A unas horas
de que concluya su visita a México,
el sudafricano Kumi Naidoo, director de Greenpeace
Internacional, se reunió con los políticos
mexicanos Marcelo Ebrard, Felipe Calderón
y Andrés Manuel López Obrador,
para hablar sobre los resultados de la COP
16 en Cancún y el tema ambiental en
general. Los encuentros se realizaron entre
el lunes por la mañana y la tarde de
este martes.
Kumi Naidoo señaló
que los tres políticos coincidieron
en que los resultados de la COP 16 no salvaron
el clima del planeta y en que es necesario
trabajar mucho más para evitar el cambio
climático catastrófico. Agregó
que tanto Ebrard, Calderón como Obrador
fueron muy generosos con su tiempo, lo que
refleja la importancia del trabajo de Greenpeace
en México para los tomadores de decisiones.
Igualmente, los tres se mantuvieron abiertos
a seguir en contacto.
En el primer encuentro,
con Ebrard, Kumi Naidoo subrayó la
necesidad de hacer alianzas estratégicas
entre parlamentarios, gobiernos locales y
sociedad civil, así como la importancia
de que las ciudades desempeñen un rol
más activo en la lucha contra el cambio
climático y en la consecución
de un acuerdo justo, ambicioso y legalmente
vinculante para enfrentar tal fenómeno.
Ebrard también habló sobre la
importancia de evitar la siembra de maíz
transgénico en México, centro
de origen y diversidad de dicho grano.
En el segundo encuentro,
el lic. Felipe Calderón expresó
su compromiso de apoyar todos los esfuerzos
que se den para que la siguiente COP, que
se lleva a cabo en Durban Sudáfrica,
logre llegar al acuerdo justo, ambicioso y
obligatorio necesario para salvar el clima.
Planteó asimismo la necesidad de mantener
el tema del cambio climático en la
agenda internacional y en los medios de comunicación.
Naidoo apreció el
interés de Calderón por apoyar
al gobierno africano en la próxima
COP, y le instó a que se asegure de
que México lidere con el ejemplo, invirtiendo
en energías limpias y renovables, deteniendo
la deforestación a través del
manejo forestal comunitario y deteniendo la
exploración y explotación de
petróleo y gas en aguas profundas.
En el tercer encuentro,
Naidoo y López Obrador coincidieron
en la importancia de que la defensa del medio
ambiente vaya acompañada de justicia
social y democracia. López Obrador
compartió información sobre
sus viajes por la nación, los cuales
le permitieron constatar impactos tanto del
cambio climático como de la degradación
ambiental a lo largo de todo el país.
Expresó su especial preocupación
por los daños asociados a la industria
petrolera, por el maíz transgénico
y por la industria minera.
Greenpeace resaltó
la importancia de contar con una ley de responsabilidad
frente al daño ambiental para que las
empresas que contaminan se hagan responsables,
la necesidad de dejar el petróleo en
el pasado y comenzar a utilizar intensivamente
y localmente las energías limpias y
la extrema vulnerabilidad del país,
especialmente de los más pobres, a
los fenómenos climáticos.
+ Más
EUA y España presionan
por transgênicos
Wikileaks puso al descubierto
la estrategia conjunta de los gobiernos de
España y Estados Unidos (EEUU) para
frenar las propuestas de Francia y de la Comisión
Europea para limitar el cultivo de variedades
transgénicas en los países de
la Unión Europea.
Esto ha causado indignación
entre las ONG españolas, que han exigido
al gobierno que la política sobre organismos
genéticamente modificados (OGM) deje
de estar controlada por las multinacionales,
además insistieron en la urgencia de
establecer una moratoria inmediata al cultivo
de transgénicos en España.
Las filtraciones de Wikileaks
señalan que España ha insistido
en “mantener la presión” sobre Bruselas
para que la biotecnología siguiera
siendo una opción para los Estados
miembros.
Durante más de una
década, el gobierno de España
ha defendido prácticamente en solitario
el cultivo de transgénicos en la Unión
Europea y es el único país que
ha tolerado su cultivo a gran escala, sin
cumplir con las normas europeas y españolas
de transparencia, sin obligar a etiquetar
los alimentos transgénicos y sin realizar
seguimiento alguno de los campos cultivados
con estas peligrosas semillas.
Diez países de la
Unión Europea (entre ellos Francia,
Austria y Alemania), se han opuesto a la siembra
de transgénicos en sus territorios
debido a la existencia de evidencias científicas
sobre los impactos en el medio ambiente, la
imposibilidad de convivencia de la agricultura
transgénica con la convencional y ecológica,
y la incertidumbre sobre los efectos que provocan
los transgénicos a la salud humana,
a largo plazo, con argumentos científicos
claros y sin conflicto de interés,
en apego siempre al principio de precaución.
Los países que han
avalado el cultivo y comercialización
de transgénicos han ignorado los argumentos
científicos y técnicos sobre
los riegos de este tipo de siembras y los
riesgos para la salud humana y animal y la
biodiversidad, en detrimento de la sociedad.
Esta estrategia política opera de la
misma forma en México. Incluso, en
nuestro país la embajada de Estados
Unidos solicitó al gobierno mexicano
durante 2009, que se autorizara la siembra
experimental de algodón transgénico,
propiedad de la transnacional Monsanto, que
detenta el 90 por ciento de las semillas transgénicas
en el mundo.
En México, la industria
biotecnológica está usando la
estrategia de “puerta giratoria” que consiste
en el intercambio de personal entre las empresas
y el gobierno, con el objetivo de lograr la
liberación al medio ambiente de sus
variedades transgénicas. Así
fueron colocadas dos ex empleadas de confianza
de Dupont y Agrobio en puestos clave del gobierno
federal con el objetivo de impulsar la autorización
de las siembras de maíz transgénico
en México, lo que pone en evidencia
que la bioseguridad y la sobrevivencia de
nuestro maíz se encuentra en manos
de funcionarios que tienen conflictos de interés.
Las 33 autorizaciones de siembras experimentales
que se autorizaron en territorio mexicano
durante 2010 dan cuenta de ello.
El cabildeo de los gobiernos
de España y Estados Unidos para que
en la Unión Europea se acepte la siembra
de transgénicos pone a la luz, una
vez más, las grandes presiones de las
multinacionales para implementar cultivos
transgénicos en países productores
de granos, en detrimento de los recursos naturales
del planeta.