Publicado el
10 abril 2013 | El Gobierno modificará
la legislación sobre especies exóticas
invasoras, reduciendo la protección ambiental
y poniendo en riesgo millones de euros
Las especies
exóticas invasoras constituyen, según
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), la segunda amenaza más
grave para la biodiversidad, especialmente en
los ríos y humedales, así como
en las islas
La proliferación
de especies invasoras ocasiona importantes daños
sanitarios y económicos: más de
12.500 millones de € en la UE, según
las últimas estimaciones
En el momento
en que la Comisión Europea está
redactando una norma para atajar este grave
problema, España puede pasar de ser un
buen referente a convertirse en un mal ejemplo
a seguir
SEO/BirdLife,
WWF-España y Ecologistas en Acción
denuncian que la reforma propuesta por el Ministerio
de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente (MAGRAMA) ha sido realizada sin ningún
rigor científico y que supondrá
una reducción en la protección
ambiental y un coste de miles de millones de
euros en daños y en programas de erradicación
en los próximos años. El MAGRAMA
propone excluir más de 200 especies,
principalmente eliminando la lista de especies
exóticas con potencial invasor, y elimina
de un plumazo la obligación de tener
que consultar sus decisiones con el comité
científico. Por otro lado, con la nueva
normativa se mantienen actuaciones que favorecen
la introducción de especies exóticas
en el medio natural.
En tan sólo
una década, los costes del control y
erradicación de las principales especies
vegetales exóticas en España han
superado los 50 millones de euros, y esto solo
es una pequeña parte de lo que nos costará
eliminar el problema que ocasionan las especies
exóticas invasoras. Como ejemplo del
impacto socioeconómico que estas invasiones
provocan se pueden citar los costes del control
del jacinto de agua (Eichhornia crassipes),
que sigue vendiéndose en las pajarerías,
en la Cuenca del Guadiana, que han superado
los 21 millones de euros; según la Confederación
Hidrográfica del Ebro el mejillón
cebra (Dreissena polymorpha) ya ha ocasionado
unos daños valorados en más de
19 millones de euros y estima que superarán
los 110 millones de euros en los próximos
años; o los costes sociosanitarios para
controlar, erradicar y paliar los efectos del
mosquito tigre (Aedes albopictus) en Cataluña,
donde la Generalitat destina anualmente cientos
de miles de euros.
Una de las propuestas
del Ministerio es reducir la prevención,
eliminando el listado de especies potencialmente
invasoras, cuando la prevención frente
a la invasión de estas especies es la
estrategia más recomendable por ser la
más rentable y preferible para el medio
ambiente, ya que cuando una especie invasora
está instaurada, los costes destinados
a su erradicación son muchísimo
mayores. En este sentido la Unión Europea
ha contemplado este problema en su Estrategia
de Biodiversidad para 2020.
Para solucionar
este asunto, de acuerdo con los principios orientadores
del Congreso sobre Diversidad Biológica,
la Comisión Europea recomienda un enfoque
preventivo, que tenga en cuenta el principio
de precaución y se base en la pronta
detección y la erradicación, junto
con la contención y medidas de control
a largo plazo. Este enfoque se debe aplicar
no solo a las nuevas introducciones, sino también
a la gestión y erradicación de
las especies invasoras ya establecidas, y debe
reflejar un consenso científico y político,
que tenga en cuenta que es preferible la prevención
desde los puntos de vista económico y
ecológico a la adopción de medidas
una vez las especies ya están introducidas.
Otra de las propuestas
del Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente ha sido eliminar la obligatoriedad
de consultar a un Comité Científico
para tomar decisiones a este respecto y que
las decisiones de este órgano consultivo
no sean vinculantes. Además pretenden
eliminar la Lista de especies exóticas
con potencial invasor y sobre las que hay que
realizar una labor preventiva con el fin de
prevenir su posible expansión.
SEO/BirdLife,
WWF-España y Ecologistas en Acción
consideran que el MAGRAMA ha cedido a intereses
de las comunidades autónomas y de determinados
sectores económicos, permitiendo mantener
acciones como sueltas de especies alóctonas
invasoras, la comercialización de especies
invasoras como el cangrejo rojo o retrasando
la prohibición de venta del galápago
de Florida. En definitiva, para dar respuesta
a estos intereses, que afectaban a menos de
10 especies, el Ministerio ha actuado de forma
desproporcionada, irreflexiva e irresponsable
eliminando el control sobre cientos de especies
y poniendo en riesgo el patrimonio natural y
económico de España. |