06
marzo 2009 - DF, México — Fue desarrollada
por Greenpeace en los años 90 como
alternativa al uso de gases químicos
destructores del ozono y del clima; hoy llega
al mercado mexicano y Greenpeace hace un llamado
para que la industria siga este ejemplo
Para hacer un nuevo frente
en la lucha contra el cambio climático,
llegó a México la tecnología
Greenfreeze, elaborada por Greenpeace Internacional
y que consiste en utilizar gases naturales
alternativos en los sistemas de refrigeración
y de aislamiento, que no destruyen el clima
ni la capa de ozono.
Con la puesta en el mercado
de la primera línea comercial de refrigeradores
Greenfreeze, que estará a cargo de
la firma de electrodomésticos B/S/H
(Bosch und Siemens Hausgeräte GmbH),
Greenpeace hizo un llamado la industria de
refrigeración en México para
que siga este ejemplo y sean líderes
en la lucha contra el cambio climático
fabricando refrigeradores amigables con el
medio ambiente.
“La disponibilidad de la
tecnología Greenfreeze en México,
con gases R600a, que no dañan la capa
de ozono y no dañan el clima del planeta,
es una muy buena noticia y genera las condiciones
para que la industria de la refrigeración
adopte estos sistemas. Si la tecnología
se comercializa en el país, consideramos
que ya no hay excusas para que otros fabricantes
y comercializadores inicien procesos de reconversión
tecnológica y adopten la de Greenfreeze”,
explicó Gustavo Ampugnani, director
de campañas de Greenpeace en México.
Actualmente, la mayor parte
de los refrigeradores y congeladores, domésticos
e industriales, fabricados y comercializados
en México utilizan gases refrigerantes
como el HCFC-22, que es un hidroclorofluorocarburo,
y como el HFC-134ª, que es un hidrofluorocarbono.
Sin bien estos gases no dañan directamente
la capa de ozono, sí provocan un alto
impacto en el clima ya que tienen un potencial
de calentamiento global de 1,700 y 3,200 veces
mayor que el dióxido de carbono (CO2),
respectivamente.
Por otra parte, en el proceso
de producción de los gases HFC se utilizan
CFC, clorofluorocarbonos, en especial el CFC-113
y el CFC-114, que sí son altamente
dañinos para la capa de ozono.
En 2002, los HFC emitidos
a la atmósfera en México fueron
del orden de 4.4 millones de toneladas equivalentes
de CO2. Esta cifra es 109 veces mayor a la
registrada en 1992 (1). Por su parte, anualmente
se consumen en México cerca de 4,500
toneladas de HCFC-22 en refrigeración,
equivalentes a 7.6 millones de toneladas de
CO2, si éstos llegaran a liberarse
a la atmósfera (2).
"Hace 15 años
promovimos en México la entrada del
refrigerador verde, importamos una unidad
y nos visitó un experto, lo presentamos
públicamente y en la planta de Mabe
en Querétaro. Pudo haberse introducido
esta tecnología en nuestro país,
con todos los beneficios ambientales que trae
consigo. Sin embargo, los intereses de empresas
como General Electric (Mabe) y Whirlpool (Acroos),
en alianza con las empresas que desarrollaron
los sustitutos de los CFC y que mantienen
sus patentes, lo impidieron con apoyo de funcionarios
del gobierno mexicano. Se hubiera evitado
el uso de importantes cantidades de parte
de los sustitutos que tienen un fuerte potencial
como gases invernadero. Damos la bienvenida
la tecnología del refrigerador verde
en México por su eficiencia y el bajo
impacto de sus gases refrigerantes que, es
importante decirlo, no tienen patente por
tratarse de gases hidrocarburos", señaló
Alejandro Calvillo, director de El Poder del
Consumidor.
“El Centro Mario Molina
ha propuesto acelerar la eliminación
total de la producción y consumo de
HCFC’s en México, para que en lugar
de esperar al 2030 como indica el acuerdo
del Protocolo de Montreal actualizado en el
2007, se adelante 10 años la introducción
de sustancias substitutas y tecnologías
alternas, libres de sustancias agotadoras
de la capa de ozono y gases de efecto invernadero”,
Rodolfo Lacy, coordinador de programas del
Centro Mario Molina.
“Los primeros refrigeradores 100 por ciento
ecológicos que hoy ponemos a disposición
del público mexicano utilizan el gas
R-600a que no dañan la capa de ozono
y no dañan el clima del planeta. Este
gas tarda solamente 16 días en biodegradarse
comparado con el gas R134a que tarda aproximadamente
16 años en reintegrarse al ambiente”,
explicó Matthias Kraus, director financiero
de Bosch.
“Además, un ejemplo
de innovación en estos refrigeradores
es la incorporación de un nuevo compresor
con tecnología Inverter que trabaja
por medio de consumos de energía variables.
Esto, sumado al gas R600a, da como resultado
un ahorro de casi un 18 por ciento comparado
con el resto de los refrigeradores que se
encuentran en el mercado, lo cual demuestra
la eficiencia de esta nueva tecnología”,
agregó Krauss.
“Para Sears es un orgullo
ser los primeros distribuidores de esta tecnología,
desde el productor hasta los consumidores.
Felicitamos a Bosch por traer esta tecnología
respetuosa del clima y a Greenpeace por haber
incentivado este cambio tecnológico
hacia productos más limpios”, dijo
Carlos Hajj, director general de Sears Roebouck
de México.
Greenepace enfatizó
que la promoción y difusión
de tecnologías limpias que no afectan
al medio ambiente deber tener prioridad en
las políticas de compras gubernamentales,
así como en los planes de sustitución
de electrodomésticos en todo el país.
Greenfreeze, verde y frío
desde los 90
Greenfreeze es una tecnología que desarrolló
Greenpeace a comienzos de los años
90 para ofrecer a la industria de la refrigeración
una opción frente a los sistemas de
enfriamiento contaminantes que dañan
la capa de ozono y destruyen el clima.
Los gases f o fluorocarbonos,
que se encuentran en los sistemas de refrigeración
(refrigeradores y aires acondicionados), contribuyeron
con el 17 por ciento del calentamiento global
registrado al 2005. Dada la prohibición
internacional al uso de los CFC (clorofluorocarbonos)
a raíz de la entrada en vigor del Protocolo
de Montreal sobre la capa de ozono, las alternativas
fueron los gases f (HCFC y HFC) que son nocivos
porque se convierten en gases de efecto invernadero
y destruyen la capa de ozono. Sin embargo,
Greenfreeze usa de gases naturales -propano
y butano- como refrigerantes y ciclopentano
para el aislamiento térmico. Por ello,
este sistema constituye una alternativa ambientalmente
responsable con el clima pues sustituye los
gases HCFC y HFC (1),
Sin duda una de las claves
de esta tecnología es el hecho de que
no introduce importantes cambios en el funcionamiento
de los refrigeradores. Respeta el sistema
existente reemplazando el HCFC-114b por el
ciclopentano como gas expansor de la espuma
de aislación y el HFC-134a por el isobutano
como gas refrigerante. Estos son gases hidrocarburos
naturales que es posible encontrar en nuestro
país. Además, este tipo de refrigeración
consume menos electricidad que con los gases
convencionales. Los principales productores
de electrodomésticos para refrigeración
en Europa, Asia y Australia utilizan actualmente
esta tecnología.
— Greenpeace México
Notas:
1. Semarnat, “México Tercera Comunicación
Nacional ante la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”,
octubre de 2006.
2. Centro Mario Molina, 2008. Evaluación
de los usos de HCFC’s en México en
el sector de refrigeración y aire acondicionado.