27 agosto 2009 - DF, México
— Con un planeta en llamas, Greenpeace exigió
en la Secretaría de Relaciones Exteriores
que la delegación mexicana,
que asistirá a la cumbre del clima
sobre Cambio Climático dentro de 100
días en Copenhague, se comprometa verdaderamente
para salvar el clima
Píntale la raya al
cambio climático y sé un activista
del clima
Cerca de 20 activistas llevaron
a la explanada de la Secretaría de
Relaciones Exteriores (SRE), un globo terráqueo
en llamas, de tres metros de diámetro,
con el mensaje: "¡Se acaba el tiempo.
Salven el clima!".
Esto sucedió en el
marco de los 100 días del inicio de
la 15ª Conferencia de las Partes (COP)
de la Convención Marco de Naciones
Unidas sobre Cambio Climático que se
llevará a cabo en diciembre en Copenhague,
Dinamarca.
"El tiempo se acaba.
Es necesario llegar a la COP con una política
viable y clara de reducción de emisiones
de GEI ante el acelerado avance del cambio
climático", advirtió Susana
Cruickshank, directora de campañas
de Greenpeace México.
Ante la falta de compromisos
efectivos y ambiciosos en la lucha contra
el calentamiento global por parte del gobierno
mexicano, Greenpeace México urgió
al presidente Felipe Calderón y a los
funcionarios que participarán en dicha
cumbre a actuar de manera inmediata con un
acuerdo de protección al clima.
Hasta ahora, la temperatura
promedio del planeta se ha elevado 0.6°C,
pero de alcanzar un incremento de 1.5°C,
las consecuencias serán irreversibles
y si el aumento llega a los 2°C, los daños
serán catastróficos.
México se encuentra
entre los 12 países con mayores emisiones
de gases de efecto invernadero a nivel mundial,
y por ello es necesario que asuma metas ambiciosas
de adopción de energías renovables
y medidas para frenar la deforestación.
Greenpeace exige al gobierno
federal:
1) Llamar a los gobiernos
de países desarrollados a adquirir,
como grupo, compromisos vinculantes de reducción
de emisiones en un 40 por ciento respecto
a los niveles de 11000 para el año
2020.
2) Que los países
industrializados paguen sus permisos de emisiones
a fin de generar un fondo financiero de por
lo menos 140 mil millones de dólares
anuales, destinado a promover las energías
limpias y otras actividades de mitigación,
protección de los bosques y selvas,
y los programas de adaptación al cambio
climático de los países en desarrollo.
3) Acciones de mitigación
para países en desarrollo, financiadas
por los países desarrollados.
4) Un mecanismo de financiamiento
para detener la deforestación y las
emisiones que provoca en los países
en desarrollo para el año 2020.
5) La exclusión de
tecnologías no sustentables, como la
energía nuclear y el secuestro de carbono,
entre otras.
6) Financiamiento e impulso
al desarrollo de tecnologías limpias
y la creación de capacidades para la
implementación de éstas.
7) Desarrollar mecanismos
financieros y legales viables para el desarrollo
de políticas públicas de mitigación
y adaptación ante el cambio climático.
Greenpeace pide al Ministro
de Fomento y a Capitanía Marítima
investigar las causas del vertido de Huelva
+ Más
CEPSA debe ser expedientada
y sancionada
03 agosto 2009 - Huelva,
España — Greenpeace ha dirigido una
carta al ministro de Fomento José Blanco
solicitando que abra una investigación
lo antes posible para que sean depuradas las
responsabilidades y se sancione a los culpables
del vertido producido el pasado jueves en
las instalaciones de CEPSA en Huelva. Los
restos de hidrocarburos del vertido ya han
llegado a las playas de Huelva y Cádiz,
así como al Parque Nacional de Doñana.
Igualmente la organización
ha dirigido otra carta al Capitán Marítimo
de Huelva para solicitar que considere a los
ecologistas como interesados y comparecidos
en el expediente correspondiente, con el fin
de tomar las acciones legales pertinentes.
