06 octubre 2009 - Madrid,
España — Greenpeace España presentó
el informe “Los nuevos conquistadores”. Multinacionales
españolas en América Latina,(1)
donde analiza el comportamiento de las mayores
empresas españolas y los impactos sociales
y medioambientales
de sus actividades. La organización
ambientalista denuncia que tras la imagen
impecable que muchas multinacionales españolas
despliegan en su país, se esconde una
realidad muy distinta cuando operan en países
del Sur.
Greenpeace ha analizado
aquellos sectores con mayor potencial de causar
daños al medio ambiente o los derechos
humanos (como los hidrocarburos, la electricidad,
la pesca o el turismo, entre otros) y los
ha “cruzado” con la presencia de empresas
españolas significativas.
Del análisis de estas
dos variables salen 43 casos que son recogidos
en el informe, aunque el número real
puede ser mucho mayor. Este informe ha sido
realizado por Greenpeace España, con
el apoyo de las oficinas de la organización
en México, Brasil, Chile y Argentina,
así como de otras organizaciones latinoamericanas,
y recoge cómo empresas españolas
están involucradas en situaciones de
destrucción del medio natural, violaciones
de derechos humanos y abusos laborales.
Greenpeace quiere contribuir
a poner fin a una de las principales ventajas
que tienen estas empresas a la hora de operar:
el hecho de que las poblaciones de sus países
de origen saben muy poco sobre cuáles
sus actividades reales en el exterior y su
impacto. Esto les permite “vender” una imagen
responsable y sostenible, mientras en realidad
sus prácticas son depredadoras y causan
graves daños en las poblaciones locales
o el medio ambiente. “Queremos contar aquello
que no se dice en las juntas de accionistas
ni en la publicidad de estas empresas, y que
la población española sepa cómo
actúan al otro lado del Atlántico”,
ha afirmado Mabel González, responsable
de la campaña de conflictos y medio
ambiente.
España se situó
en el año 2008 como el octavo país
del mundo en el ranking de Inversión
Extranjera Directa (IED), y 11 multinacionales
españolas figuran en la lista Fortune
Global 500, que clasifica a las mayores del
mundo. Su llegada a América Latina
se produjo de forma masiva en los años
ochenta y sobre todo noventa. Hoy ocupan los
primeros puestos, cuando no el primero, en
muchos países latinoamericanos, en
sectores como los hidrocarburos, la electricidad,
el turismo y la pesca, entre otros.
Sus actividades han sido
objeto de frecuentes críticas y resistencias
locales. El informe “Los nuevos conquistadores”
recoge los principales casos, centrándose
en aquellos donde las empresas españolas
tienen un protagonismo importante y en sectores
donde se causan graves daños al medio
ambiente y los derechos humanos. Algunos ejemplos
son los siguientes:
- Endesa quiere construir
en la Patagonia chilena cinco grandes represas
que arrasarán un ecosistema virgen
y que han suscitado un gran rechazo local.
Recientemente ha pedido más de 14 años
de cárcel y multas millonarias para
activistas de Greenpeace que desplegaron una
pancarta pidiéndole poner fin a este
proyecto.
- Endesa, Unión Fenosa
e Iberdrola apuestan en América Latina
por la generación de energía
sucia y basada en fuentes no renovables. Unión
Fenosa e Iberdrola encabezan un proyecto para
construir cinco centrales eléctricas
de carbón en Guatemala.
- Repsol ha causado vertidos
y graves daños al medio ambiente en
Ecuador, Argentina y Bolivia, ha violado los
derechos de comunidades indígenas,
y ha sido acusada de fomentar la violencia
en Colombia.
- Empresas turísticas
españolas están fomentando en
varios países, pero especialmente en
México, un modelo de turismo depredador
que arrasa con bosques de manglares costeros
y con zonas vírgenes. Sol Meliá,
Riu o NH, entre otras, participan en proyectos
controvertidos en el estado de Quintana Roo.
