10 julio 2009 - DF, México
— Esto si el maíz transgénico
entra a campo mexicano, según la periodista,
investigadora y directora francesa, Marie-Monique
Robin, que se encuentra
en nuestro país para presentar su documental
"El mundo según Monsanto"
"De entrar el maíz
transgénico a México, ya sea
por ensayos a cielo abierto, donde la contaminación
es inevitable, por contrabando de semillas
en el norte del país o por introducción
de maíz a través del Tratado
de Libre Comercio, en 10 o 12 años
se acabará la variedad de maíz
de este país", advirtió
Marie-Monique Robin, periodista, investigadora
y autora francesa del documental "El
mundo según Monsanto" que se proyectará
este sábado 11 de julio en la Cineteca
Nacional, convocada por la campaña
Sin maíz no hay país.
Robin, quien ha investigado
durante más de cuatro años los
mecanismos de Monsanto, esta empresa trasnacional
líder de semillas transgénicas
en el mundo, aseguró durante una conferencia
de prensa en la ciudad de México que
"la contaminación es utilizada
para conseguir lo que no se puede alcanzar
por la vía legal. Lo vi en Paraguay,
lo vi en Brasil, en Argentina y, si se introduce
maíz transgénico en México,
aquí también lo veré".
“La investigación
de esta reconocida periodista, es una alerta
más de lo erróneo y grave que
representa abrir las puertas de nuestro país
al maíz transgénico de empresas
como Monsanto. A pesar de las inquietudes
científicas, medioambientales y de
salud que provoca el consumo de transgénicos,
la empresa se ha caracterizado por ocultar
la verdad a los agricultores y consumidores”,
declaró Aleira Lara responsable de
la campaña de agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace.
“Exigimos al gobierno mexicano
la publicación y consideración
de todos los comentarios que se han vertido
en torno a las solicitudes de siembra de maíz
transgénico en nuestro territorio,
los cuales incluyen argumentos científicos
suficientes para no aprobarlas terminantemente”,
agregó Lara.
"El mundo según
Monsanto" ganó el premio por Mejor
Documental en el Festival Internacional de
Cine de Acadie (Canadá), el Premio
Especial del Jurado en el Festival Internacional
de Cine de Angers y el Premio Rachel Carson
(Noruega), y será proyectado este sábado
11 de julio a las 11 horas en la sala 4 de
la Cineteca Nacional de la ciudad de México.
Entérate de los detalles aquí.
+ Más
El fracaso en Italia se
debe a la ausencia de liderazgo del G8
10 julio 2009 - L'Aquila,
Italia — Culpar a China e India por el fracaso
de las negociaciones es una excusa hueca,
más bien se debe a la falta de liderazgo
del G8; está en manos de los líderes
de los países más ricos tomar
el primer paso para salvar el clima
Las esperanzas de un progreso
en el Foro de las Mayores Economías
(MEF, por sus siglas en inglés), reunido
en el marco del encuentro del G8 en L’Aquila,
Italia, fueron derrumbadas hoy por la falta
de compromiso de los países líderes.
La responsabilidad de dar el primer paso decisivo
y fundamental en avanzar hacia la acción
contra el cambio climático era un compromiso
de los dirigentes de los países más
ricos: ahora han fallado en asumir ese liderazgo.
Cuando los dirigentes de
los países más poderosos del
mundo fallaron en adoptar compromisos ambiciosos
de reducción de emisiones para el mediano
plazo y en poner dinero sobre la mesa para
la adaptación y mitigación en
el mundo en desarrollo, derrumbaron cualquier
oportunidad de un buen resultado en el MEF.
Culpar a China e India por
el fracaso de las negociaciones es una excusa
hueca. El fracaso es la ausencia de liderazgo
de los dirigentes del G8. Como se señaló
ayer, los países del G5 - China, Brasil,
India, México y Sudáfrica- hicieron
un llamado a los países industrializados
para reducir sus emisiones en 40 por ciento
para 2020.
Sin un compromiso de los
países del G8 en invertir 106 mil millones
de dólares de los 140 mil millones
requeridos anualmente para ayudar a los países
en desarrollo para combatir el cambio climático,
el abismo entre ambos grupos de países
seguirá creciendo.
Está en manos de
los líderes de los países más
ricos tomar el primer paso. Son ellos los
que mayor responsabilidad tienen en el fenómeno
del cambio climático ya que son causantes
de más del 47% de las emisiones de
CO2, y son los que menos disposición
demuestran en comprometerse a la acción.