La Directiva asigna a España
el objetivo de alcanzar al menos un 20% de
renovables en la energía final consumida
en 2020 - 24 junio 2009 - Madrid, España
— Madrid, 24 de junio de 2009.- Con motivo
de la entrada en vigor, el 25 de junio, de
la nueva Directiva 2009/28/CE relativa al
fomento del uso de
energía procedente de fuentes renovables,
Greenpeace y APPA proponen al Gobierno que
utilice su proposición de Ley de Renovables,
presentada por estas dos organizaciones, para
dar cumplimiento a la obligación de
trasponer la Directiva a la legislación
española.
La nueva directiva, aprobada
por el Consejo y el Parlamento europeos el
pasado mes de abri y publicada en el Diario
Oficial de la Unión Europea el pasado
5 de junio, establece por primera vez un objetivo
mínimo obligatorio que puede ser cumplido
con todas las fuentes de energías renovables.
En el caso de España, el objetivo obligatorio
para 2020 es alcanzar al menos el 20% del
consumo de energía final con fuentes
de energías renovables y el 10% en
el transporte.
Greenpeace y APPA consideran
que España puede y debe asumir un liderazgo
europeo y mundial en el desarrollo de las
energías renovables, por lo que en
su propuesta incluyen objetivos más
ambiciosos para nuestro país, de forma
que las renovables alcancen en 2020 al menos
un 30% del total de la energía final
consumida y al menos un 50% de la electricidad.
Greenpeace y APPA presentaron el pasado 20
de mayo su anteproyecto de Ley de Energías
Renovables en el que se aúna la visión
del movimiento ecologista con el de la patronal
de las energías limpias para facilitar
la elaboración de la nueva Ley prometida
por el Gobierno. Ambas asociaciones piden
al Gobierno español que actúe
con urgencia en la tramitación y publicación
de una Ley de Renovables, que trasponga a
la legislación española la normativa
europea en materia de renovables.
Para Juan López de
Uralde, director ejecutivo de Greenpeace,
“España no debe desaprovechar esta
oportunidad de liderar la nueva “economía
verde”, pero para ser un líder hay
que asumir objetivos de líder y no
quedarse en la mediocridad del promedio europeo;
nuestra propuesta de ley es el instrumento
que necesita el Gobierno para cumplir esos
objetivos”. Según José María
González Vélez, presidente de
APPA, “es necesario transponer la Directiva
en una Ley que establezca un marco regulatorio
favorable y a largo plazo, que serán
de gran ayuda para reducir la elevada dependencia
energética de España, para cumplir
con sus compromisos internacionales contra
el cambio climático, a la vez que representará
una gran oportunidad de negocio para las empresas
españolas del sector de energías
renovables, un sector que debe convertirse
así en uno de los ejes centrales dentro
de la estrategia para salir de la actual crisis
financiera y económica”.
El Gobierno estaba trabajando
en una ley conjunta de renovables y eficiencia,
y recientemente el Presidente del Gobierno
ha anunciado la elaboración de una
ley de economía sostenible.
Greenpeace y APPA consideran
que, ahora que está en vigor la Directiva
de Renovables que España está
obligada a trasponer, es más eficaz
aprobar una ley específicamente de
renovables, como la propuesta por estas dos
entidades, e introducir las disposiciones
relativas a eficiencia energética,
que no disponen de una Directiva europea,
en la ley de economía sostenible.
Dentro de un año,
el 30 de junio de 2010, los diferentes Gobiernos
deben establecer sus Planes de Acción
Nacional, hoja de ruta del desarrollo de las
energías renovables, de los que deberán
tener ya listo un avance en enero del próximo
año con los requisitos especificados
en la Directiva. Esta urgencia de dar un fuerte
impulso a las energías renovables en
la Unión Europea es fruto de la necesidad
de asegurar el suministro energético
mediante fuentes de energía autóctonas
que contribuyan eficazmente a la lucha contra
el cambio climático.
Entre las buenas intenciones
y la voluntad de los Gobiernos
El espíritu y la
norma de la nueva Directiva europea de Renovables
coincide con las propuestas realizadas por
Greenpeace y APPA, al pedir para todas las
tecnologías renovables estabilidad
regulatoria, simplificación administrativa
y facilidad de acceso a la red , y pedir a
los Gobiernos que eliminen las barreras no
económicas para el desarrollo de las
energías limpias. Sin embargo, las
últimas regulaciones del Gobierno español
suponen todo lo contrario, como es el caso
del RDL 6/2009, recientemente aprobado en
el Congreso de los Diputados con los votos
favorables del PSOE, CIU y PNV, la abstención
del PP y el voto en contra de todo el Grupo
Mixto.
APPA y Greenpeace valoran
positivamente la nueva Directiva de Energías
Renovables, ya que da la oportunidad al Gobierno
español de realizar una apuesta decidida
por el sector de las energías renovables.
Esa es la filosofía de su propuesta
conjunta de Ley, la de mejorar un sistema
de apoyo a las energías limpias que
ha servido de modelo en toda Europa.
