26 agosto 2010
Parte de los manifestantes que estuvieron
marchando, diciéndole no a las Termoeléctricas.
Santiago, Chile — Además, 13.000 adherentes
a Greenpeace han solicitado al Presidente
que cumpla su promesa de campaña. Y
la cifra sigue subiendo.
Casi 3.000 personas marcharon
ayer por el centro de Santiago en rechazo
a la aprobación de la termoeléctrica
Barrancones, en la región de Coquimbo,
luego que la Comisión Regional de Medioambiente
[COREMA] de la IV región aprobó,
por 15 votos a favor y cuatro en contra, la
instalación de dos plantas a carbón
a 21 kilómetros al sur de la reserva
Pingüino de Humbolt.
Todos los votos a favor
fueron de funcionarios de confianza del Presidente
Piñera, como el intendente de Coquimbo,
Sergio Gahona, además de los gobernadores
y Seremis regionales. Mientras que los cuatro
consejeros regionales -tres de oposición
y uno oficialista- se opusieron.
El presidente Piñera
aún no se pronuncia ante esta presión
ciudadana. Sólo a través de
la ministra vocera de Gobierno, Ena Von Baer,
se ha señalado que "hay una institucionalidad
en curso que aprobó la termoeléctrica,
pero que se fiscalizará fuertemente
para que no afecte el medioambiente."
Greenpeace desde la semana
pasada ha desarrollado un ciberactivismo en
donde exige al Presidente Sebastián
Piñera que cumpla su compromiso de
campaña donde aseguró que no
aprobaría ningún proyecto que
atente contra el medio ambiente, el patrimonio
natural y la calidad de vida de los chilenos.
Hasta esta tarde más de 13.000 personas
han exigido al presidente que se manifieste
en contra de las termoeléctricas, y
señale qué es lo que su gobierno
está haciendo para detener el grave
impacto que esta aprobación supone
sobre una zona rica en biodiversidad, destacada
mundialmente.
Para Samuel Leiva, vocero
de Greenpeace en Chile “Estas manifestaciones
y el alto número de envíos de
correos electrónicos reflejan que los
chilenos no quieren que la energía
eléctrica se genere con carbón”.
Greenpeace, así como
muchas otras ONG´s ambientales y personas
del mundo civil comprometidas con el medio
ambiente rechazan la aprobación del
proyecto termoeléctrico Barrancones
debido a que podrían destruir irreparablemente
las Reservas Naturales de Isla Choros-Damas,
Isla Chañaral y Pingüino de Humboldt
y afectará a miles personas.