23 julio 2009 - DF, México
— Los Tuxtlas, la región Purépecha
y el Gran Bosque de Agua: fracasos de la política
forestal; estos tres casos
muestran que Proárbol no ha frenado
la deforestación en México y
que nuestro país no está preparado
para afrontar los compromisos asumidos a nivel
internacional en torno al cambio climático,
ya que no existen políticas adecuadas
de aprovechamiento y conservación de
los recursos forestales
La política forestal
federal, ejecutada actualmente a través
del programa Proárbol, es la causante
de la deforestación en México,
porque no preserva los bosques y selvas y
sí permite que se transformen en potreros
para ganado, zonas agrícolas y áreas
urbanas (1) que generan más cambio
climático, denunció Greenpeace.
"Si el presidente Felipe
Calderón es serio en su compromiso
de reducir nuestras emisiones de GEI en 50
por ciento para 2050, debe comenzar por diseñar
una política forestal eficaz, que tenga
como prioridad impulsar el buen manejo forestal
comunitario, con el fin de detener la deforestación
a más tardar en el año 2020",
explicó Héctor Magallón,
coordinador de la campaña de bosques
de Greenpeace.
Proárbol, cuya prioridad
es impulsar la reforestación y las
plantaciones forestales comerciales en vez
de frenar la deforestación, no ha impedido
que cada año se pierdan alrededor de
500 mil hectáreas (ha) de bosques y
selvas; lo que sigue ubicando a México
como uno de los cinco países con mayor
deforestación en el mundo y uno de
los 20 países que más contribuyen
al cambio climático. Peor aún,
desde la renuncia de José Cibrián
Tovar, en marzo pasado, la Comisión
Nacional Forestal (Conafor) carece de titular,
lo que agrava más la situación
de nuestros bosques.
“Se ha demostrado que los
monocultivos de árboles no forman bosques
y que la reforestación no detiene la
pérdida de masa forestal. Ninguna de
estas acciones evita el avance de la frontera
agrícola y ganadera, ni de la mancha
urbana sobre estos ecosistemas”, continuó
Magallón.
Deforestación en
la región Purépecha: agricultura
y crecimiento urbano
En abril de 2009, Greenpeace
sobrevoló la región Purépecha,
donde cada año se deforestan 509 hectáreas
(ha) debido a la agricultura y el crecimiento
urbano. De ahí proviene casi el 75
por ciento de la producción estatal
de aguacate y 65 por ciento de la nacional.
Anualmente, 479 ha de bosques
de la zona son sustituidas por monocultivos
de este fruto (3). De acuerdo con información
de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), la superficie destinada a la producción
de aguacate en el estado pasó de 31
mil ha en 1980 a más de 106 mil ha
en 2009, en las que se proyecta obtener 1
millón 200 mil toneladas de este cultivo
(4).
Entre 1976 y 2005 los bosques
de 11 municipios de la región Purépecha
se redujeron de 221 mil ha a 201 mil ha (3).
"La alta demanda de aguacate ha impulsado
el cambio de uso de suelo, a costa de los
bosques. Si bien los recursos forestales de
esta zona han estado sometidos a una fuerte
presión a lo largo de los últimos
30 años, es claro que el Proárbol,
como se aplica actualmente, no ha impedido
la deforestación de la región”,
afirmó Paloma Neumann, integrante de
la campaña de bosques de Greenpeace.
“De acuerdo con estimaciones
oficiales, al menos 14 por ciento de las emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) provienen
del cambio de uso de suelo (2). Esta transformación
de los ecosistemas forestales en terrenos
para ganado, agricultura y urbanización
ha ocurrido por décadas y sigue. Así
lo constatamos en la región Purépecha,
en Michoacán; en Los Tuxtlas, Veracruz,
y en el Gran Bosque de Agua, en el centro
del país. Estos casos demuestran que
la política forestal no ha revertido
la deforestación, la cual conlleva
pérdida de biodiversidad, desabasto
de agua y más cambio climático”,
explicó Neumann.
Deforestación en
Veracruz: ganadería y cultivos comerciales
En mayo pasado, Greenpeace
recorrió Los Tuxtlas, Veracruz, donde
en 1972 había 97 mil ha de bosque mesófilo,
selva húmeda, bosque de pino y de encino.
En 1993 quedaban 54 mil ha, 56 por ciento
de la cobertura original.
La mitad de esta pérdida
ocurrió entre 11000 y 1993, a un ritmo
de 9.42 por ciento anual (5). Un estudio realizado
en la zona estima que para 2020 quedarán
7,360 ha de selvas en esa región (6).
En Veracruz, la deforestación se debe,
principalmente, a la ganadería extensiva
y los cultivos comerciales. En total, dicho
estado ya perdió 91 por ciento de su
cobertura forestal (7).
