06 abril 2010 - España
— Los ecologistas proponen reducir la huella
ecológica de la Unión Europea
sobre los bosques del planeta, combatir
los incendios forestales, mejorar la Red Natura
2000, la apuesta por la certificación
forestal FSC y diferenciar claramente entre
bosques y plantaciones
Las organizaciones Ecologistas
en Acción, Greenpeace, WWF y SEO/BirdLife
han propuesto un conjunto de medidas para
minimizar algunos de los problemas y amenazas
que afectan a los bosques del planeta, como
son la deforestación producida por
el rápido incremento de la demanda
de materias primas, los incendios forestales,
la tala ilegal, la falta de protección
de los bosques de alto valor ecológico
o el cambio climático.
Esta petición se
ha realizado durante la Conferencia sobre
Protección de Bosques organizada por
la Presidencia Española de la Unión
Europea (UE) en Valsaín (Segovia) que
se celebra entre hoy y mañana. En el
encuentro, en el que participan tanto expertos
y responsables políticos de la UE como
representantes de algunas de las mayores organizaciones
ecologistas del país, se está
debatiendo el presente y futuro de los bosques
europeos, los impactos y amenazas que sufren,
el impacto del cambio climático en
los incendios forestales o las fuentes de
información forestal.
Los ecologistas señalan
que a pesar de que la Unión Europea
tiene menos del 8% de la población
mundial, su modelo de consumo la sitúa
como una región claramente deficitaria
en el comercio mundial de materias primas
(soja, carne, cuero, aceite de palma, papel,
madera, etc.) y deudora desde el punto de
vista de su huella ecológica. La Unión
Europea sobrepasa claramente los parámetros
de mínima sostenibilidad: tiene una
huella ecológica de 4,7 ha/hab, mientras
que sus sistemas naturales sólo pueden
soportar 2,2 ha/hab. En este contexto, la
UE tiene una clara responsabilidad en el binomio
destrucción vs. conservación
de los bosques en todo el mundo debido a su
dependencia de la importación de materias
primas, procedentes frecuentemente de procesos
de deforestación y degradación
forestal.
“Los europeos vivimos a
costa de los recursos de otros países”,
ha declarado Theo Oberhuber, de Ecologistas
en Acción. “Si queremos proteger los
bosques tenemos que, en primer lugar, reducir
nuestro consumo”
Otro de los problemas acuciantes,
sobre todo en el sur de Europa, es el de los
incendios forestales. Según los expertos,
debido al cambio climático es previsible
el aumento del riesgo de incendios forestales,
en especial los de grandes dimensiones, por
lo que es fundamental insistir en el control
y reducción de las causas o situaciones
que los provocan. La reducción del
número de incendios tiene que considerarse
como un objetivo clave en la política
de bosques de la UE. Su control y erradicación
se debe apoyar en una política preventiva
de carácter social; en una gestión
forestal integrada y adaptada a la situación
de cambio actual; en una adecuada planificación
y ordenación territorial, y, por último,
en una mejora sustancial de los medios técnicos
y humanos para la determinación del
origen de los miles de incendios forestales
que cada año se detectan en los países
integrantes de la UE.
Estas organizaciones denuncian
que incluso en los espacios protegidos incluidos
en la Red Natura 2000 las especies o hábitats
forestales están sufriendo amenazas
importantes, como los incendios forestales
o molestias humanas causadas por la apertura
de pistas forestales que incrementan la permeabilidad
de los espacios. Por ello se hace imprescindible
la aprobación de planes de gestión
que faciliten las medidas a llevar a cabo
en estos espacios y de esta forma evitar el
incremento de las amenazas.
“La conservación
de los procesos naturales no es un objetivo
claro y explícito de las Directivas
Aves y Hábitat. Por lo tanto, existe
una urgente necesidad de desarrollar políticas
específicas para llenar este vacío”,
ha declarado Octavio Infante, de SEO/BirdLife.
Otro de los problemas detectados
por los ecologistas es la creciente confusión
promovida desde instancias internacionales
como la FAO y la UE sobre la equiparación
entre bosques y plantaciones o cultivos forestales.
