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on 25 September 2009 - Cincuenta y cinco capitanes
se gradúan del programa “Reducción
de Pesca Incidental de Tortugas Marinas”.
En Guatemala, Salvador y
Nicaragua, del 17 al 21 de agosto, se realizaron
graduaciones para 30 capitanes que han colaborado
con el proyecto de disminución de captura
incidental de tortugas marinas en las líneas
de palangres de pesca de tiburón, dorado
y atún. En Costa Rica las graduaciones
se hicieron el 23 y 24 de septiembre con 25
capitanes graduados.
También se hicieron
reconocimientos por su cooperación
a armadores, funcionarios de los institutos
de pesca u otras instituciones de gobierno,
otros colaboradores y a observadores de pesca,
todos socios clave del programa.
Las graduaciones son actividades
que reúnen a todas estas personas,
comprometidas con el programa y las especies
marinas amenazadas. Es un momento de celebración
especialmente para un sector que no ve frecuentemente
su esfuerzo de conservación valorado.
A las graduaciones asistió
en su mayoría gente de mar, no acostumbrada
al reconocimiento de su labor. Todos mostraron
alegría y motivación sincera
en la ceremonia, mismo sentimiento que se
reflejó en las palabras de los funcionarios
de las diferentes instituciones que intervinieron.
WWF celebra y apoya su compromiso
ambiental no sólo con el momento de
la graduación sino que se aprovecha
para darles una charla sobre la importancia
de su participación en una iniciativa
de nueve países y la de trabajar hacia
una pesca sustentable en el oceáno
Pacífico Oriental (OPO). También
se instruye en las técnicas y herramientas
que se utilizan para tratar bien las tortugas
que se capturan incidentalmente, entregándoseles
los equipos desanzueladores (para quitarle
el anzuelo a la tortuga capturada incidentalmente)
y el aparato para sacar la tortuga enganchada
del agua (chinguillo). El momento culminante
del evento es el intercambio total de los
anzuelos de la línea de palangre por
anzuelos circulares que ellos ya utilizan.
Estos anzuelos circulares han demostrado que
son eficientes para capturar las especies
objetivo de la pesca, y que al mismo tiempo
reducen los enganches de tortugas y que estos
enganches son poco profundos.
Alvaro Segura, líder
del programa en Centroamérica, dijo
“estas graduaciones son la manera en que WWF
reconoce a los capitanes que han permitido
que en sus embarcaciones viajen observadores
de pesca y que han demostrado tener apertura
para las buenas prácticas de pesca
y protección de las tortugas. Estamos
muy orgullosos de ellos y agradecidos por
su entusiasmo y apoyo al programa”.
Se aprovechó en estas
actividades para hacer entrega de sencillo
reconocimiento (camisetas y un certificado
de agradecimiento), a personas de las comunidades
pesqueras y a 28 observadores de los tres
países que son la base de la fortaleza
del proyecto.
Sandra Andraka, Gerente
del programa de reducción de pesca
incidental en el Pacífico Oriental
de WWF quien presentó la visión
del programa en Latinoamérica, externó
su satisfacción con el éxito
de las actividades. “Estas graduaciones son
el fruto de un proceso de confianza con los
pescadores que lleva cabo un equipo técnico
en cada país con las autoridades de
pesquerías, pescadores y observadores.
Durante más de 4 años, se ha
logrado establecer una alianza en 9 países
que busca la transformación de la pesquería
artesanal palangrera en el OPO hacia una pesca
sostenible”.
Las graduaciones se realizaron
en el puerto San José en Guatemala
el 18 de agosto, en Acajutla en El Salvador
el 19 de agosto y en San Juan del Sur en Nicaragua
el 21 de agosto y en Costa Rica el 23 de septiembre
en Quepos y el 24 de septiembre en Puntarenas.
En Guatemala asistió
la subdirectora de la Unidad de Manejo de
la Pesca y Acuicultura (UNIPESCA), Estrella
Marroquín y se le hizo entrega de un
reconocimiento por la cooperación entre
las dos instituciones.
En El Salvador asistió
la directora del Centro de Desarrollo de la
Pesca y la Acuicultura (CENDEPESCA) Sonia
Salaverría, a quien también
se le dio un reconocimiento por su apoyo a
la iniciativa, y se contó con la presencia
de don Mario González Director de la
Organización del Sector Pesquero y
Acuícola del Istmo Centroamericano
(OSPESCA), quien inauguró el evento,
y de Diego Acosta del Hub para el medio ambiente
para Centroamérica y el Caribe de la
embajada de Estados Unidos.
En San Juan del Sur, Nicaragua,
se contó con la presencia de numerosos
representantes del sector gubernamental y
pesquero. Asistieron los representantes de
las Alcadias de San Juan del Sur y El Astillero,
representantes del Instituto Nicaragüense
de Pesca y Acuicultura (INPESCA) local y de
la central, y del gremio de pescadores y del
gabinete del Poder Ciudadano y de Pesca.
En Costa Rica, las autoridades
locales y nacionales del Instituto Costarricense
de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), presidieron
y entregaron los certificados en Quepos y
Puntarenas.
En cada país, hay
un coordinador de proyecto que lleva a cabo
el trabajo: en Guatemala Erick Villagrán,
en El Salvador Celina de Paz y un gran colaborador
don Jorge López de OSPESCA, en Nicaragua
de Fauna y Flora Internacional (FFI), Velkiss
Gadea coordinadora del programa de pesca y
Jose Urteaga, director de FFI – Nicaragua.
