A pesar de ser el país
anfitrión de la COP 16, a pesar de
los firmes y decididos discursos y llamadas
a combatir el cambio climático, el
gobierno mexicano está
apoyando la propuesta de otras naciones de
impulsar el secuestro geológico de
carbono, una tecnología incierta, costosa
y que no resuelve el problema de fondo, denunció
Greenpeace México.
El día de ayer, Arabia
Saudita, Noruega, Kuwait, Argelia, los Emiratos
Arabes Unidos, Egipto, Iraq, Qatar y Jordania
dieron muestra otra vez de su intención
de bloquear el avance en las negociaciones
al proponer la inclusión de tecnologías
inapropiadas como el secuestro y almacenamiento
de carbono en el grupo de discusión
sobre los Mecanismos de Desarrollo Limpio
del Protocolo de Kioto. Esta propuesta fue
apoyada por México.
Con el secuestro y almacenamiento
de carbono (CCS, en inglés) se pretende
capturar el CO2 de las chimeneas de las centrales
termoeléctricas y enterrarlo en el
subsuelo. Con ello, se pretende, supuestamente,
reducir los impactos del cambio climático.
Esta tecnología ha sido ampliamente
promovida por la industria del carbón
para justificar la construcción de
nuevas centrales o la ampliación de
las existentes. La central carboeléctrica
de Petacalco, en Guerrero, y los planes de
la CFE de aumentar la participación
del carbón en la generación
eléctrica del país no son ajenas
a esta tendencia.
"El país anfitrión
de esta reunión no puede estar apoyando
las iniciativas para soluciones falsas. La
solución central a este problema es
definitivamente la reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero, es decir,
superar la dependencia que nuestra sociedad
tiene de los combustibles fósiles y
reemplazar nuestras fuentes de energía
por aquellas que provienen de recursos limpios
y renovables como el sol y el viento.
"La captura de carbono
representa una distracción de las soluciones
reales que deben adoptarse para reducir emisiones
contaminantes. México tiene que apoyar
la generación limpia y sustentable
de energía a partir de la inversión
en el aprovechamiento masivo de la energía
solar, y no distraer sus recursos hacia una
tecnología que sólo buscar perpetuar
la dependencia de nuestras sociedades hacia
los combustibles fósiles como el petróleo
y el carbón", afirmó Gustavo
Ampugnani, coordinador de la campana de clima
y energía de Greenpeace México,
presente en las negociaciones que se llevan
actualmente en Cancun.
La CCS es una técnica
que captura el CO2 procedente de la quema
de combustibles fósiles, lo comprime
para su transporte y lo entierra en depósitos
subterráneos o debajo del lecho marino.
La captura trata de producir una corriente
concentrada de CO2 que pueda ser comprimida,
transportada y almacenada a través
de tuberías y gasoductos. El almacenamiento
es la parte final del proceso. La propuesta
de verter el CO2 en el océano ha sido
rechazada debido a los importantes impactos
que tendría en el ecosistema marino
y las limitaciones legales que lo prohíben.
Para Greenpeace esta tecnología
presenta 5 inconvenientes: no llega a tiempo
para evitar un cambio climático catastrófico
antes de 2015; derrocha energía; las
fugas podrían comprometer los esfuerzos
de mitigación; es cara y conlleva importantes
riesgos en la responsabilidad jurídica.
Es, por tanto, una falsa solución al
cambio climático.
+ Más
Ciudadanos exigimos acuerdos
en Cancún
Todos los ciudadanos del
mundo, sin importar nacionalidad, filiación
política, edad, sexo, profesión
ni ninguna otra condición, tenemos
el mismo derecho a vivir en un medio ambiente
sano y no permanentemente amenazado por el
cambio climático y sus impactos. Los
gobiernos deben darnos esa garantía
comprometiéndose ahora, durante la
décimo sexta conferencia de las partes
de Naciones Unidas sobre cambio climático
(COP16) que se lleva a cabo en Cancún
a frenar este fenómeno.
Por eso este viernes, niños,
mujeres, estudiantes, sindicatos, trabajadores
y organizaciones, saldremos a la calle a participar
en la Caminata por el clima que tendrá
lugar a las 16:00 horas, del Hemiciclo a Juárez
al Zócalo capitalino, como parte del
día de acción global, impulsado
por la campaña para la acción
climática y tú haces falta para
que seamos más los que alzamos la voz.
En conferencia de prensa,
la Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras del Campo (Anec), el Sindicato
de Trabajadores de la Universidad Autónoma
de México (STUNAM), Greenpeace, el
Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y Bicitekas,
en representación de una coalición
de más de 20 organizaciones indicaron
que el objetivo de esta caminata, que se da
al tiempo que en la ciudad de Cancún,
Quintana Roo, se celebran las negociaciones
por el clima en el marco de la COP, es recordarle
al gobierno de Felipe Calderón Hinojosa
su obligación de responder a la demanda
ciudadana de garantizar un alto al cambio
climático, fenómeno que se ha
convertido en la mayor amenaza para las sociedades.