Este nuevo vertido al mar
causado por el derrame de toneladas de hidrocarburos
(30 toneladas según la subdelegación
del Gobierno en Huelva) procede de las operaciones
de descarga del buque SCF Caucausus en la
refinería que CEPSA tiene en Palos
de la Frontera. Además, de afectar
a más de 15 km de costas ha alcanzado
parajes de alto valor ecológico como
es el Parque Nacional de Doñana. A
pesar de las tareas de limpieza y el uso en
alta mar de productos dispersantes es previsible
que sigan llegando manchas de combustible
a las costas durante los próximos días.
Todavía hay que evaluar
los daños ambientales que este vertido
va a producir en las fauna y flora de la zona,
como los perjuicios económicos sobre
el turismo y las pesquerías del área
afectada. Ni la Junta de Andalucía
ni la subdelegación del Gobierno en
Huelva han aclarado aún qué
tipo de hidrocarburo es el que se ha vertido,
cuánto se ha recogido en alta mar ni
cuánto ha llegado a las costas.
En casos como el actual
vertido causado por CEPSA no sólo se
debe esperar a recoger hidrocarburos en las
playas, sino que deben primar las operaciones
de limpieza en alta mar. El objetivo es evitar
que el combustible se hunda por la acción
de los productos químicos empleados
para disolver la mancha y termine afectando
a los ecosistemas marinos o llegue a la costa.
“Todas las operaciones de descontaminación
tendrán que ser costeadas por la empresa
responsable del accidente, a la espera de
las sanciones correspondientes, dado el reiterado
historial de vertidos con los que cuenta la
empresa en Huelva”, ha declarado Julio Barea,
responsable de la campaña Contaminación
de Greenpeace.
+ Más
Empresas como Bimbo o Hero
garantizan a Greenpeace que no venden transgénicos
Por el contrario, Nestlé
o Unilever no han dado las garantías
suficientes para figurar en la lista verde
- 05 agosto 2009 - España — Greenpeace
presenta hoy una nueva actualización
de la Guía Roja y Verde de Alimentos
Transgénicos, disponible a través
de la página web de Greenpeace (1).
Varias empresas que figuraban en la lista
roja han entregado a la organización
la documentación necesaria que garantiza
que no emplean ingredientes transgénicos
en sus productos.
Bimbo/Martínez (panadería,
bollería), Virginias (galletas, turrones,
chocolatinas, caramelos) o Hero (mermeladas,
zumos, alimentos infantiles), que habían
permanecido en la lista roja por no poner
a disposición de la organización
los documentos requeridos, pasan ahora al
listado verde.
Sin embargo, a pesar de
que, teniendo en cuenta el rechazo social,
la inmensa mayoría de los fabricantes
ha decido abandonar estos peligrosos ingredientes,
existen todavía empresas que no ofrecen
a Greenpeace las suficientes garantías
de ausencia de transgénicos en sus
productos, como Nestlé (Nestlé,
Numil) o Unilever (Knorr, Ligeresa, Tulipán,
Flora, Frigo, etc). Greenpeace, atendiendo
a la realidad de los mercados y del comecio
internacional de materias primas, considera
que es perfectamente posible para una gran
empresa rechazar los transgénicos,
como lo siguen haciendo Kraft Foods (Kraft,
Côte D'Ord, Milka, Toblerone, Oreo,
Artiach), Santiveri, Coca Cola o Heineken.
Además, las investigaciones
de los Observadores de Transgénicos
de Greenpeace han llevado a descubrir nuevos
productos en cuya etiqueta figura que emplean
transgénicos, como por ejemplo, Bizcochón
PIT, Salsas VéGé, Lecitina Natur
Tierra, Salsas Tre, Salsa MariCarmen, Bollería
Mar Terra o Panadería Tradicional.
