20
abril 2010 - Cochabamba, Bolivia — Desde el
19 y hasta el 22 de abril en Cochabamba, Bolivia,
se realiza Primera Conferencia Mundial de
los Pueblos sobre el Cambio Climático
y los Derechos de la Madre Tierra.
Esta reunión fue
convocada por el presidente boliviano, Evo
Morales, luego de que en la cumbre de Copenhague,
en diciembre, no se llegó a un acuerdo
para salvar al clima. El objetivo de esta
conferencia, que reúne a académicos,
representantes de más de 50 gobiernos
y ONG, es buscar soluciones efectivas y justas
a la crisis del clima.
Entre los avances que se
ven en esta reunión es que se ha abierto
un espacio de discusión para hablar
sobre la justicia climática, es decir:
?que los países industrializados,
como un grupo, reduzcan al menos 40 por ciento
de sus emisiones de CO2 para el año
2020, con respecto a los niveles de 11000.
De forma adicional, deben asignar al menos
140 mil millones de dólares anuales
a los países en desarrollo para detener
la deforestación y detonar el uso masiva
de las fuentes renovables y limpias de energía.
?que los países en desarrollo desvíen
su crecimiento proyectado de emisiones entre
un 15 por ciento y 30 por ciento para el 2020.
?que exista un mecanismo de financiamiento
para detener la deforestación masiva
en todos los países en desarrollo para
el 2020, y así alcanzar la cero deforestación
para el 2015 en áreas prioritarias
como la Amazonía, Indonesia y la cuenca
del Congo.
Greenpeace comparte la preocupación
del gobierno boliviano de que necesitamos
medidas urgentes y ambiciosas para preservar
nuestra madre Tierra y aplaude la decisión
del primer presidente indígena de América
de poner los derechos de los pueblos indígenas
en la vanguardia de las negociaciones. Es
alentador ver que este sea un tema central
en estas conversaciones, ya que las personas
más pobres del mundo ya están
sufriendo los impactos del cambio climático,
mientras que sus hogares, formas de subsistencia
y vidas están siendo destruidas
Los gobiernos del mundo,
particularmente de los países industrializados,
no están enfrentando la crisis climática.
Los compromisos actuales en el marco del proceso
de la ONU son inadecuados y podrían
permitir que la temperatura global se eleve
más allá de 3° centígrados,
lo que de acuerdo con los científicos
dar lugar a una catástrofe climática.
En este sentido, México,
como anfitrión y presidente de la próxima
cumbre climática de la ONU, debe estar
abierto a retomar las preocupaciones y propuestas
que salgan de Cochabamba. Además, esperamos
que el gobierno mexicano siga el ejemplo boliviano,
de permiterle a la sociedad civil interesada
en el proceso de negociaciones, participar
sin restricciones en la reunión de
Cancún, a finales de este año.
Conferencia Mundial de los
pueblos de Cochabamba
Cochabamba, Bolivia a 21
de abril, 2010
A los representantes de
medios de difusión; a las personas
que escuchen este mensaje, adonde quiera que
llegue:
La atención al cambio
climático y sus efectos por todo el
planeta se ha convertido en una necesidad
imperante para la humanidad. Es evidente que
los grandes impactos económicos, ambientales
y sociales que ya produce, podrán multiplicarse
muy pronto en número e intensidad,
y en más lugares, si el problema no
es atendido de manera inmediata.
Dicha atención debe
darse de manera global, entre todos los pueblos
y países del mundo, tomando en cuenta
las responsabilidades comunes pero diferenciadas
que se tienen frente al problema. La respuesta
tendrá que ser integral y basada en
criterios de justicia, equidad y responsabilidad
con nuestro planeta, la Madre Tierra, como
muchos pueblos la nombran, considerando los
diferentes niveles de acción que incluyen
a gobiernos, ciudadanía, pueblos con
identidades propias y las diversas comunidades
existentes al interior de los países.
Nuestro reto es atender el problema común
con una visión transversal, que involucre
a todos los sectores y dimensiones de la vida
social, económica y política
Considerando los limitados
resultados de los procesos internacionales
que se han desarrollado para atender el cambio
climático, como los obtenidos en el
seno de la Organización de Naciones
Unidas, y asumiendo que nuestro país,
México, será sede de la siguiente
Conferencia de las Partes (COP-16) de la ONU,
diversos miembros de la sociedad civil mexicana
hemos iniciado un proceso de construcción
de diálogo con miras al fortalecimiento
y ampliación de la presencia de las
acciones ciudadanas en lo nacional e internacional,
frente al problema.
