27 enero 2010 - Maíces
criollos - DF, México — Científicos
independientes, productores
y consumidores rechazan rotundamente esta
práctica; el aval que dan agroindustriales
y corporaciones transnacionales a estos permisos
está basado en falsos argumentos, responden
sólo a sus propios intereses y no representa
la voz de la sociedad mexicana, denuncian
organizaciones
Investigadores, productores,
ambientalistas, artistas e intelectuales han
expresado en numerosas ocasiones su rechazo
a la aprobación otorgada por el gobierno
federal a las siembras experimentales de maíz
transgénico en México.
El aval que dan agroindustriales
y corporaciones transnacionales a estos permisos
está basado en falsos argumentos, responden
sólo a sus propios intereses y no representa
la voz de la sociedad mexicana, denuncian
organizaciones.
“No es verdad que los cultivos
transgénicos traigan consigo mejores
condiciones para los agricultores cuando la
patente de las semillas está en manos
de empresas monopólicas como Monsanto
que detenta el 90 por ciento de las semillas
transgénicas a nivel global y que es
el promotor directa e indirectamente de 28
de las 31 solicitudes de siembras experimentales
de maíz transgénico en México
que ingresaron en 2009, las restantes también
son de empresas trasnacionales.
“Tampoco es verdad que con
los experimentos se favorezca la investigación
pública, por el contrario, los científicos
no tienen acceso para recolectar datos porque
las empresas controlan gran parte de la investigación
por medio de las patentes y los candados puestos
a través del secreto comercial”, denunciaron
las organizaciones.
Greenpeace México,
ANEC, Semillas de vida, GEA y Sin maíz
no hay país, entre muchas otras organizaciones,
han expresado en espacios como son los medios
de comunicación, la academia y la Cámara
de Diputados suficientes argumentos científica
y legalmente sustentados que demuestran el
grave peligro de contaminación y pérdida
de variedades nativas en el que se encuentra
el maíz en México y advierten
que las siembras experimentales son un pretexto
para pasar a la fase de comercialización
de maíz transgénico.
Las siembras experimentales
autorizadas por la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
se han otorgado en un marco de ilegalidad.
Además la comunidad científica
mexicana ha advertido sobre los peligros que
los cultivos transgénicos significan
para la conservación y preservación
de la gran diversidad de maíces y sus
parientes silvestres localizados en el territorio
nacional.
A pesar de que la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (Conabio) alertó a las
autoridades mexicanas acerca del riesgo de
contaminación que representa el maíz
transgénico en el centro de origen
y diversidad genética del grano, las
autoridades irresponsablemente otorgaron permisos
de liberación al ambiente de variedades
transgénicas.
La Conabio dictaminó
que “nuestro país no es capaz de atender
el desafío de liberar maíz genéticamente
modificado en las actuales situaciones de
control no garantizadas, ya que no se cuenta
con un sistema de monitoreo eficaz y eficiente
que sea capaz de abordar complicaciones y
complejidades de una situación como
la que se presenta” (1).
Además, recientes
estudios científicos elaborados por
el Comité Independiente para la Investigación
e Información sobre Ingeniería
Genética (CRIIGEN) (2), alertan sobre
daños en hígado y riñones
de mamíferos, por lo que las autoridades
deben aplicar el Principio de Precaución
para prevenir o detener mayores efectos negativos
en el ambiente, la agrobiodiversidad y la
salud humana y animal.
La aprobación de
las siembras experimentales de maíz
transgénico en territorio mexicano
que ahora es aplaudida por los agroindustriales,
antes ha sido rechazada públicamente
por las organizaciones, artistas e intelectuales
como Elena Poniatowska Amor, Carlos Monsiváis,
Julio Glockner, Bruno Bichir, Antonio Helguera,
Julieta Egurrola, Jesusa Rodríguez,
Liliana Felipe, Cecilia Suárez, Vanessa
Bauche, Alejandro Nadal, Rius, Eduardo Rocha
Quintana, Martha Delgado Peralta, Juan Manuel
Bernal entre otros, la comunidad científica
conformada por investigadores de instituciones
como la Universidad Nacional Autónoma
de México, la Universidad Autónoma
de Chapingo, la Unión de Científicos
Comprometidos con la Sociedad, el Colegio
Suizo de México y la Universidad Autónoma
y por miles de ciudadanos.
1) Permiso de liberación
al Ambiente de Maíz Genéticamente
Modificado. Secretaria de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa), Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad
y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Octubre
de 2009.
2) http://www.organicconsumers.org/articles/article_19843.cfm