Estos etiquetados aparecen en la guía
con un icono específico y se pueden
encontrar las fotos de sus etiquetas en una
sección específica de la página
de Greenpeace (2).
“A pesar del rechazo de
los consumidores por los alimentos transgénicos
y de los demostrados riesgos que estos cultivos
suponen para el medio ambiente, la salud y
la economía, algunas empresas siguen
sin querer garantizar que no utilizan este
tipo de ingredientes” ha declarado Juan-Felipe
Carrasco, responsable de la campaña
de Transgénicos de Greenpeace. “Es
perfectamente posible optar por los ingredientes
no transgénicos. Mientras empresas
como Hero producen alimentos infantiles libres
de transgénicos, es grave que Nestlé
o Unilever prefieran mantener una sospechosa
política de opacidad en lo relativo
a las materias primas empleadas”, añade.
El Gobierno tolera que en
España se sigan cultivando 80.000 hectáreas
de MON 810, el mismo maíz transgénico
que han prohibido seis países de la
UE. “El Ejecutivo español sigue situándose
en el campo de los que favorecen a las cuatro
empresas agrobiotecnológicas que pretenden
inundarnos de 'alimentos Frankestein', despreciando
la salud de los ciudadanos y la protección
del medio ambiente", ha afirmado Carrasco.
La autorización por
diez años para el cultivo del MON 810
ha caducado y la UE debe tomar una decisión
sobre su reautorización. En ese contexto,
la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA en sus siglas en inglés) emitió
a finales de junio su dictamen, según
el cual el MON 810 es seguro (2). Sin embargo,
el análisis científico de este
dictamen, realizado por encargo Greenpeace
y Amigos de la Tierra, revela errores y omisiones
graves en el documento de la EFSA y pone en
duda las conclusiones de este organismo (3).
Cuando un consumidor consulta
al fabricante de un alimento, se encuentra
con que la empresa le contesta que cumple
la legislación; sin embargo eso no
significa que ese consumidor deje de consumir
transgénicos. En España no se
han desarrollado los mecanismos de trazabilidad
a los que obliga la legislación Europea
y por ello no es fiable el hecho de que en
la etiqueta de un alimento no figuren ingredientes
transgénicos. Además, se permite
la presencia de hasta 0,9% de transgénicos
sin obligación de etiquetado. Este
es el caso, por ejemplo, de Unilever, quien
contesta que cumple la legislación
pero no garantiza a Greenpeace la no utilización
de transgénicos.
Además los derivados
animales escapan en la UE a dicho etiquetado,
por lo que el 80% de los transgénicos
se incorporan a la cadena alimentaria sin
que los ciudadanos sean conscientes de ello.
Además los transgénicos se cultivan
sin las mínimas garantías de
seguridad. Los Ministerios de Medio Ambiente,
Rural y Marino y de Ciencia e Innovación,
en lugar de defender los intereses de los
ciudadanos, se han decantado claramente por
los de las transnacionales del sector, poniendo
en grave peligro el presente y el futuro de
la biodiversidad y de la alimentación.
“En este contexto político,
las reacciones de las empresas que deciden
estar en la lista verde son un paso fundamental
para los ciudadanos españoles, quienes
disponen ahora de un mayor número de
productos que pueden consumir sin temor a
estar ingiriendo derivados de cosechas transgénicas”,
ha concluido Carrasco.
(1) http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/consumo/gu-a-roja-y-verde
(2) http://www.greenpeace.org/espana/footer/search?sort=newest&q=productosetiquetados
(3) http://www.efsa.europa.eu/EFSA/efsa_locale-1178620753812_1211902628240.htm
(4) Cotter, J. & Mueller,
W. 2009. , A critique of the European Food
Safety Authority’s opinion on genetically
modified maize MON810. Greenpeace Research
Laboratories Technical Note 05/2009.
http://www.greenpeace.org/espana/reports/una-cr-tica-al-dictamen-de-la