Las organizaciones
consideran ilegales los nuevos informes del
CSN sobre los escenarios de prórroga
a 2, 4 y 6 años - 29 junio 2009 - Madrid,
España — La Coordinadora estatal antinuclear,
formada por organizaciones y plataformas antinucleares
de todo el Estado español, reclaman
al Gobierno socialista que cumpla con su programa
electoral y que cierre de forma inmediata
la vieja, deteriorada y peligrosa central
nuclear de Garoña, la cual está
plenamente amortizada y es totalmente prescindible
desde el punto de vista energético.
Todos estos colectivos se
reunieron el pasado sábado 27 de junio
en la sede de Greenpeace, en Madrid, para
evaluar la situación relativa a las
promesas del Gobierno socialista de cierre
de Garoña, y para concretar acciones
conjuntas, incluidas las legales. Éstas
ya están en preparación y se
tomarían contra una posible prórroga
de la central, tras conocer la decisión
del Gobierno al respecto, que debe anunciarse
esta misma semana.
En este sentido, han calificado
de inaceptables e ilegales los nuevos informes
del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre
escenarios de prórroga a Garoña
de 2, 4 y 6 años, solicitados por el
ministro de Industria, Miguel Sebastián,
tras haber emitido ya el CSN su informe preceptivo
–pero no vinculante para el Gobierno- el pasado
5 de junio. Sorprendentemente fueron realizados
por el CSN en un tiempo récord de 48
horas. En esos nuevos informes, el CSN rebajaba
sus exigencias iniciales a Garoña,
en caso de que continuara en operación.
El cierre de la central
nuclear de Garoña se ha convertido
en el objetivo central de todos los grupos
ecologistas españoles, que cuentan
con el apoyo de ecologistas portugueses y
franceses.
La central es un modelo
antiguo de reactor BWR, desechado en pocos
años por nuevos modelos del mismo tipo.
Ya su diseñador, General Electric,
en los años 70 cambió el diseño
de estos reactores hasta en seis ocasiones.
Su principal problema es un fenómeno
destructivo denominado agrietamiento por corrosión
bajo tensiones (stress corrosion cracking-SCC),
que ha producido grietas en el barrilete del
reactor y en las penetraciones de las barras
de control, así como problemas múltiples
de corrosión en todo el circuito primario,
el que está directamente en contacto
con el combustible de uranio enriquecido.
Además de las decisiones
tomadas con respecto a Garoña, en la
reunión de la Coordinadora estatal
se abordó la estrategia a seguir para
pedir el cierre de las centrales cuyo permiso
de explotación caduca en breve, la
primera de ellas la de Almaraz, cuyo permiso
caduca en 2010.
También se analizaron
las acciones ya realizadas contra el proyecto
de Almacén Temporal Centralizado (ATC)
que promueve la Empresa Nacional de Residuos
radiactivos (ENRESA). El ATC sería
un cementerio nuclear centralizado para los
residuos radiactivos de alta actividad (el
combustible nuclear gastado) de las centrales
nucleares, cuya gestión es un gran
problema para el cual no existe solución
técnica satisfactoria en ningún
lugar del mundo, a pesar de que se siguen
generando miles de toneladas al año.
Las acciones emprendidas
desde 2006 por los diversos colectivos anticementerio
nuclear y asociaciones ecologistas han logrado
hacer fracasar en la práctica el citado
proyecto, que debía estar ya en plena
construcción, según los planes
iniciales de ENRESA. El ATC ha suscitado un
enorme rechazo social en toda España:
decenas de ayuntamientos, consejos comarcales,
diputaciones provinciales, parlamentos autonómicos
y gobiernos regionales se han posicionado
ya en contra del proyecto de ATC.
Las organizaciones presentes
en la reunión de la Coordinadora antinuclear
han decidido mantener activas sus campañas
contra el ATC, y mejorar su coordinación,
así como recordar al Gobierno que la
puesta en marcha de un plan de cierre, progresivo
pero urgente, de las centrales nucleares es
condición previa para poder generar
el amplio consenso social que se necesita
para poder discutir y avanzar al respecto
de la gestión de los residuos radiactivos.
La minería del uranio
también fue tema de la reunión.
