La organización recurrirá
en los tribunales la decisión del Gobierno
de prorrogar 4 años la vida de Garoña
- 02 julio 2009 - Madrid, España —
Greenpeace deplora la decisión del
presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, de mantener en
funcionamiento 4 años
más la vieja, deteriorada y peligrosa
central nuclear de Garoña (Burgos).
Zapatero ha incumplido de forma clara su compromiso
electoral, programático y de investidura
de abandonar la energía nuclear, y
ha dado un gran paso atrás en la consecución
de un modelo energético sostenible,
basado al 100% en las energías renovables
y en la eficiencia energética.
Según la organización,
el Gobierno se ha arrodillado ante el lobby
nuclear al conceder a la central un nuevo
permiso de funcionamiento por 4 años.
El Gobierno socialista y el propio Presidente
Zapatero habían reconocido que Garoña
es una central con problemas de seguridad,
amortizada y totalmente prescindible. Aún
más, el Presidente se ha desdicho de
lo que había afirmado previamente en
el Senado y en el Congreso, y en algunos medios
de comunicación, sobre el cierre de
la central en 2011.
“Al final, la codicia de
Iberdrola y Endesa, propietarios de la central,
empeñados en seguir lucrándose
con una central vieja y peligrosa pero totalmente
amortizada, han pesado más sobre Zapatero
y su Gobierno, que el interés general
de la sociedad” ha afirmado Juan López
de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.
“Zapatero demuestra así su falta de
palabra y su incoherencia”.
El Ejecutivo había
reconocido previamente que el cierre de Garoña
no supondría ningún problema
en el suministro de electricidad. Su contribución
energética es muy escasa (el 1,4% del
total, en 2008) y está sobradamente
compensada por la aportación de las
energías renovables (éstas aportaron
en 2007 un 23% del total de la electricidad
generada). De hecho, España exportó
en 2008 una cantidad de electricidad equivalente
a la producida por tres centrales nucleares
como la de Garoña.
Con esta deplorable decisión,
el Gobierno también ha decidido seguir
exponiendo a la población y al medio
ambiente al riesgo de sufrir un accidente
nuclear por parte de esta peligrosa instalación.
La organización recuerda que Garoña
es una central nuclear obsoleta, diseñada
en los años 60 del siglo pasado, e
inaugurada por Franco allá por 1971.
Es de un tipo muy antiguo de reactor que está
“fuera de normativa”. El deterioro y envejecimiento
del reactor de Garoña son muy evidentes.
En una clara demostración
del agotamiento de su vida útil, sufre
desde hace años un proceso de agrietamiento
múltiple por corrosión que afecta
a diversos componentes internos de la vasija
del reactor, el corazón de la central
nuclear, y que no tiene solución. Por
ello se la conoce por la "central de
las mil y una grietas".
Zapatero ha hecho oídos
sordos de las demandas de la ciudadanía,
en clara contradicción con sus repetidas
manifestaciones. Numerosas organizaciones
sociales, ecologistas, sindicales, vecinales
y políticas reclaman desde hace años
el cierre de Garoña, petición
hecha también desde instituciones como
el Parlamento vasco, el Gobierno Vasco y la
Diputación Foral de Álava, entre
otras.
+ Más
Salta conservará
el 80% de sus bosques, pero permitirá
el desmonte de más de un millón
y medio de hectáreas
07 julio 2009 - Salta, Argentina
— El Gobierno de Salta anunció hoy
la culminación del Ordenamiento Territorial
de sus Bosques Nativos que establece que podrán
habilitarse desmontes por más de un
millón y medio de hectáreas,
lo que representa cerca del 20% de los bosques
nativos de la provincia.
“Es muy importante que Salta
haya concluido el Ordenamiento Territorial
de sus Bosques Nativos y que el mismo proteja
de las topadoras el ochenta por ciento de
sus bosques y a los territorios que ocupan
y utilizan las comunidades indígenas.
Sin embargo, teniendo en cuenta la emergencia
forestal en la que nos encontramos, consideramos
excesiva la superficie que estará expuesta
al desmonte, lo que permitirá a la
provincia mantener su ritmo actual de deforestación
por más de una década”, señaló
Hernán Giardini, coordinador de la
campaña de Bosques de Greenpeace.
Mediante un decreto, el
Poder Ejecutivo salteño reglamentó
la ley provincial 7.543, aprobada en diciembre
último, que incluye el mapa de Ordenamiento
Territorial de los Bosques Nativos de la provincia.
El mismo establece: 1.294.778 hectáreas
en la Categoría I – Rojo (áreas
protegidas, no se permite desmonte ni aprovechamiento
forestal), 5.393.018 hectáreas en la
Categoría II – Amarillo (permite aprovechamiento
forestal, no permite desmontes), y 1.592.366
hectáreas en la Categoría III
– Verde (permite su desmonte parcial).
