02
Jun 2009 - WWF España concede a León
el reconocimiento de “Ciudad por los bosques”
por su compromiso con la compra pública
responsable de productos forestales. El Ayuntamiento
prima en sus contratos la adquisición
de madera y papel certificados por el sistema
FSC. Este sello garantiza que los productos
provienen de bosques gestionados de forma
sostenible y es, por tanto, la mejor herramienta
para luchar contra las talas ilegales y promover
la gestión sostenible de los bosques.
El Observatorio “Ciudades
por los Bosques” de WWF España destaca
a León, entre casi 350 ayuntamientos,
otorgándole el título de “Ciudad
por los Bosques”. Tras este nombramiento,
se encuentra el compromiso de León
con la compra pública de productos
forestales (fundamentalmente papel y madera),
primando aquellos que provienen de bosques
gestionados, tanto ambiental como socialmente,
de manera responsable, y que cuentan con la
certificación forestal FSC (1).
Este Observatorio es un
instrumento creado por WWF en 2005 para evaluar
las medidas que toman los ayuntamientos españoles
de más de 20.000 habitantes con el
fin de evitar la compra de productos forestales
de origen ilegal o insostenible.
Cabe recordar la importancia
de estas políticas de compra, ya que
las Administraciones públicas españolas
gastan anualmente más de 2.000 millones
de euros en madera y papel, siendo necesarias
cada año 2 millones de hectáreas
de superficie forestal para satisfacer sus
necesidades. Así, WWF considera que
el consumo de productos forestales debe ser
preferible a otros materiales más contaminantes
y la compra pública es esencial para
promover la gestión sostenible de los
bosques y la lucha contra la pérdida
de biodiversidad, vinculada a los procesos
de deforestación y de degradación
de los bosques.
A pesar de esta situación,
sólo seis ayuntamientos en toda España:
León, Barcelona, Benicarló,
Gavá, Sant Boi de Llobregat y L´Hospitalet
de Llobregat toman cartas contra estos problemas
y se sitúan, por tanto, en la lista
verde de este Observatorio. Esto significa
que únicamente estas seis ciudades
aplican en la actualidad un programa de compra
responsable y cuentan con un plan de acción
para controlar el origen de los productos
forestales que consumen.
Por el momento, otras 32
entidades públicas ya han mostrado
su compromiso, aunque no han avanzado en el
desarrollo de medidas concretas o en su aplicación,
y el resto, 303 ayuntamientos (el 89%), no
han desarrollado aún instrumentos de
control sobre el origen de los productos forestales
que consumen.
Estos datos son preocupantes,
ya que existe una legislación nacional,
la Ley de Montes, que incorporó en
2006 la necesidad de que las Administraciones
Públicas tomaran medidas para impedir
la compra de madera procedente de talas ilegales.
No hay que olvidar que el 16% de la madera
y el 3% de los productos de papel importados
por el mercado español provienen de
regiones donde la tala ilegal es una práctica
habitual. Un problema que genera en los países
productores pérdidas de unos 10.000
millones de euros al año, según
el Banco Mundial. Además, la Península
Ibérica es el segundo mayor consumidor
de madera tropical aserrada del mundo.
WWF solicita a los gobiernos
locales que apliquen urgentemente medidas
de compra responsable de productos forestales,
según lo establecido en la Ley de Montes,
dando prioridad a los productos certificados
por sellos como el FSC.
“Las Administraciones públicas
son responsables del 18% del total de los
productos de madera y papel que se consumen
en España. Los Ayuntamientos deben
utilizar este poder de compra para fomentar
la gestión sostenible de los bosques”,
apunta Félix Romero, Responsable del
Programa de Bosques de WWF España.
“Es el momento de que asuman su compromiso,
como lo ha hecho León, y apuesten públicamente
por dar prioridad a los productos certificados
por el FSC”.
Por primera vez en tres
décadas, las emisiones mundiales de
CO2 por petróleo disminuyen casi un
4%
En el número 5 del
Observatorio del Petróleo, WWF destaca
el efecto continuado que la crisis económica
está teniendo en todos los países
sobre el consumo de petróleo. La organización
señala que las emisiones de gases de
efecto invernadero mundiales debidas al petróleo
durante el primer trimestre de 2009 se han
reducido un 3,6%, respecto al mismo periodo
del año pasado, algo inédito
desde 1981.