Los bosques proporcionan un gran número
de funciones ecológicas y socioeconómicas,
mientras que no se puede afirmar lo mismo
de las plantaciones. Éstas, sin duda
necesarias, carecen de algunas funciones ambientales
importantes y son gestionadas frecuentemente
como cultivos, estando más próximas
por este motivo a la agricultura que a lo
forestal. Muy frecuentemente, los bosques
son transformados en plantaciones forestales
enmascarando la deforestación real
y originando una gran pérdida de biodiversidad
en todo el planeta. Por tanto, las organizaciones
piden que tanto las estadísticas de
estas instituciones como las fuentes de información
que se utilicen diferencien claramente ambos
conceptos.
"Las plantaciones no
son bosques", ha apuntado Miguel Ángel
Soto, de Greenpeace España. “Aunque
a algunos les interese prolongar esta confusión,
es necesario que los datos oficiales empiecen
a separar ambos conceptos para poder ofrecer
una imagen más exacta sobre la deforestación,
la conversión de bosques en cultivos,
el impacto sobre el cambio climático
y, también, para conocer la verdadera
evolución de la superficie forestal
española”.
Por último, los ecologistas
proponen que la UE promueva la certificación
FSC de sus bosques sobre la base de dos principios
esenciales, la sostenibilidad, entendida como
la gestión y uso de los bosques de
tal forma e intensidad que se mantenga la
biodiversidad, productividad y la capacidad
de resiliencia, y por otra parte, la multifuncionalidad,
principio por el que los terrenos forestales
deben cumplir, en la medida de lo posible,
con sus múltiples funciones ambientales,
ecológicas, protectoras y económicas.
El FSC es el único sistema de certificación
forestal apoyado ampliamente por la sociedad
civil europea.
“El FSC es una excelente
herramienta para la promoción del consumo
de productos forestales como la madera, el
papel, el corcho o la resina”, ha declarado
Félix Romero, de WWF España.
“Además, algunas administraciones públicas
ya están dando ejemplo a través
de sus políticas de compras públicas
que priorizan la adquisición de productos
forestales certificados por el FSC en sus
contratos de suministros, obras y servicios”.
Greenpeace y las plataformas
anticementerio nuclear presentan una campaña
publicitaria que advierte del daño
de un cementerio nuclear al turismo de Castilla
y León
Greenpeace y las plataformas
anticementerio nuclear piden al presidente
Herrera que salga en defensa de los valores
de Castilla y León y se oponga con
firmeza al almacén de residuos que
promueve el Ministerio de Industria - 06 abril
2010 - España — Greenpeace, la Plataforma
Anticementerio Nuclear Tierra de Campos Viva,
la Plataforma Antinuclear Norte de Palencia
y la Plataforma contra el cementerio nuclear
de Torrubia de Soria han puesto en marcha
hoy una campaña publicitaria que alerta
del daño que el cementerio nuclear
tendría sobre el turismo natural, cultural
y gastronómico de Castilla y León.
Castilla y León es
mundialmente conocida por su extraordinaria
riqueza natural y su valiosísimo patrimonio
histórico y cultural. Además,
su excelente gastronomía, que refleja
el gran potencial agroalimentario de su territorio,
goza de sobrado reconocimiento en el exterior.
Prueba de ello es la importancia creciente
que el turismo cultural, rural, de Naturaleza
y gastronómico tienen para la economía
de la Comunidad Autónoma.
Lamentablemente, Castilla
y León corre el riesgo de perder este
merecido prestigio internacional y pasar a
ser más conocida como el cementerio
nuclear de España.
Ante esa situación,
las organizaciones piden al presidente de
la Junta de Castilla y León, Juan Vicente
Herrera, que actúe con firmeza en defensa
de estos valores y se oponga de forma rotunda
a que Castilla y León albergue el almacén
centralizado de residuos radiactivos de alta
actividad de las centrales nucleares españolas
(ATC) que promueve el Ministerio de Industria
que dirige Miguel Sebastián.
Para las organizaciones
las millonarias inversiones de la Junta de
Castilla y León en sus campañas
de defensa y promoción de los valores
turísticos y gastronómicos de
la comunidad autónoma, corren el riesgo
de caer en saco roto, si el cementerio nuclear
se instalase finalmente en la región.
