20 Jul 2009 - WWF ha puesto
a disposición de la fiscalía
de Medio Ambiente de Huelva un completo informe
sobre el uso de suelo en el entorno de Doñana
desde 2003, fecha de aprobación del
POTAD, hasta la actualidad. La organización
ha solicitado que investiguen los posibles
delitos que se hayan cometido relacionados
con la ocupación ilegal del suelo y
la extracción ilegal de agua del acuífero
Almonte-Marismas.
WWF ha presentado en la
fiscalía de Huelva su informe “Cambios
en el uso del suelo en el entorno de Doñana
entre el POTAD y 2009” sobre el uso ilegal
del suelo Además, se ha personado en
este organismo como acusación en los
casos ya existentes relacionados con la ocupación
ilegal del suelo, para aportar su información
técnica y científica.
Por otro lado, y ante la
falta de respuesta de las diferentes administraciones
implicadas -Junta de Andalucía, Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir y Agencia
Andaluza del Agua-, WWF trasladará
su información sobre pozos ilegales
a la Fiscalía. En los últimos
años, la organización ya ha
denunciado por vía administrativa a
varias fincas con pozos ilegales, ubicadas
en zonas red Natura 2000 y Ramsar. Algunas
habían sido transformadas con posterioridad
al POTAD, Plan de ordenación del territorio
en el ámbito de Doñana, y otras
extraían agua de forma ilegal en zonas
del acuífero en situación crítica.
Según WWF, se estima que existen casi
mil pozos ilegales en el entorno de Doñana.
Sin embargo, la organización no aprecia
que la administración haya actuado.
Ante la ausencia de medidas
por parte de las administraciones competentes,
y a la espera de la aprobación del
plan especial de la fresa, que debe poner
fin a la ocupación ilegal de suelo
y a la sobreexplotación del acuífero,
WWF ha decidido acudir a la jurisdicción
para reclamar la protección del valioso
patrimonio natural de Doñana.
Para Juan Carlos del Olmo,
Secretario General de WWF España: “Es
inadmisible que en un lugar como Doñana
se sigan permitiendo explotaciones ilegales
sobre suelo público y captando agua
de un acuífero que es vital para la
comarca y que se encuentra prácticamente
seco”. Y concluye: ”Por ello, WWF va a emplear
todos los recursos posibles para evitar que
Doñana sufra el mismo proceso de desertificación
que las Tablas de Daimiel”.
+ Más
WWF se lanza al agua para
recordar que el 60% de nuestros ríos
están contaminados
11 Jul 2009 - La organización
ha protagonizado hoy domingo un salto multitudinario
en diversos ríos de España a
través del BIG JUMP, un evento con
el que WWF quiere llamar la atención
sobre el lamentable estado ecológico
de nuestros cauces. Niños y mayores
han participado en este encuentro anual, a
escala europea, en el que miles de personas
reivindican la importancia de poder disfrutar
de unos ríos y limpios y sin contaminación.
En esta ocasión el
evento ha tenido lugar en ríos como
el LLobregat o el Guadalquivir, claros ejemplos
de contaminación fluvial en los alrededores
de grandes ciudades como Barcelona y Sevilla,
privados de zonas de baño debido a
unos altísimos niveles de polución.
Otros ríos en los que se ha dado el
‘gran salto’ han sido el Segura, donde se
acumulan aguas residuales urbanas y agrícolas,
o el Nervión, cuya saturación
de vertidos industriales, en gran medida sin
depurar, lo convierten en uno de los más
contaminados del norte de España.
Por otro lado, el nivel
de contaminación que sufren los ríos
en Madrid es tan elevado que se calcula que
aunque se instalen todas las depuradoras previstas
y se optimice el rendimiento de las existentes,
el nivel de toxicidad de amonio en el agua
del río Jarama en su desembocadura
sería 5 veces superior al que pueden
soportar los peces para vivir.
Además, el Plan Hidrológico
de la Confederación Hidrográfica
del Tajo establece que las aguas de los tramos
bajos de los ríos Jarama y Manzanares
no son apropiadas para uso alguno, por precaución
sanitaria, a pesar de lo cual se utilizan
para riego desde hace décadas. Algo
que, evidentemente, entraña un elevado
riesgo de contaminación de los cultivos.