- Pescanova ha practicado
la sobre-explotación de recursos pesqueros
en Chile, mientras Calvo ha sido acusada de
contaminación y de violación
de los derechos laborales en El Salvador.
Las multinacionales españolas
que operan en América Latina no actúan
de forma diferente a las de otros países.
Siguen un modelo de obtención de máximos
beneficios en el plazo de tiempo más
breve posible, y lo hacen en muchas ocasiones
vulnerando derechos medioambientales, sociales
y laborales, mediante la presión a
autoridades locales. Los Gobiernos españoles,
de cualquier color político, las apoyan
activamente con el argumento de que se trata
de una defensa de los intereses españoles
en el exterior. Pero estas empresas sólo
representan los intereses de sus accionistas,
y con sus prácticas han contribuido
a empeorar la imagen global de España
en América Latina.
Greenpeace considera que,
si las grandes empresas españolas quieren
ser entidades social y ambientalmente responsables,
deben poner fin a las prácticas abusivas
en el exterior y ser más coherentes
en su discurso de responsabilidad. “Hay que
poner fin a modelos de gestión que
sólo buscan máximos beneficios
a corto plazo, sin tener en cuenta los impactos
sociales y medioambientales de su actividad.
Tampoco pueden seguir engañando a la
opinión pública española
sobre sus prácticas en el exterior”,
ha señalado Mario Rodríguez,
director de Campañas de Greenpeace.
A la vez, el Gobierno español
debe exigir a las empresas españolas
que operan en otros países que cumplan
los principios y estándares internacionales
en materia de derechos humanos, medio ambiente
y buen gobierno. “La concesión de ayudas
o apoyo público para su expansión
exterior debe estar ligada a exigencias y
parámetros claros de responsabilidad.
No se puede fomentar desde el Estado un comportamiento
depredador con las poblaciones locales y el
medio ambiente”, concluyó Mabel González,
responsable de la campaña de conflictos
y medio ambiente.
Notas
(1) Para descargar el informe
“Los nuevos conquistadores”. Multinacionales
españolas en América Latina
(2) Dossier de prensa: http://www.greenpeace.org/espana/reports/dossier-de-prensa-informe-los
(3) Más información: http://www.greenpeace.org/espana/
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Activistas de Greenpeace
bloquean transporte de carbón en el
Ártico
02 octubre 2009 - Internacional
— Esta mañana, activistas de Greenpeace
bloquearon la cinta transportadora de la mina
de Svea, que traía carbón para
el buque de transporte MV Pascha. Los activistas
suspendieron las operaciones mediante la ocupación
de una grúa de carga.
Desde el Ártico,
uno de los lugares más afectados por
el cambio climático, los activistas
colgaron de la grúa una bandera y enviaron
dos mensajes urgentes a los líderes
del mundo: “Carbón: Crimen climático
y El Ártico se derrite por el carbón”.
La combustión de
carbón es una de las mayores amenazas
para nuestro clima, ya que representa más
del 40% de todas las emisiones de CO2 de combustibles
fósiles.
Los activistas realizaron
el bloqueo con máscaras de los líderes
del mundo, entre ellos Barack Obama, de EE.UU.
y Angela Merkel, de Alemania para denunciar
que ellos son los que deberían estar
realizando acciones directas contra el cambio
climático.
La mina de Svea se encuentra
a 77 grados Norte y es una de las minas más
cercanas al Polo Norte. El carbón se
exporta de aquí a Europa, donde se
utiliza para generar electricidad.
El Ártico se derrite
El barco de Greenpeace Arctic
Sunrise está en el Ártico desde
junio, en un tour realizado para documentar
los efectos del cambio climático en
la región. Los científicos han
descubierto que los glaciares de Groenlandia
están perdiendo hielo a un ritmo acelerado.
En septiembre, el hielo del mar Ártico
alcanzó tercer más bajo grado
mínimo de la historia. El Ártico
se está derritiendo más rápidamente
que lo que los científicos habían
predicho.