Con esta zonificación,
la futura autorización de desmontes
para el desarrollo agrícola y ganadero
en la provincia de Salta queda reducida a
las zonas establecidas en la Categoría
III – Verde (el 19,23% de sus bosques) previa
aprobación de un estudio de impacto
ambiental y la realización de una audiencia
pública. Las zonas en las que podrán
solicitarse habilitaciones para desmontes
fueron concentradas en regiones que en los
últimos años vienen sufriendo
el avance de la frontera agropecuaria.
“Con el Ordenamiento Territorial
de sus bosques la provincia de Salta da un
paso muy importante, pero con un alto costo
ambiental. Es fundamental que se controle
el avance de la frontera agropecuaria y se
revise periódicamente el impacto de
la deforestación para en el futuro
mejorar esta zonificación. En ese sentido,
esperamos que los estudios de impacto ambiental
y las audiencias públicas que deberán
realizarse antes de aprobar un desmonte se
hagan de manera seria y garantizando la plena
participación de los sectores involucrados”,
afirmó Giardini.
Salta es una de las provincias
con mayores niveles de deforestación
del país. Según datos de la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable de la Nación, entre 1998
y 2002 la superficie deforestada en la provincia
fue de 194.389 hectáreas, mientras
que entre 2002 y 2006 se duplicó la
superficie desmontada, alcanzando las 414.934
hectáreas. La superficie históricamente
deforestada en la provincia asciende a dos
millones de hectáreas.
Durante el año 2007,
en plena discusión parlamentaria por
la Ley de Bosques y evitando la moratoria
que la norma establece, el gobierno de Salta
autorizó en una clara actitud especulativa
el desmonte de cerca de medio millón
de hectáreas.
Luego de un amparo presentado
por varias comunidades indígenas y
campesinas, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación suspendió los permisos
para las actividades de tala y desmonte en
los departamentos de Orán, San Martín,
Rivadavia y Santa Victoria hasta tanto la
provincia realice un estudio de impacto ambiental
acumulativo de la deforestación y finalice
el Ordenamiento Territorial que establece
la Ley de Bosques.
A partir de la sanción
y reglamentación de la Ley provincial
de Ordenamiento Territorial de sus bosques
nativos, Salta cumple con lo dictado por la
Ley nacional de Bosques y está en condiciones
de recibir el Fondo Nacional para el Enriquecimiento
y la Conservación de los Bosques Nativos
(cerca de mil millones de pesos al año)
a distribuirse entre las provincias que sancionen
por ley provincial el Ordenamiento Territorial
de sus zonas boscosas, con el objetivo de
fortalecer la capacidad técnica y de
control, compensar a los titulares que realicen
tareas de conservación y manejo sostenible,
y para fomentar las actividades productivas
que los pequeños productores rurales
y comunidades indígenas realizan en
los bosques.
+ Más
Greenpeace ocupa 4 plantas
de carbón para exigir al G8 una acción
urgente contra el cambio climático
08 julio 2009 - Italia —
Esta mañana, más de 100 activistas
de Greenpeace de 15 países, ocuparon
cuatro centrales eléctricas de carbón
de Italia, en reclamo de que los dirigentes
del G8 reunidos en L’Aquila, Italia, tomen
un decisivo liderazgo contra el cambio climático.
El carbón es el peor
contaminante del clima de todos los combustibles
fósiles. Nuestros activistas hicieron
un llamado a los Jefes de Estado del G8 a
tomar responsabilidad personal para evitar
el cambio climático.
"Los políticos
hablan, pero los líderes actúan",
dice Ben Stewart del Reino Unido. Él
está actualmente en la parte superior
de los 160 metros de altura en la chimenea
de la planta Fusina en Marghera, cerca de
Venecia. Él y otros 14 escaladores
subieron la chimenea y cerca de las grúas
para colgar carteles que dicen: “G-8: Asuman
el liderazgo del clima" y " Revolución
Energética = Empleos limpios”. Otros
5 activistas están bloqueando la cinta
transportadora de carbón de la planta.
Ben no es ajeno a las centrales
eléctricas de carbón. Fue uno
de los seis activistas que fueron absueltos
el año pasado de las acusaciones de
vandalismo, después de pintar la chimenea
de Kingsnorth, la controvertida planta de
energía del Reino Unido. Hoy, vuelve
a la acción y sabe claramente por qué
es importante: "No hay más tiempo
que perder", dice Ben. "Los líderes
del G8 deben dejar de poner los intereses
de las grandes plantas de carbón y
otras industrias contaminantes del clima por
encima del futuro del planeta y tomar medidas
enérgicas y un liderazgo decisivo en
el cambio climático. Esto significa
recortar las emisiones para el año
2020, invertir en la adaptación y mitigación
en el mundo en desarrollo y detener la deforestación
tropical".
