Posted on 21 enero 2010
- Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF criticarán
esta tarde en la reunión del Consejo
Asesor de Medio Ambiente (CAMA) el anteproyecto
de Ley de Economía Sostenible (LES)
por considerar que realmente lo único
que busca es un crecimiento productivista
que en el fondo abunda en una cultura económica
insostenible. También valorarán
muy críticamente la evaluación
de la Estrategia Española de Desarrollo
Sostenible (EEspDS) tildándola de autocomplaciente
y de estar fuera de la realidad.
Las cinco organizaciones
ecologistas de ámbito estatal, Amigos
de la Tierra, Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, resaltarán
esta tarde en el CAMA que la futura LES tiene
como objetivo fundamental garantizar el crecimiento
de la economía española mediante
el incremento de su competitividad. Esto supone
que, nuevamente, el Gobierno plantea una medida
que parte de una premisa falsa: que vivimos
en un planeta de recursos y sumideros (basureros)
infinitos, en el que el crecimiento continuado
es posible. El crecimiento económico
no puede realizarse si no es con un incremento
constante del consumo energético y
de materiales, así como mediante una
producción creciente de residuos.
Esto queda claro al analizar
los principales indicadores ambientales agregados,
como el Requerimiento Total de Materiales
o la huella ecológica. El Requerimiento
Total de Materiales (RTM) de la economía
española se incrementó un 11'8%
entre 2000 y 2006, y también lo hizo
en términos per cápita (OSE,
2009). Por otra parte, España tiene
una huella ecológica global de 5,7
hectáreas globales per cápita
y un déficit ecológico del 338%
(WWF, 2008).
El mejor ejemplo de que
esta es una ley para garantizar el crecimiento
y no la sostenibilidad, se refleja también
en la multitud de medidas que incluye el anteproyecto
cuya finalidad es reanimar la economía
e incrementar la competitividad, las cuales
conforman la mayoría de medidas.
Además, una parte
importante de las propuestas supuestamente
sostenibles no lo son, a juicio de las organizaciones
ecologistas. Entre ellas se encuentran las
de fomento del mercado de emisiones o del
coche eléctrico, que no son suficientes
para avanzar hacia la sostenibilidad. Además,
la LES se olvida por completo de garantizar
la no sobre-explotación de los recursos
naturales ni de evitar el impacto de las actividades
económicas sobre el patrimonio natural
y la biodiversidad.
En cualquier caso, esto
no impide que algunas de las medidas comprendidas
en este anteproyecto de ley sean valoradas
positivamente. Tal es el caso del fomento
del alquiler de viviendas y el recorte de
ayudas para su compra, o los incentivos para
innovación ambiental.
Además, este CAMA
también se dedicará a la evaluación
de la EEspDS. Las organizaciones ecologistas
ya criticaron, hace dos años, que la
EEspDS no era una verdadera estrategia, sino
un papel para cumplir las exigencias de la
UE pero que no tenía ninguna voluntad
de llevarse a cabo. Ahora el Grupo Interministerial
para la Estrategia Española de Desarrollo
Sostenible presenta una evaluación
que no sólo es autocomplaciente, sino
que también es increíble.
Puede ser cierto el avance
en algunos indicadores ambientes, como consecuencia
de la reducción en el crecimiento por
la crisis, como señala la evaluación.
Pero la poca fiabilidad del informe se hace
patente cuando el resultado de los indicadores
sociales presentados también es positivo.
Por ejemplo no aparece ni siguiera el indicador
de la tasa de paro.
Además, en el balance
no aparecen indicadores clave para la sostenibilidad,
como el Requerimiento Total de Materiales
o la huella ecológica y, en general
los usados están mal elegidos si se
quiere dibujar un panorama realista de la
situación española.
Para los grupos ecologistas
la evaluación tiene la misma falta
de credibilidad que tuvo la EEspDS: no expresa
ningún intento real de avance hacia
la sostenibilidad, sino más bien un
ejercicio de imagen.