19 diciembre 2009 - Copenhague,
Dinamarca — Con un
resultado pobre y lleno de lagunas terminó
la cumbre del clima en Copenhague. Los países
industrializados, sin metas ambiciosas de
reducción de emisiones; esta noche
Copenhague fue la escena del crimen: Kumi
Naidoo
Los políticos del
mundo no hicieron su trabajo. Hoy ellos fracasaron
para evitar el cambio climático catastrófico.
El acuerdo emanado de Copenhague no es justo,
no es ambicioso y no es jurídicamente
vinculante, denunció Greenpeace.
El acuerdo al que se llegó
es sólo maquillaje verde. Para el mundo
y para la gente es inaceptable un acuerdo
de este tipo, cobarde y sin metas claras de
reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) por parte de los
países industrializados, consideró
la organización.
"Esta noche la ciudad
de Copenhague es la escena del crimen, con
los y las culpables volando para abandonarla.
Los líderes mundiales tenían
una oportunidad única en la vida para
cambiar el mundo para bien, para evitar el
cambio climático catastrófico
pero al final se produjo un acuerdo mezquino,
lleno de vacíos. Hemos visto un año
de crisis, pero hoy está claro que
la mayor crisis que enfrenta la humanidad
es una crisis de falta de liderazgo",
señaló Kumi Naidoo, director
ejecutivo de Greenpeace Internacional.
Durante un año, un
importante número de países
en desarrollo mostraron su voluntad para compartir
la responsabilidad de frenar el cambio climático
global. Pero al final, la responsabilidad
de este fracaso recae en los países
ricos, los países que tienen la responsabilidad
histórica más grande en causar
el problema. Y muy en particular, Estados
Unidos y Barack Obama fallaron en tomar un
liderazgo y una responsabilidad real y mantuvieron
las pláticas en un nivel muy pobre.
“La ciencia climática
señala que tenemos unos pocos años
para llegar un pico de emisiones y comenzar
a reducir drásticamente, a fin de evitar
el cambio climático catastrófico.
No podemos cambiar la ciencia, pero sí
podemos cambiar la política... y sin
duda también tendríamos que
cambiar de políticos”, agregó
Naidoo.
"Los verdaderos líderes
hubieran actuado pero los políticos
que se reunieron en Copenhague no tomaron
en serio la urgencia que tiene para la humanidad
el revertir los efectos catastróficos
del cambio climático. Un acuerdo aspiracional
y lleno de promesas no es otra cosa que maquillaje
verde; permitir que la temperatura aumente
hasta 3 grados es condenar a la humanidad
a padecer más hambre, epidemias, a
la pérdida de sus hogares y sus cosechas
e incluso a la pérdida de vidas, éste
es el futuro que nos están dejando
los políticos en Copenhague",
afirmó Patricia Arendar, directora
ejecutiva de Greenpeace México.
El presidente de Estados
Unidos de América, Barack Obama cruzó
un océano para decirle al mundo que
él no tiene nada nuevo para ofrecer.
Al no comprometer una ambiciosa reducción
de emisiones de GEI, él mostró
su indiferencia respecto a lo que dice la
ciencia y en relación a las victimas
que habrá en Estados Unidos y en el
mundo por el cambio climático.
"Cuando regresen a
sus países los jefes de Estado tendrán
que rendir cuentas del por qué no llegaron
al acuerdo que todos esperaban: un acuerdo
legalmente vinculante que obligue a los países
a fijar el pico máximo de emisiones
de gases de efecto invernadero al 2015 y de
ahí una reducción drástica,
lo más cercana a cero para al 2050",
abundó Arendar.
“La sociedad civil, cuya
presión ha sido fundamental en estos
días, tiene ahora que redoblar sus
esfuerzos. Cada uno de nosotros debe exigirle
cuentas a sus políticos. Debemos tomar
la lucha para evitar la catástrofe
climática en todos los niveles políticos
-regional, local, nacional e internacional.
Debemos también estar en las calles
y en los lugares de toma de decisiones. Debemos
trabajar por un cambio fundamental en nuestra
sociedad o bien debemos sufrir las consecuencias
de seguir así”, finalizó Naidoo.