02 febrero 2010 - Sinaloa,
México — Con la siembra experimental
de maíz transgénico en Sinaloa,
la producción de maíz convencional
está en riesgo de perder mercados para
las 115 mil toneladas que se exportan a Colombia,
Guatemala, Kenia, Mozambique, El Salvador
y Sudáfrica
Con la siembra experimental
de maíz transgénico en Sinaloa,
la producción de maíz convencional
en el estado está en riesgo de perder
mercados para las 115 mil toneladas que se
exportan a Colombia, Guatemala, Kenia, Mozambique,
El Salvador y Sudáfrica; así
como para las 500 mil toneladas proyectadas
a futuro (1), alertó Greenpeace.
La organización ambientalista
señaló que es irresponsable
autorizar siembras de maíz transgénico
en los estados de Sinaloa, Sonora y Tamaulipas
y denunció la falta de medidas de bioseguridad
de las siembras experimentales ya que al desarrollarse
en campos privados de agricultores cooperantes
con las empresas solicitantes (Monsanto y
Dow AgroScience), se carece de la infraestructura
necesaria que elimine cualquier riesgo de
fuga de transgenes hacia campos de maíz
convencional.
“Las semillas transgénicas
de maíz que promueve Monsanto no garantizan
el incremento de la producción ni mayores
ganancias para los productores. Por el contrario,
están catalogadas como de alto riesgo
de contaminación para las variedades
híbridas y nativas que se cultivan
en todo el país y en regiones de alta
productividad como Sinaloa”, declaró
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace.
En un estudio publicado
en abril del 2009 por la Unión de Científicos
Preocupados (UCS por sus siglas en inglés)
de Estados Unidos, se dio a conocer que después
de 20 años de experimentación
y 13 de comercialización de maíz
transgénico en ese país -principal
productor de transgénicos a nivel mundial-
se demostró que dichos cultivos no
han incrementado la producción. Han
alcanzado un insignificante 0.2-0.3 por ciento
anual, lo cual no compensa de ninguna forma
el alto costo de las semillas transgénicas
frente a las convencionales, causando una
pérdida para los agricultores (2).
La organización denunció
como falsa la información que la industria
biotecnológica ha manejado a los agricultores
sinaloenses respecto a que si no implementan
cultivos transgénicos perderán
mercados y quedarán rezagados, ya que
luego de más de una década,
la industria no ha logrado imponer el uso
de cultivos transgénicos para la producción
global de alimentos. Más del noventa
por ciento se sigue cultivando en cuatro países:
Estados Unidos, Argentina, Canadá y
Brasil (3).
“En otras naciones, la mayoría
de los consumidores se oponen al uso de transgénicos
en los alimentos. En Europa, 230 regiones,
más de 4,200 municipios y otras entidades
locales se han declarado libres de transgénicos.
Si los productores sinaloenses quieren mantener
la calidad de su producción de maíz
y ganar mercados externos, la implementación
de cultivos transgénicos no es la mejor
opción. Sinaloa puede mantener su éxito
productivo y su estándar de calidad
del maíz blanco, por encima del estándar
nacional, sin necesidad de semillas transgénicas,
bastante cuestionadas por consumidores y científicos
independientes (4)”, concluyó Lara.
— Greenpeace México
1.http://www.sagarpa.gob.mx/v1/cgcs/boletines/2006/octubre/B260.pdf.
Información tomada el 20 de enero de
2010 a las 16:57 hrs.
2.http://www.ucsusa.org/food_and_agriculture/science_and_impacts/science/failure-to-yield.html.
Información tomada el 02 de febrero
de 2010 a las 14:05 hrs.
3. www.gmo-free-regions.org
3.De Vendômois JS,
Roullier F, Cellier D, Séralini GE.
A Comparison of the Effects of Three GM Corn
Varieties on Mammalian Health. Publicado en
el International Journal of Biol Sci 2009;
núm 5:706-726. el artículo está
disponible en http://www.biolsci.org/v05p0706.htm
+ Más
Con el Acuerdo de Copenhague
se alcanzarán 3°C, denuncia Greenpeace
02 febrero 2010 - DF, México
— El 31 de enero se venció el plazo
estipulado para que los países presentaran
sus compromisos de reducción de emisiones
y planes con acciones efectivas que mantengan
el aumento, sin embargo Greenpeace considera
que es insuficiente para detener el cambio
climático catastrófico
Debido a que los países
que apoyan el Acuerdo de Copenhague no presentaron
compromisos de reducción de sus emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) que fueran
suficientemente ambiciosos para detener los
efectos del cambio climático, este
instrumento ha mostrado su incapacidad para
detener el cambio climático, señaló
Greenpeace.
El Acuerdo de Copenhague,
que no tiene un carácter legalmente
vinculante, fue elaborado en diciembre pasado
durante la Cumbre del Clima en Dinamarca,
ante la imposibilidad de los países
de ponerse de acuerdo para alcanzar un tratado
del clima justo, ambicioso y obligatorio.
El 31 de enero se venció
el plazo estipulado para que los países
presentaran sus compromisos de reducción
de emisiones y planes con acciones efectivas
que mantengan el aumento de la temperatura
global por debajo de los 2 grados centígrados,
a fin de evitar peores impactos del calentamiento
global (1). Esta fecha representaba el plazo
más inmediato y el primer paso establecido
en dicho acuerdo para que los países
comenzaran a tomar acciones efectivas para
reducir el calentamiento global.