“Aunque no hay estudios
más recientes que evalúen la
deforestación en los Tuxtlas, desde
el aire se puede constatar que el desmonte
para introducir ganado sigue. Esto muestra
que, a pesar de que el presupuesto destinado
a la Conafor pasó de 265 millones de
pesos en 2001 a 5 mil 500 millones de pesos
en 2009 (8), no ha generado los mecanismos
para que quienes habitan en los bosque puedan
vivir dignamente de sus recursos naturales
sin destruirlos, por lo que se ven obligados
a introducir cultivos y ganado o a vender
sus tierras para obtener ingresos”, continuó
Neumann.
¿Y el Gran Bosque
de Agua?
En el Gran Bosque de Agua
(GBA) ubicado entre el DF, Cuernavaca y Toluca,
la mancha urbana del Distrito Federal avanzó
sobre los ecosistemas forestales a un ritmo
de casi una hectárea diaria en los
últimos 60 años (9).
La existencia de caminos
y carreteras ha favorecido la formación
de asentamientos urbanos en la región.
De acuerdo con el INEGI, en el año
2000 habían 206 localidades dentro
del GBA, donde vivían más de
56 mil personas, de las cuales, más
de la mitad se concentraban en cuatro poblados:
Huitzilac, Tres Marías, Tepoztlán
y Santa Catarina.
“La gente que vive en el
GBA no ha recibido apoyo para vivir dignamente
de sus bosques, por ello es presa fácil
de especuladores que le ofrecen dinero por
sus tierras. Las campañas de reforestación
o el pago por servicios ambientales que ofrece
Proárbol no han logrado revertir la
presión del avance de la mancha urbana
en ésta y otras zonas. Por si esto
fuera poco, en julio de 2008, la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales aprobó
la construcción de la Autopista Lerma-Tres
Marías, la cual acelerará el
crecimiento urbano en la región. Esto
compromete el abasto de agua del centro del
país, ya de por sí escaso, y
contribuye a generar más cambio climático
en la zona”, explicó Magallón.
Numeralia de bosques:
A principios de siglo la
pérdida total de los ecosistemas forestales
de nuestro país alcanzó 47 millones
651 mil 200 hectáreas (1).
A pesar de la creación
de la Conafor, en 2000, esa tendencia se mantuvo,
y en 2002, menos del 51 por ciento del país
conservaba vegetación primaria o poco
alterada (1).
El 27.5 por ciento del país
estaba cubierto por zonas agrícolas
(31 millones de ha), de uso pecuario (18.7
millones) y asentamientos humanos y áreas
urbanas (1.27 millones).
Se habían perdido
10 millones 328 mil 900 ha de selvas húmedas;
9 millones 422 mil 300 ha de selvas subhúmedas;
12 millones 900 mil ha de bosques templados;
9 millones 100 mil ha de matorrales xerófilos
y más de 5 millones 900 mil ha de pastizales
(1).
— Greenpeace México
Notas:
1. Velázquez, Alejandro, La dinámica
de la cubierta forestal de México,
Centro de Investigaciones en Geografía
Ambiental, UNAM, Campus Morelia / http://www.smf.mx/C-Global/webCubFor.htm;
Estado y transformación de los ecosistemas
terrestres por causas humanas”, Sánchez,
Salvador, et al. En “Capital Natural de México,
Conabio.
2. Informe México: Tercera Comunicación
Nacional ante la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Instituto Nacional de Ecología.
México. 2006.
3. Garibay Orozco, C. y G. Bocco Verdinelli.
En prensa: Situación actual en el uso
del suelo en comunidades indígenas
de la Región Purépecha, 1976-2005.
INE-CIGA, UNAM. México.
4. http://www.siap.sagarpa.gob.mx/index.php?idCat=107Servicio
de Información Agroalimentaria y Pesquera,
SAGARPA,
5. Guevara, S., Sánchez-Ríos,
G. y R. Landgrave. “La deforestación”
en: Guevara, S.; Laborde, J. y G. Sánchez-Ríos.
Los Tuxtlas. El paisaje de la Sierra. Instituto
de Ecología, A. C. y Unión Europea.
Xalapa, Veracruz. México. pp. 814-109.2004.
6. Dirzo, R. y M. C. García. Rates
of deforestation in Los Tuxtlas, Veracruz,
México. Conservation Biology 6 (1):84-90.1992.
7. Paré, L. y T. Fuentes. Gobernanza
ambiental y políticas públicas
en Áreas Naturales Protegidas: lecciones
desde Los Tuxtlas. Instituto de Investigaciones
Sociales, Universidad Nacional Autónoma
de México. México. 2007.
8. http://www.apartados.hacienda.gob.mx/presupuesto/temas/pef/2009/index.html
9. Informe Asentamientos irregulares en el
suelo de conservación del Distrito
Federal, PAOT, 2003.