España, sancionada
por la UE
Este acto constituye un
apoyo directo a la política europea
sobre el agua, contenida en la Directiva Marco
del Agua (DMA). Esta normativa exige a los
estados la recuperación del buen estado
ecológico de todas las masas de agua
dulce de los países: ríos, acuíferos
y humedales.
España se sitúa
a la cola de Europa, junto con países
altamente industrializados, como Bélgica,
Alemania o el Reino Unido. Nuestro país
tiene reiteradas sanciones desde 1998 por
incumplimiento de las directivas de aguas
de baño y depuración de aguas
residuales urbanas. En la actualidad todavía
no se cumple el objetivo de depurar los vertidos
de todas las localidades de más de
15.000 habitantes, previsto para el año
2000.
Pero la mala depuración
de las aguas y los vertidos industriales incontrolados
no son los únicos impedimentos a unos
ríos limpios. Los múltiples
robos de agua a lo largo del cauce del río
provocan que el caudal llegue muy mermado,
eliminando cualquier posibilidad de vida acuática
y de regeneración natural de la calidad
del agua.
Para mejorar la salud de
los ríos, WWF solicita erradicar todas
las captaciones abusivas que sufren los ríos
– como pozos ilegales, campos de golf, o el
mal uso de las aguas de riego –, garantizar
un caudal suficiente desde las presas y separar
la depuración de los vertidos industriales
de los de origen urbano, además de
mejorar el tratamiento para la reutilización
del agua depurada.
Sin zonas de baño
Como consecuencia de la
sentencia de la UE en los años 1998
y 2003 se cerraron cientos de áreas
destinadas al baño en ríos de
toda España, hasta llegar al 40% las
zonas existentes hasta esa fecha. En Madrid
la contaminación del río Jarama
ha llegado a tal extremo que todas las zonas
de baño, a excepción de su nacimiento,
han sido paulatinamente eliminadas. El Jarama
desemboca en el Tajo triplicando su caudal,
aunque todo este aporte de agua está
altamente contaminado, carece de cualquier
tipo de vida piscícola y se ha perdido
por completo la posibilidad de nadar en dos
lugares emblemáticos de baño,
tanto en Toledo, como en Talavera de la Reina.
El BIG JUMP reivindica la
existencia de ríos vivos y saludables
con una calidad suficiente de sus aguas para
permitir, como mínimo, la posibilidad
de nadar en ellos. Este nivel de calidad garantiza
la conservación de la fauna y flora
asociada, así como la capacidad de
autodepuración de posibles vertidos
y mayor fortaleza frente a las extracciones
de agua que puedan sufrir.
+ Más
Según WWF, el periodo
de riesgo de grandes incendios forestales
aumentará en un mes al año por
el cambio climático
14 Jul 2009 - WWF presenta
hoy el “Incendiómetro 2009: bosques
en peligro frente al cambio climático”.
En él, se clasifica a las comunidades
autónomas según su vulnerabilidad
ante los incendios forestales. Castilla-La
Mancha, Castilla y León y Galicia encabezan,
por este orden, la lista. Mientras, Madrid,
Andalucía y Murcia destacan como las
que tienen un menor riesgo de sufrir el impacto
del fuego en sus bosques. Como novedad en
esta edición, WWF analiza también
el problema de los incendios forestales ante
un escenario de aumento de temperaturas, debido
al calentamiento global.
El Incendiómetro 2009 de WWF analiza
la situación general de los incendios
forestales en nuestro país y compara
las políticas aplicadas por cada comunidad
autónoma a la hora de enfrentarse a
este problema. En esta edición, Castilla-La
Mancha, Castilla y León y Galicia figuran
entre los territorios más vulnerables
a los incendios forestales. Por otro lado,
Madrid se sitúa, junto Andalucía
y Murcia, en las posiciones mejor valoradas.
Para elaborar esta clasificación,
WWF ha comparado 21 variables diferentes.
Entre ellas, la inversión en gestión
forestal, el éxodo rural, la frecuencia
y tamaño de los incendios, la intencionalidad
o la detención de culpables.
Asimismo, este año
el informe cuenta con una novedad, el estudio
de la relación entre incendios forestales
y cambio climático. WWF insiste en
este aspecto de cara a la celebración
en diciembre de la Cumbre de Copenhague (Dinamarca),
de la que debe salir el compromiso que dé
continuidad al Protocolo de Kioto.
