David, Chiriquí,
23 de octubre de 2009. Poblaciones que desarrollan
diferentes actividades productivas comunitarias
serán involucradas en la gestión
de la nueva área protegida
de uso múltiple Manglares de Chiriquí,
afirmó Harmodio Cerrud, administrador
regional de la Autoridad Nacional del Ambiente
(ANAM) en esa provincia.
Por sus características,
los manglares de Chiriquí serán
un área protegida donde se promoverá
la conservación de su riqueza de recursos
y las comunidades que viven en las costas,
desembocaduras de ríos y ensenadas,
podrán realizar sus actividades productivas,
mediante el concepto de desarrollo sostenible,
agregó el funcionario.
Los manglares de Chiriquí
surgen legalmente como área protegida
con el acuerdo municipal No 21 de 6 de junio
de 2007 con el sustento normativo contenido
en el artículo 66 de la ley 41 de 1
de julio de 1998, General del Ambiente, y
la ANAM es la institución administradora
de este territorio de uso múltiple.
Este nuevo sitio de protección
está situado entre las áreas
protegidas del Refugio de Vida Silvestre de
La Barqueta Agrícola y el Parque Nacional
Marino Golfo de Chiriquí, localizado,
fundamentalmente, en una zona de manglares
y ciénagas, que comprende los distritos
de Alanje, David y San Lorenzo.
Además cuenta con
una extensión de casi 76 mil hectáreas,
que incluye partes marinas y terrestres.
Se ha iniciado un proceso
de divulgación de esta nueva área
protegida entre las autoridades locales municipales
de los distritos de Alanje, David y San Lorenzo,
instituciones vinculadas a su gestión,
así como con finqueros vecinos y las
poblaciones de las comunidades involucradas,
que desarrollan actividades productivas con
los recursos del golfo de Chiriquí.
Esta nueva área protegida
se caracteriza por sus amplias ensenadas,
numerosas desembocaduras de ríos que
aportan sedimentos con altos contenidos de
nutrientes y agua dulce; además, un
variable régimen de mareas, flechas
litorales y golfos que permiten el desarrollo
de los más importantes ecosistemas
de manglar.
Se encuentran aquí
ocho especies de mamíferos –entre ellos,
monos tití, cariblanco y ardilla, puercoespín
y el gato manglatero-, 19 aves – varios tipos
de garza, cotinga piquiamarilla, loros, patos,
martín pescador, águila pescadora,
gavilanes de manglares-, 9 reptiles – ejemplos
son los babillos e iguanas- y una especie
de anfibio, la rana verdinegra, que deben
ser protegidas por encontrarse amenazadas.
Hay también una rica
variedad de peces, entre las que se han observado
unas 13 especies de agua dulce (sábalo,
lisa), así como también 39 originarias
de estuarios y marinos, igual, peces marinos
en los esteros y en la zona marino-costera
como pargo, sierra, corvina, robalo, tiburón
y otros menores.
Además se pueden
mencionar 15 tipos de moluscos, como la almeja
(Donax dentifer) y la concha negra o prieta
(Anadara tuberculosa).
Los manglares desempeñan
un papel en la lucha contra el cambio climático.
La masa boscosa en que se establecen, es uno
de los sistemas que más fija el carbono
y que produce oxígeno. Por esta vía
del establecimiento de áreas protegidas,
el país cumple con un aporte de crear
zonas que contribuyan a mitigar el calentamiento
global.
Instituciones no gubernamentales
como la Fundación MarViva, The Nature
Conservancy (TNC) y Conservación Internacional
apoyan el establecimiento de esta nueva área
protegida.
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Convenio ANAM – Parque Omar:
Un escenario de Aprendizaje Ambiental
Panamá, 22 de octubre
de 2009.- La Autoridad Nacional del Ambiente
y el Parque Recreativo y Cultural Omar firmaron
un Convenio de Cooperación Técnica
para la implementación de un proyecto
de gestión ambiental en el que se implemente
un Escenario de Aprendizaje Ambiental, con
el fin de aprovechar el óptimo potencial
que tiene el Parque y convertir este recurso
natural en un escenario apropiado para la
gestión ambiental y ecoturística.
La Dirección de Fomento
de la Cultura Ambiental contará con
un Centro de Fomento de la Cultura Ambiental
dentro del Parque, para promover y desarrollar
Programas de Educación Ambiental a
estudiantes y público en general que
visite las instalaciones, con el objetivo
de fomentar una cultura ambiental integral
e interactiva.
La Primera Dama expresó
que con este acto se da un gran avance en
temas de conservación del medio ambiente
y que además, se adquiere un compromiso
de responsabilidad con respecto al cambio
climático.
Este convenio busca ampliar
la capacidad del parque para suplir las necesidades
de recreación, cultura y vida saludable
de la población; incluye la ejecución
de planes, proyectos y programas inmediatos
para restaurar y adecuar las infraestructuras
del parque para la población en general,
como para las personas con discapacidad.
Javier Arias, administrador
de la ANAM, hizo especial énfasis e
que por primera vez, ambas entidades se comprometen
en impulsar una iniciativa de esta naturaleza.
También agregó
que uno de los factores que intervienen en
este fenómeno es el nivel cultural
que tenemos los panameños y que requerimos
fortalecer para aprovechar la riqueza de biodiversidad
que es característica de Panamá.
La vigencia del convenio
será por cinco años y establece
que ambas partes podrán incorporar
o involucrar a otras organizaciones o instituciones
nacionales e internacionales comprometidas
con los términos del convenio.
Se establece que la ANAM
asumirá la responsabilidad ambiental
administrativa del parque, la asistencia técnica
necesaria para el mantenimiento, manejo y
ordenamiento de las áreas verdes, la
protección de la fauna y flora del
parque.
En el mismo se realizarán
actividades semanales para atender los programas
para las escuelas invitadas por el Despacho
de la Primera Dama y la ANAM, a la vez atender
los visitantes del Parque a que no solo jueguen
y hagan deportes, sino que conoscan un poco
más sobre temas de recreación
cultural, reforzamiento de la Educación
Ambiental, juegos didácticos, Ecotíteres,
Programas de Bandera Azul Ecológica,
Guías Didácticas Ambientales
y el Programa Globe en coordinación
con el Ministerio de Educación. En
el acto de la firma del convenio estuvo presente
la administradora del Parque Recreativo y
Cultural Omar, Yola de Pashales, así
como autoridades vinculadas al tema ambiental
y estudiantes de la escuela Fe y Alegría,
del corregimiento de Curundú.