El aumento del nivel del
mar podría afectar las casas de una
de cada diez personas en el planeta en este
siglo. Esta locura del carbón debe
cesar. Nuestro Informe [R] evolución
Energética presenta un escenario realista
que muestra cómo podemos eliminar las
centrales eléctricas de carbón
para 2050.
Los líderes del mundo
deben actuar en Copenhague
En sólo 66 días,
los países del mundo se reunirán
para negociar un nuevo tratado climático.
Los líderes mundiales deben tomar acciones
reales y asumir personalmente la responsabilidad
de que en la Cumbre del Clima de la ONU en
Copenhague se logre un acuerdo justo, ambicioso
y obligatorio para evitar el desastre ambiental
y humanitario que el cambio climático
puede ocasionar en los próximos años.
Pedíselos, hacé click aquí.
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Cambio Climático:
Nuevo Tour de Google Earth sobre la victoria
de Greenpeace en el Amazonas
05 octubre 2009 - Internacional
— En colaboración con el Gobierno danés,
Google lanzó una serie de capas de
Google Earth y circuitos que permiten explorar
los posibles impactos del cambio climático
en nuestro planeta y sus posibles soluciones.
La semana pasada una serie de recorridos,
presentados por Al Gore, dieron una idea de
lo que el mundo podría ser en 2050
si no actuamos para detener el calentamiento
global.
Esta semana, Google lanza
otra serie de tours de cambio climático,
entre ellos uno en el que Greenpeace cuenta
una exitosa historia sobre lo que puede suceder
cuando se realizan acciones para lograr soluciones
hoy: la moratoria sobre las nuevas plantaciones
de soja en el Amazonas.
La historia de la moratoria
de soja en Brasil es la historia de un paso
pequeño pero importante para salvar
el Amazonas y, así, el clima de nuestro
planeta. La deforestación tropical
es responsable de un quinto de las emisiones
de gases de efecto invernadero, más
emisiones que todos los aviones, trenes y
automóviles del mundo. Esto llevó
a Brasil a convertirse en el cuarto mayor
contaminante del clima del mundo y manifiesta
que el cambio climático no puede ser
evitado a menos que se detenga la deforestación.
Es por eso que Greenpeace
tomó medidas en 2006 para tratar de
parar una de las mayores causas de deforestación
del Amazonas en Brasil: la tala de la selva
para hacer lugar a más y más
plantaciones de soja que alimenten el hambre
creciente de Europa por la comida rápida.
Es una historia que involucra a investigadores
de Greenpeace, amigos del poder empresarial,
acciones bajo el ala de los arcos dorados
de McDonalds, y los seguidores de Greenpeace
que ayudaron a construir una presión
de los consumidores que no pudo ser obviada.
El recorrido puede verse en Google Earth si
tenés el programa, o en YouTube:
Si querés ver como
lucen desde muy alto las arenas de alquitrán
de Canadá - una grasa, ennegrecida
y sin árboles- o tener una vista de
los magníficos bosques que se están
destruyendo, Google Earth es un gran herramienta
para dar testimonio de la majestuosa naturaleza
de nuestro planeta y las marcas que la humanidad
ha hecho.
El año pasado, Greenpeace
puso en marcha una capa de Conciencia Global
en asociación con Google que provee
imágenes, videos, e información
acerca de cómo salvar los bosques de
nuestro planeta, detener el cambio climático
y proteger océanos. (En Google Earth,
activá la barra lateral con Ctrl-Alt-B
y hacé click en Capas> Concienciación
Global> Greenpeace).
Google también lanzó
un canal de YouTube llamado "Raise Your
Voice" (Alzá tu voz), dedicado
a la Cumbre del Clima de Copenhague en diciembre,
donde podés unirte a las celebridades
y activistas y enviar un video con tu propio
mensaje a los líderes mundiales que
se reunirán allí. Los videos
se emitirán en pantallas alrededor
de la conferencia en diciembre.
Hasta ahora, de los líderes
mundiales, sólo Gordon Brown (Reino
Unido), Donald Tusk (Polonia) y Jan Peter
Balkenende (Países Bajos) se comprometieron
a ir a la cumbre.