06 Aug 2009 - WWF afirma
que, en lo que va de año, en sólo
22 siniestros de los casi 10.000 ocurridos,
ha ardido más de la mitad de toda la
superficie incendiada. Lo que va de año
convierte a 2009 en el segundo peor período
del decenio en cuanto a superficie afectada
y también por número e impacto
de los Grandes Incendios Forestales. Estos
datos ratifican las carencias de las políticas
forestales españolas en gestión
forestal, para hacer que el bosque sea menos
vulnerable a los grandes incendios. En total,
se han quemado 70.000 hectáreas, lo
que supone unas pérdidas de 385 millones
de euros.
WWF denuncia que más del 50% de la
superficie quemada en lo que va de año
ha tenido lugar en sólo 22 siniestros,
de los 9.915 que ha habido, lo que equivale
al 0,22% del total. Esta crítica situación
se produce a pesar de que la eficacia de los
dispositivos de extinción (porcentaje
de conatos) ha sido similar a la de 2008,
un año meteorológicamente muy
favorable, en el que los retenes consiguieron
controlar en fase de conato más del
58% de los siniestros.
El hecho de que no haya
empeorado la eficacia de los medios de extinción,
aunque hasta la fecha ya se han producido
1.200 siniestros más que durante 2008,
confirma que es imprescindible avanzar en
estrategia política para acabar con
esta amenaza. En concreto, WWF pide que se
refuerce la presión judicial y que
se desarrolle en España una política
forestal que dinamice el bosque como motor
de un modelo socioeconómico sostenible
con el medio rural.
La valoración del
impacto económico por las 70.000 hectáreas
ardidas hasta el momento arroja unas pérdidas
estimadas en unos 385 millones de euros, que
habría que sumar a los gastos de extinción
y prevención.
WWF España identificó
en su informe “Incendiómetro 2009”
graves diferencias entre las comunidades autónomas
en cuanto al esfuerzo de inversión
que realizan, así como de gestión
forestal. Lo que es muy grave en un medio
rural despoblado, envejecido y vulnerable
frente a las condiciones climatológicas
típicas del verano en España,
que pueden agudizarse con el cambio climático.
Con relación al número
de siniestros producidos en la primera del
año (9.915), la cifra es muy elevada,
siendo sólo un 4% inferior a la media
del decenio, pero un 22% superior a la de
2008 y casi el doble que la de 2007. Hasta
la fecha, este incremento sitúa a 2009
como el segundo peor año del decenio
en cuanto a superficie afectada y el peor
por número e impacto de los Grandes
Incendios Forestales (GIF).
Según Félix
Romero, Responsable del Programa de Bosques
de WWF España, “A pesar de estos datos,
si no tuviéramos más incendios
en los próximos seis meses, 2009 aún
podría ser en el segundo mejor año
de la década en cuanto a superficie
quemada, con 70.000 hectáreas”. Para
conseguirlo, WWF insiste en su llamamiento
a la sociedad para evitar originar incendios
por descuidos y para colaborar con los cuerpos
y fuerzas de seguridad del Estado, con el
fin de disuadir a los incendiarios y facilitar
su identificación y detención.
Notas para el editor:
1. Los datos están
basados en la información del Ministerio
de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino hasta
el mes de julio. Se comparan las cifras con
las de los años anteriores hasta la
misma fecha.
2. Se habla de conato cuando
el incendio afecta a una superficie inferior
a una hectárea y de Grandes Incendios
Forestales (GIF) cuando se queman más
de 500 ha.
+ Más
WWF denuncia que las carreteras
de Doñana son una trampa mortal para
los linces
27 Aug 2009 - Madrid, 27
de agosto de 2009. Esta mañana ha aparecido
un nuevo lince muerto en Doñana, atropellado
en la carretera entre Almonte y Matalascañas
(Huelva). Se trata del segundo suceso en la
comarca durante el año 2009. WWF reclama
acciones contundentes para reorientar la política
de carreteras, con el fin de acabar con la
mayor causa de mortalidad de la especie en
la zona.
La carretera A-483, a la altura del Polígono
de Matalagrana, ha sido el escenario de la
segunda muerte de un lince en Doñana
en lo que llevamos de año. Ambos sucesos
se suman al atropello de otro ejemplar el
pasado fin de semana en Andújar (Jaén),
lo que eleva a 3 el número de animales
muertos en la carretera en 2009.
Para WWF resulta lamentable
que esta muerte se produzca justamente en
la carretera que ha registrado el mayor número
de atropellos de toda la zona, al tratarse
de uno de los corredores de desplazamiento
más conocidos de la especie.
En definitiva, esta nueva
muerte refleja la falta de una política
eficaz por parte de la Junta de Andalucía
para reducir la principal causa de mortalidad
de la especie en Doñana.
La organización explica
que el optimismo mostrado por las autoridades
en los últimos tiempos debido a la
disminución del número de muertes
por atropellos es absolutamente infundado.
Este descenso se encuentra relacionado con
factores poblacionales, como enfermedades
y dispersión hacia zonas más
seguras, y no con la eficacia y el número
de actuaciones de mejora realizadas en las
carreteras del entorno.
Pese a que los atropellos
constituyen la causa de mortalidad conocida
más importante en Doñana en
la última década, no ha existido
por parte de la Junta de Andalucía
una clara política orientada a disminuir
el tránsito de vehículos por
la comarca. Todo lo contrario, el interés
de la administración se ha centrado
en incrementar el tamaño y la capacidad
de las carreteras, para facilitar el tránsito
de los vehículos.
Así lo demuestra
la circunvalación de El Rocío
-en construcción en estos momentos-
o la ausencia de decisiones sobre el camino
agrícola, ilegalmente asfaltado, entre
Villamanrique de la Condesa y El Rocío,
pese a que este caso está pendiente
de juicio en el Tribunal de Luxemburgo.
La mayor parte de las medidas
aplicadas (como los pasos de fauna o el tan
controvertido vallado de la carretera en El
Rocío y Matalascañas) han sido
concretas y parciales, sin que se haya elaborado
hasta la fecha un plan general orientado a
resolver el problema de forma definitiva.
Para Luis Suárez,
responsable del Programa de Especies de WWF
España: “Es inaceptable que sigan muriendo
linces atropellados en Doñana y, además,
en los mismos lugares de siempre. La Junta
de Andalucía debe desarrollar urgentemente
un plan de movilidad sostenible, que incremente
la conectividad y la permeabilidad del espacio
para frenar esta sangría continua de
linces. De no ser así todos los esfuerzos
para salvar la especie pueden ser baldíos”.
Los linces que sobreviven
en el entorno de Doñana se estiman
actualmente en unos 50 ejemplares. Según
datos de la Consejería de Medio Ambiente
de la Junta de Andalucía, desde el
año 2001 han muerto en esta zona 46
linces, lo que evidencia la gravedad de la
situación.
WWF advierte que el incremento
en el número de cachorros y el establecimiento
de núcleos reproductores en zonas alejadas
del interior del Parque Nacional hacen que
el riesgo de atropello vuelva a ser muy alto
y que accidentes de este tipo se puedan repetir
en los próximos meses.