También es reseñable
la disminución de las emisiones totales
trimestrales españolas relacionadas
con el consumo de petróleo y gas, que
han bajado un 6%. Aun así, WWF denuncia
que, de seguir las políticas de transporte
actuales, donde se prima el vehículo
privado para personas y mercancías,
muy pronto volverá a subir el consumo
del petróleo y sus emisiones.
El Observatorio del Petróleo
de WWF publicado hoy constata una disminución
en las emisiones de gases de efecto invernadero
debidas al petróleo en todo el mundo.
En España, durante el primer trimestre
de 2009 el CO2 relacionado con el consumo
de petróleo y gas ha bajado un 6%.
Según Heikki Willstedt,
experto en energía y cambio climático
de WWF España: “Aunque la crisis mundial
nos esté dando un respiro haciendo
que se desacelere el nivel de emisiones de
CO2 a la atmósfera, no podemos pensar
que esto vaya a durar mucho tiempo, ni que
solucione el problema del calentamiento global.
Es más, en un año hemos emitido
tantos gases de efecto invernadero (GEI),
que hemos perdido casi cuatro años
de presupuesto de CO2. Esto significa que,
de seguir así, para 2028 habríamos
producido suficiente CO2 como para sobrepasar
los 2ºC”.
WWF considera que, si la
economía mundial vuelve a crecer con
fuerza en 2009 o en 2010 y lo hace a costa
de quemar más combustibles fósiles,
se volverán a acelerar las emisiones
de gases de efecto invernadero y aumentarán
las probabilidades de que la temperatura global
suba más de 2ºC, incluso antes
de 2028.
Por eso, es fundamental
que en la próxima reunión de
Copenhague de diciembre se apruebe un nuevo
acuerdo internacional que acelere la revolución
energética necesaria para dar solución
a la crisis climática. En la reunión
de Bali de 2007, los países asistentes
acordaron que era necesario reducir las emisiones
globales entre un 25 y un 40% para 2020. Sólo
así se lograría mantener la
temperatura mundial dentro del rango de seguridad
de los +2ºC.
“En España, el Gobierno
tiene que empezar a tomar medidas que hagan
realidad el concepto de economía sostenible,
y el transporte es uno de los ámbitos
donde hay que actuar con más urgencia
y determinación, porque se trata del
sector más dependiente del petróleo.
En el año 2008 la importación
de hidrocarburos supuso el equivalente al
4% del PIB y más de un tercio de las
emisiones de CO2 del país”, concluye
Willstedt.
Los datos más destacados
del 5º Observatorio trimestral del Petróleo
son:
De seguir con el actual
consumo de petróleo y otros combustibles
fósiles, en 2028 se habrá sobrepasado
el nivel de emisiones de CO2 en la atmósfera
que evitaría a la Tierra pasar el umbral
de los 2ºC de aumento de temperatura.
Este es el objetivo más allá
del cual se entraría en cambios climáticos
potencialmente peligrosos para el equilibrio
de los ecosistemas. Si no se toman medidas
para reducir la demanda de petróleo,
con la tendencia actual de consumo, el Planeta
está abocado a un posible aumento de
la temperatura de entre 4 y 4,9ºC para
finales de este siglo.
En 2009, por segundo año
consecutivo, se estima que las emisiones mundiales
debidas a la demanda de petróleo se
reduzcan respecto al año anterior.
La caída podría ser de hasta
un 3%.
Las emisiones mundiales debidas a la demanda
de petróleo de este trimestre se han
reducido un 3,6% respecto al mismo período
del año pasado.
En el primer trimestre de 2009 en España
se ha reducido un 6,1% las emisiones relacionadas
con el consumo de combustibles derivados del
petróleo y gas natural, respecto al
mismo periodo del año pasado.
Las emisiones debidas a la movilidad por carretera
(turismos, furgonetas y camiones) del trimestre
han decrecido un 9,8% respecto al año
pasado.