La organización ecologista
pide a la UE que asuma una reducción
unilateral de emisiones del 30% para acelerar
las negociaciones internacionales - 10 febrero
2010 - España — Con motivo de la primera
reunión de los líderes europeos,
mañana en Bruselas, por primera vez
desde el fracaso de la cumbre del clima de
Copenhague, para abordar temas como la recuperación
económica y la posición de la
Unión Europea
en las negociaciones climáticas internacionales,
Greenpeace considera que se trata de dos temas
estrechamente relacionados y le pide a la
Unión Europea (UE) que elabore una
estrategia conjunta y que se una entorno a
una posición ambiciosa que le permita
abordar con confianza la siguiente fase de
negociación climática internacional
y recuperar el liderazgo climático
de antaño.
“Es necesario un mandato
claro y ambicioso de aumentar los compromisos
de reducción de emisiones de la UE
y que el viejo continente se una alrededor
de una misma estrategia de liderazgo climático”,
ha declarado Aida Vila, responsable de la
campaña de cambio climático
y energía de Greenpeace. “La UE no
puede seguir dudando. Es momento de que alinee
sus compromisos climáticos con las
recomendaciones científicas y haga
progresar las negociaciones. El cambio climático
sigue avanzando y no hay tiempo que perder”.
En este sentido, Greenpeace
solicita a los líderes europeos:
La presentación de
un mandato ante la Comisión para que
ésta elabore una propuesta de aumentar
el objetivo de reducción de emisiones
incondicional de la UE del 20% al 30% para
2020. Este sería el primer paso necesario
para alcanzar, en un acuerdo climático
global, el 40% de reducción de emisiones
para 2020 que la ciencia recomienda para el
conjunto de países industrializados.
Al mismo tiempo, el aumento
del objetivo europeo de reducción de
emisiones repercutiría en la recuperación
económica porque implicaría
una mayor confianza en las energías
renovables que, además de constituir
una tecnología exportable para países
como España, generarían el empleo
verde que la UE necesita para salir de la
crisis.
El establecimiento de alianzas
con aquellos países en vías
de desarrollo que son progresivos y constructivos
en las negociaciones climáticas, como
instrumento para aumentar la presión
hacia los países que bloquean el camino
hacia un acuerdo justo, ambicioso y legalmente
vinculante en la cumbre de Naciones Unidas
para el cambio climático que va a celebrarse
en noviembre de 2010 en Cancún, México.
Para ello, la UE debería restablecer
la confianza perdida con los países
en desarrollo, haciendo públicas las
cifras de apoyo financiero que va a poner
a disposición de la lucha contra el
cambio climático en estos países,
para que durante los años 2010 a 2013
puedan empezar a implementar medidas que repercutan
en un desarrollo más limpio y les ayuden
a desviarse de su ritmo de crecimiento de
emisiones entre un 15 y un 30%.
Documentos de análisis
de Greenpeace:
‘Engañando a la atmósfera’.
El compromiso de la UE de reducir sus emisiones
el 20% para 2020 significa poco más
que seguir como hasta ahora, sin realizar
ningún esfuerzo efectivo para salvar
el clima. La UE puede aumentar sus compromisos
de reducción de emisiones y jugar un
papel decisivo en la lucha contra el cambio
climático a la vez que reactiva su
economía. http://www.greenpeace.org/espana/reports/09-12-09-02
‘Valoración de Greenpeace
sobre el Acuerdo de Copenhague’
http://www.greenpeace.org/espana/reports/100210
+ Más
Activistas de Greenpeace
reclaman en la embajada de Japón un
juicio justo para Junichi y Toru
El próximo lunes
se celebrará el juicio contra los dos
activistas japoneses que denunciaron un escándalo
de contrabando de carne de ballena - 12 febrero
2010 - Madrid, España — Quince activistas
de Greenpeace han acudido esta mañana
a la sede diplomática de Japón
en Madrid, para entregarle al embajador una
carta en la que la organización ecologista
exige un juicio justo para Junichi Sato y
Toru Suzuki, dos activistas japoneses de Greenpeace
que denunciaron públicamente un caso
de contrabando de carne de ballena en 2008.
Los voluntarios portaban
una pancarta en la que se podía leer
“Juicio justo para Junichi y Toru”, además
de una ballena de 3,5 metros de largo realizada
siguiendo el arte del origami.
El próximo lunes
15 de febrero comenzará el juicio contra
Junichi y Toru, quienes, tras realizar una
profunda investigación, revelaron que
los miembros de la flota ballenera traficaban
con carne de ballena procedente de la llamada
caza “científica”, que Japón
realiza cada año en el Santuario Antártico.
Sorprendentemente, ambos
activistas fueron procesados y acusados de
haber robado la carne para venderla en el
mercado negro (por lo que se enfrentan a penas
de hasta diez años de cárcel),
a pesar de haber entregado a la policía
y a los fiscales todas las pruebas que demostraban
sobradamente su inocencia.
Greenpeace exige que se
celebre un juicio justo que respete los derechos
fundamentales de los dos activistas y que
se realice una investigación para determinar
si el Gobierno japonés encubre la corrupción
asociada al programa de caza “científica”
de ballenas.
“Se debe juzgar la caza
de ballenas, no a quienes demuestran su ilegalidad”,
ha declarado Celia Ojeda, responsable de la
campaña Océanos de Greenpeace.
“Demandamos a la justicia japonesa un juicio
justo y limpio, tal como se lo ha pedido la
ONU y toda la comunidad internacional”.
Recientemente, el Consejo
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
dictaminó que el Gobierno de Japón
había violado diversas leyes internacionales
sobre derechos humanos en este caso, y reconoció
que las acciones adoptadas por el Gobierno
japonés prueban la existencia de corrupción
(1).
Greenpeace exige además
a Japón que finalice su programa de
caza “científica” de ballenas, que
cada año captura un promedio de 700
ballenas en el Santuario Antártico,
y que está en contradicción
con todos los tratados de protección
de cetáceos.
Nota
(1) Dictamen del Consejo de Derechos Humanos
de las Naciones Unidas:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/100210-02