Según WWF, este nuevo
acuerdo ha de contemplar la reducción
drástica de emisiones de CO2 procedentes
de la deforestación y degradación
forestal. De ahí, la importancia de
combatir los incendios forestales como parte
de la Estrategia Global del Gobierno para
luchar contra el cambio climático.
Cabe recordar que los incendios en el mundo
son responsables de aproximadamente el 20%
de las emisiones de C02, unos 6.000 millones
de toneladas al año. En el caso español,
se cifran en 6 millones de toneladas de C02,
cantidad equivalente a lo que emite una ciudad
de un millón de habitantes como Sevilla
o Zaragoza.
La organización insiste
en que los incendios no sólo contribuyen
a este problema, sino que, además,
se verán a su vez agravados en un escenario
climatológico que se recrudece. Los
científicos advierten que en el próximo
cuarto de siglo habrá temperaturas
más elevadas, menos precipitaciones,
aunque más intensas, y mayor velocidad
del viento en verano.
El estudio de WWF refleja
que, si en 2050 el aumento de la temperatura
global supera los 2º C, habría
entre dos y cuatro semanas más al año
de riesgo extremo de incendios forestales
en España. El informe advierte, además,
que en este escenario aumentarán las
probabilidades de que se produzcan Grandes
Incendios Forestales (GIF), es decir, aquellos
que superan las 500 hectáreas afectadas.
En cuanto a la valoración
de la lucha contra este problema de los últimos
cinco años, WWF evalúa de forma
positiva las medidas aplicadas desde 2005.
Sin embargo, incide en que es pronto para
concluir si los buenos resultados de los dos
últimos años han obedecido a
estas políticas o se han debido también
a su combinación con condiciones meteorológicas
favorables.
El Incendiómetro
2009 de WWF concluye que los avances más
notables de este año se han producido
en los factores con resultados tangibles a
corto plazo, como es el caso de la investigación
de causas. En la actualidad casi todas las
CC.AA. conocen ya el 75% de las causas de
los incendios. De igual forma, los sistemas
de extinción han alcanzado un elevado
grado de madurez en la mayoría del
territorio nacional, al tiempo que se ha progresado
en la detención de los culpables, si
bien todavía hay un amplio margen para
la mejora.
Sin embargo, no se ha reducido
suficientemente el número de siniestros,
ni se ha evolucionado en aspectos estructurales.
Es decir, los que requieren políticas
a largo plazo y cuyos efectos, aunque son
decisivos, tardan más tiempo en producirse.
Así, la gestión forestal planificada
sigue siendo la gran asignatura pendiente
y la inversión pública en el
monte, insuficiente. Tampoco se está
revirtiendo el éxodo rural, por lo
que decrece el interés por el medio
rural, haciéndolo más vulnerable
al fuego.
Como máximo exponente
de estas carencias destacan los datos sobre
Grandes Incendios Forestales (GIF). No hay
que olvidar que en menos del 0,2% de los siniestros
(unos 15 al año) se quema el 34% de
la superficie total. Este problema no se ha
atajado aún desde su raíz a
pesar de las crecientes inversiones, ya que
tras él se ocultan deficiencias graves
en la estructura del territorio.
WWF mantiene que la forma
de luchar contra los Grandes Incendios Forestales
es vertebrar mejor el territorio. Esto significa
que el sistema de financiación en el
terreno forestal ha de ser más coherente
y solidario entre autonomías. Por tanto,
no debe basarse únicamente en el número
de habitantes de las CCAA, sino también
en aspectos como la densidad de población,
la superficie o el valor de los recursos naturales.
De igual forma, es necesario que se refuerce
el compromiso político con la gestión
forestal.
Según Juan Carlos
del Olmo, Secretario General de WWF España:
“La conservación de los bosques debería
ser una prioridad en el reparto de los fondos
entre autonomías”. Y añade:
“Esta es la única forma de que comunidades
con grandes extensiones de bosques y pocos
recursos puedan frenar los incendios forestales”.
Los incendios forestales
en cifras:
• 20.000 incendios al año
en las dos últimas décadas
• 150.000 hectáreas quemadas al año
como media
• En el 0,2% de los siniestros se quema el
34% de la superficie total
• Más del 40% de las emisiones de CO2
por incendios proceden de Castilla y León
y Galicia
• 5.500 euros de pérdidas por hectárea
quemada
• 16.737 millones de euros de pérdidas
al año desde 1991 a 2008
• 96 por ciento de los casos, el hombre es
el responsable