Posted on 28 September
2009 - WWF considera que el verdadero desafío
del sector de la construcción, para
cumplir los objetivos de las políticas
sobre clima y energía, se encuentra
en la modernización del parque edificatorio
existente. Por ello, WWF pide que el texto
final de la directiva de edificios mantenga
la propuesta ambiciosa realizada por el Parlamento
Europeo, donde destaca, entre otros, el establecimiento
a partir de 2019 de los edificios de energía
cero como estándar de construcción
para las nuevas viviendas.
Desde el mes de septiembre
y hasta diciembre se están celebrando
reuniones entre la Comisión, el Consejo
y el Parlamento Europeo para consensuar el
texto final de la nueva Directiva de Eficiencia
Energética en edificios. Este documento
debería estar listo para el Consejo
de Energía que tendrá lugar
el próximo 7 de diciembre, coincidiendo
con la apertura de la Conferencia sobre Cambio
Climático de las Naciones Unidas en
Copenhague.
Los edificios de la Unión
Europea, incluidos los de uso residencial
y comercial, concentran el 40% del consumo
total de energía y el 36% de las emisiones
de dióxido de carbono. Según
cálculos de la industria, una regulación
más ambiciosa permitiría a los
ciudadanos europeos ahorrar cerca de 270 mil
millones de euros anuales en costes de energía
y evitar la emisión de 460 millones
de toneladas de CO2 al año, lo que
representa más que el compromiso de
Kioto para el total de la UE. Por ello, WWF
afirma que los edificios son un elemento clave
para cumplir con los objetivos de ahorro energético
y de reducción de emisiones de gases
de efecto invernadero a los que se ha comprometido
la UE para 2020.
WWF considera que disminuir
el consumo de energía de los edificios
es una herramienta crucial en la política
energética y climática comunitaria.
Sin embargo, la Unión Europea no está
explotando todo el potencial de mejora que
encierra el sector. Esto motivó a la
Comisión Europea a presentar el pasado
mes de noviembre una propuesta para revisar
la actual Directiva 2002/91/CE, que se vio
reforzada sustancialmente tras la primera
lectura del Parlamento Europeo.
Entre las propuestas presentadas
por el Parlamento Europeo, se encuentra el
establecimiento a partir de 2019 de los edificios
de energía cero como estándar
de construcción para las viviendas
y edificios de nueva construcción (en
el caso de los edificios públicos esta
fecha se adelantaría a 2016). Algunos
países, como Francia o Reino Unido,
ya han aprobado políticas nacionales
enfocadas a conseguir recortes ambiciosos
en las emisiones de carbono y en el consumo
de energía de sus edificios de aquí
a 2020. “Hay que mejorar la forma en que construimos
los edificios de hoy, porque esto va a determinar
los costes para sus propietarios y para el
clima mundial en las próximas décadas”,
comenta Evangelina Nucete, Técnico
de Eficiencia Energética de WWF España.
Pero para WWF, el verdadero
desafío del sector se encuentra en
modernizar el parque edificatorio existente
europeo, donde la tasa anual de construcción
de nuevos edificios es tan sólo el
1% del total. Para cumplir los objetivos de
reducción de emisiones hay que actuar
de forma decidida sobre los edificios existentes.
La mitad de las viviendas en España
tiene más de 30 años y gran
parte de ellas carecen por completo de los
requisitos mínimos para limitar su
demanda de energía.
“España está
muy por debajo de la media europea en lo que
ha modernización de viviendas se refiere.
Mientras que en 2007 la rehabilitación
supuso una media del 41% de la inversión
total en la UE, en nuestro país no
se superó el 24%. La falta de incentivos
para invertir en eficiencia energética
es una de las mayores barreras”, concluye
Nucete.
Modernizar los edificios
siguiendo criterios de eficiencia energética
redundaría no sólo en importantes
reducciones de emisiones y de las facturas
energéticas de los europeos, sino también
en la creación de miles de puestos
de trabajo en uno de los sectores económicos
más afectados por la crisis y el desempleo.
Los sindicatos estiman que, con un plan ambicioso
de rehabilitación del parque edificatorio
existente, podrían generarse unos 350.000
puestos de trabajo de media anuales.