17 febrero 2010 - España
— Greenpeace considera que las recientes declaraciones
del ministro de Industria, Miguel Sebastián,
sobre energía nuclear, en las que afirmaba
que “temer la energía nuclear es como
tener miedo a los eclipses de luna o de sol"
o que en las centrales
nucleares "cualquier estornudo inmediatamente
es detectado", demuestran su desconocimiento
en materia nuclear.
“Sebastián hace bueno
el dicho de 'la ignorancia es atrevida' con
sus opiniones sobre la energía nuclear,
a no ser que el ministro de Industria tenga
la intención de confundir a la opinión
pública con falsedades con el fin de
favorecer al lobby nuclear”, ha afirmado Carlos
Bravo, responsable de la campaña Nuclear
de Greenpeace.
La organización ecologista
considera lamentable el símil de Miguel
Sebastián sobre la energía nuclear
y los eclipses, teniendo en cuenta las graves
consecuencias medioambientales, económicas
y para la salud pública de la catástrofe
nuclear de Chernóbil. Este accidente
ha ocasionado ya decenas de miles de víctimas
mortales como consecuencia de la radiactividad
liberada al medio ambiente, y ha provocado
que cientos de miles de personas sufran serios
problemas sanitarios por ese motivo; contaminó
cientos de miles de kilómetros cuadrados
con elevados niveles de radiactividad, con
la que diariamente tienen que convivir varios
millones de personas que nunca fueron evacuados.
Sobre los “estornudos”,
Greenpeace recuerda al ministro Sebastián,
como ejemplo, el escape radiactivo al medio
ambiente de partículas de cobalto-60
desde la central nuclear de Ascó-1
en 2008, que fue denunciado por la organización
ecologista, ante el ocultismo de los propietarios
de la central nuclear, y que pasó supuestamente
desapercibido al Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN).
Greenpeace recuerda que
desde que el Ministerio de Industria está
liderado por Miguel Sebastián, sus
principales proyectos se han dirigido a la
defensa de las energías sucias y en
detrimento de las energías renovables.
Además, la organización
sugiere al ministro que deje de defender la
energía nuclear por ser la más
cara y porque las centrales nucleares sólo
se pueden construir con subvenciones del Estado.
Una central nuclear tarda en ser construida
entre 6 y 10 años desde que obtiene
la subvención, mientras que con renovables
se puede disponer de la potencia necesaria
para generar la misma energía en cuestión
de meses.
Cuando Sebastián
afirma que las renovables “están en
su tope” por restricciones técnicas,
Greenpeace le pide que responda al informe
Renovables 24/7. La infraestructura necesaria
para salvar el clima, publicado recientemente
por la organización ecologista. En
él, comparando 30 años de datos
meteorológicos con las curvas de demanda
anual europeas, se concluye que, con la red
existente y si el mix de generación
fuese en un 90% renovable, habría una
probabilidad de sólo un 0,4% (12 horas
al año) de que coincidan una alta demanda
con una generación solar y eólica
insuficiente.
El informe demuestra que
para garantizar un suministro eléctrico
completamente fiable bastaría un refuerzo
de la red, y explica cómo se podrían
conectar redes inteligentes locales y regionales
con una superred de alta tensión para
proporcionar un suministro fiable a todas
horas sin ninguna necesidad de recurrir a
centrales térmicas de carbón
ni nucleares.
+ Más
ONG celebra el rechazo de
la Asamblea de Extremadura a albergar el cementerio
nuclear
18 febrero 2010 - España
— Ante la aprobación hoy por unanimidad
en la Asamblea de Extremadura al pronunciamiento
por el que rechazan la instalación
del cementerio nuclear centralizado en esta
comunidad autónoma, Greenpeace celebra
que muestren su oposición y pide al
Gobierno que paralice el proceso abierto por
el Ministerio de Industria.
Asimismo, la organización
ecologista recuerda que todas las comunidades
autónomas en las que se encuentran
los municipios que han presentado su candidatura
al Ministerio de Industria han mostrado su
rechazo a albergar esta instalación,
en la que se encontrarían todos los
residuos radiactivos de alta actividad de
todas las centrales nucleares españolas.
Ayer las Cortes de Castilla
y León se sumaban a la negativa ya
expresada por las Cortes de Castilla-La Mancha
el pasado 1 de febrero, al del Parlamento
de Cataluña (en 2008, y refrendado
el pasado 25 de enero por el propio presidente
de la Generalitat, José Montilla) y
al de las Cortes Valencianas (en 2006).
Ante ese rotundo rechazo
territorial al proyecto de Miguel Sebastián
de construir un cementerio nuclear centralizado,
sumado al rechazo social que ha generado el
proyecto, Greenpeace considera que el proceso
emprendido por el Ministerio de Industria
se pude ya considerar como un fracaso.
Por ello, Greenpeace pide
al Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero que paralice este proceso, que se
ha caracterizado por su falta de transparencia,
por haber evitado la participación
pública, por la actuación a
espaldas de los ciudadanos o por la búsqueda
negociada en secreto de candidatos. Ejemplo
de esto último ha sido la negociación
con la Asociación de Municipios en
Áreas con Centrales Nucleares, AMAC,
mediante el ofrecimiento de compensaciones
económicas con dinero público
por parte del Ministerio de Industria a cambio
de que Ascó y Yebra presentaran sus
candidaturas.
Desde el principio, Greenpeace
calificó el proceso iniciado por el
Ministerio de Industria como antidemocrático,
además de contradictorio con las promesas
del presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, quien reconoció
en el Congreso de los Diputados la necesidad
de lograr un amplio y previo consenso social
sobre la gestión de los residuos radiactivos
para poder avanzar en la solución de
este grave problema (1).
“Si el Gobierno quiere resolver
el problema de los residuos radiactivos y
cerrar de una vez el debate nuclear, tendrá
que poner sobre la mesa un buen plan de cierre
de las centrales nucleares, paso necesario
para poder avanzar hacia un modelo energético
sostenible. Sólo así conseguirá
paz social al respecto”, ha declarado Carlos
Bravo, responsable de la campaña Nuclear
de Greenpeace.
NOTA
(1) Zapatero dijo en el Congreso de los Diputados
durante el Debate del Estado de la Nación
del 30 de mayo de 2006: “Y paralelamente también
está el tema de los residuos, que exige,
sin duda alguna, un amplio consenso social
de organizaciones defensoras del medio ambiente,
que exige el mayor consenso territorial posible
y ojalá el mayor consenso político,
porque, como muy bien sabe S.S., es un problema
de hondo calado”.