Publicado el
10 septiembre 2013 | Carta a los ministros de
Medio Ambiente e Industria
Un diagnóstico del mercado español
de agrocombustibles, así como los resultados
de estudios recientes, recomiendan un cambio
de postura en Bruselas
En una semana
decisiva para las políticas europeas
de agrocombustibles, Coalición Clima
ha remitido una carta a los titulares de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente, Miguel
Arias Cañete, y al Ministro de Industria,
Energía y Turismo, José Manuel
Soria López.. La Coalición pide
a los ministros que aboguen por un cambio de
rumbo en el seno de Consejo de Europa (CE),
que tenga en cuenta el impacto climático
real de la producción de agrocombustibles
y también sus efectos socioeconómicos
.
Se espera que
el Consejo de Europa (CE) consensúe una
postura en los próximos días,
mientras que el Parlamento Europeo votará
y enmendará este miércoles la
propuesta de la Comisión sobre las políticas
de agrocombustibles. Posteriormente, las tres
instituciones deberán negociar hasta
alcanzar una posición común definitiva.
Las 30 organizaciones
firmantes muestran su preocupación por
la última propuesta presentada por el
Gobierno de Lituania, quien preside el CE en
este semestre, al valorar que «no aporta
soluciones para afrontar los graves impactos
ambientales y sociales generados por la extensión
del uso de agrocombustibles en la Unión
Europea».
La propuesta
lituana no incluye en la contabilidad de las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
de los agrocombustibles las emisiones debidas
a los cambios indirectos de uso del suelo (ILUC),
factor determinante para garantizar un impacto
positivo climático de estos carburantes.
Los firmantes
señalan algunas de las características
del sector español de agrocarburantes
para justificar la necesidad de un cambio en
las políticas actuales. «El 93
% del biodiesel consumido en España se
fabrica a partir de aceites de monocultivos
que, como la palma o la soja, presentan unas
emisiones por ILUC que anulan cualquier hipotética
reducción de emisiones”, afirman en la
carta. Un reciente estudio sobre mercado español
de biocarburantes, titulado “Biocarburantes
- ¿A qué coste? Una revisión
de los costes y beneficios de las políticas
españolas de biocarburantes” calcula
que lejos de reducir emisiones GEI, los agrocombustibles
consumidos en el Estado español supusieron
un incremento de 6,5 millones de toneladas de
CO2 emitidas a la atmósfera en 2011.
El mismo estudio
ha estimado que el sector recibió en
ese mismo año más de 1200 millones
de euros de ayudas públicas, cuando sus
beneficios económicos y socioambientales
son ampliamente cuestionados en comparación
con otras energías renovables, que en
los últimos años están
perdiendo buena parte del apoyo gubernamental.
Para Coalición
Clima, “ninguno de los 3 objetivos por los que
la Unión Europea decidió impulsar
el consumo de agrocombustibles se están
cumpliendo: ni reducción de emisiones
GEI, ni una mayor seguridad energética,
ni oportunidades de empleo y desarrollo rural.
Nuestra sociedad está pagando un gran
coste por unos resultados insuficientes en algunos
casos, y negativos en otros muchos.”
Basándose
en algunas de las medidas tomadas por el Gobierno
español recientemente para el mercado
interno, como el fin de la exención fiscal
a los agrocombustibles o una reducción
sustancial en los objetivos obligatorios de
consumo para 2013, la coalición insta
al Gobierno a defender en el CE medidas con
un sentido similar. Éstas serían:
Inclusión
de factores ILUC obligatorios para asegurar
que todos los impactos climáticos de
los agrocombustibles se tomen en cuenta.
Reforzar y endurecer el límite a los
agrocombustibles (aquellos que compiten por
la tierra y con los cultivos alimentarios)
Promoción
de alternativas verdaderamente sostenibles
Reducción sustancial del consumo energético
en el transporte para 2020
Coalición Clima insta al Gobierno a que
apoye estas medidas en las negociaciones que
durante la actual semana van a tener lugar en
el Consejo Europeo, sumándose al conjunto
de estados miembros decididos a corregir los
errores de las políticas actuales de
fomento de agrocombustibles, y priorizando los
intereses de la ciudadanía, el medio
ambiente y la soberanía alimentaria a
nivel global.
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