“El acuerdo de Copenhague
no es más que una débil declaración
política. El plazo del 31 de enero
no fue más que un vil ejercicio publicitario
para permitirle a estos países reciclar
sus compromisos existentes y hacerlos pasar
por acciones efectivas. Es un intento de maquillaje
verde para presentar a la cumbre de Copenhague
como un éxito. Es claro que este acuerdo
no puede sustituir a un tratado del clima
que sea justo, ambicioso y legalmente obligatorio,
el cual han demandado millones de personas
preocupadas por el cambio climático
o que ya están siendo afectadas por
este fenómeno”, afirmó Héctor
Magallón, coordinador de la campaña
de bosques de Greenpeace.
En vista de los compromisos
presentados el 31 de enero - donde China e
India entregaron planes, pero no apoyaron
explícitamente el acuerdo de Copenhague;
y Estados Unidos y la Unión Europea
anunciaron recortes de hasta 20 por ciento
pero que calcularon de distintas maneras -
queda demostrado que el Acuerdo no es un mecanismo
efectivo para impulsar a los países
con mayores emisiones de GEI a reducirlas
más allá de lo que ya se habían
comprometido antes de la creación de
este instrumento.
Los compromisos actuales
hechos por los países industrializados
representan apenas una reducción de
entre 11 y 19 por ciento de sus emisiones
de GEI. Si además se toma en cuenta
que, como se ha propuesto, estas reducciones
se podrían hacer mediante la compra
de créditos forestales de carbono (pagar
por evitar deforestación) la reducción
real de las emisiones de GEI provenientes
de la quema de combustibles fósiles,
puede ser aún menor.
En claro contraste, la República
de las Islas Marshal, una de las naciones
insulares del océano Pacífico,
se ha comprometido a reducir sus emisiones
de GEI en 40 por ciento para 2020, lo cual
es precisamente el nivel de compromisos que
se requiere de los países industrializados.
Las islas Marshal están apenas 2 metros
por encima del nivel del mar por lo que están
en riesgo de desaparecer completamente a consecuencia
del cambio climático. El compromiso
de esta nación, uno de los países
más vulnerables del planeta, pone en
evidencia la inacción y la falta de
voluntad de los países industrializados.
En este sentido, el gobierno de México
se ha comprometido a reducir sus emisiones
proyectadas en 30 por ciento para 2020.
Es posible que tu navegador
no permita visualizar esta imagen. “El fracaso
para conseguir compromisos de reducción
de emisiones efectivos hace pensar que otras
metas establecidas en este Acuerdo, como el
financiamiento inmediato antes de 2012 y el
multi millonario apoyo de largo plazo para
los países vulnerables y en desarrollo,
correrán la misma suerte. Con los compromisos
actuales, la temperatura global se incrementará
más de 3 grados centígrados
con relación a la época preindustrial,
encaminando al planeta hacia el cambio climático
catastrófico (2)”, agregó Magallón.
De acuerdo con un informe
reciente de Greenpeace que examina las implicaciones
de los compromisos de reducciones de GEI hechos
hasta el momento por los países, un
incremento en la temperatura global de apenas
1.5 grados centígrados podría
tener graves impactos sociales, ambientales
y económicos (3).
Las naciones industrializadas
deben reducir sus emisiones en 40 por ciento
con respecto a los niveles de 11000 y los
países en desarrollo deben reducir
el crecimiento previsto de sus emisiones entre
15 y 30 por ciento. Todo esto antes de 2020.
Además, los países desarrollados
deben brindar al menos 140 mil millones de
dólares anuales para que los países
en desarrollo puedan financiar el desarrollo
de energías limpias y otras medidas
de mitigación, la protección
de los bosques y la adaptación a los
efectos del cambio climático. Todo
lo cual, debe estar establecido en un acuerdo
legalmente vinculante.
“Greenpeace está
convencido que es posible alcanzar un acuerdo
justo, ambicioso y obligatorio para finales
de este año en México, durante
la COP 16. Sin embargo, resulta preocupante
que el principal funcionario de Naciones Unidas
sobre cambio climático y el ministro
de medio ambiente de Dinamarca, el cual preside
actualmente el proceso de negociación
de este organismo sobre el tema, a estas alturas
del año ya estén minimizando
las posibilidades de que esto se logre en
nuestro país. Instamos a la ONU a redoblar
los esfuerzos para concluir este tratado del
clima que el mundo entero necesita urgentemente.
Llamamos al gobierno de México a que
continúe jugando un papel cada vez
más prominente y positivo para garantizar
que esto se consiga”, concluyó Magallón
.
— Greenpeace
Notas:
(1) Acuerdo de Copenhague,
FCCC/CP/2009/L.7, 18 December 2009. http://unfccc.int/resource/docs/2009/cop15/eng/l07.pdf
(2) Evaluación preliminar
de las promesas hechas por el Anexo 1 de las
Partes y acciones voluntarias y de los objetivos
de la política anunciada por un número
de no-Anexo 1 de las Partes.15 de diciembre
2009.(Nota: las últimas dos páginas
de este documento contiene tablas con los
compromisos de reducción de emisiones
de los gobiernos, antes de Copenhague). http://www.greenpeace.org/international/press/reports/unfccc-secretariat-pledges-ass
(3) El tercer grado, documento
de información, Greenpeace Internacional,
1º de febrero de 2010. http://www.greenpeace.org/international/press/reports/the-third-degree