28 julio 2009 - Beijing,
China — Un nuevo informe
de Greenpeace pone de manifiesto que las diez
mejores empresas de energía de China
y su fuerte dependencia del carbón
están obstaculizando los esfuerzos
del país para hacer frente al cambio
climático.
Activistas de Greenpeace
China desplegaron hoy una bandera en frente
de una central eléctrica de carbón
al oeste de Pekín, con la leyenda:
"Salven el clima" y el símbolo
de "No al carbón", para reclamar
a las principales empresas de energía
del país que ayuden a China a abandonar
el uso del carbón y reducir las emisiones
de dióxido de carbono (CO2) a través
de una fuerte mejora de la eficiencia energética
y el desarrollo de las energías renovables.
El informe "Contaminadores
de energía: Ranking de las grandes
empresas chinas de energía" publicado
hoy, revela que las diez principales compañías
de energía proporcionan casi el 60%
del total de electricidad de China. Con la
quema del 20% del carbón de China en
2008, las empresas emitieron un equivalente
de 1,44 millones de toneladas de CO2. En el
2008, las tres mayores empresas (Huaneng,
Datang y Guodian) juntas emitieron más
de del total de las emisiones de Gran Bretaña
en el mismo año.
Yang dijo: "China está
sufriendo los dolores de los fenómenos
meteorológicos extremos como las sequías,
las olas de calor, tifones e inundaciones,
agravadas por el cambio climático.
Estas empresas de energía pueden y
deben ayudar a China a prevenir los desastres
climáticos con un rápido aumento
de la eficiencia y la cuota de las energías
renovables como la eólica y la solar".
En los últimos tres
años y medio, 54,07 gigavatios de las
menos eficientes plantas de carbón
han sido cerrados, lo que es más que
la capacidad instalada total de electricidad
de Australia. Greenpeace insta a las empresas
chinas a rebajar todos los ineficientes de
carbón a menos de 100 megavatios en
2012. De esta manera, China podría
reducir el consumo de carbón en 90
millones de toneladas, y evitar 220 millones
de toneladas de CO2 al año.
De acuerdo al Plan de Desarrollo
de Energía Renovable de China a mediano
y largo plazo, en el 2010 las grandes compañías
de energía, incluyendo las diez que
figuran en este informe, están obligadas
a tener al menos el 3% de su capacidad instalada
proveniente de fuentes renovables no hidráulicas.
Según el informe, a finales de 2008,
ocho de las diez no estaban ni siquiera a
mitad de camino de cumplir este modesto objetivo.
"China todavía
tiene un enorme potencial de convertirse en
el líder mundial en energías
renovables y tecnologías de eficiencia
energética", dijo Yang.
Greenpeace pide al Gobierno
chino que fije un precio para el carbón
que no sólo impulse de manera efectiva
a las empresas de energía a avanzar
rápidamente en energías renovables,
sino que también asegure que, durante
la transición, el carbón se
usará de la manera más eficiente
posible. China debe también doblar
su objetivo nacional de energías renovables
al 30% en 2020.
"A fin de alcanzar
estos objetivos, el sector de la electricidad,
sobre todo las grandes empresas de energía,
debe desempeñar su papel fundamental.
Los desafíos que enfrenta China en
la preparación para Cumbre climática
de las Naciones Unidas celebrada en Copenhague
en diciembre de este año serán
aún mayores sin serias medidas para
que estas empresas reduzcan sus emisiones
", concluyó Yang.
+ Más
Greenpeace celebra la extensión
de la moratoria a los desmontes para soja
en el Amazonas
29 julio 2009 - Amazonas,
Brasil — Otra buena noticia para la campaña
de Greenpeace para proteger la selva amazónica:
la histórica moratoria a la soja de
tres años se ha extendido otro año
más.
Si bien estamos lejos de
terminar con nuestra tarea, la semana pasada
el anuncio de Nike y la actual ampliación
de la moratoria sobre soja amazónica
vinculada a la destrucción ayudarán
a proteger el Amazonas y a la lucha contra
el cambio climático por otro año
más.
Los comerciantes de soja
de Brasil dieron el paso
Hace unos años, el
aumento de la demanda internacional de soja
ha llevado a los agricultores a impulsar la
deforestación amazónica para
hacer espacio para el cultivo de soja. En
2006, publicamos “Consumiendo el Amazonas",
un informe sobre nuestra investigación
sobre los vínculos entre la soja en
las cadenas de suministro de las principales
empresas internacionales de alimentos y la
destrucción de la selva amazónica.
En respuesta a la presión que generó,
los grandes comerciantes de soja que operan
en Brasil anunciaron una moratoria de dos
años, que entró en vigor en
julio de 2006, reduciendo drásticamente
el comercio de soja cultivada en tierras recientemente
deforestadas en la Amazonía.
Tres años no han
sido lo suficientemente largos como para establecer
soluciones permanentes para detener la deforestación
relacionada con la agricultura de soja, y
sin una extensión mucho del arduo trabajo
realizado hasta la fecha se hubiera perdido.
En el anuncio de la extensión
de la moratoria estuvieron el Ministro de
Medio Ambiente brasileño Carlos Minc
y el Grupo de Trabajo de Soja. Las empresas
europeas que apoyaron su creación en
2006, con el fin de poder garantizar que la
soja vinculada a la destrucción del
Amazonas no terminen sus productos, también
elogiaron la extensión.
La moratoria de la soja
es una gran ayuda en la lucha para proteger
el Amazonas, pero no podemos descansar todavía.
Hace sólo dos meses, demostramos la
forma en que la industria ganadera brasilera
contribuye a la destrucción de la selva
amazónica. Poco después de la
publicación del informe "Sacrificando
el Amazonas", las principales compañías
globales y el Banco Mundial comenzaron a cortar
sus vínculos con los mataderos y las
granjas afectadas.
Selvas tropicales y cambio
climático
La deforestación
tropical es responsable de hasta un quinto
de las emisiones de gases de efecto invernadero,
más que todos los de aviones, trenes
y automóviles. Esto ha llevado a Brasil
a convertirse en el cuarto peor contaminante
del clima del mundo, lo que pone de manifiesto
que un cambio climático catastrófico
no puede ser evitado a menos que se detenga
la deforestación.
La Cumbre sobre cambio climático
de la ONU en Copenhague se acerca rápidamente,
y es hora de que los Jefes de Estado se comprometan
a asumir la responsabilidad de presentarse
a la reunión y garantizar un eficaz
acuerdo para tratar de evitar la crisis climática.
Como parte del acuerdo, el presidente Lula
debe comprometerse a detener la deforestación
amazónica en 2015 y los países
desarrollados deben proporcionar el apoyo
financiero de su gobierno para vigilar eficazmente
las necesidades y gobernar la selva. Además,
se necesitan fondos para los millones de personas
que dependen del bosque para desarrollar nuevas
ideas de conservación de las industrias
que no implican el corte en la selva.