Castilla y León es
hoy ejemplo mundial de región turística
de interior por su excelencia. El creciente
interés del ciudadano, de dentro y
fuera de nuestro país, por hacer turismo
en parajes naturales o por el patrimonio histórico
ha resultado muy beneficioso para el sector
turístico en Castilla y León.
Las nuevas formas de turismo, como rural,
cultural, deportivo y de aventura, y gastronómico
han convertido a Castilla y León en
la primera potencia de turismo de interior.
En la actualidad, el turismo es considerado
un sector estratégico en Castilla y
León, no en vano genera casi el 10%
del PIB y más de 50.000 empleos directos.
El propio presidente Herrera afirmó
que el principal "pilar" de la creciente
riqueza de Castilla y León como atractivo
turístico es su rico patrimonio artístico,
cultural, natural y etnográfico.
En la feria Alimentaria,
recientemente celebrada en Barcelona, Castilla
y León fue la región con un
mayor espacio expositivo al ocupar cerca de
3.000 metros cuadrados repartidos en cuatro
pabellones, donde 164 empresas y 35 denominaciones
de calidad de la autonomía mostraron
sus productos. El sector agroalimentario ha
alcanzado ya en Castilla y León la
cifra de casi 9.100 millones de euros lo que
supone un crecimiento del 14%. Y se pretende
incrementar un 25% el valor de la producción
bruta salida de fábrica hasta superar
los 10.000 millones de euros.
Según informes oficiales
de la Junta de Castilla y León, ésta
pretende aumentar la competitividad y productividad
del sector agroalimentario con incentivos
a la inversión productiva por valor
de 700 millones de euros. La Junta de Castilla
y León lleva invertidos más
de 436 millones de euros destinados a la inversión
productiva, I+D+I y a la competitividad de
las industrias agroalimentarias así
como a la modernización de las explotaciones
agrarias.
Las exportaciones de las
industrias agroalimentarias de Castilla y
León han alcanzado los 1.064 millones
de euros, lo que supone un incremento del
31% en los últimos 5 años. Los
vinos, los productos de panadería y
galletería y las carnes, entre otros,
han liderado este crecimiento.
Uno de los objetivos oficiales
de la Junta de Castilla y León es consolidar
la imagen de calidad de los productos agroalimentarios
de la región. Para ello la Consejería
de Agricultura y Ganadería lanzó
en 2008 la nueva marca de alimentos de Castilla
y León “Tierra de Sabor”. En tan sólo
un año era ya conocida por el 60% de
los consumidores a nivel nacional (lo que
le equiparaba a marcas de otras comunidades
autónomas con más de 10 años
de andadura) y habían solicitado su
adhesión a la marca 423 industrias
para 2.831 productos (un 13% del sector agroalimentario
regional). Por sectores, destaca el cárnico,
con casi un tercio de las solicitudes, le
siguen, vinos, frutas, verduras y hortalizas,
lácteos y derivados de cereal.
Para Greenpeace y las plataformas
anticementerio nuclear de Castilla y León,
el ATC provocará un grave daño
a toda Castilla y León, y traerá
la muerte económica y social a la comarca
donde se instale, ya que alejará cualquier
posibilidad de llevar a cabo un desarrollo
sano y sostenible en sus pueblos, y expondrá
inevitablemente a las personas y al medio
ambiente a graves e innecesarios riesgos.
Como demuestra la involución
demográfica y económica sufrida
en las últimas décadas por los
municipios donde se ubican las instalaciones
nucleares, la energía nuclear no trae
riqueza ni a esos municipios ni a los de las
comarcas adyacentes.
“Los municipios nuclearizados
mantienen una marcada dependencia económica
de las instalaciones nucleares, debido a la
baja incidencia que las mismas han tenido
en su desarrollo económico, al haber
sido escasa su aplicación a la ejecución
de proyectos de inversión que contribuyesen
a la generación de economías
alternativas”. Esta frase es del Ministerio
de Industria, Comercio y Turismo, que dirige
Miguel Sebastián. Está sacada
de la Orden que elabora el Ministerio para
regular las asignaciones a los municipios
del entorno de las instalaciones nucleares
(1).
NOTAS:
(1) (http://www.mityc.es/energia/nuclear/legislacion/estatal/paginas/proyectosrd.aspx