Reconocemos que la Cumbre
de Cochabamba, a la que aportamos nuestro
testimonio, representa un momento clave para
ampliar el diálogo entre muchos actores
de todo el mundo, y la visión sobre
las implicaciones del cambio climático,
para enriquecer los puntos de vista y consensos
sobre acciones posibles y necesarias, a fin
de evaluar, reforzar y complementar las medidas,
estrategias, acciones, programas y planes
existentes para enfrentar el cambio climático
mediante la participación amplia y
democrática de los grupos sociales
y civiles en este evento. Por ello y en el
marco de esta Cumbre de la Madre Tierra, las
organizaciones que suscribimos el presente
comunicado, expresamos lo siguiente:
?Las estrategias para enfrentar
el cambio climático deben instrumentarse
y llevarse a ejecución respetando el
multilateralismo, tanto en el proceso de negociación
de la Organización de Naciones Unidas,
como en otros escenarios. El proceso debe
incluir condiciones apropiadas de tiempo,
libre acceso a la información, y modalidades
democráticas de deliberación
para favorecer auténticamente la participación
de la sociedad mediante sus diversas organizaciones,
sin exclusiones de ninguna índole.
?Para la preparación
de la siguiente conferencia de las partes
(COP-16) tanto el gobierno mexicano, como
anfitrión, como los responsables del
sistema multilateral de la ONU, deben garantizar
la participación indiscriminada, transparente
y abierta de todos los países, pueblos
y actores de la sociedad civil, así
como de académicos, organizaciones
sociales y comunitarias cuyas aportaciones
son indispensables para la atención
del problema. La participación de la
sociedad civil en las conferencias y cumbres
de las Naciones Unidas es un derecho y una
práctica ganada que debe mantenerse
y respetarse.
?Es preocupante, en este
contexto, que el gobierno mexicano no ofrezca
públicamente, hasta ahora, una estrategia
abierta y transparente para favorecer la participación
amplia de los actores civiles y sociales interesados
en participar, no solo del país, sino
de todo el mundo, en la COP-16; parece mantener
una cerrazón para no compartir con
la ciudadanía los actos públicos
relevantes, actitud que le ha caracterizado
recurrentemente.
?El gobierno mexicano ha
declarado recientemente, en ámbitos
internacionales, que está dispuesto
a jugar un rol de facilitador del diálogo
y de promotor de nuevos mecanismos que permitan
allanar el camino para que pueda llegarse
a un acuerdo sólido en materia de cambio
climático. Para ello, debe tener una
actitud congruente, promoviendo internamente
espacios amplios y democráticos de
discusión sobre el tema de cambio climático,
considerando las estrategias, retos y oportunidades
que se tienen para combatir el problema, y
evitar el hermetismo y las prácticas
excluyentes que no promuevan un diálogo
en miras a la construcción de una agenda
nacional en la materia.
?Hemos venido a esta Cumbre
de Cochabamba agradeciendo el espíritu
de apertura al diálogo plural que comprende.
Como representantes de algunas organizaciones
civiles mexicanas interesadas en la construcción
de un espacio de diálogo, búsqueda
de consensos y acción común
frente al cambio climático, rumbo a
la COP-16 y preocupados por las acciones que
se emprenderán posteriormente.
Celebramos la amplia participación
popular, social y civil que se conjunta en
esta Conferencia de la Madre Tierra; en medio
de esta celebración, ofrecemos nuestro
ánimo y nuestras capacidades para aportar
lo posible en esta ocasión y explorar
la coordinación con quienes tengan
también el ánimo del diálogo,
como base para posibles acciones conjuntas,
nacionales e internacionales, orientadas a
acrecentar la capacidad conjunta y la fuerza
de la sociedad en la búsqueda de soluciones
ante los graves riesgos que implica el cambio
climático para todos las ciudadanos
y ciudadanas del mundo, porque esta ya no
es sólo una tarea de los gobiernos,
sino de toda la ciudadanía.
Alianza Mexicana por la
Autodeterminación de los Pueblos (AMAP);
Asistencia Legal por los Derechos Humanos,
A.C. (ASILEGAL); Centro Mexicano de Derecho
Ambiental, A.C. (CEMDA); Centro de Derechos
Humanos "Miguel Agustín Pro Juárez,
A.C."; Centro de Derechos Humanos "Fray
Francisco de Vitoria, O.P.", A.C.; Centro
de Servicios Municipales "Heriberto Jara,
A.C." (CESEM); Centro Operacional de
Vivienda y Poblamiento, A.C. (COPEVI); Coalición
de Organizaciones Mexicanas por el Derecho
al Agua; Colectivo Radar; Consejo de Ejidos
y Comunidades Opositores a la Presa La Parota
(CECOP); Consumidores Responsables C3; Cooperativa
por un Ambiente Biodiverso y Sustentable (CAMBIOS)
SC de RL; Desarrollo, Educación y Cultura
Autogestionarios; Equipo Pueblo; Enlace Rural
Regional, A.C. (ERRAC); ETICA 2000, S.A. de
C.V. (ETICA); Food First Information and Action
Network- México (FIAN-México);
Greenpeace México; Grupo de Estudios
Ambientales, AC; Guardianes de los Volcanes,
A.C.; Instituto Mexicano para el Desarrollo
Comunitario, A.C. (IMDEC), Movimiento Mexicano
de Afectados por las Presas y en Defensa de
los Ríos (MAPDER); Otros Mundos, A.C.;
Presencia Ciudadana, AC; Red de Género
y Medio Ambiente (REGEMA); Red Mexicana de
Acción frente al Libre Comercio (RMALC);
Sakbe Comunicación Ambiental; Unión
Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ);
350, AC