En la versión 14
del Ranking Verde de Electrónicos,
Nokia, Apple y Sony Ericsson cuentan con productos
libres de componentes peligrosos. Las empresas
Samsung, Dell, Lenovo
y LGE decepcionaron. 12 enero 2010 - Buenos
Aires, Argentina — La organización
ambientalista Greenpeace presentó la
nueva versión de su Ranking de Electrónicos.
Nokia, Apple, Sony Ericsson y HP son las marcas
que lideran los productos libre de químicos
peligrosos. Samsung, Dell, Lenovo y LGE están
penalizadas en esta edición por no
mostrar avances en su compromiso de eliminar
sustancias toxicas.
La edición Nº
14 del Ranking fue presentada en Las Vegas,
Estados Unidos, donde durante el mes de enero
las empresas de tecnología pelean por
ganar la atención de los fanáticos
de la electrónica en el Consumer Electronics
Show (CES). El lanzamiento de la organización
ambientalista en ese contexto busca marcar
la relación de las marcas con la aplicación
de políticas verdes.
Nokia lidera el Ranking
con 7.3 puntos sobre 10. Sony Ericsson la
sigue de cerca y es la única compañía
en lograr la mejor calificación en
todos los criterios acerca de sustancias químicas
tóxicas. En tercer lugar se encuentra
Toshiba, pero corre el riesgo de perder puntos
si no cumple con su compromiso de colocar
en el mercado nuevos modelos en todos sus
productos que sean libres de PVC (policloruro
de vinilo) y los retardantes de llama bromados
(BFR por sus siglas en inglés) antes
del 1º de abril de 2010. Philips viene
en cuarto lugar, mientras Apple sube de la
posición novena a la quinta.
El puntaje de varias empresas
se redujo en esta edición ya que las
compañías necesitan colaborar
activamente para que se establezcan definitivamente
las prohibiciones respecto de las sustancias
contaminantes tales como PVC, retardantes
de llama bromados (BFR por sus siglas en inglés)
y retardantes de fuego clorados (CFC por sus
siglas en ingles) durante la actual revisión
de la normativa de la Unión Europea
acerca de Sustancias Peligrosas en los productos
electrónicos.
Nintendo continúa
último en la clasificación de
Greenpeace. Sony fue premiado ya que reportó
una reducción del 17 por ciento de
las emisiones de gases de efecto invernadero
durante el período 2000-2008. Asimismo,
se suma la utilización de 17.000 toneladas
de plásticos reciclados anualmente
en diversos productos, que representan el
10 por ciento de todos los plásticos
utilizados en el ejercicio de 2008. Cerca
del 90 por ciento de este plástico
reciclado era post-consumo.
Por otro lado, en esta nueva
edición, Samsung cae dramáticamente
desde la segunda posición a la séptima
por no haber cumplido con la eliminación
de los BFR en todos sus productos para enero
de 2010. Hasta el momento, la compañía
sólo ha presentado sus últimos
modelos de teléfonos móviles
libres de sustancias tóxicas, ha fijado
enero de 2011 como fecha límite para
la eliminación de contaminantes en
sus nuevos modelos de computadoras portátiles
y aún no cuenta con un cronograma definitivo
para retirar sustancias tóxicas de
sus televisores y electrodomésticos.
“Hoy la mayoría de
las personas desconoce que los aparatos eléctricos
o electrónicos que utiliza diariamente
contienen componentes tóxicos y sustancias
contaminantes. Cuando esos aparatos se convierten
en residuos pueden contaminar el suelo, el
agua, el aire y la salud de aquellos que los
manipulan o viven en cercanías de los
rellenos o basurales donde son tirados”, señaló
María Eugenia Testa, directora Política
de Greenpeace Argentina.”Hoy esta clase de
residuos, entre los que encontramos teléfonos
celulares, computadoras, televisores, pilas
y baterías son desechados con los residuos
domiciliarios, al tirarlos, además
de generar contaminación, se están
enterrando materiales valiosos como oro, platino,
cobre, entre muchos otros, que deberían
ser reintroducidos en procesos productivos”,
agregó.
En Argentina, Greenpeace
trabaja por la sanción de una Ley de
Presupuestos Mínimos de Gestión
de Residuos de Aparatos Electrónicos
y Eléctricos bajo el principio de la
Responsabilidad Extendida del Productor (REP).
En el año 2008 fue presentado en el
Senado de la Nación un proyecto de
ley que contempla la gestión de esta
clase de residuos bajo la REP, establece la
prohibición de sustancias contaminantes
y fija metas de recuperación y reciclado
de materiales que aún hoy espera ser
tratada.
Greenpeace considera necesaria
la existencia de un marco normativo que establezca
una infraestructura de reciclaje y recuperación
de materiales, de correcta gestión
y tratamiento de esta clase de residuos; que
se establezca la responsabilidad (legal y
financiera) individual del productor como
concepto político y se prevean incentivos
para reducir la presencia de residuos peligrosos
y complejos en los nuevos aparatos eléctricos
y electrónicos. Solo a partir de un
sistema de gestión integral plasmado
en una ley nacional de presupuestos mínimos
se generará un circuito de recuperación
y tratamiento adecuado de este tipo de residuos.
+ Más
ONG celebra que se juzgue la caza de ballenas
y no a quienes la denunciaron
La organización ecologista
aplaude que se acepten testigos clave en la
defensa de los activistas- 16 enero 2010 -
Madrid, España — En la última
vista previa antes del juicio de Toru Suzuki
y Junichi Sato, que tuvo lugar ayer en Aomori
(Japón), se dio un paso adelante en
la defensa de estos dos activistas al conseguir
que el tribunal acepte poner el programa ballenero
japonés en juicio y defender el principio
de resistencia pacífica pasiva. Los
abogados defensores de los dos activistas
celebran hoy, tras reiteradas negativas, que
por fin el tribunal haya aceptado la inclusión
de todos los testigos clave en el juicio.
Asimismo, Greenpeace aplaude
que se hayan incluido en la lista de testigos
de la defensa tres miembros de la tripulación
de la flota ballenera japonesa. Uno de ellos
fue quien pidió a Greenpeace que investigase
y denunciase la corrupción y malversación
que existía dentro del programa de
caza “científica” de ballenas.
Otro de los testigos del
juicio será el catedrático Dirk
Voorhoof, de la Universidad de Gante (Bélgica),
experto sobre la libertad de expresión
y el Convenio Internacional sobre Derechos
Civiles y Políticos (ICCPR).
Sin embargo, el tribunal
rechazó pruebas claves del catedrático
Donald Rothwell, que discrepan sobre la legalidad
del programa de caza “científica” de
ballenas en Japón. Que este catedrático
fuese aceptado en la defensa sería
una victoria importante en el juicio de los
dos activistas.
“El hecho de que la opinión
de Voorhoof, un académico extranjero,
haya sido aceptada es muy significativo”-
ha declarado Celia Ojeda, responsable de la
campaña de Océanos de Greenpeace.
“El tribunal le ha concedido un día
entero del juicio para que se presenten pruebas
sobre cómo éste podría
incurrir en una violación de la libertad
de expresión y como Junichi Sato y
Toru Suzuki están protegidos por el
Convenio Internacional sobre Derechos Civiles
y Políticos (ICCPR)”.
Aunque se ha prolongado
mucho, finalmente parece que el tribunal de
Tokio ha entendido la importancia de este
caso. Greenpeace pide un juicio justo para
estos dos activistas y que se reabra la investigación
sobre la malversación y escándalo
de la venta en el mercado negro de carne de
ballena procedente de la caza “científica”
de Japón.