En el norte de Italia, 6
escaladores tomaron la vieja planta de energía
en Porto Tolle, escalando una chimenea que
es la segunda más elevada del país.
El Gobierno italiano tiene previsto volver
a abrir la planta como una planta denominada
de "carbón limpio", mediante
la aplicación de una tecnología
experimental llamada captura y almacenamiento
de carbono a pesar del hecho de que, hasta
ahora, ninguna central térmica de carbón
de gran escala está equipada con esta
tecnología, y los expertos dicen que
faltan por lo menos otros 10 años para
que pueda utilizarse, si es que alguna vez
se puede.
Cuando la planta vuelva
a abrir, emitirá más de 10 millones
de toneladas de CO2. Según el Protocolo
de Kyoto, Italia necesita reducir 100 millones
de toneladas de CO2, no aumentar su contaminación
por CO2. Los planes de Italia para la planta
de Porto Tolle podrían socavar sus
compromisos de lucha contra el cambio climático.
En el Vado de Liguria, cerca
de Génova, 11 alpinistas escalaron
las dos chimeneas de la planta de Savona,
colgando una pancarta que reza "Es tiempo
de asumir el liderazgo en el Cambio Climático”.
También en Brindisi,
en el sur de Italia, 6 activistas bloquearon
la cinta transportadora de carbón de
una de las plantas más grandes y contaminantes
de CO2 en el país, y 7 escaladores
– entre ellos el coordinador de la campaña
de Cambio Climático de Greenpeace Australia
y el Pacífico, Julien Vicente – subieron
a la chimenea. Más de 14 millones de
toneladas de CO2 al año salen de la
chimenea de la planta de Brindisi, lo que
es aún más que las emisiones
de los 40 países menos contaminantes
juntos.
"Al bloquear las cintas
transportadoras de carbón, podemos
evitar que el carbón entre en la planta,
y podemos evitar que la planta contamine el
planeta", afirma Julien. "Estamos
tomando una acción directa para salvar
el clima del mundo, ahora necesitamos ver
que el G8 haga lo mismo."
Hoy no es la primera vez
en la semana que los activistas de Greenpeace
desafiaron a los líderes mundiales
a actuar para salvar el clima, o llamaron
la atención sobre los impactos que
el cambio climático está causando
en el mundo.
Ayer, en París, Francia,
activistas de Greenpeace le entregaron el
"mundo" - en la forma de un globo
inflable - al Presidente Lula. Lula estaba
en Francia para recibir el premio a la paz
Félix Houphouët-Boigny en la sede
de la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura) en París.
Dos activistas de Greenpeace
desplegaron dos carteles con la leyenda 'Salven
el clima, Salven el Amazonas ", mientras
un tercer activista subió al escenario
durante la ceremonia para entregarle el globo
inflable al Presidente. Lula lo aceptó
en la tercera oferta. Greenpeace le pide al
mandatario que cumpla su compromiso con el
medio ambiente y en la lucha contra el cambio
climático. La deforestación
del Amazonas coloca a Brasil como el cuarto
más alto emisor de gases de efecto
invernadero a nivel mundial. El Amazonas es
esencial para la salud de nuestro planeta,
porque es de vital importancia en la regulación
de la lluvia, y lo más importante,
un gran sumidero de carbono ya que se ha estimado
que la selva amazónica almacena más
de 10 veces el importe anual de las emisiones
realizadas por los seres humanos, a nivel
mundial.
Hay una enorme brecha entre
el discurso de Lula internacionalmente y la
realidad de las acciones que su gobierno está
tomando para proteger la selva amazónica.
Cuando la destrucción de la selva tropical
representa aproximadamente el 20% de las emisiones
mundiales de gases de efecto, Lula realmente
tiene en sus manos la continuidad de la salud
y la seguridad del mundo.
También ayer en París,
Greenpeace Francia le reclamó al presidente
Nicolas Sarkozy que asuma el liderazgo en
la deuda del cambio climático instalando
en el Río Sena, d un “iceberg” gigante
iluminado.
Los activistas que participaron
de las acciones en Italia hoy vinieron de
muchas partes del mundo - desde el Reino Unido,
los EE.UU., Japón, Alemania, Francia,
Canadá, Italia, Brasil, Finlandia,
Israel, Turquía, Grecia, Polonia, Filipinas,
República Checa, Eslovaquia, Hungría
y España – para realizar un impresionante
reclamo mundial, y no sin buenas razones.
El cambio climático es un problema
mundial y requiere una solución global.
Los líderes del G8 deben mostrar un
verdadero liderazgo para luchar efectivamente
contra la crisis del cambio climático.