07
abril 2009 - DF, México — El gobierno
de ese estado retiró las lámparas
ahorradoras que Greenpeace le había
regalado en marzo pasado para pedirle que
adoptara medidas de eficiencia energética
en los inmuebles de la administración
estatal
Visita el micrositio: ¿A ti ya se te
prendió?
En un claro ejemplo de falta
de conciencia ambiental el gobierno de Nuevo
León retiró las lámparas
ahorradoras que Greenpeace le obsequió
el pasado 24 de marzo y reinstaló los
focos incandescentes que usaba anteriormente,
pese a que el estado se encuentra inscrito
en el programa de Ahorro de Energía
de la Administración Pública
Federal.
Activistas de la organización
ambientalista habían sustituído
focos incandescentes del Palacio de gobierno
de Nuevo León y regalaron 70 lámparas
ahorradoras al gobernador, José Natividad
González Parás, acompañadas
de una carta en la que le solicitó
la adopción de medidas de eficiencia
energética en los inmuebles de la administración
estatal.
La intención de esta
acción fue mostrar al gobernador que,
a través de pequeñas medidas
de eficiencia energética, es posible
luchar contra el calentamiento global, sin
embargo, el gobierno del Estado rechazó
la medida al preferir los focos que generan
90 por ciento más calor.
“El gobernador desperdicia
las oportunidades de concluir su administración
poniendo en práctica los lineamientos
mínimos para hacer un uso inteligente
de la energía”, señaló
Beatriz Olivera, responsable de la campaña
de Eficiencia energética de Greenpeace.
La indiferencia del gobierno
de Nuevo León hacia este tema se refleja
en su Plan Estatal de Desarrollo 2004-2009
que destaca medidas de protección ambiental,
fomento al transporte público, aprovechamiento
de residuos, lineamientos para vivienda sustentable
y ahorro de agua, pero deja de lado el ahorro
de energía y la implementación
de medidas de eficiencia energética
en los sectores residencial, público
e industrial.
Durante 2008, Nuevo León
generó energía eléctrica
con fuentes no renovables -como el petróleo-por
412 mil 885. 46 MWh y emitió 336 mil
654.42 toneladas de CO2, principal gas de
efecto invernadero.
De implementarse medidas
de eficiencia energética a nivel nacional:
* Para 2050 podríamos
ahorrar alrededor del 47 por ciento de la
energía que consumimos actualmente,
de la cual, más del 90 por ciento proviene
de combustibles fósiles.
* Tan sólo por la
sustitución de lámparas incandescentes
a nivel nacional, se podrían tener
ahorros de casi 12 mil MW para 2012.
Desde enero de 2009, Greenpeace
promueve la prohibición de focos incandescentes
a nivel nacional. En Nuevo León, Greenpeace
busca que la administración pública
sustituya el alumbrado ineficiente de todos
sus inmuebles e implemente medidas de ahorro
de energía para toda la entidad.
+ Más
Escándalo de espionaje
en Greenpeace por la compañía
que opera reactores nucleares franceses
06 abril 2009 - DF, México
— La compañía eléctrica
estatal francesa (EDF) es investigada por
espiar a Greenpeace; el 4 de abril pasado,
los investigadores de la Oficina Central de
Lucha Contra la Delincuencia Tecnológica
francesa dijeron que esta organización
ecologista y pacifista ha sido víctima
de un experto bien dirigido
¿Espionaje? ¿Cómo?
Greenpeace Francia ha afirmado
que está dispuesta a proporcionar los
elementos necesarios, copias de seguridad
y ordenadores afectados con el fin de que
estos actos de extrema gravedad se aclaren.
Greenpeace ha pedido al
Sr. Borloo, Ministro con competencias sobre
la compañía eléctrica
pública gala Electricité de
France (EDF), y a su Presidente, el Sr. Gadonneix,
que afronten las consecuencias de esas prácticas
de la época de la Guerra Fría.
Según la organización, estas
sucias maniobras no son aceptables en una
democracia. Las funciones del Director de
Seguridad de EDF, el contra almirante Durieux,
deben ser suspendidas hasta que se aclare
el caso.
"Tres días después
de la explosión de este escándalo,
la línea defendida por EDF y Kargus
Consulting ya no se sostienen”, ha declarado
Pascal Husting, director ejecutivo de Greenpeace
Francia. “No son actos aislados de un hacker
irresponsable. Todos los datos demuestran
una clara intención de espiar todo
nuestro trabajo. ¿Con qué objeto?
