Publicado el 02 diciembre
2010 - A fines de septiembre, la Confederación
Hidrográfica del Duero (CHD) resolvió
la caducidad anticipada de la concesión
de la minicentral hidroeléctrica de
la Garganta de Barbellido (Ávila).
Ahora, el Consejo de Estado, máximo
órgano consultivo de la Administración,
constata el incumplimiento de las condiciones
de la concesión titularizada por ENEL-UNIÓN
FENOSA RENOVABLES y arrendada a un
funcionario de Industria de la Junta de Castilla
y León, recomendando la eliminación
de la presa y las obras hidráulicas,
situadas en pleno Parque Natural de la Sierra
de Gredos.
Así lo establece
en su dictamen del 5 de octubre incorporado
al procedimiento, afirmando que “el clausulado
concesional no se ha cumplido y ello basta
para aplicar el párrafo primero de
la cláusula decimocuarta que por ello
prevé la caducidad de la concesión”.
Y “procede declarar la caducidad de la concesión
por incumplimiento de las obligaciones relativas
a la escala de peces y al caudal ecológico”.
Añade que “la solución definitiva
más idónea conforme al Ordenamiento
sea la desaparición del azud y la restauración
ecológica del río” pues hoy
en día “un proyecto semejante no pasaría
los estándares que la praxis de la
evaluación de impacto ambiental y la
gestión de las especies y Lugares de
Importancia Comunitaria de la Red Natura 2000
imponen”.
La construcción y
puesta en funcionamiento de esta minicentral
estuvo plagada de irregularidades desde el
principio: la presa se alzó 2 metros
más y el salto de producción
se elevó en más de 6 m sobre
lo autorizado, el aliviadero se redujo haciéndose
insuficiente para evacuar la máxima
avenida prevista. Sorprendentemente, el reconocimiento
final de la obra realizado en 1995 no reflejó
las características reales del aprovechamiento,
y el Acta no llegó a tener validez
legal ya que el Presidente de la Confederación
de aquel momento no llegó a firmarla.
A pesar de ello, la minicentral entró
en funcionamiento, y durante casi 15 años
la CHD hizo la “vista gorda”.
Los numerosos informes,
denuncias y quejas cosechadas por la minicentral,
evidenciaban que su explotación degradaba
insoportablemente el río, llegando
prácticamente a desecarlo a voluntad
y ocasionando episodios de mortandad de peces
en el tramo derivado; y que la “escala” adosada
a la presa, mal ubicada y peor diseñada,
jamás cumplió su cometido. Por
fin, en 2006 la CHD instó al concesionario
a adecuar las instalaciones, advirtiéndole
de la posible caducidad anticipada del derecho
de explotación. En diciembre de 2008,
la CHD inició el expediente para anular
la concesión, a cuya tramitación
han concurrido una veintena de asociaciones
ecologistas y de pescadores, y decenas de
personas interesadas, apoyando la caducidad.
Las alegaciones, junto a los informes aportados
por el Servicio Territorial de Ávila,
la Dirección General del Medio Natural
y la Consejería de Medio Ambiente de
Castilla y León, han acreditado sobradamente
el grave impacto ambiental de la minicentral
sobre el ecosistema fluvial de la Garganta
y del alto Tormes, la degradación del
hábitat acuático, la absoluta
inutilidad de la escala y el efecto barrera
de la presa, con perjuicios comprobados sobre
la pesca.
Felicitamos a la dirección
de la CHD, y especialmente a los funcionarios
directamente implicados en la tramitación
del expediente, así como a los organismos
ambientales competentes de la Junta de Castilla
y León que lo informaron y, en definitiva,
a todas las personas e instituciones que han
contribuido en cualquier forma o momento a
este logro histórico. Esperamos que
a esta feliz decisión, sin precedentes
en nuestras cuencas, le siga el precintado
inmediato de la central, y cuanto antes el
desmantelamiento de la presa y la restauración
del lugar a su estado original como manda
la ley, con cargo al concesionario, que ha
de devolver las subvenciones a la energía
y el lucro obtenido desde el inicio de su
incumplimiento; como hemos solicitado ya al
Presidente de la Confederación Hidrográfica
del Duero.
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10 años de éxitos:
Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega
Publicado el 09 diciembre
2010 - El Secretario General de WWF, Juan
Carlos del Olmo, ha presentado esta tarde
en la Casa Encendida (Madrid) el acto de celebración
del 35 aniversario del Refugio de Rapaces
de Montejo de la Vega (Segovia), que desde
el año 2000 cuenta con el apoyo de
Obra Social Caja Madrid. Se trata del primer
ejemplo de custodia del territorio en España,
impulsado por Félix Rodríguez
de la Fuente en 1974. Tras la proyección
de un breve vídeo documental sobre
la historia del proyecto, ha tenido lugar
la presentación del informe: Refugio
de Montejo: 35 años de historia y una
década de gestión con Obra Social
Caja Madrid.
La presentación del
documento sobre el Refugio de Rapaces de Montejo
de la Vega hace un completo repaso a los espectaculares
resultados de conservación obtenidos
en los últimos 10 años, gracias
al apoyo de Obra Social Caja Madrid. La última
década ha consolidado el trabajo que
se viene realizando desde los años
70, con la restauración de diversos
hábitats forestales y la protección
de algunas de las especies más amenazadas
de España, como el buitre leonado,
el alimoche o la nutria.
El Refugio cuenta hoy en
día con una colonia de buitre leonado
que supera los 1.000 ejemplares. Por otra
parte, desde 2004 se ha logrado frenar el
vertiginoso descenso de las poblaciones de
alimoche. Para mantener el buen estado de
salud de los depredadores y aves carroñeras
es necesario garantizar un aporte suficiente
de alimento. Por esta razón, WWF trabaja
manteniendo las poblaciones de especies cinegéticas,
con acciones como la instalación de
bebederos y comederos para perdiz o la construcción
de majanos y siembras para conejo.
Además, para conservar
el hábitat de estas especies en el
mejor estado de conservación posible,
se ha trabajado activamente en tareas de restauración
forestal con la plantación de más
de 15.000 árboles y arbustos autóctonos,
en la que han participado un gran número
de personas. Durante la última década
han pasado por el Refugio más de 7.000
niños, jóvenes y adultos en
programas de voluntariado, educación
ambiental y visitas escolares.
Tras la presentación,
expertos en conservación debatieron
los principales problemas que sufren las aves
rapaces en España, como la falta de
alimento, los tendidos eléctricos o
el veneno y los retos futuros del Refugio.
Este espacio sirve como laboratorio de pruebas,
en el que WWF analiza distintas iniciativas
de conservación, para luego aplicarlas
a muchos otros espacios protegidos de España.
WWF trabaja desde 1974 en
la conservación del Refugio. Durante
la última década Obra Social
Caja Madrid apoya las labores de conservación
para proteger las especies en riesgo de extinción
y fomentar la participación ciudadana
por medio de programas escolares, actividades
de formación y campos de voluntariado.
El director de Proyectos
medioambientales de Obra Social Caja Madrid,
José Antonio Mijares Bermejo, ha expresado
su confianza en que el Refugio de Rapaces
de Montejo de la Vega se convierta “en modelo
de referencia para la convivencia entre el
hombre y la naturaleza, para la recuperación
de especies amenazadas y la gestión
de un espacio natural, conservando así
muchos de los valores naturales del espacio”.
WWF ha querido celebrar
la importancia de un espacio natural emblemático
para la historia del conocimiento y la defensa
de la naturaleza en España.