En Costa Rica, Álvaro Segura coordina
los esfuerzos regionales centroamericanos
y costarricenses.
+ Más
WWF analiza en un nuevo
informe cómo debería ser el
mapa forestal de nuestro país
Posted on 23 September 2009
- WWF analiza cuáles son los bosques
españoles que nos quedan en un nuevo
informe en el que identifica también
las zonas prioritarias de restauración
forestal. La organización subraya que
carrascales, carballeiras y robledales ibéricos,
junto a sabinares canarios, encabezan la lista
de los más amenazados. WWF revela que
para revertir la situación actual habría
que restaurar para 2030 más de dos
millones y medio de hectáreas, con
una inversión total de 4.000 millones
de euo.
Los bosques españoles
representan en la actualidad el 29 por ciento
del territorio que potencialmente podrían
ocupar. Además, la mitad de la superficie
forestal está desarbolada, al tiempo
que la calidad biológica de los bosques
que perviven se ve amenazada a causa de la
actividad humana.
En este contexto, WWF lanza
su nuevo informe “Los bosques que nos quedan.
Propuestas para su restauración”, en
colaboración con la Universidad Autónoma
de Madrid. En él se cuantifican los
bosques que han llegado a nuestros días
y se definen las zonas prioritarias de restauración
forestal en España. Es decir, aquellos
bosques en los que las administraciones han
de concentrar sus esfuerzos e inversiones,
estableciendo la superficie que se debe recuperar
y las inversiones que se deben acometer.
Con este trabajo, WWF pretende
dibujar cómo debería ser el
medio forestal español y hacer un llamamiento
a quienes toman las decisiones sobre la ordenación
del territorio para que la recuperación
de los bosques se convierta en una realidad.
El informe recoge que los carrascales, las
carballeiras y los robledales ibéricos,
junto a los sabinares canarios, se encuentran
casi en peligro de extinción, ya que
sólo se conserva entre el 5 y 15 por
ciento de su potencial.
Asimismo, la organización
subraya que los territorios donde más
bosques se han perdido se localizan en las
dos mesetas y los valles de los grandes ríos
debido al desarrollo de las actividades agrarias.
Por otro lado, la desordenada extensión
de las especies exóticas en las franjas
cantábrica y atlántica reduce
la presencia de bosques autóctonos.
En el Mediterráneo, la expansión
urbanística ha tenido similares consecuencias.
Por el contrario, los pinares
destacan como los bosques que cuentan con
mayor presencia, ocupando el 70 por ciento
de su territorio potencial. Además,
cabe señalar que los paisajes donde
persiste mayor porcentaje de superficie forestal
son aquellos que presentan un menor interés
agrícola o ganadero y donde se concentra
menos población.
La organización recuerda
que el bajo nivel de gestión planificada
en el territorio forestal es una de las principales
causas de la ausencia de biodiversidad, fragmentación
y erosión del paisaje vegetal. No hay
que olvidar que apenas el 13% de la superficie
forestal cuenta con planes de gestión,
casi inexistentes también en los espacios
de la red Natura 2000.
La organización insiste
en que la protección legal, la gestión
sostenible y la restauración son los
tres pilares sobre los que se debe asentar
una política forestal coordinada a
nivel estatal.
“Si queremos recuperar y
revalorizar el medio forestal, la administración
debe impulsar un plan de restauración
de una magnitud equivalente al emprendido
en la segunda mitad del siglo XX, considerando
–además- criterios de conservación
de la biodiversidad y las investigaciones
de adaptación al cambio climático”,
subraya Félix Romero, Responsable del
Programa de Bosques de WWF España.
Y recuerda: “Existen antecedentes en nuestro
país que demuestran que un plan de
esta envergadura es posible”.
De hecho, WWF asegura que
para revertir la situación habría
que restaurar para 2030 más de dos
millones y medio de hectáreas, plantando
2.000 millones de árboles y arbustos.
Esto supondría una inversión
de 4.000 millones de euros y generaría
150.000 empleos. Cifras muy lejanas a la propuesta
del Gobierno de recuperar 60.000 hectáreas
con 45 millones de árboles, lo que
conllevaría una inversión de
90 millones de euros y la creación
de 3.000 puestos de trabajo
Entre las soluciones propuestas
por WWF, junto a la restauración, cabe
destacar también el impulso de nuevos
modelos de producción agraria y forestal
que se conviertan en motores de la economía
rural. Siempre bajo el paraguas de la sostenibilidad
y, por tanto, compatibles con la conservación
de los bosques.
Los bosques en cifras según
WWF:
-Los bosques ocupan en España
una superficie de unos 13,1 millones de hectáreas
(Datos basados en el II Inventario Forestal
Nacional y en el Mapa Forestal de España).
-Los bosques representan
el 29 por ciento de la superficie que potencialmente
podrían ocupar
-La mitad de la superficie
forestal española está desarbolada
-Los bosques españoles
fijan al año 186 Toneladas de CO2.
-Sólo el 13 por ciento
de la superficie forestal cuenta con planes
de gestión
-Menos del 1 por ciento
de la superficie forestal está certificada
por algún sistema de certificación
forestal
Los incendios forestales
afectan cada año a 120.000 hectáreas.