Aunque la última mina de uranio en
España (la de Saelices el Chico, en
Salamanca) cerró en el 2000 por falta
de rentabilidad (de hecho, España importa
el 100% del uranio que se consume en las centrales
nucleares españolas), las empresas
Berkeley Resources (australiana) y Mawson
(canadiense) están realizando estudios
para volver a abrir minas en territorio español.
El Ministerio de Industria
ya ha dado algunos permisos de investigación
y exploración a estas empresas en Salamanca
y Guadalajara, y están solicitados
en Extremadura.
Para los grupos de la Coordinadora
Estatal Antinuclear el actual es un momento
crucial en la lucha antinuclear, pues por
una parte son muchas las centrales que están
al final de su vida útil y por tanto
deberán cerrar en breve, y por otra
la construcción de nuevas centrales
en la coyuntura actual solo es posible en
países donde el Gobierno correspondiente
pueda permitirse tomar decisiones impopulares
y antieconómicas, caso de Rusia o China.
En Occidente no se ha construido ninguna desde
el accidente de Chérnobil y las únicas
que están en construcción, la
de Olkiluoto-3 (en Finlandia) y la de Flamanville-3
(en Francia) están plagadas con numerosos
problemas técnicos y de seguridad,
sobrecostes y retrasos. En concreto Olkiluoto-3
lleva acumulado un retraso de más de
tres años y 1.700 millones de euros
de pérdidas, oficialmente reconocidos.
+ Más
El Director Internacional
de Greenpeace afirma que la energía
nuclear no es solución contra el cambio
climático
Gerd Leipold aboga por el
cierre de la central nuclear de Garoña
- 30 junio 2009 - Madrid, España —
El Director Internacional de Greenpeace, el
alemán Gerd Leipold, ha comparecido
esta mañana ante los medios de comunicación
en Madrid, para dar su visión sobre
la situación de la energía nuclear
en el contexto internacional.
Asimismo, Gerd Leipold ha
animado al Gobierno español a dar ejemplo
de liderazgo internacional en energías
limpias procediendo al cierre inmediato de
la central nuclear de Garoña, lo cual
ha considerado como un primer paso necesario
para eliminar el mayor obstáculo hacia
el nuevo modelo energético basado en
las energías renovables: la energía
nuclear.
En lo referido a la central
nuclear de Garoña, Leipold ha manifestado
que "después de Alemania, España
es el país que mayor esfuerzo ha hecho
en el desarrollo de las fuentes de energía
renovable. El paso de cerrar una vieja central
nuclear, para seguir apostando por un modelo
energético distinto e innovador, debe
ser aplaudido y apoyado por ecologistas de
todo el mundo. Esperamos que Zapatero siga
en este camino y no se deje influir por el
poderoso lobby nuclear. El mundo necesita
un liderazgo diferente, que nos saque de la
inercia que nos lleva hacia el abismo".
En un momento en que la
cuestión del cambio climático
es motivo de intensas negociaciones, de cara
a la Cumbre de Copenhague, Gerd Leipold ha
negado que la energía nuclear pueda
tener papel alguno en la lucha global contra
el cambio climático. Leipold ha enumerado
los motivos por los cuales la nuclear no tiene
ningún papel que jugar:
- La energía nuclear
detrae los recursos necesarios para el desarrollo
de sistemas de eficiencia energética
y energías renovables, y los sistemas
de energía descentralizados necesarios
para un futuro sin combustibles fósiles.
Según el Massachusetts
Institute of Technology (MIT), para que la
energía nuclear tuviera un impacto
en las emisiones habría que construir
unos 1.000 reactores nuevos, un escenario
fuera de la realidad.
- Podemos reducir las emisiones
de carbono de manera mucho más barata
y efectiva utilizando la energía renovable,
y medidas de eficiencia energética.
- Después de medio
siglo de producción de peligrosos residuos
radiactivos, ni un sólo país
del mundo tiene un sistema efectivo de de
aislarlos del medio ambiente durante los cientos
de miles de años en que seguirán
siendo una amenaza.
- La expansión internacional
de la energía nuclear incrementaría
enormemente los riesgos de atentados terroristas,
y de proliferación nuclear. Asimismo,
cada vez será más fácil
el acceso a material radiactivo susceptible
de ser utilizado por parte de grupos terroristas.
- Aunque hubiera recursos,
tampoco habría tiempo para construir
plantas nucleares que tuvieran el mínimo
efecto en las emisiones en los plazos requeridos
por el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio
Climático de la ONU).