“Uno de los motivos de que
la cumbre mundial del clima se esté
realizando en Cancún es alejar este
evento del centro político del país
y hasta ahí llegaremos muchos de nosotros,
sin embargo, las demandas de quienes nos quedamos
aquí también tienen que ser
escuchadas. La distancia no logrará
acallarnos. Los gobiernos participantes en
la reunión deben actuar ya para detener
el catastrófico cambio climático
e iniciar la transición a un mundo
más sostenible y justo, promoviendo
una sociedad baja en carbono, segura, limpia
y renovable. Felipe Calderón debe actuar
en consecuencia y dejar de lado las falsas
soluciones que promueve en nuestro país:
la reforestación, la energía
a base de petróleo en aguas profundas
y cultivos transgénicos. Por eso hoy
decimos alto a las falsas soluciones. Más
del 68 por ciento de la población está
en riesgo por el cambio climático.
Necesitamos avanzar a la cero deforestación
y poner en práctica la revolución
energética y la prohibición
de maíz transgénico. El cambio
climático es un tema demasiado importante
para dejarlo en manos de negociadores, políticos
y burócratas. Los ciudadanos tenemos
que estar involucrados en la toma de decisiones”,
declaró Patricia Arendar, directora
ejecutiva de Greenpeace México.
Más allá de
ser el país anfitrión, México
debe convertirse en un verdadero líder
en el combate al calentamiento global, actuar
con responsabilidad política y congruencia
social para frenar el cambio climático
y presionar a los gobiernos del mundo a establecer
los cimientos del régimen climático
post 2012.
“El gobierno mexicano debe
impulsar en la COP 16 un segundo periodo de
compromisos del Protocolo de Kioto; debe oponerse
a nuevos mecanismos de mercado de carbono.
Sobre todo debe reorientar su política
interna y dejar a un lado el doble discurso:
preocupado por el Cambio Climático
hacia fuera y promoviendo un modelo económico
energético y agroalimentario en lo
interno que favorece el calentamiento del
planeta, además de la pobreza rural,
la dependencia alimentaria y la malnutrición
de los mexicanos” afirmó Víctor
Suárez, Director Ejecutivo de la Asociación
Nacional de Empresas Comercializadoras de
Productores del Campo (ANEC).
“Exigimos a los gobiernos
participantes en la COP 16 y en especial al
gobierno mexicano, que reconozcan a las comunidades
campesinas, indígenas y de pescadores
comunitarios, como las sanadoras de la madre
tierra, quienes mejor colaboran protegiendo
y conservando los suelos, bosques, manglares,
arrecifes y océanos, ecosistemas cuya
absorción de carbono es clave en el
equilibrio ecológico. De la misma manera,
exigimos a los paises con mayores generaciones
de Gases de Efecto Invernadero, asuman su
responsabilidad y tomen acciones consecuentes
ante la catástrofe climática”
declaró Eleonora Silva, del Grupo de
Estudios Ambientales, (GEA A.C.).
“El STUNAM se unirá
a las voces que desde la academia y las agrupaciones
ambientalistas exijan resultados positivos
para el cuidado del medio ambiente, el control,
las mediciones y verificación de los
efectos del actual modelo de desarrollo sobre
cambio climático. Impulsaremos un Pacto
Mundial Democrático para un uso racional
de los recursos, el establecimiento de límites
a la producción; una gobernabilidad
global democrática con justicia ecológica,
equitativa y solidaria. Convocamos a todas
las fuerzas sociales y políticas para
que unifiquemos fuerzas y exijamos a los gobiernos
a pasar de las manifestaciones de buena voluntad
expresadas en Kioto y Copenhague a suscribir
acuerdos vinculantes jurídicamente”,
declaró José Olvera, adjunto
de la secretaría general del Sindicato
de Trabajadores de la Universidad Nacional
Autónoma de México (STUNAM).
Areli Carreón de
Bicitekas dio a conocer las demandas ciudadanas
al gobierno mexicano:
•Detener la deforestación
•Reducir el consumo de combustibles fósiles
•Darle una mayor participación a las
energías limpias y renovables en la
industria energética protegiendo la
autonomía de los pueblos en donde se
realicen este tipo de proyectos.
•Invertir en transporte público y en
movilidad no motorizada, como la bicicleta.
•Asignar recursos financieros para la adaptación
de los sectores más vulnerables al
cambio climático
•Impulsar una agricultura de bajo impacto
climático y sin transgénicos.
•Proteger nuestros océanos a través
del co-manejo de los aprovechamientos marino-costeros
y el establecimiento de reservas marinas en
aguas internacionales.
•Nunca dejar de lado la voz de los pueblos
originarios, quienes tienen el conocimiento
para proteger nuestro planeta.
"Vivir en un medio ambiente sano es un
derecho humano fundamental e implica poder
gozar de un entorno saludable; de una vida
saludable en armonía con la naturaleza.
Por eso exigimos que el gobierno mexicano
cumpla con su obligación de conservar,
mejorar y defender las condiciones ambientales,
en beneficio de las generaciones presentes
y futuras, garantizando la participación
activa de las personas en los procesos de
desarrollo sustentable y teniendo acceso efectivo
a la información y a las instancias
de justicia", concluyeron las organizaciones.