snif_portal/index.php?option=com_content&task=view&id=20&Itemid=20#divEvaluaciones5
2. COLEGIO DE POSGRADUADOS, Boletín
especial, Montecillo, Texcoco, estado de México,
15 de octubre del 2008.
3. “Artículo 27. El manejo de ejemplares
y poblaciones exóticos sólo
se podrá llevar a cabo en condiciones
de confinamiento, de acuerdo con un plan de
manejo que deberá ser previamente aprobado
por la Secretaría y en el que se establecerán
las condiciones de seguridad y de contingencia,
para evitar los efectos negativos que los
ejemplares y poblaciones exóticos pudieran
tener para la conservación de los ejemplares
y poblaciones nativos de la vida silvestre
y su hábitat”. Ley General de Vida
Silvestre.
4. “Artículo 131- … Los tres órdenes
de gobierno impulsarán la reforestación
con especies forestales autóctonas
o nativas… La norma oficial mexicana definirá
las especies de vegetación forestal
exótica, que por sus características
biológicas afecten los procesos o patrones
de distribución de la vegetación
forestal nativa en terrenos forestales y preferentemente
forestales, cuya autorización esté
prohibida”. Ley de Desarrollo Forestal Sustentable.
5. Reforestación: la mentira del Proárbol
se puede ver en el link: http://www.greenpeace.org/mexico/prensa/releases/verdades_proarbol
6. El Universal, 14 de enero de 2009, p.7,
sección primera.
7. Periódico Excélsior, 29 de
enero de 2008, primera plana y pág.
15.
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Estrada en los tels. 04455-33-96-46-54 y 5687
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