DF,
México — Activistas de Greenpeace entregaron
120 focos fluorescentes en Palacio Nacional
para decir que sólo una hora no basta
para combatir los efectos del cambio climático
si el resto del año no se toman medidas
de eficiencia energética
La organización ambientalista
Greenpeace exigió al gobierno federal
congruencia con su política energética,
pues apagar la luz de algunos inmuebles durante
una hora no demuestra un suficiente nivel
de compromiso con el medio ambiente, en tanto
no aplique medidas constantes de ahorro de
energía -entre otros puntos-, que cumplan
con el programa de Ahorro de Energía
que el mismo Ejecutivo estableció.
Y es que, aunque el gobierno
federal asegura en foros nacionales e internacionales
estar comprometido en contra del cambio climático,
la realidad es que ni siquiera ha puesto en
marcha una medida básica y fácil
de emprender -la eficiencia energética
en iluminación, es decir, la sustitución
de focos incandescentes por ahorradores-,
en la mayor parte de los inmuebles de gobierno,
incluido el Palacio Nacional.
Ante ello, los activistas
de la organización obsequiaron 120
lámparas ahorradoras compactas al Palacio
Nacional, con el fin de que reemplacen los
focos incandescentes que aún tienen.
“Exigimos al gobierno federal
que use la energía de manera racional.
No es suficiente apagar las luces una hora
si el resto del año no se toman medidas
serias de eficiencia energética en
sus propias instalaciones. Es necesario que
los programas de ahorro de energía
sean obligatorios para todas las entidades
de la administración pública,
empezando por el Palacio Nacional”, exigió
Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña
de eficiencia energética de Greenpeace
México.
En días pasados,
Greenpeace dio a conocer el ranking sobre
dependencias y entidades de la administración
pública federal que cumplen o al menos
estén inscritas en el programa de ahorro
de energía del gobierno federal; el
cual destaca que, de un total de 27 mil 709
inmuebles a nivel nacional, solamente el 3.42
por ciento se encontraban inscritos en el
programa.
Desde principios de este
año, Greenpeace promueve una iniciativa
de ley que prohíba la comercialización
y producción de focos incandescentes
en todo el territorio nacional, antes del
año 2012, a través del sitio
web www.atiyaseteprendio.org.
+ Más
Greenpeace pide al Gobierno
japonés que no censure información
sobre la caza de ballenas
Movilización mundial
ante la segunda vista preliminar para el juicio
de los dos activistas japoneses arrestados
por denunciar el contrabando de carne de ballena
- España — Una veintena de activistas
de Greenpeace han desplegado frente a la embajada
de Japón en Madrid una pancarta con
el lema “Justicia para Greenpeace. Justicia
para las ballenas”. Asimismo, representantes
de la organización han entregado en
la sede diplomática una carta para
pedir al Gobierno japonés que no censure
la información sobre la caza de ballenas.
Mientras, dos activistas
con caretas, vestidos con monos naranjas y
con las manos esposadas, simbolizaban la persecución
que están sufriendo en su país
los dos activistas japoneses Junichi Sato
y Toru Suzuki.
Este acto coincide con la
segunda vista preliminar para el juicio de
Junichi Sato y Toru Suzuki, los dos activistas
japoneses arrestados por denunciar el contrabando
de carne de ballena procedente del programa
japonés de caza “científica”
de cetáceos en la Antártida,
y se une a las numerosas protestas llevadas
a cabo por la organización a lo largo
de todo el mundo en apoyo de Junichi y Toru
y su derecho a ejercer la libertad de expresión
para denunciar la actuación de un organismo
público.
La organización ecologista,
en su petición formal apoyada por un
congresista del partido demócrata nipón,
pide a la Agencia Pesquera de Japón
que haga públicas las copias no censuradas
de documentos de ventas de carne de ballena
obtenidos por Greenpeace. Éstos detallan
las ventas de carne de ballena y los contratos
entre la Agencia Pesquera de Japón
y el Instituto de Investigación de
Cetáceos (IIC). Sin embargo, los documentos
que presentó el pasado 19 de enero
la Agencia Pesquera de Japón estaban
tan censurados que resultan inservibles.
"La censura de esta
información refleja el nivel de secreto
que rodea la financiación del Gobierno
japones al programa de la caza de ballenas.
Estos documentos simbolizan la voluntad de
la Agencia Pesquera de Japón de quebrantar
su propia promesa de transparencia y responsabilidad",
ha declarado Celia Ojeda responsable de la
campaña de Océanos de Greenpeace.
A pesar de la actual crisis
económica, la peor en un siglo en el
país asiático, la Agencia Pesquera
de Japón continúa subvencionando
las expediciones de caza de ballenas supuestamente
científicas del Instituto de Investigación
de Cetáceos al Santuario de Ballena
de la Antártida con subvenciones que
alcanzan 500 millones de yenes (3,6 millones
de euros) al año.
"Los ciudadanos japoneses
tienen el derecho a estar informados sobre
la mala conducta de sus representantes gubernamentales.
Junichi Sato y Toru Suzuki simplemente han
hecho uso de su derecho a la libertad de expresión
para denunciar el contrabando de carne de
ballena ", ha declarado Ojeda.
Este programa de caza
de ballenas financiado con dinero público
está en bancarrota, es ecológica
y económicamente insostenible y no
es necesario ni requerido por nadie fuera
de la industria ballenera.