29
abril 2009 Greenpeace reprueba que, mientras
el Ártico desaparece, los integrantes
del G8 se limiten a vertir palabras huecas
y no establezcan acuerdos reales para luchar
contra el cambio climático.
Ver imagenTromsø, Norway — Ante la
insistencia de varios países para hacer
explotación de recursos petroleros
en la zona del Ártico, Greenpeace lanza
un llamado para proteger esta región
con un acuerdo internacional en Copenhague
este año que preserve los recursos
naturales y evite mayores deshielos de esta
capa polar
Durante una conferencia
del Concilio Ártico, Jonas Gahr Støre,
ministro de Asuntos Exteriores de Noruega
y Al Gore, premio Nobel de la paz y ex vicepresidente
de EU, hicieron un enérgico llamado
para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero y que el acuerdo sea presentado
en la próxima Cumbre sobre el clima,
a realizarse en Copenhague este año.
"Damos la bienvenida
a esta fuerte demanda para una reducción
de emisiones de Co2, por parte del ministro
de Asuntos Exteriores noruego. Nosotros esperamos
que los ministros de Asuntos Exteriores de
otros estados miembros del Concilio también
apoyen públicamente ese llamado. Esto
significa 40 por ciento de reducciones de
gases de efecto invernadero de Noruega, EU
y todos los otros países desarrollados,
para que en 2020 se regrese a los niveles
de 11000”, comento Lindsay Keenan, vocera
de Greenpeace en esta reunión.
Sin embargo, el señor
Støre, en común con otros miembros
de este Concilio es culpable de aceptar los
principios contradictorios de Orwellian. Él
reconoce que la quema de combustibles fósiles
es la causa del cambio climático y
la causa del deshielo en el Ártico,
pero insiste en la planificación para
abrir el hielo del Ártico para la explotación
de petróleo a pesar de que es una locura
que afectará al clima y que provocará
daños ecológicos irreversibles.
Si el Sr. Støre es
congruente con su llamado para que Noruega
reduzca sus emisiones de CO2, entonces también
debe declararse en contra de la exploración
anticipada de los recursos de petróleo
y gas que se buscan debajo del Océano
Ártico.
Con respecto específicamente
el gobierno del Ártico, otra vez el
Sr. Støre y el Concilio ártico
tienen desafíos graves para encarar.
Esta mañana él dijo: “No es
una falta de reglas sólo una falta
de implementación de éstas.
La realidad es que al Ártico le falta
gobierno y esta región necesita verdaderamente
un tratado antártico y un acuerdo multilateral
para asegurar su protección a largo
plazo".
En los hechos, el Concilio
ártico es incapaz de poner reglas obligatorias
y lucha con gran dificultad en el tema del
estatus del Ártico respecto a otras
naciones. La comunidad de las organizaciones
no gubernamentales ha participado en esta
toma de decisiones, estos son ejemplos de
la clara necesidad para hacer algo más.
Greenpeace está demandando
que, en paralelo a una reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero,
el Ártico sea protegido por un tratado
internacional o un acuerdo multilateral, semejante
al Tratado de Antártico, que apoye
la protección del ecosistema, que promueva
la paz y la comprensión científica
y que prevenga expresamente la explotación
industrial y la militarización de esta
zona.
+ Más
“El caos del clima: más
pronto de lo esperado”: Greenpeace
30 abril 2009 - El derretimiento
de los polos puede llevar a los osos polares
a morir de hambre o a ahogarse. Ayer se desprendió
la plataforma de Wilkins, equivalente al tamaño
de Nueva York. Esto tras el hundimiento de
un puente de hielo que unía a Wilkins
con la Antártida apenas hace un par
de meses, como consecuencia evidente del calentamiento
global
Con relación al desprendimiento
de la plataforma de Wilkins, equiparable al
tamaño de Nueva York y más grande
que Singapur o Bahrein, la organización
ambientalista Greenpeace reitera la urgencia
de tomar acciones concretas a la brevedad
para evitar el cambio climático fuera
de control.
De acuerdo con expertos
de la Universidad de Münster, Alemania,
el desprendimiento formó diferentes
icebergs este mes tras el hundimiento de un
puente de hielo que unía a Wilkins
con la Antártida apenas hace un par
de meses, como consecuencia evidente del calentamiento
global.
El deshielo general y colapso
de las capas de hielo en la Antártida
están asociados al incremento acelerado
de la temperatura de la región de 2.5
a 3 °C de acuerdo con los registros de
los últimos 50 años, y se espera
que Wilkins podría perder un total
de entre 800 y 3 kilómetros cuadrados
más tras el hundimiento del puente
de hielo en febrero pasado.
De acuerdo con los expertos,
el bloque Wilkins cuyo espesor revela que
tardó cientos de años en formarse,
ya ha perdido aproximadamente la tercera parte
de su superficie inicial, de 16 mil kilómetros
cuadrados.
"La realidad y el ritmo
del cambio climático es algo que supera
lo que se había pensado anteriormente.
Somos testigos de cambios en el medio ambiente,
incluyendo el rápido deshielo de los
casquetes polares, dejando claro que la amenaza
de una catástrofe es mucho más
inmediata que lo que nadie imaginaba. La única
manera de revertir esto es reducir las emisiones
ahora", señaló María
José Cárdenas, Coordinadora
de la Campaña de Cambio Climático
y Energía de Greenpeace México.
“Hemos pasado abruptamente
de la incertidumbre de los efectos del cambio
climático a la certeza, y ahora corresponde
preguntarnos cuánto tiempo más
falta para que el nivel de los océanos
se incremente desmesuradamente debido al derretimiento
de los polos y empecemos a ser testigos de
los efectos catastróficos del calentamiento
global que, sin duda, se manifestarán
antes de lo previsto”, agregó.
La organización ambientalista
ha alertado en reiteradas ocasiones que el
aumento de la concentración de gases
de efecto invernadero y, por ende, de la temperatura
global, deben detenerse y revertirse en una
tendencia decreciente tan pronto como sea
posible. "A la luz de la evidencia científica
más reciente, la reducción de
emisiones debe ser más ambiciosa y
rápida que lo previamente acordado.
El crecimiento de las emisiones globales debe
alcanzar su pico para el año 2015,
y descender drásticamente antes de
2020 para acercase lo más posible a
cero en 2050”, añadió Cárdenas.
Greenpeace hace un llamado
urgente a los líderes del mundo para
involucrarse de forma personal en las negociaciones
internacionales que en la Cumbre de Naciones
Unidas sobre el Clima en Copenhague en diciembre
de este año, garanticen un acuerdo
de protección al clima fortalecido,
obligatorio y justo.
Un acuerdo justo en Copenhague
requerirá:
1. Que los países
industrializados, como grupo, reduzcan sus
emisiones en por lo menos 40% para 2020 respecto
a los niveles de 11000. Al menos un tercio
de estas reducciones deberá realizarse
a través de medidas locales.
2. Con el fin de impulsar
la acción global gradual, incluyente
y fortalecida, los países en desarrollo
deberán reducir paulatinamente sus
emisiones proyectadas de 15% a 30% para 2020,
con ayuda de los países desarrollados.
3. Establecer un mecanismo
de financiamiento para detener la deforestación
y las emisiones asociadas en todos los países
en desarrollo para 2020. Los países
industrializados tendrán que comprometerse
a proveer aproximadamente $140 mil millones
de dólares anuales para facilitar la
transición de los países en
desarrollo hacia tecnologías limpias,
reducir de manera inmediata la pérdida
de bosques y selvas, y adaptarse a los impactos
del cambio climático.