¿De qué tiene miedo EDF?",
añadió Husting.
"Con la técnica
utilizada es seguro que Kargus Consulting
tuvo acceso a mucha información sobre
Greenpeace”, ha afirmado Loic Prévotat,
jefe del departamento informático de
Greenpeace Francia. “Uno puede preguntarse
en qué medida los servidores internacionales
de la organización no se han visto
también afectados. No tenemos medios
técnicos y financieros para protegernos
contra los actos de piratería profesional
patrocinada por las grandes empresas",
ha añadido Prévotat.
En contraste con la EDF,
Greenpeace no tiene nada que ocultar. En 2006,
Greenpeace, alertó a la ciudadanía
de la vulnerabilidad de la central de Flamanville
mediante la publicación de un documento
clasificado. Sin embargo, este fue el momento
en que la EDF había tomado la decisión
de establecer su reactor EPR en Flamanville
como escaparate, y así comercializarlo
por todo el mundo. Claramente, EDF ha considerado
que todo lo que podría ser perjudicial
para sus ambiciones comerciales debía
ser espiado y torpedeado, en total desprecio
de la ley.
En aquel momento, como hoy,
Greenpeace señaló con el dedo
lo insensato de ese proyecto industrial que
es el reactor EPR, el cual no es necesario
para Francia desde el punto de vista energético,
puesto que Francia exporta electricidad; es
muy caro; y es muy poco creador de empleo.
Greenpeace recuerda que, a igualdad de inversión,
el ahorro de energía y las renovables
crean quince veces más empleos que
las nucleares. El uso de la energía
nuclear ahoga la aplicación de cualquier
solución real en la lucha contra el
cambio climático.
¿Espionaje? ¿Cómo?
Los hechos fueron descubiertos
durante una investigación policial
relacionada con una red de ciberespionaje.
Una de las víctimas de esa red es Frederik-Karel
Canoy, colaborador de Greenpeace. Este hallazgo
llevó a la investigación a descubrir
niveles de espionaje mayores a Greenpeace.
Pierre Francois, segundo
máximo responsable de seguridad de
EDF y ex investigador de la policía,
habría contratado a una compañía
de inteligencia informática denominada
Kargus Consultants para vigilar las actividades
de Yannick Jadot, anterior director de Programas
de Greenpeace Francia.
Junto a Pierre Francois,
también han sido inculpados Thierry
Lorho -director de Kargus y antiguo miembro
de los servicios secretos franceses- y Alain
Quiros -el hacker encargado de conseguir la
información de Greenpeace. Tanto Pierre
Francois como Thierry Lorho han negado todas
las actividades. Sin embargo, Alain Quiros
ha declarado ante el juez que se le pidió
que obtuviera información de Greenpeace.
De acuerdo con la información recogida
por el periódico Mediapart, Pierre
François fue responsable de desarrollar
las actividades de inteligencia de EDF para
prevenir posibles ataques terroristas y también
para desestabilizar las campañas del
movimiento antinuclear, incluyendo a Greenpeace.
La “célula” liderada por Pierre François
se habría infiltrado en los grupos
antinucleares, a veces con el beneplácito
de los servicios especiales franceses de los
que provienen la mayoría de sus integrantes.
Esta red de espionaje es
otra nueva demostración de la incapacidad
de la industria nuclear de participar en un
debate democrático y abierto. Lo mejor
que sabe hacer es aplicar tácticas
de la guerra fría contra Greenpeace,
una organización ecologista y pacifista.
Greenpeace condena enérgicamente
el espionaje de EDF y la invasión de
la privacidad de ciudadanos y ONG. "El
espionaje de EDF es un síntoma del
secretismo inherente a la industria nuclear.
Repetidamente se demuestra que la industria
nuclear no casa bien con la democracia”, ha
declarado Rianne Teule, responsable de energía
nuclear de Greenpeace International.
Con el apoyo del presidente
Sarkozy, EDF, la compañía eléctrica
que opera todos los reactores nucleares franceses,
está haciendo una agresiva campaña
de marketing mundial para vender sus reactores.
Sin embargo, una expansión de la industria
nuclear significará una disminución
de la transparencia en el debate energético.