+ Más
Greenpeace pide al Gobierno
que no defraude las expectativas de la ciudadanía
y anuncie ya el cierre de Garoña
Manifestación hoy
en Bilbao por el cierre de Garoña -
25 junio 2009 - Bilbao, España — Greenpeace
cree que el Gobierno socialista y su presidente,
José Luis Rodríguez Zapatero,
deben satisfacer las demandas de la inmensa
mayoría de la sociedad y, en cumplimiento
de su propio programa, anunciar ya el cierre
inmediato de la central nuclear de Garoña,
cuyo permiso de explotación expira
el próximo 5 de julio.
Hoy tendrá lugar
la manifestación en Bilbao por el cierre
de Garoña convocada por casi 40 colectivos
sociales, ciudadanos y ecologistas, organizaciones
políticas y sindicales, lo que supone
una muestra de que el cierre de Garoña
cuenta con el apoyo de la ciudadanía.
La manifestación se celebrará
esta tarde a las 19.30h y su recorrido comenzará
en la plaza del Teatro Arriaga hacia la plaza
Elíptica.
“Sería inaceptable
que los intereses privados y particulares
de Endesa e Iberdrola se antepusieran al interés
general de los ciudadanos y de la protección
de la salud pública y del medio ambiente”,
ha declarado Carlos Bravo, responsable de
la campaña Nuclear de Greenpeace.
“El poder político
debe imponerse, sin dudarlo, en defensa del
interés general, a la codicia de las
eléctricas, que pretenden seguir lucrándose
con la explotación de esa central nuclear
amortizada pero vieja y peligrosa, que pone
en riesgo nuestra seguridad. El cierre inmediato
de Garoña es la única decisión
acertada que puede tomar el Gobierno”, ha
declarado Juan López de Uralde, director
Ejecutivo de Greenpeace.
+ Más
Ecologistas en Acción
y Greenpeace piden el posicionamiento del
Ministerio de Medio Ambiente a favor del cierre
de Garoña
Las organizaciones ecologistas
realizan una batucada frente al Ministerio
- 28 junio 2009 - Madrid, España —
Ecologistas en Acción y Greenpeace
han organizado una batucada frente al Ministerio
de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para
pedir que la ministra, Elena Espinosa, se
posicione públicamente a favor del
cierre de la central nuclear de Santa María
de Garoña.
Estos grupos consideran
que el Ministerio de Medio Ambiente no puede
permanecer en silencio en el debate público
sobre el cierre de la central y que debe posicionarse
reconociendo abiertamente los graves problemas
medioambientales de la energía nuclear
y su insostenibilidad.
El Ministerio de Medio Ambiente
está obligado a informar a los ciudadanos
sobre los inconvenientes de la energía
nuclear y, por ello mismo, debería
públicamente contrarrestar las posiciones
que emanan del Ministerio de Industria a favor
de la continuidad de la central de Garoña
y que obvian su elevado impacto ambiental
y social.
En primer lugar, está
muy lejos de estar resuelto el problema de
los residuos nucleares, sobre todo los de
alta actividad que emiten radiaciones cancerígenas
durante cientos de miles de años.
No existe futuro en la energía
nuclear. El uranio, el principal “combustible”
de las centrales nucleares, es un recurso
finito y la transición hacia la sostenibilidad
obliga a apostar por energías 100%
renovables. El fin de la vida útil
de una central como la de Garoña es
una oportunidad ideal para avanzar hacia esa
revolución energética.
El cambio climático
no se va a resolver con una apuesta por la
energía nuclear. La sustitución
en masa de las centrales térmicas a
partir de combustibles fósiles por
nucleares terminaría con el uranio
en unos pocos lustros. Además, el tiempo
de construcción de las centrales nucleares
necesarias para ello excedería el tiempo
que queda para que, con la actual tendencia,
sobrepasemos los 2ºC de incremento de
la temperatura media del planeta (los próximos
10-15 años). Esta es la cifra que ha
marcado el IPCC (Panel de Científicos
de Naciones Unidas para el Cambio Climático)
a partir de la cual la probabilidad de que
el cambio climático se dispare será
alta. Asimismo, la energía nuclear
no es una energía libre de emisiones
de dióxido de carbono, pues en todo
el ciclo de procesamiento del uranio (extracción,
concentración, transporte, procesado)
se emplean combustibles fósiles.
La única solución
al cambio climático es la reducción
del consumo de energía, la apuesta
por las energías renovables y el incremento
de la eficiencia.
No existe en el mundo ninguna
planta nuclear 100% segura, y Garoña
mucho menos (sólo en este año
ha sufrido 9 sucesos de seguridad, incluyendo
2 paradas no programadas y una rotura en un
elemento de combustible nuclear). Es mucho
más inteligente apostar por fuentes
de energía que no pongan en juego la
seguridad del planeta y de los seres humanos,
por pequeña que parezca la probabilidad
de accidente.
Por último, Ecologistas
en Acción y Greenpeace recuerdan que
la predecesora en el cargo de Elena Espinosa,
Cristina Narbona, ya ha expresado públicamente
que la central se debe cerrar, y confía
en la que ministra actual cumpla de igual
modo su función de defensa del medio
ambiente.